Fuente: piodeportes.com

Para el FootPrint Center el quinto partido se presentaba con preocupación, Chris Paul no había estado a su mejor nivel en Texas y, aunque esperaban su mejor versión, desconocían si esto sería suficiente para ganar. Y el inicio de los Mavericks indicaba que no lo iban a poner fácil. Luka Doncic se sentía cómodo dirigiendo la ofensiva visitante y Dorian Finney-Smith seguía acertado desde el exterior. Sólo la mejor versión de Devin Booker, y la subida de intensidad defensiva de sus suplentes, permitía a Phoenix evitar la escapada visitante. Naturalmente la estrella eslovena necesitaba un descanso y Jalen Brunson se aliaba con los triples de Davis Bertans para mantener a los tejanos con una cómoda ventaja. Tenía que regresar a la pista DeAndre Ayton, y mostrarse agresivo ofensivamente, para ver a Jason Kidd llamar a su jugador franquicia para que volviese a la pista. Cada vez costaba más anotar, el partido iba en automático (error tras error) y los Suns sacaban partido de ello para llegar al descanso con apenas tres puntos de ventaja. Los de Arizona habían sobrevivido a una mala primera mitad y salían enrabietados a la cancha. Dallas comenzaba a perder balones en su ataque, Booker seguía anotando con facilidad y, cuando no acertaba, Ayton se hacía con el rebote ofensivo. La diferencia local subía de los diez puntos y, pese al intento de Jason Kidd por evitarlo, la ventaja local no paraba de crecer. La energía favorecía a Phoenix y Finney-Smith perdía los papeles empujando en una contra a Booker. La falta era flagrante, pero conseguía su objetivo, frenar el ritmo local. Doncic volvía a aparecer, aunque los problemas para circular el balón se mantenían y su acierto tampoco duraba. El banquillo de los Suns recuperaba el tono defensivo, Landry Shamet cobraba protagonismo ofensivo junto con Cameron Johnson y la diferencia superaba los veinte puntos al cerrarse el tercer cuarto. Pese a los intentos visitantes, la dirección del partido era única. Sólo los incidentes finales, entre Bismack Biyombo y Marquesse Chriss, y la posible lesión en el hombro de Jae Crowder, dejaban mal cuerpo a la afición local. Pese a ello, el FootPrint Center podía celebrar la tercera victoria de su equipo en la serie. Invitado inesperado: Bismack Biyombo, Cameron Johnson, Landry Shamet (Suns)

Dallas veía el sexto partido como un callejón con una única salida, la victoria, y no sorprendía su agresividad durante los primeros minutos de partido. La respuesta visitante se establecía con su mejor reparto de juego en ataque y la igualdad era inalterable. Sin embargo, al empezar las rotaciones, el ataque de los Suns comenzaba a perder el balón con facilidad y Luka Doncic ponía a los Mavericks con una corta ventaja al cerrarse el primer acto. Tras el paso por los banquillos los de Arizona conseguían asentar su ataque y el equipo local tiraba de Jalen Brunson, y el acierto exterior, para mantenerse en el partido durante el descanso de su jugador franquicia. Nadie era capaz de distanciarse en el marcador pero, con el retorno de su estrella, los tejanos conseguían un parcial de ocho a cero. Phoenix no encontraba la forma de anotar desde el exterior, ni podía cerrar el rebote y, por encima, volvía a regalar el balón ante la presión local. Sólo hacía falta que los triples tejanos entrasen para acercar la diferencia a los veinte puntos. Tras realizar un parcial de diecinueve a seis para cerrar el cuarto, Dallas abría la segunda mitad con quince puntos de ventaja y, pese al parón, mantenía su buen tono defensivo. Las ayudas eran constantes, la diferencia coqueteaba de nuevo con los veinte puntos y Doncic estaba tan implicado que hasta se ganaba una técnica por protestar una acción defensiva. Además la defensa visitante daba síntomas de debilidad bajo los aros y su resistencia acababa por ceder; pese al empeño de DeAndre Ayton, que hasta se ganaba una técnica, los Mavericks llegaban al último periodo con más de veinte puntos de ventaja gracias a su acierto exterior. La bronca de Monty Williams debía ser buena porque, por primera vez en el partido, la defensa salía a morder. Aunque su ataque seguía espeso y la distancia no se reducía. El partido estaba bajo el control tejano, para algarabía del American Airlines Center habría séptimo partido para decidir la serie. Invitado inesperado: Spencer Dinwiddie, Maxi Kleber (Mavericks)

El FootPrint Center bramaba para recibir a los Mavericks, pero los primeros minutos del partido enfriaban el ambiente. La defensa tejana controlaba a las estrellas locales y Luka Doncic sumaba puntos con facilidad. A Phoenix le costaba un mundo anotar y el ataque visitante se mostraba más equilibrado, con un Spencer Dinwiddie muy activo desde el banquillo. Ni con cinco puntos consecutivos de Cameron Johnson la ventaja de Dallas bajaba de los diez puntos. En Arizona no perdían la esperanza y seguían animando al ver como la estrella eslovena descansaba en el inicio del segundo cuarto. Sin embargo, pese a ser más agresivos en la búsqueda del aro, la anotación de los Suns no llegaba. Los contactos aumentaban y los bases visitantes mantenían la diferencia con facilidad gracias a un inspirado Dinwiddie; ni DeAndre Ayton metía lo más sencillo bajo el aro. Por encima Doncic regresaba a la pista descansado, la diferencia superaba los veinte puntos y los Mavericks no frenaban. Con su mejor defensa, y la inspiración de Doncic y Dinwiddie, llegaban al descanso con treinta puntos de ventaja. El asombro de la afición local se convertía en abucheos durante la retirada de los Suns. Monty Williams tenía mucho que trabajar para levantar, no ya el marcador, también el ánimo de sus jugadores. Lo peor, y lo que deseperaba a la afición del FootPrint Center, era ver como su ataque seguía siendo intimidado por la defensa tejana. No había soluciones ofensivas y Jalen Brunson se convertía en el aliado de su jugador franquicia para asomar la diferencia a los cuarenta puntos con apenas dos minutos jugados. Todo era inútil, el partido lo había decidido la buena defensa visitante y la incapacidad local para frenar a las tres principales referencias ofensivas de su adversario. Dallas volvería a acoger unas finales de conferencia. Invitado inesperado: Spencer Dinwiddie (Mavericks)

Eliminatoria cerrada: Mavericks ganan cuatro a tres

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Para un equipo tan joven como Memphis, jugar sin red era un desafío y el público del Fedex Forum no estaba dispuesto a dejar caer a los suyos. Sin embargo eran los propios jugadores locales, comandados por un Jaren Jackson Jr dominante en todos los aspectos, los que levantaban al público local. Además contaba con el apoyo del acierto exterior de Desmond Bane y, como los Warriors sólo encontraban anotación en Klay Thompson, la primera escapada era local. Mike Brown incorporaba sus principales jugadores de banquillo y la intensidad defensiva subía. Stephen Curry comenzaba a activarse y el partido se igualaba. El trabajo visitante era bueno y nadie podía esperar que, en el minuto final del cuarto, fuese tirado a la basura. La precipitación, y los balones perdidos, permitían correr a los Grizzlies que, con dos triples de DeAnthony Melton, ponían la ventaja local en la decena de puntos al dirigirse a los respectivos banquillos. La parada era bienvenida por los californianos, que calmaban su ataque. Sin embargo su defensa se veía desbordada por la constante actividad de Brandon Clarke; el rebote daba muchos puntos a Memphis y, por encima, los visitantes volvían a regalar el balón con facilidad. La tendencia era imparable, ni Mike Brown podía frenar el desastre metiendo a sus titulares. El tiempo muerto era obligado y, con más calma, la diferencia amenazaba con bajar de los diez puntos. Sin embargo volvían a aparecer el poco cuidado del balón y, por parte local, cada vez aparecían más jugadores acertados. Era como una tormenta perfecta, en un minuto la diferencia se ponía en los veinte puntos. Y, pese a los intentos del técnico visitante por evitarlo, los Grizzlies se iban a descansar con casi treinta puntos de ventaja gracias a la versión más agresiva de Desmond Bane y la única mala noticia era ver a Jackson Jr resentido de un golpe en el codo. El partido estaba casi sentenciado y, seguramente por ello, en los Warriors buscaban soluciones inesperadas, y realizaban una prueba, metiendo a Nemanja Bjelica en el quinteto inicial. Era inútil, en medio cuarto la ventaja local se asomaba a los cuarenta puntos y Memphis llegaba con vidad al sexto partido. Invitado inesperado: De Anthony Melton II, Brandon Clarke (Grizzlies)

El desastre del último partido había dejado claro que, si Golden State quería pasar de ronda, necesitaba proteger mejor su aro. No sorprendía, por tanto, ver a Kevon Looney ocupando el lugar de Jonathan Kuminga en el quinteto titular. Su aportación defensiva era clave para que Draymond Green sacase rendimiento a la situación atacando en transición y, junto con el acierto exterior de Klay Thompson, hacía que el técnico visitante tuviese que reaccionar. Bastaba con ajustar la defensa exterior, y encontrar la forma de sumar puntos en su ataque gracias a Dillon Brooks y Desmond Bane, para dejar la diferencia en cuatro puntos al cerrarse el primer acto. Curiosamente el segundo periodo se abría de igual manera, a base de defensa, y con los triples entrando, los Warriors amenazaban con irse en el marcador tras apenas un minuto de juego. La respuesta visitante era a base de energía, tanto para forzar los tiros exteriores de los californianos, como para atacar corriendo aprovechando los balones robados. DeAnthony Melton le ponía el ritmo al partido, el juego interior hacía de todo y Dillon Brook metía los triples con facilidad. A mitad de cuarto Memphis se ponía por delante en el partido, tras completar un parcial de catorce a cero la ventaja visitante era de siete puntos. Steven Addams se lesionaba en el tobillo en una jugada donde Dillon Brooks hacía una falta flagrante y se iba a los vestuarios. El Chase Center se calentaba, la intensidad llegaba a la defensa de Golden State, el partido se volvía loco y, con un parcial de nueve a cero, la ventaja, al descanso, era para los de San Francisco. El tiempo de asueto traía un recital de errores y el retorno a la pista de Addams. Poco a poco los equipos iban despertando ofensivamente y Klay Thompson lanzaba un desafío, con ocho puntos consecutivos, que despertaban a sus compañeros. Los Grizzlies veían como la diferencia crecía y, como los triples ayudaban a evitar una gran escapada, la desventaja visitante era mínima cuando se abría el último cuarto. Un periodo donde Andre Wiggins se multiplicaba, en defensa y ataque, para responder al acierto de Dillon Brooks. La igualdad era total hasta que, a mitad de cuarto, Brooks erraba por cansancio y, como Wiggins recibía algún apoyo de sus compañeros, los Warriors tomaban una corta ventaja de seis puntos. Taylor Jenkins intentaba reaccionar pero el parcial encajado, de doce a uno, les obligaba a precipitarse. Golden State jugaba sus mejores ataques y, cuando erraban, contaban con Kevon Looney para darles otra oportunidad. A falta de tres minutos la ventaja local era de trece puntos tras realizar una canasta en juego en cinco minutos de partido y la afición del Chase Center ya podía celebrar el pase a las finales de conferencia de los suyos.  Invitado inesperado: Brandon Clarke, Ziaire Williams (Warriors)

Eliminatoria cerrada: Warriors ganan cuatro a dos.