Fuente: hardwoodhoudini.com
Con empate a dos en la serie, el quinto partido se tornaba en fundamental para ambos equipos pero, mientras los Celtics contaban con Marcus Smart en el quinteto titular, el FTX Arena sabía que los suyos no podrían contar con Tyler Herro. Y la tensión se dejaba notar desde el inicio, hasta dos minutos tardaba en llegar la primera canasta del partido y Robert Williams III y Bam Adebayo eran los protagonistas ofensivos del partido por su proximidad a la canasta contraria. Así las cosas, y con Derrick White saliendo del banquillo visitante para acelerar el partido, Erik Spoelstra tenía que parar el partido y despertar la agresividad de los suyos con un par de jugadores de banquillo. Los Heat comenzaban a soltarse en su ataque y, con un Gabe Vincent acertado, conseguían llegar al segundo cuarto por delante en el marcador. Un periodo que volvía a ser un solar ofensivo en el inicio; Jayson Tatum rompía cinco minutos sin anotación visitante con su primera canasta en el partido y, a pesar de todo ese desacierto, Boston estaba pisando los talones de los locales. La ventaja de Miami era corta, pero el FTX Arena entraba en calor viendo como los suyos robaban el balón con facilidad y encontraban el acierto en los triples de sus jugadores de banquillo. La distancia, sin embargo, no se ampliaba porque se acertaba a rachas; en los Celtics el protagonista era Al Horford, en los locales los puntos eran propiciados por el rebote ofensivo. Así las cosas, los Heat se sentían afortunados de contar con cinco puntos de ventaja para la segunda mitad. Y el tercer periodo parecía traer buenas noticias para los locales, ya que Grant Williams entraba en el quinteto inicial de Boston por un tocado Robert Williams III. Eso aclaraba el ataque visitante mientras que, en los Heat, Jimmy Butler, Max Strus y Kyle Lowry seguían siendo convidados de piedra, nunca mejor dicho. Los contactos aumentaban, los árbitros no marcaban unos límites claros y el cansancio local les llevaba a la desesperación.Max Strus se retiraba tocado a los vestuarios y los de Massachusetts comenzaban a sumar puntos a la carrera, pero Miami conseguía sobrevivir por puro empeño. Las rotaciones empezaban en ambos equipos y la presencia en pista de Robert Williams III tenía un efecto inmediato sobre el partido. Con su protección del aro los Celtics eran todavía más contundentes defensivamente bajo canasta y, como los triples locales no entraban, el partido amenazaba con romperse. Sólo Gabe Vincent parecía en condiciones de aportar puntos a los de Florida e Ime Udoka intervenía para frenar al base local. El efecto era inmediato, en menos de tres minutos, y con la mejor versión ofensiva de Jaylen Brown, Boston cerraba el tercer acto con un parcial de diez a cero. La situación se tornaba complicada para los locales, no tanto por los once puntos de desventaja como por las malas sensaciones del equipo. Era normal que, dada la importancia del partido, de los banquillos saliesen más jugadores titulares que suplentes pero, dados los problemas físicos locales, también era lógico que la iniciativa en el marcador siguiese siendo visitante. Ni el regreso de Strus, ni los intentos de Butler, podían seguir el ritmo anotador visitante; donde Brown tenía la compañia ofensiva del mejor Tatum. La diferencia se acercaba a los veinte puntos y el técnico local tenía que intervenir. Nada funcionaba, los Heat comenzaban a perder el balón con facilidad y el recital ofensivo de las estrellas visitantes les proporcionaba una cómoda distancia de más de dos decenas. La reacción local era simplemente orgullo, Boston volvía a casa con ventaja en la eliminatoria, tres a dos. Invitado inesperado: Derrick White (Celtics)
Fuente: allucanheat.com
El TD Garden era una fiesta pensando en cerrar la serie con una victoria, aprovechando que Tyler Herro seguía de baja, para regresar a las finales de la NBA. Las defensas marcaban la dureza del partido desde el inicio pero, entre los balones perdidos, y cierta debilidad defensiva, los Celtics se veían superados por siete puntos e Ime Udoka paraba el partido. La defensa local subía de nivel pero, ofensivamente, seguía el sufrimiento. Jimmy Butler se activaba a ambos lados de la pista y la diferencia alcanzaba los dos dígitos. Pese a que las individualidades de Boston lo intentaban, el buen juego de equipo visitante proporcionaba a Miami una renta de siete puntos al finalizar el primer cuarto. El segundo acto estaba por descubrir y su arranque mostraba como los nervios se extendían sobre la pista; los Celtics jugaban acelerados, en los de Florida los balones perdidos comenzaban a ser un problema. El ataque visitante comenzaba a perder el orden y, gracias a los mejores minutos ofensivos de Jayson Tatum, la ventaja de los Heat se quedaba en nada. Al Horford cometía su tercera falta personal faltando siete minutos para el descanso y PJ Tucker seguía el mismo camino dos minutos más tarde. Kyle Lowry intentaba controlar el ataque visitante pero, pese a ello, Jaylen Brown emergía para poner a Boston por delante en el marcador. Por suerte, fuera del escolta, nadie anotaba en los de Massachusetts y, pudiendo correr, Miami cerraba la primera parte con una mínima ventaja. El tiempo de asueto era necesario para recuperar energías y, tras el cuarto de hora de rigor, las defensas refulgían con todo su esplendor. No había tiros cómodos, salvo de tres puntos o en transición, y la igualdad era la norma. Poco a poco las dificultades locales para anotar daban paso a las transiciones visitantes y, con Víctor Oladipo de protagonista, los Heat se ponían con una docena de puntos a su favor tras un parcial de trece a dos. Los Celtics reordenaban su juego ofensivo para encontrar más puntos bajo canasta y, como los visitantes no podían correr, Erik Spoelstra paraba el partido. El ataque local volvía a sufrir, pero contaban con la superioridad bajo el aro de Robert Williams III para mantenerse en el partido. Su constante actividad, en ambos lados de la pista, permitía a Boston mantenerse a siete puntos cuando se encaraba el capítulo final del partido. Unos doce minutos que se abrían con Derrick White anotando de tres en tres puntos y Jimmy Butler como casi única respuesta de los de Florida. El marcador se apretaba y el arbitraje cobraba protagonismo. Spoelstra tenía que retirar a dos titulares con su quinta falta personal y, como Miami tenía a su estrella como única referencia ofensiva, el TD Garden celebraba ver a los suyos mandando en el marcador entrando en los cinco minutos finales. El técnico visitante recuperaba su quinteto titular, Kyle Lowry tomaba responsabilidades ofensivas para mantener a los suyos en el partido y Butler pisaba a Al Horford y salía cojeando para mayor preocupación visitante, aunque podía seguir jugando. Por encima Lowry era el primer expulsado del partido por las faltas personales y el TD Garden se encendía ante la situación favorable para su equipo. Sin embargo, Jaylen Brown no metía los dos tiros libres para poner por delante a su equipo y Butler no dudaba para buscar la canasta para sacar un dos más uno que ponía a los Heat con tres puntos de ventaja entrando en los dos minutos finales. PJ Tucker sacaba su inteligencia defensiva para rob ar un balón fundamente y White hacía una falta innecesaria que ampliaba la ventaja visitante. El parcial era de diez a dos, Tatum encontraba a Horford solo en la línea de tres puntos y su tiro, presionado por un Lowry que casi entraba a la pista, no entraba. El rebote era de PJ Tucker, que volvía a la línea de personal. Sólo convertía el segundo, Los Celtics tenían una posesión fundamental restando noventa segundos y, pese a un par de errores en el tiro, el rebote ofensivo permitía a Jayson Tatum apretar el marcador. Los cuatro puntos de ventaja permitían a Miami jugar el ataque con calma, Butler conseguía el objetivo visitante de quedarse emparejado con Derrick White, pero no le superaba. El balón se iba por la banda y en Boston se relamían pensando que defender dos segundos de posesión podía darles su última opción en el partido. Naturalmente el saque iba a las manos de la estrella de los Heat que, con un tiro a la media vuelta, silenciaba el entusiasmo del público local. Tatum sacaba una falta en pocos segundos para vovler a dejar el partido a cuatro puntos, Miami gastaba veinte segundos de posesión para no anotar y Jaylen Brown se comía el aro en cuanto podía. Oladipo se interponía en su camino y los árbitros señalaban una falta en defensa bajo revisión. Restaban doce segundos y la decisión se antojaba fundamental pero, para desesperación local, no era complicada de tomar. El balón era para los Heat y el partido también, la eliminatoria volvía a Miami para el séptimo partido. Invitado inesperado: Víctor Oladipo (Heat)
Fuente: couchguysports.com
En el FTX Arena la atmósfera estaba cargada de entusiasmo, la serie había regresado, inesperadamente, y la afición esperaba otra gran versión de su equipo para llegar a las finales NBA. Con lo que estaba en juego no sorprendía que ambos equipos contasen con todas sus piezas, aunque estuviesen tocadas, y el inicio no defraudaba. Ambos equipos tenían la paciencia necesaria para encontrar buenos tiros pero, en Miami, hasta costaba meter los tiros libres. Tres minutos sin anotación en juego daban la iniciativa a los Celtics, que podían correr. Con la primera canasta local del partido, a la contra, el equipo y la afición despertaban. Sin embargo quedaba claro que cada error sería penalizado por Boston atacando en velocidad, Erik Spoelstra tenía que parar el partido porque la diferencia alcanzaba los dos dígitos. Los nervios se desataban en los Heat y sólo la agresividad ofensiva de Jimmy Butler, y una jugada de cuatro puntos de Gabe Vincent, permitían el recorte local. Ime Udoka reaccionaba para dar calma, y más tensión defensiva, a los suyos tras el ocho a cero encajado. Su ventaja se había visto reducida a la mitad y, pese a ello, el efecto era inmediato; en los dos minutos que cerraban el cuarto el parcial era devuelto y la cancha se quedaba en silencio ante los quince puntos de desventaja de los Heat. Dados los problemas ofensivos del cuadro local no sorprendía ver como Tyler Herro saltaba a la pista tras apenas disputarse medio minuto del segundo acto. Sin embargo Miami se encadenaba al esfuerzo ofensivo de Jimmy Butler y, como las estrellas visitantes tenían la calma para encontrar una buena selección de tiro, la distancia permanecía inalterable. Jayson Tatum se inspiraba y szólo con la aparición del acierto exterior los Heat lograban bajar la diferencia de los diez puntos al descanso. El parcial, de once a dos, había revitalizado las esperanzas locales; los siete puntos de desventaja se antojaban pocos para Boston ante el ánimo local, pero Marcus Smart tomaba una responsabilidad necesaria para soportar el arreón local. En Florida comenzaban a preocuparse porque, aunque sus jugadores se dejaban la piel, el ataque se atascaba nuevamente. Salvo Bam Adebayo y Jimmy Butler nadie anotaba, cualquier canasta era sufrida y los Celtics sacaban rendimiento a su ataque en transición. La diferencia se movía en torno a los diez puntos y el cansancio comenzaba a ser un factor a tener en cuenta. El rebote ofensivo daba vida al ataque visitante y ni la mejor dirección de Kyle Lowry podía evitar que Boston llegase a los doce minutos definitivos con siete puntos de ventaja. La defensa local salía a por todas pero, en cuanto el ataque se veía frenado, los ataques en transición daban aire a los de Massachusetts. Conseguir puntos se convertía en una tortura, sobraban ganas y faltaba energía. El FTX Arena se iba apagando tras el parcial de ocho a cero visitante, Víctor Oladipo rompía cuatro minutos sin anotación local y a falta de tres minutos el partido parecía perdido con la ventaja visitante por encima de los diez puntos. Los Celtics relajaban la intensidad de su ataque, los tiros abiertos de Marcus Smart no entraban por la evidente relajación y Miami se colocaba a cinco puntos, entrando en el minuto final, gracias a un parcial de ocho a cero. Jaylen Brown atacaba el aro con el codo por delante y la falta ofensiva levantaba al público local. Max Strus metía un triple con el defensor encima para poner a los suyos a dos puntos restando cuarenta y cinco segundos y las gradas bramaban para alentar a la defensa de los Heat. Marcus Smart se llenaba de dudas y erraba una bandeja forzada. Jimmy Butler cogía el rebote y encaraba el aro contrario, inesperadamente se frenaba para tirar un triple en carrera que se quedaba corto. El rebote era para Boston, la falta personal era obligada y Smart metía los tiros libres de rigor. Quedaban once segundos de partido pero, en esta ocasión, Strus no acertaba con sus intentos tras la línea de tres puntos y los Celtics retornaban a las finales NBA. Invitado inesperado: Derrick White (Celtics)
Eliminatoria cerrada: Celtics ganan cuatro a tres
Leave a Reply
Be the First to Comment!
You must be logged in to post a comment.
You must be logged in to post a comment.