Levante-Elche 2-1 (Barral-2/Sapunaru)
Tras varias jornadas sin ganar, el Levante de Caparrós se recupera a costa de un Elche irregular.
Salió el Elche a mandar y tuvo al Levante en su campo durante un buen rato. Manejando Rubén Pérez el mediocentro ilicitano, usó mucho las bandas para buscarle las cosquillas a la zaga del Levante. Fidel y Carles Gil fueron bastante protagonistas pero buscaron poco a un Boakye demasiado atado por Vyntra y Juanfran. A pesar del dominio del Elche y que el Levante solo llegaba con galopadas de Diop y algún remate de Babá, no llegaban los goles. Y curiosamente tuvo que ser a balón parado como marcó el Elche el primero. Fue Sapunaru el que acabó cruzando un balón que le bajó Botía en una jugada de estrategia muy buena. El Levante, amenazado por otra jornada más sin ganar en el Ciutat de Valencia, se lanzó al ataque dejando su espalda desguarnecida. Con las bandas del Elche, el partido se convirtió en un correcalles en cuanto los verdiblancos podían correr un poquito. De hecho Fidel tuvo el segundo y casi sentenciar el resultado pero falló frente a Keylor Navas y en cambio, al poco de salir por un lesionado Babá, sería Barral el que marcase un golazo. Remató de cabeza entre dos defensas un centro desde la izquierda que dejó a Toño vendido. Hasta el final solo una falta al borde del área que mandó Rubén Pérez a Parla y poco más.
El Levante salió mucho mejor en la segunda parte. El empate le había sentado fenomenalmente y pudo acogotar al Elche en su propio campo. Aún así tampoco era un peligro constante, hasta que mediada la segunda parte el lateral Nikos tuvo dos ocasiones buenísimas que no supo finalizar ante Toño. El partido entró en un intercambio de disparos a ver quién tenía más puntería y tras fallar Boakye la mejor ocasión que tuvo en el partido y unos minutos de descanso con los cambios, el Levante dio la puntilla. O más bien fue Barral, el que marcó de nuevo de cabeza tras un centro desde la derecha de Pedro Ríos. Volvía a llevarse por delante a toda la defensa ilicitana y marcar sin impunidad, completando la remontada para su equipo saliendo desde el banquillo. Hasta el final el partido se fue muriendo entre lesiones y un montón de faltas con lo que solo en el último segundo tuvo el Elche la opción de empatar con un remate de Botía que se fue por los pelos. Tras varias derrotas seguidas el Levante recupera la estabilidad y le inflige al Elche su segunda derrota consecutiva.
Resultados de hoy
Alemania J.16:
Hertha Berlín-W.Bremen 3-2 (Ramos-2(1p),Ronny/Petersen,Hunt)
Francia J.18:
Montpellier-St.Etienne 0-1 (Gradel)
Holanda J.17:
Zwolle-Heerenveen 1-2 (Broerse/Finnbogason-2(1p))
Portugal J.13:
Ac.Coimbra-Marítimo 1-1 (Makelele/Derley)
Turquía J.15:
Fenerbahce-Akhisar 4-0 (Emenike,Sow,Webó,Bruno Alves)
Konyaspor-Karabukspor 2-3 (Camdali,Kabze/Parlak-2,Incedemir)
Mundial de Balonmano Femenino, J.5:
Angola-España 21-30
Clasificación final:
10 – Noruega
8 – España
6 – Polonia
4 – Angola
2 – Argentina
0 – Paraguay
flags, he tenido que parar de leer tu artículo, porque ese experimento tuyo de sazonar el texto con imágenes en archivos gif, me han vuelto loco la vista (por lo menos en la pantalla del iPad) distrae mucho la lectura tanta imagen en movimiento, la vista cuando lee con atención necesita eso atención y con tanto gif animado es imposible.
veré sí en una computadora puedo retomar la lectura?
no podido leer tu “crítica” sobre la película decido al problema visual que tu post visualmente más sobrecargado que Rococó provoca en la visión del lector.
Sí, he leído los comentarios de los compañeros de taberna y en base a ellos y a tus réplicas, puedo añadir..
Avatar, técnicamente es una gran película (falso que las televisiones en 3d se benefician de la película, sería en España, porque en este lado del Charco las televisiones en 3D se vendían como reclamo de películas animadas infantiles, nunca vi una televisión 3D en una tienda usando Avatar como reclamo para su compra).
Que supuso el relanzamiento del 3D también es una verdad mentirosa, media verdad o falacia, como le queramos llamar. El cine 3D ya estaba experimentando un crecimiento grande que Avatar aprovecha con nuevas nuevas formas de grabar en 3D aportando grandes avances técnicos.
Lo que me parece descabellado es ponerlo a la altura de Lo que el viento se llevó, porque Avatar siempre será una película técnicamente correcta pero con una historia que no tiene ninguna chicha.
Si reúnes a cien personas a las que les gusté mucho el cine y le preguntas sobre ambas películas, la mayoría sabrá el director, los actores principales y de reparto y hasta el director musical de Lo que el viento se llevó.
De esos mismos cien no creo que diez te puedan dar los nombres del elenco director de Avatar.
Los clásicos no los marca la tecnología sino el poso que dejan en la gente que las ha visto,
Yo que alucine con mi primer visionario de Avatar en cine en 3D, la vi una segunda vez en 3D y ya no me entusiasmó tanto, y en su tercer visionario en 3D en casa ya me aburrió y le fui dando hacia delante para ver sólo las escenas realmente impactantes, porque la historia es de lo más plano que se pueda contar.
Yo, creo que lo,tuyo con Avatar es más una pose de transgresor que realmente un apasionamiento por el film.
Sobre todo luego de que defiendas Prometheus como otra gran película, noto que simplemente esto es un juego para ti.
Estoy seguro que en dos o tres años cuando alguno de tus hijos te dig “papa veamos Avatar otra vez” Tu le darás 50 Euros para que se vaya al cine y deje de joder con eso.
Tú no eres crítico de cine, lo que eres es un cachondo mental.
Carlos: aquí te dejo el texto sin imágenes. Puedes luego mirarlas en el post puesto que sirven para constatar todo lo que argumento en el artículo.
SEGUNDA PARTE
(ATENCIÓN: Spoilers)
“UNA VIDA TERMINA Y COMIENZA OTRA”
“Una vida termina y comienza otra”. Con esta sentencia empieza el viaje al fantástico mundo de Pandora. Para muchos, quizá cegados por el espectacular aspecto formal, su deslumbrante colorido y despliege técnico, se trata de una película hueca de contenido. Siempre ha existido esa actitud crítica amante de la sobriedad y de la obra artesana. Ante una película como esta no extraña que aparezcan los amantes del consumo con moderación para censurar que el perjudicial efecto de Avatar es que la forma se impone al contenido. Pero resulta que ahí precisamente es donde reside la clave de la propia película. La esencia de Avatar es que tanto forma como contenido son lo mismo, una vida nueva
Efectivamente, en el cine existe un antes y un después de Avatar. Un cine termina y comienza otro. Y por ello estamos hablando de una pelicula que transciende más allá de sus innegables cualidades artísticas que nadie discute. No hace falta regresar al futuro para adivinar que la sentencia que pronuncia el personaje de Jake Sully en la primera escena es una profecía cumplida como he argumentado en los apartados anteriores. Sentencia por tanto con todas las de la ley.
Realmente resulta sorprendente e insólita la capacidad de esta película para mostrar el paralelismo simbólico de la historia del cine con el de su propia trama argumental porque al mismo tiempo que asistimos a la llegada de un nuevo paradigma cinematográfico presenciamos el nacimiento de un hombre nuevo. En su momento hubo otras películas que marcaron también un cambio de rumbo en la creación cinematográfica, pero ninguna de ellas lo hizo con la contundencia argumental que lo ha hecho Avatar. Ni El cantor de jazz de Alan Crosland en el cine sonoro, ni en el cine a todo color Lo que el viento se llevó o El mago de Oz de Victor Fleming, con la que podríamos de forma superflua ver más similitudes con la obra de Cameron, contienen aspectos simbólicos de la profundidad de los que podemos observar en Avatar. Quizá la soberbia Amanecer de Murnau se aprecia algo similar, pero en su caso es un significado paradójicamente crepuscular. Amanecer es una película muda pero formalmente fue estrenada como la primera película sonora de la Fox al incorporársele el sistema Symphonic Movitone que incluía su propia banda sonora y algunos efectos de sonido. Como podéis comprobar en el cártel del Ciné Doré de la época de la película de Murnau se anunciaba que iniciaba “una nueva era en el universo silencioso”. Pero confundían el principio con el final. Amanecer fue el glorioso epitafio del universo mudo del que todavía quedaban por ver extraordinarios cantos de cisne.
Esta constante referencia al renacimiento está presente a lo largo de la película de Cameron. No es casual el parecido entre la cámara de incineración con la de la maquina de conexión y control de los avatares. Toda la película es un círculo perpetuo de una vida que es un sueño eterno. “Yo era un guerrero que soñaba con traer la paz, pero tarde o temprano, siempre hay que despertar”. Los sueños se convierten en tránsitos de muerte para despertar en una nueva realidad, que no es estrictamente alternativa porque todo form parte del mismo ciclo vital.
No es Avatar una película que se construye con un mecanismo tan simple como el de un discurso maniqueista como algunos creen ver. No se trata tanto de buenos y malos como una primera lectura da a entender, sino de algo más complejo que es la base filosófica de la propia cinta, la interconexión de todos los seres vivos. Porque “nada termina si yo sigo respirando” y las relaciones se realimentan sin cesar.
Pandora puede ser un infierno donde morir como lo califica el Coronel Quaritch o el paraiso perdido como lo ve el marine Lázaro de Jake Sully. Era inevitable por ello que la película, sin tropezar el error del bucle, se cerrara de forma perfecta como un círculo que se abre. Empieza con unos ojos que despiertan a una realidad y termina con otros ojos, pero del mismo sujeto, que se abren en otra realidad.
“TODO ES AL REVÉS AHORA: LO DE ALLÍ ES EL MUNDO REAL Y LO DE AQUÍ ES UN SUEÑO”
“Nadie te puede enseñar a ver” nos enseña Nay’tyri y es cierto. Otro de los paralelismos que saltan a la vista en Avatar pero que muchos no ven es la gran invalidez del cuerpo humano. Algunos planos son tremendamente reveladores como el que os adjunto aquí al lado. En principio podemos creer que existe sólo un personaje inválido, Jake Sully. Pero, ¿no lo es acaso el coronel?, ¿no lo son todos los humanos condenados a vivir encadenados a maquinas que los mantienen con su vida? Este, aunque puede parecer didáctico, es uno de los grandes aciertos del personaje de Sully. Pone en evidencia el hecho de la impotencia de una realidad que no nos satisface como seres vivos. La invalidez de Sully que lo es por ser inútil a la sociedad no se redime cuando encuentra su lugar en la maquinaria humana. Por esto la grandiosa secuencia de sus primeras sensaciones como avatar es absolutamente cautivadora y emocionante. La fuerza simbólica de sus primeros pasos la sentimos como una verdadera liberación cuando los dedos de sus pies se hunden en la tierra. Pandora en ese mismo instante se convierte en algo más que un sueño, en el cielo en la tierra, el deseo satisfecho. Y justo en ese momento Sully muerde una fruta de la flora de Pandora que le lanza el personaje de Sigourney Weaver. Tenemos la vista, el tacto gracias a ese 3d prodigioso y ahora el sabor con la particular recreación de la manzana bíblica cuyo paralelismo simbólico es más que evidente en esta secuencia. Pandora es el paraiso perdido.
Y a partir de aquí “todo es al revés ahora: lo de allí es el mundo real” y por eso durante la proyección en la sala del cine alargábamos la mano para tocar las mismas plantas que estaba descubriendo maravillado Jake Sully. Cameron había conseguido literalmente meternos dentro de la película. Y este es otro de los ejes primordiales de la película, un nuevo círculo. Con Avatar el espectador cinematográfico que no vivió el nacimiento del cine ha vuelto a experimentar la sensación de que lo virtual es real. Avatar supone La llegada del tren de los Lumière del siglo XXI. Tal fue la impresión de realidad que provocó el nacimiento del cine en los espectadores que cuando se proyectaba en las pantallas la cinta de los Lumière muchos de ellos hubían de sus sillas creyendo que iban a ser arrollados. Esta experiencia vital ha renacido con la creación, nacimiento y descubrimiento de universo ficticio de Pandora. Comprobamos una vez más que Avatar es una incesante reconexión de pasado y futuro, de realidad y ficción, que se experimentan en un mismo plano y con la creencia de ser una verdad empírica que no podemos negar porque la vemos y la vivimos. Y esto sucede a ambos lados de la pantalla, tanto a los personajes humanos de la película que interactúan como avatares omaticaya modificados geneticamente como a los espectadores, también humanos, que han traspasado la pantalla sintiendo estar inmersos y rodeados por los espíritus del bosque. Este juego de espejos es algo mágico que escasas veces se ha vivido en la historia del cine y por ello debemos sentirnos afortunados de haber contemplado en directo el nuevo nacimiento del cine.
“LA RIQUEZA DE ESTE MUNDO NO ESTÁ EN EL SUELO, ESTÁ EN TODO EL ENTORNO”
Uno de los temas recurrentes en la historia del arte es la creación de universos ficticios. La reciente trilogía cinematográfica de Peter Jackson basada en El Señor de los Anillos de Tolkien es uno de los ejemplos más significativos. Otros mundos fantásticos creados en el cine son los de las sagas de La Guerra de las galaxias de George Lucas y Alien de Dan O’Bannon. Antes cité la fabulosa Mago de Oz de Victor Fleming. Otra fabulación fantástica. Volvamos a ella. Fleming para acentuar la diferenciación entre sueño y realidad, entre fantasía y verdad, utiliza el recurso del cromatismo. Así, la representación de realidad se tiñe de blanco y negro y la de la fantasía de un technicolor deslumbrante. Aunque ahora nos pueda resultar paradójico y extraño que la realidad sea fotografiada en blanco y negro y el sueño lo sea a todo color hemos de contextualizar y entender la fuerza de la simbología inherente. En la época lo extraordinario era rodar en color. Cine, incluido el documental, fotografia y prensa representaban el mundo en blanco y negro. El color era territorio propicio para la fantasía y en buena logica para los sueños de Dorothy. La fantasía no deja de ser una idealización de nuestra cotidianidad. Y ese mismo ejercicio lo realiza la misma Dorothy cuando sueña en el reino del mago de Oz.
James Cameron realiza un ejercicio cromático que si bien no es idéntico puesto que el blanco y negro está prácticamente desterrado del cine de grandes producciones sí es bastante similar. El mundo avatar es de un colorido desbordante. Incluso en horario nocturno los bosques se transforman en deslumbrantes paisajes fotolumínicos parecidos a la ciudad de Las Vegas con sus millones de luces, leds y neones. En cambio todo lo que rodea al hombre adquiere tonalidades monocromáticas de marcado acento grisáceo. Ahora bien, si Dorothy en su colorido sueño caracteriza a familiares y vecinos con formas propias de la fábula inversa donde las personas se animalizan, en Avatar es el protagonista Jake Sully quien a través del mecanismo avatar se animaliza hasta convertirse en un miembro de los Omaticaya hasta el punto de convertir su ser humano en el verdadero sueño. De este modo la fórmula del “todo ha sido un sueño” transmuta en la película de Cameron en un “todo es un sueño”. Antes y después. Todo es un sueño. Esta vuelta de tuerca de la ecuación lógica que se realiza en Avatar plasma al mundo de Pandora como el país de las maravillas de nuestra época. Un mundo idealizado donde el clan vive en armonia con su entorno y ha sido liberado de la devastadora opresión de la tecnología que convierte a sus usuarios en esclavos de sus limitaciones. En Pandora, que simboliza a la Madre Tierra idealizada, no son necesarios aparatos aeronáuticos para volar.
“TU ESPÍRITU SE VA CON EYWA, TU CUERPO SE QUEDA PARA FORMAR PARTE DEL PUEBLO”
Siendo en apariencia una película con rasgos profundamente espirituales se detecta en ella un sustrato ideológico claramente libertario. Quizá este aspecto sea el más evidente de los analizados hasta aquí. Su declarado y manifiesto anticolonialismo salta a la vista incluso para aquellos que se contentan con lo más superficial del guión. Pero, desde mi punto de vista esto no es más que el cascarón de la trama bajo el que se puede apreciar una obra verdaderamente compleja que realiza un ataque al individualismo mucho más contundente y demoledor. Avatar no solo es un canto al triunfo del colectivo, sino también del clan que integra a los despojos de la sociedad industrial y militar.
En el universo de Pandora Jake Sully es un avatar, una especie de zombie, en definitiva un mero objeto, pero cuyos actos lo dotan de significado por lo que deja de ser un cuerpo inerte y sin alma, es decir sin propia conciencia. Lo realmente novedoso, a diferencia de otros personajes análogos de la historia del cine, reside en las connotaciones de su toma de conciencia. Así, por ejemplo, mientras el teniente suicida interpretado por Kevin Costner en Bailando con lobos, que sirve de inspiración declarada por el propio Cameron, sufre un proceso de aculturación como consecuencia de su soledad, el marine Jake Sully es aculturado durante la doble juego de infiltrarse entre los aborígenes que se genera por las estrategias contrapuestas del Coronel Miles y la doctora Grace. Ese proceso con doble cara que es por un lado de infiltración y por el otro de aprendizaje lo debe realizar obligatoriamente con otro cuerpo, el de su avatar. Y es ahí donde surge la toma de conciencia. Sully ya no es un humano. Sully, cada vez que despierta en Pandora, renace con otros ojos, otros pies, otras manos, otra boca… con todos los sentidos. Es lógico pues que también acabe adquiriendo otra voz y otro pensamiento. Sully es víctima de un síndrome de Estocolmo inverso. Él se apropia de un nuevo cuerpo que a su vez lo somete a su propia identidad. Por tanto, la resolución de la impostura de Jake Sully como Omaticaya no se soluciona únicamente porque se enamora de una na’vi, esto es consecuencia lógica y mecánica del comportamiento sexual de cualquier especie, sino más bien porque como bien apunta el mismo coronel Miles “¿te encuentras una cola nativa y olvidas por completo cuál es tu clan?”. Es decir, y redundando en la idea central que quiero resaltar, Jake vive como na’vi y su realidad como humano se torna su virtualidad. Por ello la historia paralela de esa cola simbolicamente erótica es simplemente parte de la superficie del guión.
Esa cola significa mucho más. No es un mero órgano reproductor. La cola sirve como usb de los nativos, como cable conductor de comunicaciones que interconecta a todos los seres vivos del planeta para establecer flujos de reciprocidad. En última instancia toda esta biología simboliza claramente nuestra actual sociedad de las comunicaciones con los universos que se crean a partir de las redes sociales. En ese sentido resulta más que incuestionable el carácter metafórico del universo na’vi. Del mismo modo la película contrapone dos tipos de comunicaciones. Las que se realizan en un ambiente de libertad y aquellas que están controladas por las corporaciones y la industria vulnerando la provacidad del individuo. Esta denuncia se hace patente y explícita en la escena que el omaticaya Sully destroza las cámaras de la excavadora que está arrasando el bosque donde plácidamente dormían los dos amantes que previamente habían establecido una conexión privada. Precisamente esta escena es la que marca el inicio de la toma de conciencia de Sully de forma activa como omaticaya. Y no es casual que el sea quien inicie esta revuelta puesto que es él el personaje central sobre el que gira toda esta simbología. Él es humano, un guerrero. Como él mismo dice: “No existen los ex marines. Puedes dejar el cuerpo, pero no la actitud”. Y por tanto anque ahora tenga otro cuerpo no tiene otra actitud. En consecuencia su toma de conciencia como omaticaya es el detonante de su rechazo del sistema comunicativo invasor de la corporación RDA.
He leido críticas sobre su personaje por considerarlo “etnocéntrico” puesto que es un humano quien inicia y lidera la lucha aborigen. Este tipo de crítica no capta el mensaje y la esencia metafórica que comento. Avatar no trata de aborígenes contra humanos como se evidencia en todas las referencias simbólicas, figuras alegóricas y metafóricas que estoy mostrando en este artículo. Sin su personaje no funcionaría la metáfora que explica que el planeta Pandora y los na’vi son simplemente una representación simbólica del ser humano. Sully es vital para conseguir esta empatía, para comprender que los omaticaya somos todos y que si aceptamos el control de la industria sobre la libertad humana nos convertimos en piezas de un mecanismo social que nos destina el papel de inválidos a partir dell momento que nuestra utilidad no sirve para sus objetivos. Sully, en realidad, tiene la función y el rol de un etnólogo bidireccional porque aprende y nos enseña la cultura na’vi y a la vez nos lanza mensajes para entender a la “gente del cielo” que piensa que “puede coger lo que quiera, y nadie se lo impedirá”. Cuando Sully grita: “la Gente del cielo no puede llevarse lo que les dé la gana. Ésta, ¡¡es nuestra tierra!!” se erige como el libertador na’vi en primer plano, pero en el fondo es un humano hablándole a espectadores humanos. Pandora es nuestra tierra y aquellos que se creen dioses, los hombres del cielo, los que dictaminan quienes conforman el eje del mal, los que nos previenen de la guerra lanzando bombas inteligentes, los que construyen castillos en el aire deben bajar de las nubes para no perderse en el cloudcomputing, para reencontrarse con el árbol madre, con sus raices humanas y no con sus extensiones tecnológicas cada vez más predadoras y que únicamente sirven para alimentar una industria destructiva de nuestro hábitat.
“SEÑORAS Y SEÑORES, YA NO ESTÁN EN KANSAS. ESTÁN EN PANDORA”
El trabajo artístico de Avatar es sencillamente descomunal. Tan apabullante es la realización técnica de la película y espectacular su resultado que en este plano existe práctica unanimidad. Así se le reconoció en la Gala de los Óscars de Hollywood al otorgarle de las nueve candidaturas que acumulaba los premios de mejor fotografía, diseño de producción y efectos visuales. Sin entrar en la polémica sobre el galardón de mejor película del año que protagonizó el productor de En Tierra Hostil, curiosamente dirigida por la ex-mujer de Cameron, considero que la Academia ha cometido otro de esos errores tan sonados a los que nos tiene acostumbrados. En cambio no tuvo ningún reparo la Asociación de la prensa extranjera de Hollywood en premiar tanto a James Camerón con los Globos de Oro al mejor director y mejor película dramática. Quizá porque entre sus galardones no se incluyen toda esa pedrea de premios que sirven para contentar a todos y que en el caso de la Academia de Hollywood se utilizan como premio de consolación para aquellas películas cuyos aspectos técnicos son imprescindibles y preponderantes para la construcción de la historia como es el caso del cine de fantasía y ciencia ficción. Por ello películas como 2001: Una odisea en el espacio, La guerra de las galaxias, Blade Runner, Alien, E.T., o Matrix por citar algunas de las más relevantes han sido constantemente relegadas a premios técnicos. Existe un cierto complejo asociado a este hecho. Parece que premiar una película de excesiva complejidad técnica es un poco tabú porque reduce el número de rivales. Pero visto desde una óptica más global se ha de entender que dirigir una obra de las dimensiones de Avatar es una labor titánica. No obstante, tampoco se puede quejar Cameron puesto que ya le fue reconocido este aspecto con su monumental Titanic. Además este tipo de películas colosales no necesitan publicidad ni galardones para convertirse en míticas e iconos culturales.
El marcado carácter orgánico de Avatar es innegable con su detallada descripción visual de flora y fauna y en las que sin duda se pueden apreciar claras reminiscencias de la obra de Miyazaki La princesa Mononoke. Pero este aspecto orgánico incluso afecta a su narrativa cinematográfica. Estamos contemplando la muerte y resurrección de un hombre nuevo y por ende la película se gesta como si de un cuerpo se tratara. Al principio el parto, el despertar de Sully que se autocalifica de “bulto” y abre los ojos mientras flota como si estuviera en el útero materno. Y conforme se va desarrollando la película se subrayan en diferentes escenas las extremidades, pies, manos, incluso el corazón de ese “bebé que hace ruido y no sabe como hacer”. Cameron, para cortarnos la respiracion, se reserva los pulmones para el final con su propia reinterpretacion de la iconografía cristiana mediante esa imagen de la Pietà Naytiri sosteniendo en sus brazos al agonizante salvador al que le falta el aire.
Y, como un círculo perfecto, termina con el renacimiento de Sully, sus ojos que se abren para dejar de ser “otro bulto al que le toca un destino del que va a arrepentirse” mirándonos fijamente porque el punto de vista de la cámara se situa en la mirada de Naytiri con lo que se establece claramente al espectador como receptor y su identificación como sujeto omaticaya. Pero con un detalle realmente precioso y sobrecogedor que a muchos le pasa desapercibido, una mano en su mejilla, porque “los Na’vi dicen que toda persona nace dos veces, la segunda vez es cuando te ganas un lugar entre el pueblo para siempre.” ¿Puede existir mejor final que una caricia y no un golpe?
Señoras y señores, ya no están ustedes en un cine de dos dimensiones, esto es Avatar.
Carlos, con respecto a tus apreciaciones he de decir que deberías leer el artículo.
1. En ningún mmento digo que se utilice a Avatar como reclamo para la venta de televisiones en 3d, sino que el arrollador éxito de la película ha generado en la industria el pistoletazo para su comercialiación.
2. “El cine 3D ya estaba experimentando un crecimiento grande que Avatar aprovecha con nuevas nuevas formas de grabar en 3D aportando grandes avances técnicos”. Efectivamente. No entendo esta objeción. Precisamente en el post afirmo que en absoluto es la película pionera citando las películas históricas que la preceden incluso en el mismo año del estreno de Avatar.
3. Respecto a la chica de la película insisto en que leas el artículo. Puedes hacerlo en el comentario anterior. Avatar es una película más compleja de lo que aparenta pues está llena de metáforas.
4. El cine es tecnología. Cualquier debate al respecto de la forma y el contenido me parece un sin sentido.
5. Tus opiniones personales sobre mi posición crítica son hipotesis realmente simpáticas pero, aunque es cierto que soy un cachondo mental, son totalmente falsas.
Creo que hay excesivos gif animados, que en si no son malos, pero si estas leyendo más de una imagen moviendose a la vez distrae. Deberías espaciarlos con imagenes fijas. Por ejemplo, los primeros ojos (imprescindible), una sola de las dos de los pies, la de riqueza y avaricia (imprescindible), la del dragón y la final de los ojos para cerrar el círculo.
Sobre la película y la comparación con Lo que el viento se llevó, creo que esta última tiene más capacidad de sorpresa en su guion estereotipado. Y tiene una escena final increible que redime todo posible error anterior, escena final que en Avatar tiene mucha menos fuerza.
Eso no quita que Avatar sea una gran película, sobre todo en el aspecto técnico. Y que haya supuesto un antes y un despues en el mundo del cine. Para mí inferior (por lo dicho) a Lo que el viento, pero un poco inferior, no demasiado.
Sigo comparando a Avatar con Titanic, creo que están a un nivel parecido. Y que Avatar merecía más oscars en su año, desde luego. Pero eso no la convierte en una obra maestra, simplemente en una gran película.
Y si esta opinión no te gusta, francamente, querido, me importa un bledo. Y mañana será otro día.
De las referencias que he utilizado en el artículo estáis comentando mucho la comparación con “Lo que el vieto se llevó”. Mi intención en ningún momento ha sido valorar cual es mejor o peor, aunque podéis imaginar cual prefiero. La comparación la hice para contextualizar la importancia de ambas producciones y mostrar su significado en la historia del cine. Es un ejercicio que creo necesario puesto que la perspectiva de ambas nos hace perder muchos detalles. Hoy en día “Lo que el viento se llevó” es considerada unánimemente como mítica. No hay debate. Pero lo hubo y tuvo sus duras críticas. Lo mismo que sucede con Avatar o cualquier película reciente de esta transcendencia. La películas actuales suelen perder en estas comparaciones si no somos capaces de contextualizarlas. Hay un antes y un después de la película de Fleming respecto al uso del color del mismo modo que hay ya un antes y un después de Avatar respecto al uso del 3d en el cine. Ambas técnicas han cambiado el lenguaje y concepción cinematográficos, pero los efectos de Avatar no están consolidados porque estón desarrollándose. Quizá por ello no somos conscientes de su impronta. Por eso he tratado de profundizar en este contexto con varias referencias históricas como las citas a Robin Hood de Michael Curtiz, Amanecer de Murnau, La llegada del tren de los Lumière, etc.
Con el tiempo la bibliografía y literatura sobre Avatar irá fijando en el consciente colectivo todo el jugo que contiene esta película, que lo tiene y mucho, como argumento en la segunda parte del post.
P.D.
Ya le he comentado a mojo sobre la posibilidad de activar algunos gif con la opcion onmouseover, yo no acabo de dar con el código correcto. Eso resolvería los problemas de distracción en la lectura que le provoca a los lectores, especialmente a los que tengan pantallas más pequeñas. A ver si me puede echar un cable. Si alguien sabe como resolver ese problema técnico le estaríamos muy agradecidos.
Flags, mira
http://stackoverflow.com/questions/7473117/animating-a-gif-on-hover
blasicamente seria un:
<img src=”trayecto a la imagen estática” />
<script>
$(function() {
$(“#imgEjemplo”).hover(
function() {
$(this).attr(“src”, “trayecto a la imagen animada”);
},
function() {
$(this).attr(“src”, “trayecto a la imagen estática”);
}
);
});
</script>
Sí, ya tenía un código similar para ese efecto.
img src=”IMAGEN ESTÁTICA” id=”imagen” onmouseover=”this.src=’GIF ANIMADO QUE SALDRA AL PASAR EL CURSOR ‘ “onmouseout=”this.src=’AQUI DE NUEVO LA IMAGEN ESTÁTICA’
El problema es que eso me obliga a subir otra imagen estática. ¿No hay posibilidad de activar el gif sin necesidad de esa duplicidad de imágenes?
No está mal, pollo, pero no va a funcionar así tal cual lo has puesto.
Las comillas no pueden ser tipográficas, hay que substituírlas por estas: ”
La función $ no está disponible porque wordpress activa por defecto el modo “noconflict”. Así que hay que substituir ‘$’ por ‘jQuery’
No, eso no se puede, un gif animado no puede detenerse, esta condenado a repetirse por toda la eviternidad internetera.
Pues voy a probar a duplicar algunos con imágenes fijas para que no haya en pantalla más de uno animado por defecto.
Muchas gracias.
He probado con el primero de ellos al inicio de la segunda parte y no se activa el gif…
Enhorabuena por el artículo, que es soberbio.
Lo único que no comparto los elogios al Rey León. La vi con 11 años, creo, y me pareció infumable.
En lo que coincido es que en esta época se recupera un poco el buen nivel a partir de los 90, con pelis con el mismo esquema, pero más curradas visualmente y abriendo un poco horizontes, lo que cuentas mejor que bien en el post.
Esperando el último.
Tiene narices, si Simba mata a su tío Scar, todo el mundo de risas cantando Hakuna Matata pero si lo hago, ya cambia la cosa.
— Kim Jong-un (@norcoreano) diciembre 13, 2013
13/12/13 23:13