Fuente: brobible.com

En los Mavericks sólo esperaban la victoria para aspirar a superar el reto de ganar cuatro partidos seguidos y llevarse la eliminatoria. El Chase Center, sin embargo, esperaba una fiesta y la intensidad de Golden State en el arranque no decepcionaba. Luka Doncic recibía dos contra uno en la cabeza de la zona que le llevaban al mediocampo, Kevon Looney hacía daño bajo canasta y los tiros exteriores comenzaban entrando. Sólo un amago de lesión de Stephen Curry causaba preocupación a la afición local y las defensas tomaban el mando del partido. Los contactos dificultaban el ataque local que, llevar una ventaja de nueve puntos, veían a Dallas a una canasta. Claro que, como el ataque tejano dependía de su estrella, y los Warriors tenían más variedad en su anotación, un parcial de siete a cero volvía a amenazar con llevar la diferencia a los dos dígitos. Sólo dos triples de Spencer Dinwiddie, uno sobre la bocina, permitían a los Mavericks cerrar el primer cuarto a cinco puntos. Los visitantes necesitaban más anotación y Jalen Brunson salía a la pista despertando su mejor versión ofensiva, pero era insuficiente si los triples no entraban. Klay Thompson y Jordan Poole estaban inspirados y la diferencia, de trece puntos, obligaba al tiempo muerto de Jason Kidd. El Chase Center disfrutaba, hasta Moses Moody aportaba puntos y los tejanos volvían a necesitar el parón en el partido porque la diferencia se asomaba a los veinte puntos. El equipo mejoraba ofensivamente pero, a nivel defensivo, Golden State no tenía demasiados problemas para anotar. Doncic estaba agotado y Dinwiddie era el sustento de su equipo. Pese a ello, en San Francisco disfrutaban viendo como el tercer cuarto arrancaba con diecisiete puntos de ventaja. Unos doce minutos que demostraban el orgullo tejano, la defensa recuperaba su consistencia y, sin embargo, la diferencia crecía hasta los veinte puntos al poder correr a la contra. El partido parecía controlado, hasta Andre Wiggins comenzaba a acompañar a un Klay Thompson intratable.  Pese a la buena circulación de balón local, Dallas no se rendía; los triples volvían a entrar, Doncic aportaba ofensivamente y los Warriors se olvidaban de buscar el aro. Steve Kerr llamaba al orden a los suyos pero se juntaban los nervios locales con la energía visitante. El parcial, de catorce a cero, bajaba la diferencia de los diez puntos. Sólo el acierto de Poole, en la posesión final del cuarto, permitía a los californianos respirar. El retorno tras el parón mostraba a Golden State en su mejor versión de equipo pero, pese a todo, los Mavericks encontraban su forma de sobrevivir a cada tirón local. La distancia se manejaba en torno a los quince puntos gracias a la lucha de Kevon Looney para conquistar el rebote ofensivo y, pese a que Doncic conseguía poner el partido a diez puntos restando cuatro minutos, los Warriors tenían la calma necesaria para finiquitar la serie con un par de triples. Invitado inesperado: Moses Moody Jr, Jordan Poole (Warriors)

Eliminatoria cerrada: Warriors ganan cuatro a uno