Fuente: clnsmedia.com

La gran preocupación de los Pacers no era la década que se habían pasado sin llegar tan lejos en la temporada, era ver si el equipo no se relajaba tras haber disputado un partido a todo o nada dos días antes. Y el arranque acrecentaba esos temores; los balones perdidos, y una defensa en transición desaparecida, daban la primera renta a los locales. La agresividad de Boston le permitía hacer un parcial de doce a cero que levantaba al TD Garden y preocupaba a Rick Carlisle lo suficiente para frenar el alto ritmo del partido. Los visitantes comenzaban a asentar en su juego de equipo, mientras que Jayson Tatum y Jaylen Brown obtenían puntos con facilidad bajo el aro contrario para responder al acercamiento de Indiana. Con un Obi Toppin acertado desde su salida del banquillo, el primer cuarto se cerraba con tres puntos de ventaja para los Celtics. La respuesta local tenía que venir con sus suplentes en pista y Payton Pritchard daba los puntos necesarios para ello. Junto a Al Horford llevaba la diferencia hasta la decena de puntos ante un Aaron Nesmith abandonado por sus compañeros en ataque. Naturalmente el pivot dominicano precisaba de reposo y, con la aparición de Myles Turner en los Pacers, Luke Kornet se veía retratado en defensa. La ventaja de Boston se reducía a la mitad y Joe Mazzulla intervenía en el partido. Pese a todo el mejor reparto en ataque de Indiana le permitía acercarse en el marcador ante unos Celtics más individualistas. Así las cosas, no sorprendía ver como al descanso la igualdad era total. El cuarto de hora para aprovisionarse de alimentos pesaba en el ambiente del TD Garden y los de Massachusetts tardaban un poco en activarse en defensa. Aunque, para alivio de la afición local, los de Rick Carlisle salían empanados en la circulación de balón. Con Jayson Tatum anotando, y pudiendo recuperar el balón con facilidad, la delantera en el marcador era para Boston. Por encima los visitantes veían como el tiro exterior no entraba y la desventaja volvía a irse a los dos dígitos con un Jrue Holiday inteligente para castigar los espacios libres de la defensa de los Pacers. Nuevamente las rotaciones penalizaban a los Celtics que, precipitados y con una defensa débil, que era bien aprovechada por la dirección de TJ McConnell, se presentaban en el último acto con un mísero punto a su favor. Una diferencia que lograban mantener con Tatum y Holiday como referentes ofensivos ante la dificultad para anotar visitante. Sin embargo la defensa de Boston comenzaba a flaquear y, pese al intento de Mazzulla por evitarlo, el juego interior de Indiana ponía el partido a su favor. Así los Pacers conseguían llegar al minuto final con un punto de ventaja y la posesión del balón. Andrew Nembhard ampliaba la renta anotando en un uno contra uno. Quedaban cuarenta segundos y Tatum se jugaba un triple que no entraba, el rebote era para los Pacers pero, inexplicablemente, se aceleraban innecesariamente y devolvían la posesión a los de Massachusetts. Derrick White buscaba el aro visitante sin éxito y Tatum recogía el rechace del aro, pero tampoco anotaba. La falta de los Celtics era obligada, restando diez segundos, y llevaba a la banda el balón. Desde allí Nembhard dudaba en el saque y ponía un balón dividido que se le escapaba por la línea de fondo. Ahora la posesión era local y, aunque Jaylen Brown se jugaba un triple desde la esquina con el defensor encima, el tiro entraba y Carlisle debía armar una jugada con seis segundos por disputar para romper el empate del marcador. El balón era para Tyrese Haliburton, que se dejaba llevar por la defensa hasta una posición forzada y la prórroga era celebrada por la grada del TD Garden. Unos minutos donde la intensidad local era superior, la única opción de anotar del cuadro visitante llegaba con su base y el tiro exterior. Los balones divididos eran todos para Boston y ahora eran los locales los que llegaban al minuto final con una ventaja mínima en el marcador y la posesión del balón. Tatum, con un triple, llevaba la diferencia a los cuatro puntos con poco más de cuarenta segundos por jugarse y Carlisle paraba el partido. Siakam buscaba el aro contrario sin control, Brown le quitaba el balón de las manos y Mazzulla quería controlar lo que ocurría sobre la cancha. Un corte sin balón de Derrick White ampliaba la renta de los Celtics hasta los seis puntos y los tiros libres resolvían el partido. Los Pacers había dejado escapar la primera victoria y nadie sabía cómo iban a reaccionar. Invitado inesperado: Payton Pritchard (Celtics)

Fuente: troyrecord.com

El TD Garden esperaba poder disfrutar de un segundo partido más reposado pero, desde el inicio, quedaba claro que ambos equipos se presentaban dispuestos a todo y, aunque la dependencia de Jaylen Brown para anotar generaba cierta tensión en los Celtics, la mínima ventaja visitante sólo se debía a su mayor acierto exterior y, pese a que la segunda falta personal de Brown limitaba al ataque local, la falta de acierto, la concesión de segundas opciones a su rival y los balones perdidos, provocaban que Indiana sólo mandase por dos puntos al iniciarse el segundo cuarto. Y el arranque del siguiente periodo no cambiaba en nada el panorama, Boston conseguía puntos fáciles de los errores defensivos visitante y Rick Carlisle paraba el partido. Los Pacers no castigaban la inferioridad física bajo canasta de los locales y, metiendo los triples, y con Brown entonado, la desventaja visitante llegaba hasta los quince puntos y el técnico visitante volvía a entrar a la pista para solicitar una charla con sus jugadores. Aaron Nesmith rompía un parcial de veinte a cero y, tras seis minutos de cuarto, hacía la primera canasta en juego de los visitantes. Esto despertaba su versión más reconocible del equipo de Carlisle y bastaban un par de malos ataques de los Celtics para que la diferencia se rebajase a la mitad. Myles Turner cometía su tercera falta personal y la ventaja local volvía a crecer, hasta los trece puntos, porque corriendo Brown podía anotar con facilidad. Carlisle recordaba a los suyos la superioridad física de Pascal Siakam y el tiempo muerto traía cierta relajación a Boston con lo qu la diferencia, al descanso, era de seis puntos. Visto el desarrollo del partido el tercer acto se antojaba fundamental y el escolta local seguía con su recital. Sin embargo Indiana presentaba su mejor defensa, y el acierto de Siakam, para poner el partido a una canasta de diferencia. Joe Mazzulla subía un punto la intensidad defensiva local y Derrick White acertaba con los tiros abiertos para volver a ampliar la ventaja local. La única respuesta visitante era Turner pero, para desesperación de Carlisle, el acierto exterior volvía a dejar la diferencia en los dos dígitos. Por encima aparecía la mejor versión de Jayson Tatum y los Pacers veían el partido complicado de cara a los doce minutos finales. Sobre todo porque a la baja de Tyrese Haliburton, tocado en su pierna izquierda, se le juntaba la mayor energía de los Celtics para gastar . El técnico visitante dejaba una rotación de suplentes sobre la pista para intentar contener la escapada pero, con el paso de los minutos, quedaba claro que Indiana ya no podía luchar. Tras un par de técnicas tontas para Isaiah Jackson y Sam Hauser, Boston finiquitaba el partido y dejaba su hogar con el dos a cero en la serie y la sensación de tener todo bajo control. Invitado inesperado: Payton Pritchard (Celtics)