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En el American Airlines Center se respiraba un ambiente muy cargado para la disputa del tercer partido de la serie. Para los Timberwolves llevarse la victoria era casi la única opción y no sorprendía que Mike Conley saliese fino con el tiro exterior en el arranque. Sin embargo, bastaban unos minutos para darse cuenta que los visitantes no contaban con su juego interior para anotar y, como Dallas sí encontraba el equilibrio en su juego ofensivo, la pequeña ventaja local obligaba al tiempo muerto a Minnesota. Por encima Mike Conley causaba preocupación con su salida a los vestuarios pero, ante un Kyrie Irving inspirado, Kyle Anderson conseguía mantener el tipo y la diferencia, de cinco puntos, permanecía inalterable cuando arrancaba el segundo acto. Los Mavericks buscaban romper el partido encontrando el acierto de sus tiradores abiertos, especialmente Derrick Jones Jr, y los visitantes tenían que pelear las segundas opciones para mantenerse en el partido. Chris Finch buscaba evitar que la desventaja llegase a los dos dígitos y con la lesión de Dereck Lively II parecía frenarse el distanciamiento local. Su juego interior comenzaba a ser un problema para la defensa local pero, gracias a sus estrellas, Dallas cerraba la primera parte con ocho puntos de ventaja. La necesidad hacía que los Timberwolves saliesen más agresivos a la segunda parte y los tejanos pasaban a sufrir, teniendo que anotar desde los tiros libres, mientras que los visitantes encontraban en los triples de Mike Conley la forma de anotar. Pese a todo no había continuidad en la ofensiva de Minnesota y Chris Finch paraba el partido porque hasta tres titulares se cargaban con su cuarta falta personal. Los contactos en el partido aumentaban y Anthony Edwards subía el nivel de su juego para igualar el partido. Ahora era Jason Kidd el que buscaba calmar a su equipo y, como los Timberwolves no metían de fuera y su estrella no acertaba, la igualdad era total cuando se abría el último cuarto. Los Mavericks fiaban su ofensiva al acierto de Kyrie Irving y lo necesitaban ante la mejor versión ofensiva visitante. Secundarios como Naz Reid y Kyle Anderson se crecían, pero nadie rompía el marcador. Las defensas subían el nivel,y las dudas de Minnesota contrastaban con la inspiración de Luka Doncic para anotar y crear juego. Dallas llegaba con una corta renta, de cuatro puntos, a los dos minutos finales. Karl-Anthony Towns confirmaba su mala relación con el triple e Irving no erraba para poner la diferencia en seis puntos poco más de sesenta segundos por jugar. Daniel Gafford aparecía para taponar una bandeja sencilla de Conley y, en el ataque siguiente, aprovechaba la colgada de Doncic para cerrar el partido con un mate tras un parcial de doce a uno. Los Mavericks ponían el tres a cero en la eliminatoria para alegría del American Airlines Center. Invitado inesperado: Dereck Lively II (Mavericks)

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Los Mavericks esperaban solventar la serie en el cuarto partido y no sorprendía que sus estrellas cargasen con la responsabilidad ofensiva desde el inicio. La respuesta de Minnesota llegaba con un Anthony Edwards muy activo y siendo agresivos en ambos lados de la cancha. Esto desesperaba a Luka Doncic y, como se quedaba sin Kyrie Irving a su lado, los visitantes aceleraban para completar un parcial de diez a cero que levantaba a Jason Kidd del asiento. Hasta cuatro minutos se pasaba Dallas sin anotar en juego y la desventaja superaba los diez puntos. Sin embargo, despertaba el acierto exterior de los tejanos y, jugando con más calma en su ataque, llegaban al segundo cuarto con la diferencia en siete puntos. Esto daba cierta tranquilidad al American Airlilines Center, y a los jugadores de banquillo, para propiciar la reacción local gracias a sus recuperaciones de balón y a un acertado Dante Exum. Ahora era Chris Finch el encargado de pedir una pausa en el partido, ajustaba el ataque y Mike Conley rompía un parcial de nueve a cero para convertirse en protagonista del ataque de los Timberwolves ante la mala protección de su aro de los locales. Las faltas comenzaba a cobrarse víctimas entre los principales anotadores visitantes, desde Karl-Anthony Towns a Rudy Gobert pasando por Edwards, todos facilitaban anotación desde el tiro libre a los Mavericks que solucionaban con ello sus problemas ofensivos cuando los triples de Derrick Jones Jr dejaban de entrar. La situación ofensiva de Minnesota se complicaba y Nickeil- Alexander-Walker cerraba, con un triple, un parcial en contra de once a cero. Desde su mejor actividad defensiva, con Naz Reid muy activo en las ayudas, se terminaba la primera mitad con la máxima igualdad. El tiempo para la reflexión permitía ver al banquillo tejano que apenas habían contactado con su juego interior y Doncic comenzaba a buscar constantemente a Daniel Gafford ante unos Timberwolves en su mejor versión de conjunto. La tensión del partido iba subiendo y, tras un enganchón en un bloqueo, Derrick Jones Jr y Gobert tenían un intercambio de opiniones. La situación se solventaba con una doble técnica y desconcentraba a Dallas que, pese a la cuarta falta personal de Towns, era incapaz de frenar un parcial de ocho a cero comandada por el pivot. Jason Kidd no tardaba en reaccionar y en Minnesota se desesperaban viendo como su pivot cometía una quinta falta tonta en ataque. Era una falta flagrante y acercaba más a los locales que veían, con ilusión, la acumulación de faltas en las otras estrellas visitantes. Sin las principales estrellas de su quinteto titular los Timberwolves se ataban a su acierto exterior, y a su defensa, para mantener cinco puntos de ventaja de cara al último acto por mucho que Jaden Hardy intentaba acercar a los locales. Restaban doce minutos por jugar y la temporada visitante podía terminar, los Mavericks salían con su mejor defensa y en dos minutos se frenaba el partido. La salida del tiempo muerto permitía ver sobre la pista a todos los titulares de Minnesota salvo Jaden McDaniels. Gobert cometía su quinta falta personal y complicaba más la situación visitante. Dallas encontraba la solución a sus problemas ofensivos en PJ Washington pero, al otro lado de la pista, no sabían como frenar las llegadas bajo su aro de Rudy Gobert y, con dos triples de Karl-Anthony Towns, los Timberwolves tomaban una ventaja de cinco puntos. Los técnicos intercambiaban un par de tiempos muertos y, tras casi seis minutos sin jugarse más que segundos, las prisas tejanas eran demasiadas. Towns seguía acertado con los tiros abiertos y la desventaja de los Mavericks, entrando en los dos minutos finales, era de seis puntos. Antohny Edwards gastaba toda la posesión para conseguir anotar y Towns se iba eliminado por faltas al caer en una finta de Doncic. Los tres tiros libres de la falta ponían el partido a cinco puntos y, en esta ocasión, el escolta visitante no estaba tan acertado para finalizar su uno contra uno. Kyrie Irving aprovechaba un rebote ofensivo para colocar el partido a tres puntos cuando se abría el minuto final. Edwards gastaba casi toda la posesión, y esta vez sí acertaba en la finalización, y obligaba al tiempo muerto del cuadro tejano. El balón lo recibía Irving que, ante el dos contra uno de Minnesota, daba un mal pase cruzando la zona. El balón era interceptado y la falta se convertía en imprescindible al restar veinte segundos para el final. Mike Conley erraba el segundo tiro libre y, con un triple desde diez metros acompañado de una falta personal, Doncic ponía el partido a tres puntos con trece segundos por jugar y hacía renacer las esperanzas del American Airlines Center. El esloveno fallaba el tiro libre, el rebote lo recogía Rudy Gobert y la decisión arbitral, de conceder un tiempo muerto en lugar de la falta inmediata, desesperaba al banquillo de Dallas. El diseño de la jugada del técnico visitante abría el campo para permitir que, con un corte hacia canasta a la espalda de Irving, Naz Reid finalizase el partido y los Timberwolves tendrían un quinto partido ante su afición para seguir luchando por la remontada. Invitado inesperado: Chris Finch (Timberwolves)