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Tras confirmarse la baja de Kripstas Porzingis para el tercer partido, en el American Airlines Center se respiraba cierta entusiasmo contenido y no sorprendía ver como Dallas tomaban la iniciativa en el marcador gracias al acierto de sus estrellas y Joe Mazzulla debía despertar a su equipo. Los visitantes circulaban bien el balón, pero faltaba el acierto y la ventaja tejana superaba los diez puntos. Sin embargo, con el descanso de Luka Doncic, su equipo se precipitaba y los Celtics reducían la desventaja a seis puntos. Jason Kidd recuperaba a su jugador franquicia para romper un parcial de once a cero comandado por Sam Hauser. Así las cosas, el primer cuarto se cerraba el primer cuarto con una mínima ventaja para los locales.

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El reposo sentaba bien a las defensas de ambos equipos y Jayson Tatum era el encargado de intentar responder a la versión más acertada de Kyrie Irving. Aunque el base de la franquicia tejana no encontraba compañía para anotar en sus compañeros y su técnico precisaba dar unas órdenes para mantener a los Mavericks por delante en el marcador al descanso.

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Mientras el público dejaba la grada, en los vestuarios del American Airlines Center se recuperaba la mejor versión de los Celtics. Con su mejor versión de conjunto, y metiendo los triples, el tiempo muerto local era obligado. Daba igual, Jaylen Brown y Tatum eran imparables para la defensa de Dallas y lo único que salvaba a los de Jason Kidd era el acierto de sus estrellas. Sin embargo el técnico local optaba por dar descanso al alero esloveno y, sin Doncic, el ataque de los Mavericks se quedaba en manos de un Irving que no podía seguir el ritmo anotador de Boston que estaba metiendo los triples. El público local estaba en shock, la ventaja visitante era de quince puntos y costaba pensar en la remontada de su equipo.

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Lo peor era que el minuto inicial de cuarto era horrible para Dallas, con dos triples la ventaja de los de Massachusetts superaba los veinte puntos. A las estrellas locales les costaba anotar y eran los secundarios los que aprovechaban que los Celtics comenzaban a descansar en ataque para recortar la diferencia. Los árbitros se convertían en protagonistas del partido con decisiones controvertidas y Doncic se llenaba de faltas. Pese a ello el atasco visitante era total, sus jugadores apenas forzaban situaciones ofensivas y, aunque su técnico intentaba evitarlo, un parcial de veintidós a dos ponía el partido a un punto. El problema era que su estrella se iba eliminado del partido por las falta, cuando todavía quedaban cuatro minutos por jugarse. Esto reforzaba a los visitantes que abrían una ligera ventaja siendo un poco más agresivo en los ataques. Aparecía Dereck Lively II para solucionar, con su intensidad, los problemas ofensivos locales. Una canasta de Jaylen Brown ponía a Boston con cuatro puntos de ventaja restando un minuto de juego, PJ Washington no metía un triple abierto desde la esquina e, inesperadamente, los visitantes no cuidaban el balón y los Mavericks tenían la posesión restando cuarenta segundos. El uno conttra uno se lo jugaba Kyrie Irving, pero no entraba y la falta en el rebote, sobre Derrick White, ponía a los Celtics con seis puntos de ventaja a falta de poco más de veinte segundos. El tiempo muerto daba el último intento a Tim Hardaway Jr y, con su error, los Celtics podían celebrar su tercera victoria en la eliminatoria. Invitado inesperado: Sam Hauser, Xavier Tillman (Celtics)