Fuente: thunderous intentions.com
En el Smoothie King Center respiraban aliviados cuando, en una de las primeras jugadas del partido, Jalen Wlliams recibía un golpe en un ojo y tenía que irse a ser revisado por el cuerpo médico de su equipo. Además, ver a Nueva Orleans jugar con la intensidad adecuada les dejaba más tranquilos, por mucho que no estuviesen acertados la iniciativa en el marcador era local. Los problemas llegaban cuando el tono defensivo bajaba un poco, ambos equipos sumaban con facilidad y, como Cason Wallace había salido desde el banquillo acertado y Jailyn Williams le acompañaba con su mejor versión a ambos lados de la pista, los Thunder se ponían a los mandos del partido y celebraban el retorno de Jalen Williams a la cancha, cerrando el primer cuarto con cuatro puntos de ventaja. Daba la sensación de que los Pelicans habían desperdiciado una buena oportunidad para romper el partido y, viendo que Jalen Williams era suficiente para evitar la escapada local cuando los triples entraban y Larry Nance Jr dominaba las zonas, el Smoothie King Center comenzaba a temblar. Bastaban un par de minutos de instrucciones de Mark Daiegnault para que, con su defensa más activa, y los triples de Luguentz Dort, Oklahoma llevase la diferencia a los diez puntos. Willie Green frenaba el partido de inmediato pero, como los triples locales no entraban, el catorce a cero encajado complicaba mucho el partido. Por mucho que CJ McCollum comenzase a anotar, Nueva Orleans, tenía que levantar una desventaja de más de diez puntos en la segunda mitad. Era normal que, ante la complicada situación, los Pelicans buscasen la versión más agresiva de su juego. Aunque, al mismo tiempo, se mostraban excesivamente precipitados en su ataque. Pese a que el recorte local era mínimo, gracias al acierto exterior visitante, Daiegnault volvía a parar el partido. La defensa visitante apretaba y, con la entrada de los suplentes, el equipo local se mostraba incapaz de anotar. Nuevamente aparecían los triples de los Thunder, con un acertado Jalen Williams, para acercar la diferencia a los veinte puntos y, por mucho que Brandon Ingram metía un triple sobre la bocina, el Smoothie Kign Center no tenía demasiados ánimos para reclamar la falta que su alero había recibido; sabían que el último periodo de Nueva Orleans debía ser excepcional para remontar el partido. Bastaban cinco minutos del cuarto definitivo para ver que eso no iba a suceder porque, para sorpresa de nadie, al equipo le faltaba claridad ofensiva. En Oklahoma veían la opción de cerrar la eliminatoria a domicilio en el cuarto partido de la serie. Invitado inesperado: Cason Wallace, Jaylin Williams (Thunder)
Con lo que estaba en juego era normal que ambos equipos saliesen al cuarto partido dispuestos a no conceder nada. El ritmo era alto y, como costaba sumar puntos bajo canasta, el mayor acierto exterior de Oklahoma les daba una ligera ventaja. Tenían que llegar los suplentes, y un Naji Marshall inspirado en defensa y ataque, para que los Pelicans abriesen el segundo cuarto con un equilibrio total en el partido. El tiempo para respirar producía una mejora defensiva en ambos equipos, los balones perdidos cobraban protagonismo, todo se buscaba bajo canasta y los mayores recursos visitantes, y un acertado Jalen Williams, volvían a ponerles por delante. La defensa de Nueva Orleans se activaba y, con un Trey Murphy acertado, la ventaja visitante era mínima al descanso. El Smoothie King Center se encontraba en tensión y Chet Holgrem y Jonas Valanciunas se activaban tras el descanso, pero el pivot lituano bajaba el ánimo local al cometer su cuarta falta personal. Eso activaba las ayudas defensivas locales con un quinteto más bajo y los Thunder se veían por detrás en el marcador al no poder frenar a CJ McCollum. Mark Daiegnault reaccionaba, la defensa visitante se ponía agresiva para recuperar el balón y el ataque visitante quedaba en las manos de Shai Gilgeaus-Alexander. Oklahoma tomaba cuatro puntos de ventaja y Willie Green volvía a encontrar en Marshall la solución para los problemas locales. Los Pelicans llegaban al cuarto decisivo por delante en el marcador y el entusiasmo se disparaba por el Smoothie King Center, sobre todo porque Valanciunas regresaba a la pista con su mejor versión ofensiva. Daiegnault veía el partido a cinco puntos y no quería problemas, reincorporaba a sus titulares. La defensa de Jalen Williams permitía recuperar el balón con facilidad y tres triples de Josh Giddey rompían el partido con un parcial de dieciséis a dos que Willie Green no podía evitar por mucho que lo intentase. La temporada de Nueva Orleans llegaba a su fin. Invitado inesperado: Mark Daiegnault (Thunder)
Eliminatoria cerrada: Thunder ganan cuatro a cero
Fuente: canoncitydailyrecord.com
Se respiraba tensión entre el público del Crypto.com Arena por lo fundamental del tercer partido de la serie para las aspiraciones angelinas. Para alegría de los aficionados locales, en Los Angeles se disfrutaba de la versión más intensa de los suyos que, con un ocho a cero de salida, obligaban a Mike Malone a parar el partido. Los Nuggets frenaban su racha de balones perdidos y el marcador se estabilizaba, siempre bajo el mando angelino porque Anthony Davis solucionaba la anotación en estático y LeBron James sumaba puntos a la contra con facilidad. Enfrente Nikola Jokic llevaba el peso del ataque visitante, junto con un Aaron Gordon que anotaba con facilidad encontrando la espalda de la defensa de los Lakers. Como quiera que los suplentes de Denver no anotaban, y Austin Reaves sí, en Los Angeles disfrutaban viendo a los suyos cerrar el primer cuarto con diez puntos de ventaja. Claro que la alegría no duraba, porque el paso por los banquillos traía una evidente mejoría defensiva visitante, las situaciones de tiro se volvían complicadas para los Lakers y Jamal Murray ayudaba a Gordon para dejar la diferencia por debajo de los diez puntos. Darvin Ham daba instrucciones a los locales, su ataque se estabilizaba al completarse la rotación de sus estrellas y los Nuggets precisaban de su versión más activa de manos en defensa para romper la tranquilidad en el partido. El cambio de ritmo era evidente y, pudiendo correr, Denver se iba a los vestuarios con la tranquilidad de saber que sólo debían recuperar cuatro puntos tras el descanso. Una parada que enfríaba el juego angelino que, cada vez más, abusaba del triple y, como el acierto era nulo, los Nuggets pronto se ponían por delante en el marcador. Darvin Ham cargaba el juego ofensivo en su pivot estrella, pero en defensa seguían sin frenar la constante amenaza de Aaron Gordon bajo canasta. Como además volvían los balones perdidos al cuadro californiano, la ventaja visitante se asomaba a los dos dígitos. Los intentos de las estrellas locales en ataque, no eran correspondidos con una defensa contundente para parar a Jokic y Denver mantenía una ventaja de ocho puntos para encarar el acto final. Un periodo donde los Lakers comenzaban a mostrar su cara más individualista, mientras que los defensores del título jugaban en conjunto su ataque y contaban con un inspirado Michael Porter Jr para mantener su ventaja cerca de los diez puntos. Cada vez costaba más acertar y el partido se moría poco a poco, los Nuggets conseguían su tercera victoria en la eliminatoria. Invitado inesperado: Peyton Watson (Nuggets)
La temporada de los Lakers se podía acabar de salir derrotados en el cuarto partido y no sorprendía ver su versión más sólida en defensa y ataque. Lo realmente inesperado era ver como la defensa de Denver estaba desaparecida. Anthony Davis se aprovechaba de ello para poner en ventaja a los angelinos y ni el descanso de las estrellas locales se notaba, ya que la defensa de los Nuggets permitía anotar a cualquiera. Pese a que Nikola Jokic lo intentaba de varias formas, el CryptoCom Arena disfrutaba de ver a los suyos con una corta ventaja tras los doce minutos iniciales. El segundo cuarto no permitía ver más que errores en el lanzamiento de ambos equipos pero, con el paso de los minutos, se podía observar que los de Colorado, además de tener problemas para contener las llegadas bajo su aro, presentaban un ataque demasiado acelerado. Austin Reaves se aprovechaba de ello y, con un parcial de siete a cero, llevaba la diferencia a los dos dígitos. Con este panorama el partido se aceleraba sin control y el único que conservaba la calma era Davis. En Los Angeles se celebraba ver a los suyos con trece puntos de ventaja de cara a la segunda mitad. Se esperaba que Mike Malones solucionase los problemas defensivos de Denver pero, para alivio de la afición local, no sólo se mantenía la facilidad para anotar angelina, por encima el ataque visitante comenzaba a sufrir al no encontrar una buena circulación de balón. El técnico visitante buscaba la reacción de los suyos y dos triples de Jokic abrían la puerta a la esperanza con un parcial de ocho a cero que ponía el partido a siete puntos. Claro que los Nuggets no mantenían el acierto exterior con los suplentes y D´Angelo Russell dejaba la ventaja local en once puntos al cerrarse el tercer cuarto. los actuales campeones tenían que mostrar más recursos, pero faltaba acierto, el partido se aceleraba y LeBron James se bastaba para mantener a los Lakers tranquilos ante cualquier arreón visitante. La serie volvía a Denver tras la victoria angelina y la preocupación del técnico visitante llegaba al ver a su base tocado tras una acción del cuarto final. Invitado inesperado: Taurean Prince (Lakers)
Fuente: firstsportz.com
Phoenix sabía que no se podía permitir otra derrota y, a pesar de que la baja de Grayson Allen era cubierta por Royce O´Neale, el Footprint Center disfrutaba con los minutos más intensos de su equipo en toda la serie. El ritmo era alto, los contactos constantes y los errores abundaban. Karl-Anthony Towns marcaba las primeras ventajas para los Timberwolves con su acierto exterior y, al juntarse un Rudy Gobert dominante con los balones perdidos en el equipo local, era necesaria la llamada de atención de Frank Vogel. Por suerte para los Suns el pivot francés salía de la pista con su segunda falta personal y Eric Gordon acertaba con el tiro exterior obligando a Anthony Edwards a reaccionar para mantener una exigua renta en el marcador tras la disputa del primer cuarto. Regresaba Gobert a la pista tras el paso por el banquillo con su mejor versión y Phoenix necesitaba compactar su defensa para frenarle y mantener el equilibrio del partido. La tercera falta personal de Towns desconcertaba a los visitantes, pero los locales sólo encontraban soluciones ofensivas claras con Kevin Durant y la tercera falta de Devin Booker, y su continuidad sobre la cancha, generaban cierta inquietud entre la afición local. Así las cosas la mejor dirección sobre la pista de Mike Conley permitía a Minnesota llegar al descanso con seis puntos de ventaja. Se esperaba la reacción local pero, viendo que Towns se bastaba para seguir el ritmo anotador de los Suns, y que la cuarta falta de Jaden McDaniels no se dejaba notar sobre la pista, la afición local comenzaba a temerse lo peor. En dos minutos de acierto exterior los Timberwolves llevaban la diferencia a los dos dígitos y el tiempo muerto de Vogel era inmediato. Servía de poco, el cansancio de los de Arizona era notorio, su ataque se mostraba espeso y sin energía. Con dos triples de Nickeil Alexander-Walker se completaba un parcial de dieciocho a cuatro que llevaba la diferencia hasta los veinte puntos. Así, pese a un amago de reacción local con los suplentes, Minnesota encontraba en Gobert y los triples la forma de llevar su ventaja a los veintidós puntos de cara al último acto. Un periodo donde Josh Okogie tenía sus primeros minutos en la serie. Con ánimos renovados la diferencia bajaba hasta los doce puntos pero, al ser muy agresivos sobre el balón, la zona se quedaba descubierta en cuanto eran superados y los Timberwolves disfrutaban viendo que les faltaba una victoria para cerrar la eliminatoria. Invitado inesperado: Nickeil Alexander-Walker, Naz Reid (Timberwolves)
Los Suns se encontraban ante una situación de todo o nada, no valía otra cosa que la victoria en el cuarto partido y, sin embargo, el arranque visitante era mejor. Desde una buena circulación de balón Minnesota mandaba en el partido y la segunda falta personal de Rudy Gobert era un respiro para el ataque local. Kevin Durant se activaba y la defensa local subía la intensidad para coger la delantera en el marcador. El partido se volvía loco y Eric Gordon surgía, desde el banquillo, para permitir a Phoenix cerrar el primer cuarto con una mínima ventaja. El parón entre cuartos traía a Gobert de nuevo a la pista y el juego interior de los Timberwolves cobraba protagonismo para seguir el ritmo anotador de las estrellas locales. Sólo el acierto exterior de los Suns conseguía romper ligeramente el equilibrio del partido, el Footprint Center subía de ánimo con los cinco puntos de ventaja que tenían al retirarse a los vestuarios. Tras el paso por los vestuarios la situación cambiaba un poco, ahora Karl -Anthony Towns contaba con el apoyo de Anthony Edwards, mientras que los de Arizona mostraban una buena versión de conjunto. Pese a ello Minnesota mandaba en el partido y Frank Vogel buscaba frenar la facilidad anotadora visitante. Nuevamente Durant encontraba en el mejor Devin Booker de la eliminatoria a su mejor escudero y Phoenix llegaba a los doce minutos finales con una mísera canasta de ventaja. Si el final del tercer cuarto no le había gustado a Chris Finch, el inicio del último acto aún menos. La facilidad de Booker para anotar, y los balones perdidos, provocaban su inmediata reacción. Mike Conley sostenía, con dos triples, el ataque visitante y la defensa se ajustaba. Bradley Beal cometía su quinta falta personal y los Timberwolves volvían a verse con el liderazgo en el marcador. Con Edwards en su mejor versión ofensiva, Minnesota llegaba a los dos minutos finales con cuatro puntos de ventaja. Una corta renta que, tras una gran defensa para recuperar el balón, y la eliminación por faltas de Beal, los Timberwolves podían manejar desde el tiro libre; aunque Chris Finch no lo podía ver al ser embestido por Mike Conley y tener que retirarse a los vestuarios, la defensa visitante se bastaba para asegurar el cuatro a cero en la eliminatoria. Invitado inesperado: Nickeil Alexander-Walker (Timberwolves)
Eliminatoria cerrada: Timberwolves ganan cuatro a cero
Fuente: lastwordonsports.com
El American Airlines Center estaba encendido tras la victoria tejana en el segundo partido de la eliminatoria. No sorprendía ver que, con las defensas todavía relajadas, los interiores de ambos equipos brillasen en los ataques. Ivica Zubac y Daniel Gafford conseguían sumar fácilmente y, tras un tiempo muerto, llegaba el primer ajuste para cerrar las zonas y la ventaja era para los Clippers. Luka Doncic se iba a los vestuarios tocado pero con su regreso, y la facilidad de Dereck Lively para encontrar la espalda de la defensa angelina, el recorte era evidente. Pese a ello, con un triple de James Harden en la posesión final del cuarto, en Dallas veían con preocupación como su equipo cerraba el primer acto con una ligera desventaja. Esa canasta, en principio una anécdota, levantaba el acierto exterior del base visitante, aunque los Mavericks frenaban la escapada pudiendo correr desde su buena defensa. El marcador se apretaba, Russell Westbrook hacía una falta flagrante, Paul George hacía su tercera falta personal y Doncic llevaba la manija de un parcial de nueve a cero que daba la vuelta al marcador y obligaba a reaccionar a Tyronne Lue. La mejora del ataque californiano era inmediata, contando con anotadores inesperados como Norman Powell, servía de poco porque Lively estaba demasiado solo. Pese al tiempo muerto visitante, Dallas llegaba al tercer cuarto con una cómoda renta de trece puntos. La importancia del tercer partido propiciaba que ambos equipos volviesen a la pista con su versión defensiva más dura, George se cargaba con su cuarta falta personal y no tardaba en verse la falta de recursos en ataque de los angelinos. Los Clippers mostraban un juego individualista y los Mavericks se asomaba a los veinte puntos de ventaja. El American Airlines Center comenzaba a disfrutar con su equipo cuando, inesperadamente, los balones perdidos permitían la reacción visitante. Con una zona, y Zubac de nuevo activo en ataque, la ventaja local bajaba de los diez puntos pese al intento de Jason Kidd por evitarlo. El parcial, de ocho a cero, ponía la diferencia en seis puntos y tenía que despertar Kyrie Irving para doblar la ventaja de Dallas de cara al último cuarto. Un cuarto que amanecía con la quinta falta de Paul George peleando un rebote y, como Irving seguía intratable, los Clippers se enfadaban. Terance Mann se encaraba con PJ Washington y ambos se llevaban su técnica de regalo. La ventaja de los Mavericks se aproximaba a los veinte puntos por su buena defensa y Westbrook se las tenía tiesas con Doncic tras realizar una dura falta, le empujaba y, como PJ Washington le devolvía el empujón; la estrella del equipo angelino se iba a por él. Ambos jugadores eran expulsados del partido al completar su cupo de técnicas para el partido. El partido recuperaba su ritmo e Irving cerraba la puerta a cualquier reacción visitante, Dallas se ponía por delante en la eliminatoria, dos a uno. Invitado inesperado: Dereck Lively III, Josh Green (Mavericks)
El American Airlines Center estaba relajado en los instantes previos al cuarto partido de la serie y los Mavericks sonreían al ver que Kawhi Leonard no iba a jugar en el equipo angelino. No sorprendía ver como ambos equipos fallaban más de lo acostumbrado, hasta tres minutos se tardaba en ver una canasta en juego, aunque si llamaba la atención ver a Luka Doncic haciendo su segunda falta personal tras dos minutos de juego. Pese a todo el esloveno seguía jugando y en Los Angeles veían, con alivio, como Paul George y James Harden mostraban un acierto no encontrado en el tercer partido. Como quiera que los triples locales no entraban, y que el juego de Dallas se volvía individualista, los Clippers se asomaban a los diez puntos de ventaja. Jason Kidd buscaba mejor el ataque y contener la escapada visitante frenando a las estrellas angelinas. No servía de nada porque Russell Westbrook rompía el ritmo del partido mostrando su cara más agresiva en el juego. La diferencia superaba los veinte puntos, pese a los intentos de Kidd por impedirlo, gracias a un triple sobre la bocina de Norman Powell. Parar dos minutos el partido era justo lo que deseaban los Mavericks pero, aunque eso atascaba el ataque visitante, Dallas tampoco tenía puntos para recortar la diferencia. Bastaban un par de minutos para que los Clippers encontrasen su ritmo, gracias a la dirección de Harden y Doncic se ganaba una técnica por protestar; la diferencia llegaba a los treinta puntos ante la estupefacción de la grada local. Con el partido casi resuelto a su favor los californianos se relajaban, aparecían los balones perdidos y Kyrie Irving no desperdiciaba la ocasión y era el responsable de volver al partido con un parcial de ocho a cero. Pese a que Tyronne Lue intentaba evitarlo con un llamamiento a sus jugadores, y al acierto con los triples de George, Irving se había activa y con él a todo su equipo, la diferencia bajaba de los veinte puntos al descanso y el American Airlines Center comenzaba a creer. El regreso de los vestuarios se antojaba fundamental para mantener los ánimos de la afición local en todo lo alto y los Clippers colaboraban con la causa al jugarse tiros forzados ante las dificultades para circular el balón que tenían. Ahora Irving encontraba en Derrick Jones y Doncic los apoyos que precisaba y la diferencia se quedaba en la decena de puntos cuando el técnico visitante decidía reclamar a sus jugadores para una charla. Salían a la pista los suplentes y las defensas apretaban pero, como los tejanos tenían más recursos ofensivos, en Los Angeles estaban preocupados porque su renta, de cuatro puntos, se antojaba escasa tras lo acontecido en el tercer cuarto. El equipo necesitaba más recursos ofensivos y sorprendía a su oponente con la aportación de Mason Plumlee y, como Dallas no encontraba su rumbo en ataque, el juego de conjunto de los Clippers llevaba la diferencia a los dos dígitos. Sin embargo los tejanos no se rendían, jugadores secundarios cobraban protagonismo en su ataque y, como los angelinos no podían correr, se llegaba con empate en el marcador a los cinco minutos finales. El intento de despegue de Harden era respondida por un Irving imparable y los Mavericks se ponían por delante en el marcador entrando en los dos minutos finales. Paul George resurgía con un triple que permitía respirar a los visitantes y, como Irving ya no acertaba al forzar su siguiente lanzamiento, Harden conseguía una canasta con tiro libre adicional que daba a los suyos cinco puntos de ventaja con poco más de un minuto por jugarse. A pesar de que Doncic lo intentaba, no era suficiente, las estrellas de los Clippers cerraban el partido con los tiros libres y la serie volvía a Los Angeles con empate a dos. Invitado inesperado: Mason Plumlee, Norman Powell (Clippers)
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