Enciendo el pc. Barra del navegador. Me dispongo a realizar un ligero recorrido por las portadas de los periódicos más impotantes de nuestro país. Empiezo el scaneo. Los expertos dudan de que el paro haya tocado techo en España. “Me río de mileurista. No he llegado a mil euros en mi vida”. Un Día del Trabajo bajo la losa de los casi 5 millones de personas en paro. El absentismo laboral costó a España más de 64.000 millones el año pasado. Pero la gran vedette de las portadas es sin duda el beato Juan Pablo II. No deja de ser curioso que el papa del mayor escándalo financiero de la Iglesia católica celebre su ceremonia de beatificación el día Internacional de Trabajador. Hay círculos llenos de tal simbolismo que uno no sabe si existe una cruzada simbólica o una burla sistemática. La prensa no es unánime en incorporar en sus portadas las celebraciones del primero de mayo. De hecho ni una sola las incorpora. Sólo marginales titulares catastrofistas que centran su atención más en el concepto trabajo que el sujeto trabajador. Y de hacerlo es el sujeo parado quien se emerge como protagonista. Esta deriva ideológica del término muestra claramente que no interesa centrar la atención en las conciciones de trabajo de los trabajadores, sino en el hecho de que el trabajo es un bien escaso en constante destrucción y los trabajadores unos absentistas laborales que están arruinando el país. Mientras escribía esto el ABC modifica sus titulares. Ahora aparece como embacezado del casi 5 millones de parados el Día del Trabajo. Más leña. Trabajador contra trabajador en paro. Bueno, no. Parados, son parados. Ya han perdido su calificativo de trabajadores. Se les llama parados a secas. Sólo el trabajador en activo es trabajador. No importan las condiciones. del trabajo. Ese es el quid.
Pero más vergonzosos resultan los encabezados de “El día del trabajo”. ¿Día del trabajador o Día del trabajo?. La celebración del 1 de mayo conmemora una huelga sindical de trabajadores. Es el día internacional de los trabajadores. No parece muy apropiado etiquetarlo como el día del trabajo. Además en nuestro país la marca “día del trabajo” fue la utilizada por el franquismo. Menos apropiado pues. Pero como la cosa va como va, y lo que importa no es el trabajador sino el escaso bien del trabajo, santifiquemos a los santos de las finanzas y rebajemos nuestras condiciones laborales por solidaridad obrera. Alabado sea el señor, ¡Oh Karol!, yo te doy mi amor.
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5 Comments on "1 de mayo"
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Diríase hoy viendo estas cosas que estamos en plena Edad Media.
La boda real extasiando a medio mundo, la Iglesia nombrando beatos y un partido de fútbol convertido en ordalía por mor de una pierna.
Vade retro, urbi et orbe.
Bueno, sí, olvidé añadir que la plebe es asolada por un nuevo tipo de peste negra, tan dañina si cabe como la anterior.
El viernes se disputan las semifinales de la Euroliga. La primera a las seis y la segunda a las nueve.
El sábado a las once de la noche el tercer partido de la serie Thunder-Grizzlies.
El domingo, la final de la Euroliga a las cuatro y media y el tercer partido de la serie Lakers-Mavericks a las nueve y media.
(no hay ACB en sábado, insisto)
Gracias, doc. Voy a actualizar la agenda.
El otro día cometí un pequeño error: el partido del domingo entre Mavericks y Lakers es el cuarto de la serie, no el tercero.
El otro día comentábamos en la Taberna que esta temporada podría suponer el final de las dinastías que han reinado en la NBA durante estos últimos años. Los Spurs ya están fuera, y Lakers y Celtics están contra las cuerdas. Quizás este año sea el primero de un nuevo ciclo histórico.