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Entre la afición local se sabía que, pese a vencer con claridad el primer partido, nada iba a ser tan fácil en el segundo y, con la mejor versión de sus estrellas, los Mavericks tomaban la iniciativa en el marcador obligando a Joe Mazzulla a azuzar a su equipo. La salida de Kripstas Porzingis a pista atascaba al ataque visitante, los balones perdidos aparecían en el cuadro tejano y el acercamiento de Boston era constante pese a los intentos de Luka Doncic por impedirlo. ConPorzingis inspirado en ataque, para dar respuesta a un Kyrie Irving inspirado durante el descanso del alero esloveno, Dallas cerraba el primer cuarto con tres míseros puntos de ventaja.

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El paso por los banquillos traía el retorno a la cancha de la estrella tejana y, con su mejor versión, los Mavericks volvían a ampliar la renta. Sin embargo el ataque visitante no encontraba otra manera de anotar, la dependencia era alta y los Celtics, jugando en equipo, acababa poniéndose por delante gracias a su facilidad para anotar bajo la canasta de Dallas. Pese a que Josh Green rompía un parcial de nueve a cero, Jason Kidd paraba el partido para ajustar su defensa y, aunque Derrick Jones Jr daba aire al ataque visitante, Jrue Holiday anotaba con facilidad para mantener a Boston con una corta renta de cara a la segunda mitad.

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El cuarto de hora de reflexión llevaba a los Mavericks a una conclusión, sin acierto con el tiro de tres puntos lo mejor era buscar a sus interiores bajo canasta. La facilidad para anotar de los tejanos no gustaba al técnico local que, casi de inmediato, se iba a la mesa de anotadores e impulsaba la versión más agresiva de su equipo con Porzingis para proteger su canasta. Ahora era Jason Kidd el encargado de parar el partido porque, sin posibilidades de anotación bajo los aros, el abuso del triple, sin acierto, podía costarle el partido. Claro que eso no frenaba a un Jrue Holiday imparable para la defensa visitante, el parcial ya era de diez a cero cuando Dallas volvía a parar el partido. Doncic era el encargado de romper la sequía tejana y, como en los Celtics tampoco metían los triples, el acercamiento visitante era constante. Tenía que ser un triple a tabla de Payton Pritchard, sobre la bocina de final de cuarto, lo que calmase la tensión del TD Garden.

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La ventaja, de nueve puntos, daba mucha tranquilidad a los de Massachusetts que, pese a ver como Irving encontraba a Daniel Gafford bajo canasta, no sufrían por el ligero acercamiento visitante. Eso sí, al técnico local no le gustaba nada esa facilidad visitante para anotar y optaba por volver a poner sobre la pista al pivot letón. Con Kripstas Porzingis ahuyentado a los Mavericks de su zona todo era más sencillo para el equipo local, que mantenía su renta con tranquilidad e incluso la llevaba a los dos dígitos. Sin embargo, en un mal apoyo, el pivot se quedaba tocado y la diferencia se reducía rápidamente obligando a Mazzulla a intervenir para poder poner sobre la pista a Al Horford. La defensa local subía la intensidad y dos triples de Boston parecían cerrar el partido al poner la diferencia en los catorce puntos. El técnico visitante buscaba despertar a sus jugadores con un tiempo muerto y, como en los Celtics la intensidad bajaba buscando manejar su renta, un parcial de nueve a cero ponía el partido a cinco puntos con poco más de un minuto por jugarse. Jayson Tatum se estrellaba contra la defensa visitante tras un ataque poco trabajado pero, en la contra, PJ Washington se veía taponado por Derrick White y, con una bandeja aprovechando el desorden de la defensa visitante, Jaylen Brown cerraba el partido. Dallas volvía a casa teniendo que levantar un dos a cero en contra. Invitado inesperado: Desierto (Celtics)