Fuente: section215.com
Desde el momento en que los Cavaliers confirmaban que Caris LeVert no sería de la partida en el quinto partido de la serie, el TD Garden comenzaba a saborear el pase de ronda de su equipo. Por eso no sorprendía ver a Boston mostrando una versión ofensiva más sólida sobre la pista en el inicio bajo la versión más acertada de Derrick White. La presencia de Dean Wade para sustituir al escolta visitante no daba puntos a los de Ohio y JB Bickerstaff buscaba meter a Marcus Morris para sumar anotación en los visitantes y, como no funcionaba, acababa por parar el partido ante el acierto exterior local. Con el paso por los banquillos el acierto con el lanzamiento de tres puntos cambiaba de bando y, pese a que Joe Mazzulla buscaba evitarlo, el primer cuarto se cerraba con un empate en el marcador. El cambio de cuarto traía la demostración de que anotar bajo canasta iba a costar a cualquiera y los triples marcaban el ritmo de anotación, algo que Mazzulla buscaba evitar con otro tiempo muerto. El problema era que la otra opción para los Celtics era buscar tiros forzados y, como Morris no erraba, la ventaja era visitante. Sin embargo el paso de los minutos despertaba la versión defensiva más agresiva en los de Massachussets y Jayson Tatum acompañaba a White en un parcial de diez a cero que daba la vuelta al marcador. A pesar de que el alero local se ganaba una técnica protestando una falta, los balones perdidos en el ataque de Cleveland provocaban cuatro minutos sin anotación en juego y el TD Garden veía con entusiasmo como los suyos llegaban al descanso con seis puntos de renta. Una alegría que se difuminaba con el arranque del tercer periodo, un cinco a cero de salida inquietaba a la afición local, que no a su técnico que decidía no parar el partido. La defensa de Boston se asentaba y llevaba la diferencia cerca de los diez puntos. Las defensas alcanzaban un punto de dureza donde ambos equipos sufrían para anotar pero, para sorpresa general, Evan Mobley comenzaba a imponer su presencia bajo canasta. El acercamiento de los Cavaliers era lento, pero constante y Mazzulla veía necesaria otra ronda de instrucciones a sus jugadores. La defensa apretaba un poco más con los jugadores de banquillo y, junto a Tatum, conseguía que los Celtics pudiesen soportar otro tirón de puntos de Marcus Morris. Los siete puntos de ventaja, para los locales, dejaba todo muy abierto para el cuarto final. Sobre todo si Mobley seguía sumando puntos bajo el aro de los Celtics y la respuesta tenía que darla Jrue Holiday. Para Bickerstaff el no recortar la distancia era un problema y buscaba asentar la defensa visitante. Sin embargo el efecto conseguido era el contrario, su ataque ya no encontraba a su pivot y la defensa veía como los triples y Al Horford propiciaban que la diferencia llegase a los catorce puntos. El técnico visitante precisaba dar otra charla a sus jugadores y ahora los protagonistas ofensivos de Cleveland volvían a sumar puntos para el equipo y dar un último aliento de esperanza a su afición. Bastaba con que Mazzulla centrase a la defensa local para que el partido, y la eliminatoria, quedasen cerrados con la victoria de Boston. Invitado inesperado: Payton Pritchard, Luke Kornet (Celtics)
Eliminatoria cerrada: Celtics ganan cuatro a uno
Fuente: larrybrownsports.com
Tras la contundente derrota del cuarto partido, en el MAdison Square Garden eran conscientes de que el equipo neoyorquino debía cambiar cosas para ganar y, como Tom Thibodeau también lo sabía, quitaba del quinteto a Precious Achiuwa para dar aire en ataque a Jalen Brunson. Miles McBride salía en el quinteto titular de Nueva York dispuesto a darlo como el resto de sus compañeros. La agresividad sobre la pista era la normal pero, con más recursos en su ataque, los Pacers tomaban la iniciativa en el marcador por mucho que Jalen Brunson e Isaiah Hartenstein intentasen impedirlo. La desventaja local era de siete puntos, cuando el técnico local paraba el partido. La defensa neoyorquina no permitía tiros fáciles, Brunson seguía acertado y el pivot alemán conquistaba el rebote ofensivo para obligar al tiempo muerto a Rick Carlisle, aunque Indiana seguía por delante en el marcador gracias a los puntos de TJ McConnell. No servía de mucho, porque la energía de los Knicks era mayor y los bases locales aprovechaban la escasa protección de su aro que tenían los Pacers. Nuevamente el técnico visitante se levantaba para hablar con sus jugadores y sus instrucciones no eran captadas apropiadamente. Indiana no cuidaba el balón, el partido se volvía loco y Josh Hart daba a Nueva York seis puntos de ventaja. Parar de nuevo el partido era la única opción visitante para llegar al segundo cuarto con la diferencia estabilizada. Un cuarto que nacía con un cara a cara entre jugadores de ambos equipos y caían hasta tres técnicas. Sin embargo, sobre la pista, nada cambiaba; Indiana era incapaz de cerrar el rebote, los problemas en su circulación de balón atascaban el ataque y Brunson seguía imparable. La diferencia alcanzaba los catorce puntos y Carlisle recuperaba una versión más reconocible para acercarse en el marcador. Ahora la charla la necesitaban los jugadores locales; el dos contra uno frenaba a un Brunson que acertaba a repartir el balón con criterio y los balones perdidos volvían a los Pacers. La ventaja de los Knicks se asomaba a los veinte puntos y el Madison Square Garden respiraba mucha tranquilidad cuando se llegaba al descanso. Algo que, tal vez, afectaba a sus jugadores y con un inspirado Myles Turner, metiendo tres triples, aprovechaban el enfríamiento local. El nueve a uno hacía reaccionar al técnico neoyorquino, aunque en realidad la clave era el juego de Indiana. Con el partido más igualado los visitantes aceleraban sus ataques sin necesidad, los balones pérdidos eran una rémora y, tras dos aciertos exteriores, Nueva York volvía a disfrutar de una ventaja de dieciséis puntos. Donte DiVicenzo y Turner se encaraban tras un bloqueo y se llevaban una técnica. Los Knicks habían roto el partido con un parcial de diecinueve a uno y contaban con más de veinte puntos a su favor para administrar en los doce minutos finales. Los Pacers no se rendían, buscaban la reacción con su mejor defensa y gracias a un insistente Pascal Siakam, nuevamente realizaba un nueve a cero de parcial para volver al partido. Sin embargo nadie le acompañaba, la defensa neoyorquina volvía a recuperar balones con facilidad y Jalen Brunson echaba por tierra las esperanzas visitantes. Los Knicks se ponían por delante en la eliminatoria, tres a dos. Invitado inesperado: Alec Burks (Knicks)
Para Indiana llegaba el momento de comprobar si podría mantener la regularidad en su juego para no quedarse fuera de los playoffs y, aunque el ritmo de juego era alto, los locales no lograban abrir hueco en el marcador. Jalen Brunson mantenía cerca a los Knicks y bastaba con el despertar de sus compañeros para que la igualdad fuese total. Ni ver a Josh Hart tocado en el abdomen podía con los visitantes; Miles McBride mantenía a los neoyorquinos ante el buen momento del juego interior local y bastaba la aportación de Donte Di Vicenzo para poner por delante a Nueva York. La desventaja era de cinco puntos cuando Rick Carlisle paraba el partido y tenían que aparecer los suplentes de los Pacers, bajo la dirección de TJ McConnell, para dejar la diferencia reducida al mínimo para el segundo cuarto. Y no tardaba en preocuparse Tom Thibodeau con el arranque de su equipo en ese periodo, Alec Burks era la única solución ofensiva y la defensa bajo canasta se mostraba débil. McBride activaba el ataque visitante, pero la defensa seguía sufriendo ante Pascal Siakam y Tyrese Haliburton. Jalen Brunson estaba tan fuera del partido que no metía ni los tiros libres y Myles Turner se aliaba con Siakam para llevar la diferencia por encima de los diez puntos. A pesar de una técnica absurda de Andrew Nembhard, un parcial diecisiete a dos en seis minutos, la ventaja local era de nueve puntos al descanso. El cuarto de hora de reposo permitía reflexionar a los Knicks, ahora el ataque estaba más repartido y Brunson estaba más acertado y Carlisle no tardaba un minuto en reaccionar. La defensa local apretaba más a los bases y dos triples propiciaban el tiempo muerto del técnico visitante. El enfrentamiento era un duelo entre los exteriores neoyorquinos y los interiores de Indiana. El problema era que Haliburton se activaba y la ventaja local se iba hasta los diecisiete puntos. A pesar de los intentos de Nueva York, capitaneados por su base estrella, TJ McConnell mantenía a los Pacers con trece puntos de ventaja para el acto definitivo. Un cuarto donde Siakam volvía a mostrarse acertado y junto con McConnel, y un par de triples, la ventaja local superaba los veinte puntos y la victoria era para los locales. La eliminatoria se definiría en Nueva York en el séptimo partido. Invitado inesperado: Isaiah Jackson, TJ McConnell (Pacers)
Ante la perspectiva de un todo o nada, en un séptimo partido, era necesaria toda la aportación posible para Nueva York, de modo que Josh Hart y OG Anunoby dejaban de lado sus lesiones para presentarse en el quinteto titular de Nueva York. Y, aunque el primero no aportaba demasiado, OG Anunoby era necesario, con sus triples, para responder al juego coral de los Pacers. Como la defensa neoyorquina no podía con el juego interior visitante, la corta ventaja de Indiana obligaba a Tom Thibodeau a intervenir en el partido. Nuevamente los triples locales, esta vez de Donte DiVicenzo permitían el acercamiento, frente a un Pascal Siakam que hacía de todo para mantener a los suyos con ventaja. Los jugadores hablaban más de la cuenta sobre la pista y los árbitros se acercaban para frenar el calentamiento general. Jalen Brunson se aceleraba con acciones forzadas y Tyrese Haliburton sacaba su mejor versión en el tiro exterior, con tres triples, para romper el partido. La diferencia se iba a los dos dígitos al final del primer acto y, pese a necesitar su mejor versión, en los Knicks no salían firmes en la defensa de su aro. La desventaja rozaba los veinte puntos, el tiempo muerto era necesario y el Madison Square Garden se quedaba helado. Lo peor era que jugadores secundarios, como Ben Sheppard o Isaiah Jackson, se volvían importantes en el ataque visitante. OG Anunoby no podía volver a la pista, pero los locales encontraban en su capacidad para recuperar el balón, y en Alec Burks, la forma de preocupar a Rick Carlisle que, dando orden a su equipo, permitía a Indiana cerrar la primera mitad con quince puntos de ventaja. El público local necesitaba que le levantasen el ánimo y la defensa de Nueva York se lo daba con un parcial de cuatro a cero, obligando a parar el partido al cuadro visitante. Otro triple de Haliburton rompía su falta de anotación y los balones perdidos de los Knicks llevaban a Thibodeau a levantarse. Era ínútil porque Brunson se iba lesionado al banquillo y Burks era el único con la energía necesaria para contestar a unos Pacers donde Aaron Nesmith y TJ McConell seleccionaban bien sus tiros. La ventaja llegaba a los veinte puntos nada más arrancar el cuarto final, se anunciaba que Brunson se había fracturado la mano y la única oposición local la ponía Alec Burks. La dirección de juego de los bases visitantes, y el acierto de Myles Turner, cerraban el partido. La victoria era para los Pacers. Invitado inesperado: Isaiah Jackson, TJ McConnell, Ben Sheppard (Pacers)
Eliminatoria cerrada: Pacers ganan cuatro a tres
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