Fuente: afroballers.com
Pese a que en el Ball Arena preocupaba ver el parón antes de iniciarse el partido para cambiar un reloj de posesión, los jugadores salían dispuestos a demostrar que no habían perdido la concentración. El ritmo del partido era alto, las posesiones eran cortas y la diferencia entre ambos equipos no tardaba en crecer. Atacando en transición, aprovechando un juego más individualista de los visitantes, Denver sacaba rendimiento de sus jugadores de banquillo. La intensidad del juego le permitía conquistar el rebote ofensivo y, como los angelinos dependían excesivamente de sus estrellas, el tiempo muerto de Darvin Ham era inevitable. Pese a ello la ventaja local no paraba de crecer, los Lakers no eran capaces de cerrar el rebote bajo su aro y permitían bastante canastas fáciles por sus problemas en el balance defensivo. Los Nuggets se sentían cómodos corriendo y, con sus referentes ofensivos anotando fácil, cerraban el primer cuarto con una docena de puntos a su favor. Y las buenas sensaciones locales a la hora de atacar en velocidad se confirmaban con el cambio de cuarto, tras dos minutos de juego los Lakers tenían que parar el partido al encajar un siete a dos de salida. Rui Hachimura y LeBron James eran los encargados de responder al desafío de Denver y, con el retorno a pista de los titulares, los errores se sucedían en ambos equipos y era normal que Mike Malone viese necesario recomponer el ataque de los suyos con una pequeña charla. Para ello, naturalmente, los Nuggets necesitaban activar su defensa; siendo más agresivos atrás podían subir el ritmo del partido y, como Anthony Davis comenzaba a forzar demasiado sus acciones, Nikola Jokic y Jamal Murray ponían la ventaja de los de Colorado cerca de los veinte puntos al descanso. El tiempo para reponer energías le sentaba bien a Murray que, a base de triples, contestaba los intentos de acercamiento de los Lakers. Ver al base cada vez más en solitario suponía un peligro para Denver y Malone necesitaba recordar a sus jugadores que Jokic era su referencia en ataque. El pivot serbio hacía de todo, en ataque, para intentar contestar a la anotación de Davis. Los locales necesitaban algo más y , gracias a un acertado Kentavious Caldwell-Pope, la ventaja de los Nuggets llegaba a los veinte puntos. Darvin Ham recomponía la defensa angelina y Rui Hachimura se inspiraba en ataque para obligar a la estrella local a dejar la diferencia en catorce puntos con un triple forzado sobre la bocina del final del tercer cuarto. El golpe moral no impedía a los Lakers salir a remontar, con su mejor versión de equipo y una defensa agresiva, el marcador adverso. En dos minutos Denver se había complicado el partido y, pese a que los triples seguían de su lado, y a un Murray acertado que recuperaba la ventaja original, un tiempo muerto de Ham era suficiente para recuperar el ánimo angelino. Ahora eran los Lakers eran los que acertaban con los tiros abiertos y, con Davis dominando las zonas, los Lakers llegaban a los tres minutos finales a tres puntos tras un triple de Austin Reaves. Mike Malone recuperaba la intensidad de la defensa local y Caldwell-Pope mantenía la diferencia de una canasta de tres puntos entrando en el minuto final. La posesión era para los californianos y LeBron se jugaba un triple sin necesidad. El rebote era local y Jokic buscaba el aro rival para conseguir dos tiros libres. Darvin Ham buscaba armar una jugada para reducir los cinco puntos de desventaja, pero Reaves no sincronizaba su pase doblado con el movimiento de LeBron. El balón perdido llegaba al jugador franquicia del bando local y la primera victoria era para los Nuggets. Invitado inesperado: Bruce Brown (Nuggets)
Fuente: milehighsports.com
Se esperaba la reacción angelina en el segundo partido y no sorprendía que Darvin Ham quisiese apretar a Jamal Murray desde el inicio poniendo a Jarret Vanderbilt en el quinteto titular. La agresividad visitante les permitía tomar una ligera ventaja pero, a pesar de que Kentavious Caldwell-Pope cometía su segunda falta personal en dos minutos, los Nuggets respondían bien castigando con su poderío bajo canasta. El ritmo del partido subía y el técnico visitante buscaba calmarlo. Rui Hachimura aparecía para sumar puntos con facilidad y, a pesar de que D´Angelo Russell cometía una falta flagrante, las dudas de Nikola Jokic facilitaban que la igualdad fuese total al cierre del primer cuarto. El segundo acto debía ser un duelo en todo lo alto y los Lakers salían a por todas buscando aprovechar el reposo del pivot local. Como quiera que Hachimura seguía inspirado, Mike Malone pedía un tiempo muerto para frenar el despegue visitante. Michael Porter Jr rompía un parcial de nueve a cero, pero no impedía que, comandados por LeBron James, llevaban la diferencia a los dos dígitos a pesar de que su estrella hasta se permitía no realizar un mate por adornarse. La defensa de Denver subía la intensidad, Porter Jr cometía su tercera falta personal y, pudiendo correr, la ventaja visitante se reducía a la mitad. Ham volvía a levantarse para frenar el descontrol en el partido, el balance defensivo angelino mejoraba, pero el ataque seguía sufriendo. LeBron rompía cuatro minutos sin anotación en juego y los Lakers mantenían cinco puntos de ventaja para la segunda mitad. En el Ball Arena respiraban aliviados porque, por primera vez, habían visto en peligro el partido y su equipo había respondido bien. Sin embargo los angelinos habían vista una grieta en el conjunto local y a base de defensa, y de un ataque bien trabajado, volvían a llevar la diferencia a la decena de puntos. Malone debía ajustar la defensa con una reprimenda a sus jugadores y los contactos aumentaban. De nuevo el partido se aceleraba y la ventaja angelina se reducía. otra vez el banquillo visitante paraba el partido, eso daba energías a los visitantes, pero no tardaba en aparecer el cansancio en algunos jugadores y con Bruce Brown a pleno rendimiento, y el acierto exterior local, el partido se ponía en un puño. Darvin Ham tenía que parar el partido, y Dennis Schroder metía la primera canasta en juego en casi cuatro minutos, para mantener a los angelinos con tres puntos de ventaja para el cuarto final. El partido estaba en el aire, la tensión subía y el juego se ponía aún más físico. Jamal Murray despertaba y metía triples que permitían a los Nuggets tomar la delantera en el marcador ante unos Lakers cansados. Darvin Ham buscaba recuperar el aliento de su equipo, pero LeBron comenzaba a acumular tiros de tres puntos sin acierto. La defensa de los de Colorado apretaba y Porter Jr se mostraba acertado, los triples locales seguían entrando y la diferencia local llegaba a los doce puntos a mitad de cuarto. El partido parecía casi decantado y Ham no estaba dispuesto a ceder; recuperaba el espíritu defensivo de su equipo, LeBron volvía a ser agresivo y Denver entraba en los tres minutos finales con una renta de cinco puntos. El partido caía en la precipitación y un triple a tabla de Austin Reaves permitía a los Lakers llegar al minuto final a una canasta. Murray estaba agotado, pero tenía las ideas claras; iba al aro y sacaba dos tiros libres para permitir un respiro a su equipo. Anthony Davis tenía un triple liberado desde la esquina que erraba y Mike Malone quería asegurar la victoria con el siguiente ataque. Sin embargo Jokic se mostraba pasivo ante un saque de banda que cruzaba el ancho de la pista y LeBron no desperdiciaba la ocasión de robar el balón. Sin embargo no era capaz de finalizar a aro pasado y Murray volvía a la línea de tiros libres para casi cerrar el partido al poner cinco puntos de ventaja faltando catorce segundos. Pese a todo Reaves volvía a acercar a los angelinos con un triple, pero Murray no fallaba los tiros libres que liquidaban el partido. Los Nuggets se iban a Los Angeles con el deber cumplido al haber ganado sus dos partidos en casa. Invitado inesperado: Bruce Brown (Nuggets)
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