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El Chase Center rezumaba entusiasmo de cara al quinto partido, mientras la cara de los jugadores de los Celtics reflejaba la tensión sobre la pista. Algo que el cuadro local, dada su experiencia, no mostraba sobre la pista. La defensa no permitía ni una canasta fácil y el ataque se mostraba paciente y, con la mejor versión ofensiva de Draymond Green y Andre Wiggins, tras cuatro minutos Ime Udoka tenía que parar el partido. Pese a ello la defensa de Golden State seguía dificultando las opciones ofensivas visitantes, Klay Thompson despertaba y la diferencia no tardaba en superar los diez puntos. Jayson Tatum se tenía que multiplicar para mantener a los visitantes en el partido porque, para disgusto de Boston, hasta Gary Payton II sumaba puntos para los californianos. çççPese a que los Warriors se confiaban con el marcador a favor, y aceleraban su juego ofensivo, una técnica a Udoka les permitía llegar al final del primer cuarto con once puntos a su favor.

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Era de esperar una reacción de los de Massachusetts y, a nivel defensivo, esta se producía tras el  paso por los banquillos. Sin embargo, en su ataque, las dificultades seguían presentes y sólo con el regreso a pista de Marcus Smart la preocupación obligaba a Steve Kerr a intervenir en el partido. Pese a ello el atasco ofensivo continuaba, Stephen Curry tenía que regresar a la pista y el parcial, de ocho a cero, se cerraba con una canasta de Draymond Green. El ataque visitante se volvía a quedar en manos de Tatum que, incluso desde la línea de personal, tenía problemas para anotar. Además la agresividad de Andre Wiggins y Curry para buscar el aro se convertía en un problema para la defensa de los Celtics y los locales llegaban al descanso con una docena de puntos a su favor.

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La situación estaba claramente a favor de los locales y, vistas las complicaciones ofensivas de su equipo, Jaylen Brown decidía asumir responsabilidades ofensivas por primera vez en el partido. Con eso, y los triples de Tatum, el técnico de los Warriors tenía que llamar al orden a su equipo tras menos de dos minutos de segunda mitad. La ventaja se había evaporado y los más urgente era recuperar el buen tono defensivo. Sin embargo no era posible ante un acierto exterior visitante disparado, Boston conseguía ponerse por delante en el marcador a mitad de cuarto y Kerr pisaba el freno para recomponer la situación porque, aunque el Chase Center seguía animando, su equipo sólo había realizado una canasta en juego, desde la salida de los vestuarios. El partido se volvía loco y, bajo esa situación, las estrellas locales tiraban de experiencia, y acierto, para mantener a Golden State en el partido. La diferencia era corta, pero siempre en contra del equipo californiano hasta que, con un minuto final inspirado de Jordan Poole (autor de dos triples, el último sobre la bocina de final de cuarto), los Warriors conseguían tomar un mísero punto de ventaja para el acto definitivo.

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En San Francisco se recobraban las esperanzas de victoria tras el triple de su escolta suplente y el equipo local se reafirmaba en su convicción de poder solucionar el partido sin sufrimientos con un parcial de siete a cero. Ante la complicada situación el técnico visitante se levantaba del banquillo para parar el partido. Sin embargo el daño ya estaba hecho, Marcus Smart se llevaba una costosa técnica porque, además, le llevaba a perder la concentración. A la jugada siguiente soltaba un manotazo absurdo para recibir un saque de banda y, tras una canasta de Jordan Poole, Golden State elevaba su ventaja a los dos dígitos. El cansancio aparecía en ambos equipos y Stephen Curry salía del banquillo para cerrar el partido. Sin embargo el base no estaba acertado en el tiro y era su capacidad de repartir juego lo que mantenía la anotación local. Como además los Celtics no encontraban otra forma de sumar puntos que sacando faltas buscando el aro, el Chase Center disfrutaba de un final de partido bastante tranquilo. Tras realizar su segunda canasta en juego del cuarto restando tres minutos, los visitantes casi rendían el partido porque, al otro lado de la pista, Andre Wiggins era imparable cuando buscaba la canasta. Ni con un quinteto bajo se impedía que los Warriors cerrasen el partido faltando dos minutos, la eliminatoria retornaba a Boston con un tres a dos en contra para los de Massachusetts y malas sensaciones de cara al sexto partido. Invitado inesperado: Jordan Poole, Gary Payton II (Warriors)