Fuente: thesrpskatimes.com
La semifinales de conferencia era un paso definitivo en el crecimiento de la franquicia que nadie en Denver se quería perder. Así el Ball Arena presentaba su mejor aspecto y la única novedad en los quintetos iniciales se daba en los Suns, ya que Monty Williams consideraba necesario incorporar a Josh Okogie para emparejarse con Jamal Murray y dejar a Torrey Craig en el banquillo. Sin embargo, si algo destacaba en los primeros minutos del partido, eran los ataques. La principal diferencia era que, mientras los visitantes mostraban su mejor juego coral, los Nuggets se veían más apurados y tenían que seguir el ritmo de anotación gracias a los triples de Jamal Murray. Tras cinco minutos sin fallar un tiro a canasta, Phoenix daba aire a los locales y Nikola Jokic comenzaba a activarse. Además la defensa local comenzaba a sacar rendimiento de su agresividad de manos sobre el balón y Aaron Gordon se crecía pudiendo correr; como los de Arizona se quedaban anclados a la anotación de Kevin Durant, Denver tomaba siete puntos de ventaja. Monty Williams sacaba su libro de instrucciones y subía la intensidad defensiva de los suyos mientras aclaraba el ataque para sus estrellas exteriores. Con Durant acompañado por Devin Booker, y los suplentes locales sin soluciones ofensivas, los Suns cerraban el primer cuarto con una mínima ventaja. Tras el mínimo tiempo para aclarar ideas Mike Malone dejaba a Michael Porter Jr al mando ofensivo de la segunda unidad y esete respondía de manera excelente para no permitir el despegue visitante. Además volvía Gordon para acompañarle para sacar rendimiento de la buena defensa de sus jugadores de banquillo y de Andre Ayton era incapaz de evitar que la diferencia llegase a los dos dígitos. Regresaban a pista los titulares y los de Arizona reducían ligeramente la diferencia pero, con dos triples de Kentavious Caldwell-Pope, los Nuggets levantaban al Ball Arena. La defensa se crecía y Gordon y Murray acompañaban el recital. Con un parcial de diecisiete a seis, en los cuatro minutos finales del cuarto, la ventaja local se ponía en los diecisiete puntos. El descanso volvía a traer a la pista la mejor versión de equipo de Phoenix, pero Jokic y el acierto exterior de Murray mantenían las diferencias con tranquilidad. Los arreones visitantes, comandados por Chris Paul y Durant, eran respondidos por la mejor defensa de Denver y el Ball Arena se relamía viendo como los suyos alcanzaban el acto final con trece puntos a su favor. El arranque, además traía una versión más repartida en la anotación local, donde Bruce Brown comenzaba a sumar puntos para poder seguir el ritmo marcado por un Booker muy acertado. Tenían que regresar los titulares a la pista para volver a alterarse la situación. Murray, con dos triples, pisaba el acelerador y el técnico visitante intentaba recocentrar a los suyos pero, inesperadamente, habían desconectado. En su regreso al juego se dejaban quitar dos balones fundamentales y Brown no perdonaba a la contra, con la diferencia superando los veinte puntos los Suns se rendían. Los Nuggets inauguraban la serie con una victoria. Invitado inesperado: Bruce Brown (Nuggets)
La primera jugada del segundo partido dejaba claro que los Nuggets no habían perdido el hambre a pesar de la primera victoria en la serie. Las defensas se imponían a los ataques y Nikola Jokic era la única respuesta local ante la velocidad ofensiva de Phoenix. Faltaba acierto en ambos equipos y la aparición en defensa de Cameron Payne, acompañada por los puntos de Devin Booker y Kevin Durant, daba a Phoenix una mínima ventaja al cerrarse al primer cuarto. Naturalmente los suplentes locales salían a por todas, tras el parón, y, con su mejor actitud defensiva, encadenaban un parcial de seis a cero que obligaba a la llamada de atención de Monty Williams a sus jugadores. No servía de mucho porque, ofensivamente, los Suns se encontraban muy limitados sin Chris Paul ni DeAndre Ayton aportando. Durant rompía cinco minutos sin anotación visitante, los contactos aumentaban y, a base de una mejora defensiva, Booker igualaba el partido y lograba que Phoenix llegase al descanso con una canasta de ventaja. La escasa anotación dejaba claro la importancia del partido y, ante el atasco del equipo de Arizona, sus estrellas exteriores seguían tomando la responsabilidad ofensiva. El problema era que los visitantes comenzaban a sufrir bajo canasta, el rebote ofensivo era de los Nuggets y los interiores locales sacaban provecho de esas facilidades. Sin embargo, bastaba con frenar esa aportación bajo canasta, para que los Suns llevasen la diferencia hasta los ocho puntos. Sin embargo surgía un nuevo problema en los visitantes, Chris Paul se iba a los vestuarios lesionado y el equipo se quedaba bajo la dirección de Cameron Payne. El partido se mantenía igualado al cerrarse el tercer periodo, gracias a la reaparición de Jokic en el ataque local y a la constante aportación de Booker en los visitantes. En Colorado sabían que los doce minutos finales podían decidir la eliminatoria y el Ball Arena se calentaba con las primeras decisiones arbitrales. El partido se ponía más físico y Booker se desesperaba al empezar a notar el cansancio del partido. Mientras, en Denver, resucitaban su juego de reparto en equipo y Kentavious Caldwell-Pope metía dos triples para, con un parcial de seis a cero en tres minutos, obligaban a Monty Williams a reaccionar. La solución era cargar más responsabilidad sobre sus estrellas y, dado su poco acierto, Nikola Jokic se bastaba para dar una ligera ventaja a los locales. Phoenix sumaba error tras error y los de Mike Malone cobraban cinco puntos de ventaja entrando en los tres minutos finales. Los visitantes no acertaban con sus triples y, gracias a una versión acertada de Jamal Murray, los Nuggets se ponían con diez puntos de ventaja. El cabreo de Booker, y el encararse con Bruce Brown, era algo normal viendo como regresaban a Arizona con dos derrotas y la serie muy complicada. Invitado inesperado: Jeff Green, Bruce Brown (Nuggets)
Fuente: lakersoutsiders.com
No hacía falta ni empezar a jugar para ver el mejor ambiente del Chase Center y Golden State lo agradecía desde el inicio porque, ante los problemas para circular el balón de ambos equipos, el refugio era el tiro exterior y Klay Thompson acertaba para poner un parcial de diez a dos de salida que obligaba a Darvin Ham a pisar el freno en el partido. Esto traía una bajada del acierto en el equipo local y entre Anthony Davis y Rui Hachimura empataban el partido y como quiera que el pivot de los Lakers no decepcionaba y seguía anotando, Stephen Curry tenía que hacer ocho puntos consecutivos para permitir a los de San Francisco ponerse en ventaja para encarar el segundo acto. Un periodo donde Dennis Schroder y Ja Mychal Green se convertían en protagonistas inesperados de los ataques de ambos equipos. Sin embargo el acierto se iba disipando en los Warriors y Davis no paraba de sumar puntos bajo canasta. El equipo angelino mandaba en el marcador, Draymond Green se cargaba con su tercera falta personal ysólo la aparición de Jordan Poole y Thompson, con tres triples, obligaban al técnico visitante a intervenir porque D´Angelo Russell no podía seguir ese ritmo anotador sin compañía. Nuevamente el paso por los banquillos provocaba la sequía de Golden State y el parcial comandado por LeBron James era de diez a dos. El partido se complicaba pero, tras un tres más uno de Poole, el público local respiraba viendo como la diferencia era mínima para abrir la segunda mitad. El descanso despertaba a un Andrew Wiggins más activo en el ataque pero, en los visitantes, Russell encontraba compañía en el anotación y Steve Kerr paraba el partido. Daba igual, Austin Reaves también se activaba y sus dos triples se juntaban con la mala selección de tiro de los Warriors para que un parcial de trece a tres llevase la diferencia hasta los diez puntos. Era el turno de los jugadores de banquillo y el equipo local apretaba ligeramente para reducir la distancia, pero Ham hacía que el ataque angelino fuese más serio y la distancia se mantenía. Además Draymond Green se desesperaba con la señalización de su cuarta falta personal y se ganaba una técnica que permitía a los Lakers presentarse en el último periodo con ocho puntos de ventaja. El partido se había complicado mucho y no sorprendía ver a un Curry encendido en el arranque del cuarto periodo. Acompañado por Poole conseguía reducir la diferencia a la mitad pero, como Davis, volvía para acompañar la anotación inesperada de Jarret Vanderbilt y Reaves; la distancia permanecía inalterable pese al parón solicitado por Kerr. Golden State comenzaba a acelerarse en su ataque por los nervios y los árbitros colaboraban ligeramente a ello. La diferencia alcanzaba los catorce puntos y en Los Angeles casi podían celebrar el triunfo cuando llegaba la sequía. El cansancio hacía acto de presencia en los visitantes, los triples de los Warriors entraban y Ham no era capaz de levantar a su equipo con un tiempo muerto. Un triple de Stephen Curry hacía estallar al Chase Center, el partido estaba empatado a dos minutos para el final. Russell rompía la mala racha con un tiro forzado, Davis taponaba a un Curry individualista y LeBron aprovechaba la contra para forzar una falta personal. Convertía un tiro libre y la ventaja angelina era de tres puntos con poco más de un minuto por jugarse. La defensa visitante obligaba a un Poole superado por la presión a tirar forzado pero, en su ataque, todo era dejar el tiempo para que LeBron se jugase un triple que no entraba. Restaban diecisiete segundos y un dos contra uno a Curry frenaba la contra de los locales. Poole se veía solo a más de nueve metros del aro y erraba el triple abierto. El rebote era para Schroder que, tras la concesión de un tiempo muerto discutible, cerraba el partido desde los tiros libres. Los Lakers habían logrado la primera victoria de la eliminatoria. Invitado inesperado: Dennis Schroder (Lakers)
Los Warriors tenían por delante todo un desafío, frenar a Anthony Davis y llevarse la serie empatada a Los Angeles. Asi, ante la sorpresa general, Steve Kerr revolucionaba su quinteto inicial dejando en el banquillo a Kevon Looney para incorporar al más dinámico Ja Mychal Green. Esa movilidad permitía una mayor claridad a la circulación de balón local y, como los Lakers tardaban en desperezar su ataque más agresivo, la iniciativa era local. D´Angelo Russell y LeBron James eran los encargados de liderar la reacción y, junto con la intimidación de Davis, ponían cierto nerviosismo en el banquillo local. Por encima llegaba Rui Hachimura para sumar puntos desde el banquillo angelino y, como los suplentes de Golden State no estaban acertados, los visitantes cerraban el primer cuarto con siete puntos de ventaja. Naturalmente el pivot angelino tenía que descansar algo, la defensa lo notaba y el tiro exterior tampoco funcionaba ante una defensa intensa en las zonas. Un parcial de ocho a cero, en dos minutos, ponía a los Warriors por delante y obligaba a levantarse a Darvin Ham. El partido se volvía más físico, los Lakers tenían problemas para construir su juego de ataque, dependían demasiado de LeBron y los triples locales comenzaban a desarmar una defensa que llegaba tarde a algunas situaciones. Sin embargo Hachimura aparecía en su versión más acertada con los tiros abiertos y, pese a que Jordan Poole se mostraba incisivo en ataque, y a la precipitación angelina, la ventaja local era muy corta y Kerr necesitaba un tiempo muerto para recuperar la energía de su equipo. Al ver como Stephen Curry se iba al banquillo al cometer una tercera falta personal bastante absurda, el público del Chase Center podía preocuparse viendo que, sin su dirección de juego, sus seis puntos de ventaja se podían esfumar. Muy al contrario, la falta del base era compensada por el acierto con el tiro de tres puntos de Klay Thompson y los Lakers comenzaban a entrar en un ritmo de partido alto que no les convenía, Davis cometía su tercera falta personal y Golden State llegaba al descanso con una diferencia superior a la decena de puntos. Para los angelinos esos doce minutos habían sido terribles, pero el inicio del tercer cuarto auguraba algo peor. El ataque de los Lakers carecía de continuidad y Thompson seguía castigando con triples, y lo peor era que en esta ocasión traía compañía. La diferencia se acercaba a los veinte puntos y el tiempo muerto visitante era de necesidad. Claro que llegaba tarde, Ja Mychal Green había cogido confianza, los triples no dejaban de entrar y, aunque Davis despertaba ofensivamente para acompañar a Hachimura, la velocidad local y un Thompson imparable llevaban la diferencia a los veinte puntos. Un tirón final, comandado por el acierto de Donte DiVicenzo y Curry, más una técnica a LeBron, dejaban el partido resuelto porque la ventaja de los Warriors era de treinta puntos. La eliminatoria se iba a Los Angeles con empate a uno. Invitado inesperado: Moses Moody, Donte DiVicenzo, Jordan Poole (Warriors)
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