Fuente: basketballforever.com

El cuarto partido traía de nuevo a Kripstas Porzingis como jugador disponible para el partido, aunque parecía poco probable su uso por Joe Mazzulla por mucho que Dallas comenzase el partido castigando la debilidad defensiva bajo canasta visitante. Las estrellas tejanas anotaban con facilidad y, pese al desacierto exterior, los Celtics encontraban la forma de mantener la igualdad en el marcador. Pese a ello, como el ritmo del partido subía, el técnico visitante hacía un llamamiento a sus jugadores para calmar la situación. Sin embargo Dereck Lively II salía del banquillo con bríos renovados para dominar las zonas, su energía se contagiaba y en los de Massachusetts se perdía la paciencia en el ataque. Aparecían los balones perdidos en Boston y la ventaja local alcanzaba los dos dígitos. Jayson Tatum intentaba acercar el marcador, pero los Mavericks no perdonaban la ocasión de finalizar bajo el aro visitante y se plantaban en el segundo acto con trece puntos de ventaja.

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Un periodo que se abría con la misma precipitación de los Celtics y un Dante Exum protagonista desde el banquillo. La diferencia se acercaba a los veinte puntos y el tiempo muerto visitante no se hacía esperar. Aunque una revisión anulaba un triple del base australiano, cada vez quedaba más claro que Dallas tenía un punto más de energía. El rebote caía de su lado y eso, sin acierto en los tiros por parte de Boston, era mucha ventaja. Luka Doncic llevaba la diferencia por encima de los veinte puntos y Mazzulla volvía a pisar el freno en el partido. Un parcial de diecisiete a cuatro, en seis minutos, había roto el partido. Cada vez quedaba más claro que el único jugador que podía dar alguna respuesta a la constantte anotación local era Tatum, y era insuficiente. La ventaja de los Mavericks al descanso se acercaba a los treinta puntos y el American Airlines Center reponía las fuerzas con una sonrisa.

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Tras el tiempo de asueto, el partido renacía con la versión más intensa de Daniel Gafford que se convertía en imparable para la defensa visitante, la diferencia superaba los treinta puntos y, con un recital de balones perdidos y falta de cierre del rebote bajo su aro, Boston dejaba claro que no podía luchar el partido. Un nuevo arreón de Dereck Lively II acercaba la diferencia a los cuarenta puntos y Joe Mazzulla firmaba la rendición. Pese a que Sam Hauser dejaba el partido a treinta y dos puntos, los doce minutos finales sobraban. Dallas conseguía su primera victoria en la eliminatoria y emprendía vuelo a Massachusetts para disputar el quinto partido. Invitado inesperado: Dereck Lively II, Dante Exum (Mavericks)