AMANECER ROJO

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Últimamente no duermo bien. He estado pensando por qué y he descubierto que desde que tuve noticia, navegando por IMDB, del inminente estreno de una versión del clásico de 1984, Red Dawn, me resulta difícil conciliar el sueño. Las siguientes líneas no tienen más propósito que permitirme volver a pernoctar con tranquilidad, sabiendo que el mundo ha sido convenientemente informado de la tropelía que se avecina.

Algunos pensareis que estoy de broma, pero, ¿podríais permanecer impertérritos si supierais que en breve va a estrenarse un remake de Ciudadano Kane, Sunset Boolevard (El Crepúsculo de los Dioses) o El Padrino? No estamos hablando de una secuela o una imitación, sino de una nueva versión que pretende utilizar el mismo título, aprovecharse del legado establecido por una obra de referencia, profanar el recuerdo de toda una generación para la que Amanecer Rojo supuso el traslado a la gran pantalla de los valores implícitos en series inolvidables como V, El Equipo A, el Coche Fantástico o el Halcón Callejero.

Pero, antes de entrar en profundidad con el análisis, como soy consciente de que muchos lectores de este blog no tenían uso de razón cuando esta película llego a los videos anexos a las televisiones españolas (porque, seamos francos, pese a lo que trate de vendernos el Ministerio de Cultura para coartar la libertad en Internet, en los 80, como en Madrid todavía no existían las mini salas de cine que saturan los centros comerciales de la periferia, solo se iba al cine a Gran Vía y por Navidad), es menester realizar una breve sinopsis de la misma.

En 1984, los científicos de la URSS han conseguido descifrar las profecías de Nostradamus, que predicen que la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas desaparecerá en un plazo máximo de siete años, por lo que todo el material bélico que acumula el ejército rojo solo servirá para conflictos de baja intensidad en Moldavia y Tayikistán (lo cual no vende periódicos, razón última del conflicto entre clases). Después de sesudos análisis, llegan a la única conclusión lógica, hay que utilizarlo cuanto antes, y, ¿quién es el enemigo a ultranza del socialismo? Por ello, con la ayuda de cubanos y nicaragüenses, proceden a invadir los EE. UU, ante la desidia de una Europa que ha caído en el hedonismo provocado por el visionado continúo de películas francesas.

Mientras esto sucede a escala global, en un pequeño pueblo de la América profunda de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que presumiblemente se encuentra en Colorado, unos jóvenes adolescentes se dirigen al instituto a dar la primera clase de la mañana. Allí nos encontramos con el primer mensaje transgresor, el profesor es negro. El segundo mensaje transgresor sucede segundos más tarde, cuando unos paracaidistas rusos, la avanzadilla de la invasión, la punta de lanza del comunismo, tirotean sin piedad a un pobre trabajador asalariado desarmado, el maestro afroamericano anteriormente aludido, que solo había salido a preguntar qué hacían unos militares efectuando maniobras en el patio del colegio. No solo eso, conscientes del peligro que suponen unos jóvenes adoctrinados por un sistema educativo deudor de las doctrinas de Adam Smith, el destacamento aerotransportado soviético se ensaña con las cristaleras del instituto, en un pueril intento de acabar con la futura resistencia.

Sí, lo habéis adivinado, los adolescentes supervivientes, liderados por Patrick Swazye (que todavía no había interpretado a un sufrido bailarín en Dirty Dancing) y, su hermano pequeño en la ficción, Charlie Seen (que no había hecho absolutamente nada, al menos cinematográficamente hablando, ya que era su debut), se echan, literalmente, al monte (que suponemos son las primeras estribaciones de las Rocosas, de ahí que concluyamos que el pueblo está en Colorado) y forman un “temible” grupo guerrillero que se enfrenta a las fuerzas de ocupación comunistas, que aunque siguen siendo parcialmente rusas, están comandadas por un cubano con bigote, que, en la versión original, habla castellano, lo que supone el tercer mensaje transgresor de la película, llegara un día que no solo se hable castellano mayoritariamente en California o Nevada, sino que también se hará en Colorado, incluso puede que algún hispano llegue a alcalde!!!

No sigo destripando la película por si acaso algún intrépido lector no la ha visto todavía. Tan solo advertir que se adivina que no había demasiado presupuesto para las escenas de acción, por lo que no esperéis una estricta fidelidad en lo relativo al armamento utilizado por los soviéticos. Eso sí, al haber sido rodada en los 80, todo lo que se destroza en la película, maquetas o no, tiene una existencia tangible, al no existir todavía el CGI, que llegaría con Cameron y Terminator II. También omitiré la somera descripción de la situación bélica que expone brillantemente un piloto norteamericano rescatado por nuestros intrépidos guerrilleros (tampoco existía Internet, y, por lo que se ve, las ondas de radio no llegaban a las Rocosas)

Una vez expuesto el argumento, lo que me interesa es analizar la ideología subyacente al largometraje, duramente criticado por su fuerte carga política. Una de las acusaciones más frecuentes es la de maniqueísmo. Es cierto que los comunistas son malos y los americanos capitalistas son buenos. ¿Y qué? ¿No eran malos los indios de la Diligencia de Ford? ¿Desde cuándo es eso un problema en una película?

Otra crítica que se le hace es su conservadurismo. Es cierto que muy posiblemente la película tenga mucho arraigo entre los miembros de la NRA(National Riffle Association), aunque solo sea por la escena en la que uno de los padres atiborra a sus retoños con un buen puñado de armas semiautomáticas que tiene guardado en el trastero (del mismo modo que mama os llena el maletero de caldos congelados cuando le hacéis una visita), pero, ¿Qué tiene de conservador luchar contra el poder establecido? En cierto modo, tras la invasión, el poder establecido son los comunistas, y, gracias a ese juego de espejos consustancial a toda película profunda, los jóvenes capitalistas se convierten en revolucionarios.

No, esos dos argumentos son falaces, el verdadero motivo por el que esta película es ampliamente criticada, siempre desde una perspectiva ideológica, es porque transmite, en tan solo media hora, de manera sintética, prístina y transparente, la filosofía neoliberal de la administración Reagan. Si Aníbal Smith y Michael Knight intervenían allí donde las fuerzas del orden no podían llegar, los Wolverines de Amanecer Rojo se ven obligados a intervenir allí donde el ejército ha fracasado. Es el pueblo el que debe tomar la iniciativa cuando la incompetencia de los poderes públicos no ha cumplido su cometido. ¿Quién necesita a papa Estado? ¡Viva el neoliberalismo!

En esa misma línea de pensamiento, que las fuerzas de invasión comunistas contengan un importante contingente de cubanos y nicaragüenses sirve de refrendo a la intervención de los EE.UU en la zona en la primera mitad de los 80. Se trata de una advertencia de lo que podría pasar si se relaja la política de mano dura con los regímenes izquierdistas de la región.

Finalmente, la película se inserta en un contexto temporal en que la Guerra Fría se había recrudecido con la llegada al poder de Andropov, y era necesario recordar, después de la distensión de los 70, que el enemigo soviético seguía siendo peligroso. Además, la aparente debilidad de la respuesta estadounidense a la invasión sirve para recordar a la mayoría silenciosa lo justificado de la enorme inversión federal en un programa bélico de carácter supuestamente defensivo que, un asesor de Reagan, un tal Donald Rumsfeld, estaba supervisando en aquel momento, la IDE, más conocida como “Guerra de las Galaxias”.

Fuera de este contexto, único y característico de los 80, hacer un remake de Amanecer Rojo, cuando, en la actualidad, EE.UU. tiene un gasto militar, y presume de ello, mayor que el que suman el resto de los países del mundo, parece una maniobra destinada a minar las supuestamente conciliadoras políticas emprendidas por la administración Obama. Desparecido el comunismo, el neoliberalismo triunfante no siente la necesidad de denunciar el control estatal y apelar a la iniciativa ciudadana. El discurso ha cambiado, papa Estado vela por vosotros. No quiero ni pensar el resultado de aplicar los nuevos preceptos del neoliberalismo sobre el argumento de la película original.

Claro que, yo no sabía nada de esto a finales de 1985 (al no haber Internet, las películas llegaban al video con bastante retraso respecto a la fecha de estreno en USA), ignoraba que la película me gustó, cosa extraña, ya que me esperaba algo parecido a Rambo, porque seguía la misma línea de pensamiento que las series que veía por la tele.

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16 Comments on "AMANECER ROJO"

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13 years 6 months ago

La pregunta realmente interesante es cuando haran una película de la otra visión de Bin Laden. De la que comenta Docass ya nos conocemos los trucos del guión…

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rosschak
13 years 6 months ago

¿Estará disponible Chuck Norris para entonces? Ya sabemos que es inmortal, pero ¿seguirá tan cachas?

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13 years 6 months ago

Un fotograma del rodaje, rosschack

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nojavino
13 years 6 months ago

Flagrant menciona en uno de sus comentarios la segunda version, cronologicamente hablando, de la novela de Finney, Body Snatchers, protagonizada por Donald Sutherland en 1978, que es justo la unica de los cuatro adaptaciones para la gran pantalla que no he visto totalmente (he visto trozos con mi padre, pero hace mucho tiempo). La mas reciente se llama Invasion, de Nicole Kidman con Daniel “Bond” Craig y la original es un clasico en blanco y negro de los 50. Luego está la, para mi infravalorada, version de Ferrara, del 93, protagonizada por una de mis debilidades, Gabrielle Anwar. La premisa… Read more »

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13 years 6 months ago

Nojavino

La invasión de los ladrones de cuerpos que citaba es la película del 56.

http://www.youtube.com/watch?v=nkdBBAYLGyY

La del 78, con Donald Sutherland, es de Philip Kaufman, y se tituló “La invasión de los ultracuerpos”.

http://www.youtube.com/watch?v=na2W38tLp_Q&feature=related

Geniales ambas. Con un buen guión los remakes también son grandes películas.

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nojavino
13 years 6 months ago

Flagrant, tienes razón, donde ponías Don Siegel, director de la 56, había leído Donald Shutherland, protagonista de la del 78.

La de Siegel es un autentico clásico, tremenda la escena en la que se da cuenta que su novia de la juventud (con la que se ha reencontrado tras volver de EE. UU. y ella fracasar en su matrimonio) se ha pasado al lado “oscuro” al quedarse dormida un instante. Creo que es justo unos minutos anterior a la que has puesto.

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