Fuente: clutchpoints.com

Boston Celtics (1) / Dallas Mavericks (5)

Todo el año se ha hablado de Boston como el máximo aspirante al título en el Este y, una vez cumplidas las expectativas, llega su momento para redimirse de tanto tropiezo en otras ocasiones donde eran favoritos al título. Para ello cuentan con el quinteto más sólido de la NBA, si se confirma la recuperación a tiempo de Kripstas Porzingis, y la experiencia de haber jugado por el título. Así jugadores como Al Horford o Jrue Holiday deben estar preparados para responder cuando sea necesario, aunque la responsabilidad ofensiva recaerá sobre Jayson Tatum y Jaylen Brown. Joe Mazzulla buscará desgastar a las estrellas tejanas en defensa para que no rindan en ataque y Porzingis debe ser tanto, una referencia ofensiva bajo canasta o abierto para sacar a los pivots de los Mavericks, como una presencia intimidatoria que lleve las opciones de bloqueo y continuación de Luka Doncic lejos de su canasta. Junto a todo eso, en los Celtics cuentan con un Derrick White que se desgastará hasta el límite, junto a Jrue Holiday para perseguir a Kyrie Irving.

Fuente: nilimabarta.com

En Dallas, sin embargo, cuentan con una rotación más amplia y pocos referentes ofensivos. Defensivamente tienen un vigilante de primer nivel para frenar a Tatum, Derrick Jones Jr, y unos pivots más atléticos y dinámicos para ayudar en defensa. El problema es que sus referentes ofensivos cargan con mucha responsabilidad ofensiva y precisan descanso en defensa, algo que no van a tener. Además, el equilibrio de su juego ofensivo requiere de un alto acierto en el tiro de tres puntos y, por mucho que Maxi Kleber pueda abrir espacios en la defensa de los Celtics, no parece que jugadores como PJ Washington, Josh Green, Tim Hardaway Jr o Jaden Hardy puedan proporcionar a los tejanos la anotación necesaria para competir. Con todo ello, y salvo invento de Jason Kidd, todo parece indicado para que triunfen los de Massachusetts.

Pronóstico: Celtics ganan cuatro a dos