Fuente: basketballforever.com

Tras la baja confirmada de Zion Williamson se esperaba poca lucha por parte de los Pelicans para el primer partido de su eliminatoria contra Oklahoma. Sobre todo porque, aunque Trey Murphy permitía abrir más el campo, la anotación bajo canasta era necesaria para los de Lousiana. Por suerte el partido arrancaba con un alto ritmo y muy poco acierto, Jonas Valanciunas se hacía grande en las zonas y, con un poco de aportación de CJ McCollum se apañaba para mantener el débil ritmo anotador que Shai Gilgeaus- Alexander marcaba para los Thunder. Así las cosas no sorprendía que la igualdad presidiese el partido al finalizar el primer cuarto. En el segundo acto se veía a los locales sufrir para cerrar el rebote y, como Nueva Orleans metía los triples, la ventaja era visitante. La respuesta local llegaba a base de talento individual y cerrando su zona pero, para sorpresa de nadie, ambos equipos volvían a quedarse sin acierto en sus ataques y el empate no era más que el reflejo de la inoperancia ofensiva de ambos equipos. Pese al tiempo de reposo nada cambiaba sobre la pista y se veían errores constantes sobre la pista. Apretando en defensa, y con Jalen Williams acertando, Oklahoma tomaba una ligera ventaja. Willie Green buscaba reordenar a su equipo con un tiempo muerto, aunque valía para poco; los balones perdidos, y la mejor versión de Gilgeaus-Alexander, permitían que la ventaja local se aproximase a los dos dígitos. Sin embargo el base local forzaba demasiado y Trey Murphy se juntaba su energía con un Larry Nance muy activo para, pese a que Kenrich Williams rompía un parcial de nueve a cero, poner a los Pelicans por delante. Claro que el cansancio también llegaba al equipo visitante, concretamente a CJ McCollum, y los Thunder cerraban el cuarto con seis puntos de ventaja con un parcial de siete a cero. La ventaja local era corta para que la relajación llegase al Paycom Center, Chet Holgrem surgía en el ataque local para contrarrestar a un activo Valanciunas  y la ventaja local llegaba a la decena de puntos. Nueva Orleans metía los triples para frenar la escapada y, como los balones perdidos eran un problema para el ataque local, Mark Daiegnault tenía que parar el partido para romper el parcial de siete a cero. Los nervios traían ataques poco trabajados a ambos lados de la pista y el rebote ofensivo mantenía a los Pelicans en el partido. Oklahoma se mostraba cansado y los visitantes tomaban la iniciativa en el marcador. El parón local era obligado, había más lucha que juego sobre la pista y el base local rompía cinco minutos sin anotación en juego de los suyos. Así se llegaba a los noventa segundos finales con empate en el marcador. Nueva Orleans erraba hasta cuatro triples consecutivos y, como no conquistaban otro rebote ofensivo, la opción local se la jugaba Gilgeaus-Alexander que, con un dos más uno, levantaba a su afición. CJ McCollum anotaba tras el tiempo muerto visitante y la ventaja local era mínima. La falta obligada llevaba a los tiros libres a Holgrem que, al errar un tiro libre, dejaba abiertas las opciones visitantes. Sin embargo CJ McCollum no lograba soltarse del marcaje de Cason Wallace y el primer partido caía del lado de los Thunder. Invitado inesperado: Cason Wallace, Jaylin Williams (Thunder)

Tras el primer partido de la serie el juego ofensivo de los visitantes tomaba como referencia a Jonas Valanciunas pero, como nadie más respondía en Nueva Orleans, la ventaja local obligaba a Willie Green a tomar decisiones porque la igualdad sólo duraba cinco minutos. El juego en equipo de los Thunder propiciaba un parcial de once a dos en tres minutos con Chet Holgrem y Luguentz Dort como protagonistas principales. El descanso del pivot lituano, y la falta de acierto exterior dejaba a los Pelicans sin anotación cuatro minutos. Con Shai Gilgeaus-Alexander más activo en Oklahoma el Paycom Center podía disfrutar con los suyos mandando por trece puntos en el arranque del segundo acto. A pesar del parón para respirar, y del regreso de Valanciunas, este salía más débil a la pista y, sin el dominio en las zonas, la ventaja local se aproximaba a los veinte puntos.  La respuesta del técnico visitante llegaba implantando una zona que propiciaba las dudas locales y, con Valanciunas de nuevo activo, y CJ McCollum acertando, la ventaja bajaba de los diez puntos pero, tras un tiempo muerto de Mark Daiegnault, la defensa zonal desaparecía y el talento individual del base local brillaba para dejar a los Thunder con trece puntos de ventaja. El intercambio de campos no alteraba el rumbo del partido, Nueva Orleans se mostraba sin recursos para competir el partido y la diferencia se iba a los veinte puntos. Los suplentes visitantes conseguían un ligero recorte en la distancia, pero bastaban cuatro minutos del cuarto final para asegurar la segunda victoria en la eliminatoria. Invitado inesperado: Isaiah Joe, Cason Wallace (Thunder)

Fuente: milehighsports.com

Para Denver era fundamental comprobar que su segundo lugar durante la temporada regular no venía propiciado por su juego y, con el apoyo del Ball Arena, buscaba el aro contrario constantemente. El problema era que, a pesar de que ellos anotaban fácil, en los Lakers encontraban los puntos bajo canasta igualmente y contaban con dos factores añadidos para tomar las primeras ventajas, los triples de LeBron James y el acierto de D´Angelo Russell. Sin embargo los angelinos se aceleraban en su juego ofensivo innecesariamente y Peyton Watson surgía desde el banquillo para apretar el marcador. Algo insuficiente porque, entre LeBron y la buena defensa visitante, conseguían cerrar el cuarto con ocho puntos de ventaja para los de Darvin Ham; por mucho que Nikola Jokic intentase evitarlo. Tras el parón para reordenar ideas llegaba el descanso del pivot local. De Andre Jordan y Jamal Murray intentaban sostener a los de Colorado pero, como no conseguían frenar a Anthony Davis, y los triples no entraban, la ventaja visitante superaba los diez puntos y obligaba a Mike Malone a llamar al orden a los suyos. Ahora sí entraban los triples de los Nuggets y, apretando en defensa, conseguían incitar al técnico de los Lakers a reaccionar. Davis cortaba un parcial de diez a cero. Pese a ello la energía favorecía al cuadro local que corría desde la defensa y desbordaba el balance defensivo de los angelinos. Sólo un triple sobre la bocina de LeBron permitía a los de California llegar al descanso con una mínima ventaja a su favor. El paso por los vestuarios no traía grandes cambios al partido, ambos equipos mostraban su cara más seria sobre la pista y Austin Reaves y Murray eran los encargados de sumar puntos en el arranque. Con el transcurso de los minutos aparecían errores en el tiro inesperados en el cuadro angelino, ni Russell ni Davis metían tiros sencillos, los Lakers se aceleraban en su juego ofensivo y, como Jokic comenzaba a subir su incidencia en el partido, la ventaja local se asomaba a los dos dígitos. Darvin Ham intentaba recomponer a los suyos, pero Kentavious Caldwell-Pope si acertaba con los triples abiertos y Taurean Prince rompía un parcial de trece a cero para encarar el cuarto final a once puntos. El descanso entre cuartos no servía para mucho a los angelinos, los balones perdidos eran constantes y Murray no perdonaba en ataque para aumentar la ventaja de Denver. El técnico visitante frenaba el ritmo para incorporar a LeBron, la estrella angelina salía a por todas y encontraba la complicidad de Davis. La diferencia se reducía hasta los ocho puntos, era Malone quien solicitaba una reunión con sus jugadores. El ritmo era alto, los errores angelinos llegaban por agotamiento y, entre el rebote ofensivo y el acierto con un par de triples, los Nuggets conseguían llevarse el primer punto de la serie. Invitado inesperado: Peyton Watson, De Andre Jordan (Nuggets)

Se esperaba la reacción del equipo californiano para el segundo partido de la eliminatoria y, sin embargo, sorprendía ver como ambos equipos se presentaban con la guardia baja. Los tiros eran cómodos y Michael Porter Jr no podía seguir el ritmo anotador de un D´Angelo Russell implacable desde detrás de la línea de tres puntos. Con tres triples de su base los Lakers tomaban seis puntos de ventaja que requerían la llamada de atención del técnico local. Anthony Davis comenzaba a crecer en el partido y la ventaja visitante alcanzaba la decena de puntos pero, como Nikola Jokic tomaba la responsabilidad del ataque local, la ventaja angelina se quedaba en cuatro puntos al finalizar el primer cuarto. El descanso del pivot visitante permitía a los Nuggets acercarse por la debilidad defensiva de los de púrpura y oro. Nuevamente Russell surgía, con dos triples para sobrevivir hasta el retorno de su pivot titular. Ahora descansaba LeBron James pero, como Davis se mostraba superior a Jokic, la ventaja de los Lakers volvía a asomarse a los diez puntos. Mike Malone buscaba dar más defensa a los suyos, mientras que los angelinos disfrutaban porque con LeBron en pista, y los triples de Russell, la ventaja angelina era de quince puntos al descanso. Y los quince minutos de reposo no cambiaban la dinámica del partido en el arranque del tercer periodo, en dos minutos los Lakers se ponían con veinte puntos de ventaja, gracias a Anthony Davis, y Mike Malone paraba el partido. Pese a todo la situación de Denver no mejoraba todo lo esperado porque, aunque la defensa local se cerraba de un modo más contundente con el marcaje de Aaron Gordon sobre el pivot visitante, el ritmo del partido lo controlaban los angelinos con ataques largos para descansar. Sólo cuando la diferencia se situaba en los trece puntos, Darvin Ham decidía intervenir en el partido. La defensa angelina subía de nivel, los errores se sucedían en ambos equipos pero, como Davis necesitaba descansar, Jokic permitía al Ball Arena soñar con la victoria. La decena de puntos de diferencia no parecía gran cosa, visto como se había manejado el partido y ver como LeBron necesitaba un descanso en apenas dos minutos de cuarto final alimentaba las esperanzas de la franquicia de Colorado. Regresaba Davis a la pista para dar aire al ataque durante el reposo de su jugador franquicia pero, como nadie le buscaba, Jokic y la defensa de Denver ponían el partido a cinco puntos. Regresaba LeBron a la pista tras dos minutos de reposo y tenía que hacer dos triples del tirón para contener el acercamiento local comandado por Murray. La diferencia visitante se iba hasta los ocho puntos, los Nuggets apretaban en defensa y Jokic recortaba la desventaja para obligar el tiempo muerto de Darvin Ham. El cansancio volvía a notarse y las estrellas locales apretaban aprovechando que en los Lakers se olvidaban de buscar a su mejor arma ofensiva durante el partido. Así el Ball Arena se entusiasmaba viendo como los suyos llegaban con una mínima desventaja a los dos minutos finales. Austin Reaves no metía un triple cómodo y, en la contra, LeBron cortaba una línea de pase para poner la diferencia en tres puntos. Sin embargo conseguía el empate en pocos segundos porque, a pesar de casi perder el balón por la precipitación, Michael Porter Jr se levantaba sólo. Los Lakers aprovechaban el relajo defensivo tras la canasta para, con una bandeja de Russell, llegar al minuto final con dos puntos de ventaja. Murray sacaba dos tiros libres y ahora era LeBron el que rompía hacia el aro contrario para devolver la diferencia de una canasta a los angelinos. Nuevamente el base local asumía la responsabilidade en el ataque local, con un tiro desde la bombilla lograba llevar la igualdad al marcador con medio minuto por jugarse. LeBron se creaba el espacio para un tiro cómodo de tres puntos, pero no acertaba y Murray, enchándose hacia atrás, anotaba sobre la bocina del final por encima de Anthony Davis; antes de verse arrastrado al suelo junto a su banquillo por sus compañeros. El viaje a Los Angeles se antojaba agradable para los Nuggets con el dos a cero en la eliminatoria. Invitado inesperado: Christian Braun, Mike Malone (Nuggets)

Fuente: heavy.com

En el Target Center se esperaba un primer partido complicado y el arranque no decepcionaba. La tensión y la igualdad eran la norma porque, ante la intimidación de Rudy Gobert, los Suns oponían la mejor versión de Kevin Durant. Por eso, cuando Jusuf Nurkic comenzaba a dar problemas bajo el aro local, los de Arizona tomaban una pequeña ventaja. En Minnesota encontraban la solución para darle la vuelta al marcador con sus jugadores de banquillo y sólo un triple de Royce O´Neale permitía a Phoenix verse con un punto de ventaja al cerrarse el primer periodo. Sin embargo la pausa no traía cambios en la dinámica local, los suplentes, con Nickeil Alexander-Walker como referente, tomaban la iniciativa en el juego. Bradley Beal se veía incapaz de responder solo al desafío. Las posiciones de tiro en los Suns eran demasiado forzadas para recortar y Durant salía para aliviar la ofensiva visitante. No era suficiente para frenar a unos Timberwolves donde su juego interior brillaba dominando las zonas y el público dejaba su asiento con la tranquilidad de saber que contaban con diez puntos de ventaja. La situación era complicada para Phoenix y Durant volvía a tomar la iniciativa en el ataque visitante para poner el partido a cuatro puntos. Chris Finch necesitaba reordenar a su equipo en ataque y recuperar la tensión defensiva. Anthony Edwards se crecía jugando con calma para explotar su talento, mientras que la defensa amargaba al ataque visitante. La diferencia se iba a los trece puntos y, pese al intento de Frank Vogel por contener el despegue, nadie podía frenar a Edwards. Los Suns se pasaban cinco minutos sin meter una canasta en juego y con la diferencia en veinte puntos el partido parecía casi resuelto. Así, a pesar de que los de Arizona rompían la mala racha ofensiva en la primera posesión, el técnico local abortaba el intento poniendo a muchos titulares sobre la pista. La diferencia seguía subiendo gracias al acierto exterior local y Phoenix tenía que rendirse a la evidencia. El primer punto en la eliminatoria era para Minnesota. Invitado inesperado: Nickeil Alexander-Walker (Timberwolves)

El segundo partido de la serie no traía demasiados cambios en los planes de los entrenadores y las defensas se imponían desde el inicio. La diferencia era que, al comenzar a perder balones, los Suns facilitaban el despegue local. Tras encajar un parcial de ocho a cero Frank Vogel se veía obligado a intervenir y Grayson Allen conseguía abrir el marcador tras cuatro minutos de partido. Las defensas continuaban siendo protagonistas y Jusuf Nurkic y Rudy Gobert eran los protagonistas inesperados de ambos ataques. La tercera falta personal de Karl-Anthony Towns, la aparición de Devin Booker y el rendimiento inmediato desde el banquillo de Eric Gordon permitían a Phoenix respirar viendo el partido a tres puntos al cerrarse el primer cuarto. Y el segundo periodo se abría con más buenas noticias, puesto que Nurkic y Gordon tenían la compañía de Bradley Beal para frenar los mejores minutos de Jaden McDaniels y Mike Conley en la eliminatoria. Los Suns se ponían con ocho puntos de ventaja y el cuadro local precisaba de los triples para contener la escapada. Un enganchón con Booker traía una técnica a Jaden McDaniels y la desconcentración al cuadro visitante, los balones perdidos eran una tortura y Minnesota conseguía llegar al descanso con una desventaja mínima. Tras el cuarto de hora de reflexión en los vestuarios no sorprendía ver la mejor versión defensiva de ambos equipos, aunque los Suns veían con preocupación como Allen se resentía de su tobillo y se retiraba a los vestuarios. Nuevamente era Nurkic el encargado de anotar en los visitantes pero, por primera ver en el partido, aparecía Towns para dar buenas noticias a los Timberwolves y ponerlo por delante en el marcador. Los triples permitían a Phoenix seguir en el partidos pero, tras un tiempo muerto local, Chris Finch introducía a sus jugadores de banquillo. El nivel defensivo local subía de inmediato, el ataque de los Suns se ahogaba y Anthony Edwards comandaba un parcial de diez a cero que preocupaba en el banquillo visitante. Kevin Durant anotaba para romper la mala dinámica, que ya duraba cuatro minutos, pero a pesar de ello, y de la cuarta falta personal de Towns, el Target Center veía con alivio la ventaja en el marcador de los suyos. Los siete puntos de ventaja no permitían una gran relajación y los Timberwolves salían a por todas. Con su mejor defensa, y su versión más coral, en cuatro minutos la diferencia se aproximaba a los veinte puntos. Pese al intento de Frank Vogel por frenar el desastre, la defensa local se bastaba para asegurar el dos a cero en la eliminatoria. Invitado inesperado: Nickeil Alexander-Walker, Naz Reid (Timberwolves)

Fuente: wearegreenbay.com

En Los Angeles se temían lo peor al confirmarse la ausencia de Kawhi Leonard para el primer partido de la serie contra los Mavericks, sobre todo al ver que era Amir Coffey el sustituto de su alero estrella. La noche se antojaba complicada para los aficionados del Crypto.Com Arena, claro que nadie contaba era con ver la versión más dominante de Ivica Zubac bajo canasta en el arranque del partido y Jason Kidd paraba el partido porque la escapada local se acercaba a los diez puntos. Los tejanos mejoraban su defensa y comenzaban a repartir mejor el balón en ataque. Luka Doncic comenzaba a activarse y los Clippers precisaban de su acierto exterior, y del mejor James Harden, para abrir el segundo acto con una docena de puntos a su favor. El golpe era duro para el cuadro tejano y sorprendía ver como la mala dinámica se extendía tras el parón. Entre el abuso excesivo del triple en su ataque, y su mala actitud defensiva, la ventaja angelina se asomaba a los veinte puntos y se hacía necesario otro tiempo muerto. Kyrie irving aparecía por primera vez en el partido y Tyronne Lue decidía parar la racha del base visitante. Dallas salía del tiempo muerto para ver como Daniel Gafford se iba a los vestuarios tras una torcedura de tobillo y, pese a que la diferencia se recortaba hasta los trece puntos gracias al reparto de juego de Doncic, la falta de pases en el ataque visitante se dejaba notar. Gracias a la actividad defensiva sobre el balón, y a un Harden a su mejor nivel, la ventaja local comenzaba a ampliarse y, como Russell Westbrook salía encendido desde el banquillo, la ventaja local se acercaba a los treinta puntos al descanso. Los Mavericks salían con otra cara tras el cuarto de hora de reflexión, sobre todo porque Gafford volvía a la pista para dar solidez a la defensa y, al juntarla con la mejor versión ofensiva de sus estrellas, el ligero recorte hacía solicitar un parón en el partido al técnico local. Los Clippers sufrían pero, con dos triples de Paul George, volvían a llevar la diferencia cerca de los treinta puntos. Sin embargo los problemas ofensivos continuaban al no entrar los triples, la ventaja se reducía hasta los veinte puntos porque las estrellas tejanas seguían anotando con facilidad y sólo la aparición de Zubac en el rebote ofensivo, y dos triples de Terance Mann, permitían a los angelinos llegar al último periodo con más de veinte puntos de ventaja. El cuarto final era cuestión de sangre fría, los Clippers bajaban el ritmo del partido y, pese a que Zubac complicaba la vida al hacer una falta flagrante en la pelea por un rebote, Harden y George cerraban la primera victoria para el cuadro de Los Angeles. Invitado inesperado: Russell Westbrook (Clippers)

Para Dallas era fundamental la victoria en el segundo partido y ver a Kawhi Leonard de regreso en el quinteto titular de los locales no alteraba su plan de partido. La intensidad era máxima, los contactos constantes y las faltas personales sacaban a los interiores del partido. En partido de pocos puntos los Clippers acumulaban tiros libres para anotar pero, con un pequeño tirón ofensivo de Luka Doncic, los siete puntos de desventaja obligaban a actuar a Tyronne Lue. El ajuste era inmediator y los Mavericks llegaban al segundo cuarto con apenas cuatro puntos a su favor. El pequeño tiempo de reposo entre cuartos permitía ver a ambos ataques más sueltos y los angelinos se acercaban en el marcador. La respuesta tejana llegaba desde la defensa y con su jugador franquicia acertando. James Harden y Paul George comenzaban a aportar en el equipo angelino, aunque Kyrie Irving encontraba en Derrick Jones Jr un aliado inesperado para poner a Dallas con cuatro puntos de ventaja al descanso. El largo tiempo de intermedio traía al partido más errores que aciertos y, como Irving acertaba más que Leonard, la ventaja era visitante. El técnico local mandaba apretar en defensa, el marcador se igualaba y sólo los triples permitían a los Mavericks respirar un poco. Pese a ello los Clippers conseguían su objetivo de ponerse por delante en el marcador gracias al rebote ofensivo y, aunque PJ Washington rompía cuatro minutos sin anotación visitante, como los angelinos tampoco acertaban con su canasta la desventaja era mínima para el cuarto que debía cerrar el partido. Nuevamente la parada en el juego traía pocos aciertos al partido y la facilidad de Zubac para anotar bajo canasta permitía a los angelinos cobrar una renta de seis puntos rápidamente. Jason Kidd ajustaba la defensa y Doncic volvía a acudir al rescate de los tejanos para darle la vuelta al marcador con un parcial de nueve a cero. Russell Westbrook rompía la sequía local en anotación, George se contagiaba de su constante actividad y Zubac lo agradecía con puntos que reducían la distancia entre ambos equipos. Sin embargo Dallas encontraba en los triples la forma de ampliar su ventaja hasta los nueve puntos. Restaban algo menos de noventa segundos cuando Harden metía un triple que levantaba a la afición local y, como Irving no acertaba en la siguiente posesión, Zubac ponía en pie al CryptoCom al poner el partido a cuatro puntos con poco más de cuarenta segundos por delante. El partido se convertía en una sucesión de tiros libres donde un error de Derrick Jones permitía a los Clippers ponerse a tres puntos tras una bandeja de Leonard que, aunque en un principio alteraba los nervios visitantes porque los árbitros concedían un tiro libre adicional, la reclamación de Jason Kidd despejaba los nervios tejanos y los tiros libres de Irving cerraban el partido. La eliminatoria se iba a Texas con empate a uno y muchos motivos para meditar en el equipo angelino. Invitado inesperado: Dereck Lively II, Maxi Kleber (Mavericks)