Playoffs NBA 2022: Semifinales de conferencia en el Oeste. Capítulo II

Fuente: thesmokingcuban.com

El tercer partido se presentaba como un todo o nada para Dallas. No sorprendía, por tanto, ver como los tejanos marcaban un alto ritmo al partido y obligaban a los visitantes a jugar a una velocidad inadecuada para ellos. Sin embargo el acierto exterior daba la iniciativa en el marcador a los Suns y tenían que esperar a que Jalen Brunson comenzase a explorar las debilidades defensivas visitantes para acercarse. Hasta Chris Paul perdía la cabeza en los de Arizona y perdía el balón con facilidad. Luka Doncic dominaba en el poste bajo y repartía el balón con criterio, un parcial de diecinueve a tres permitía mandar por nueve puntos tras los doce minutos de apertura. Y, pese a su experiencia, el arranque del segundo cuarto no iba mejor. Los nervios se notaban en los visitantes, fallaban tiros claros y Paul seguía regalando el balón. Costaba anotar y en el American Airlines Center disfrutaban viendo como Brunson ponía la diferencia en los dos dígitos. Poco a poco la defensas comenzaban a debilitarse bajo canasta y Phoenix se acercaba en el marcador, pese a que Mikal Bridges se llevaba una técnica. Los siete puntos de desventaja no parecían una gran diferencia dado el juego visitante durante la primera mitad y, sin embargo, dejaba una sensación de debilidad nada esperanzadora para encarar el tercer periodo. Nuevamente la agresividad local desconcertaba a los Suns que, tras minuto y medio de juego, obligaban a Monty Williams a parar el partido. La diferencia se había doblado gracias a dos triples de Dorian Finney-Smith y Chris Paul se ganaba una técnica. Pese al parón nada funcionaba en el ataque visitante y Doncic acercaba la diferencia a los veinte puntos. Sólo con el descanso de la estrella local Phoenix conseguía un respiro aunque, a pesar de ello, y al acierto exterior visitante, Brunson y Kleber permitían a los Mavericks mantener la diferencia en quince puntos al cerrarse el tercer acto. Ahora el partido se había complicado y, aunque en el inicio Javale McGee daba esperanzas con su dominio bajo canasta, los triples locales iban ahogando a los Suns. Los minutos pasaban, Doncic se podía tomar un descanso sin que la diferencia bajase de los diez puntos y, con su regreso, Brunson renacía y Dallas cerraba su primera victoria en la serie. Invitado inesperado: Maxi Kleber (Mavericks)

El cuarto partido era clave para las aspiraciones tejanas y la tensión, y los contactos, se reflejaban sobre la pista. En apenas cuatro minutos Luka Doncic y Devin Booker se ganaban una técnica. Lo que quedaba claro era los Mavericks estaban más cómodos sobre la pista, porque su tiro exterior funcionaba (con un Dorian Finney-Smith inspirado) y la ventaja local se acercaba a la decena de puntos. Un objetivo que se alcanzaba en medio del desconcierto visitante, que veía como el tobillo de Jae Crowder no aguantaba y se tenía que ir a los vestuarios. Entraban los suplentes en pista, los ataques se convertían en un suplicio, en Phoenix se ataban a Devin Booker para seguir vivos en el partido porque, cuando nadie contaba con ello, Davis Bertans surgía desde el banquillo, con dos triples, para cerrar el primer cuarto con la ventaja tejana en los doce puntos. El segundo periodo se abría con una buena noticia para los Suns, Crowder retornaba a la pista con mucho acierto en el tiro abierto, la mala noticia era que en Dallas seguían inspirados con los triples. Spencer Dinwiddie se unía a Bertans para hacer infructuosos los intentos visitantes por acercarse en el marcador. Sin los triples locales Phoenix comenzaba a acercarse y Dwight Powell se ganaba una técnica. Jason Kidd lo tenía claro, metía a Doncic a la pista tras su largo descanso y, para desesperación de las estrellas visitantes (que no paraban de intentarlo), Finney-Smith seguía acertando desde el exterior. Como quiera que Chris Paul se tenía que sentar con su tercera falta personal, y que Doncic sumaba puntos a base de ir a la línea de tiros libres, los Mavericks mantenían la diferencia sin problemas en los dos dígitos. Monty Williams quería irse a los vestuarios con buenas sensaciones y reintegraba a su veterano base a la pista. Este se comportaba como un novato buscando el rebote a su propio fallo y los Suns se presentaban a la segunda mitad teniendo que levantar una docena de puntos de desventaja. Algo que no parecía imposible viendo el desacierto local en el inicio del tercer cuarto, pero la reacción se veía cortada inesperadamente por la quinta falta de Paul en ataque. El American Airlines Center lo celebraba de manera entusiasta y Dallas recuperaba la energía en su juego. El público se ponía en pie viendo una versión más reconocible del cuadro tejano y Booker se tenía que multiplicar para seguir el ritmo marcado por Doncic y un activo Jalen Brunson. Por suerte sus interiores, y algo de acierto de Cameron Johnson, le llegaba a Phoenix para mantener sus esperanzas con vida viendo de cara al cuarto final. La desventaja visitante era de nueve puntos y, dado que su base estrella no había casi jugado en el tercer cuarto, no parecía imposible la remontada. Sobre todo viendo los problemas tejanos para atacar con sus suplentes, el problema era que en los Suns no andaban sobrados y Monty Williams veía necesario poner a su base titular a poner orden en el juego. Daba igual, los puntos escaseaban y Chris Paul cometía una de las faltas más tontas de su carrera, faltando nueve minutos Phoenix se quedaba sin su director de juego. Pese a las adversidades los visitantes se mantenían cerca en el marcador, pero Kidd paraba el partido. Booker se aceleraba y, en transición, Finney-Smith metía dos triples a la carrera. En un momento la diferencia se iba a los catorce puntos y, pese a que el técnico visitante intervenía en el partido, el final era dominado por un Brunson muy inteligente, y acertado, en su juego. La serie volvía a Arizona con empate a dos y malas sensaciones para el mejor equipo durante la temporada regular. Invitado inesperado: Davis Bertans, Spencer Dinwiddie (Mavericks)

Fuente: eldiariony.com

Para  Golden State el tercer partido era una oportunidad de oro, porque los visitantes no podían contar con Dillon Brooks por sanción. La inexperiencia de su sustituto, Ziaire Williams, no dejaba de ser un factor a aprovechar y, aunque Steve Kerr igualaba la apuesta poniendo de titular a Jonathan Kuminga, nada presagiaba el abrupto arranque de  Memphis. A base de triples conseguía abrir un hueco de trece puntos, ante un equipo local que cometía demasiados errores jugando a un ritmo demasiado alto y que sobrevivía gracias a la debilidad bajo canasta de los Grizzlies. Por suerte una defensa zonal generaba dudas en el ataque visitante y, como los triples ya no entraban, los Warriors aprovechaban para recortar la diferencia a la mínima expresión cuando se cerraba el primer periodo. El paso por los banquillos no alteraba la dinámica del partido, Klay Thompson y Jordan Poole lideraban un parcial de ocho a cero, obligando a Taylor Jenkins a reaccionar. Memphis comenzaba a actuar en equipo y Poole encontraba apoyos para seguir manteniendo la iniciativa local. Steve Kerr inovaba poniendo a Otto Porter Jr fuera de su momento habitual de rotación, implantaba otra vez la zona y, con un Stephen Curry desatado, Golden State llevaba la diferencia por encima de los diez puntos. En Tennesee estaban preocupados por la situación porque, pese a que la diferencia se quedaba en siete puntos tras un triple desde el mediocampo de Ja Morant, las sensaciones eran muy malas y el inicio de la segunda mitad lo corroboraba. Otro parcial de ocho a cero, con dos triples de Klay Thompson, creaba el desconcierto en el equipo visitante. Ja Morant se quedaba como única figura en pie en el ataque de los Grizzlies y, para disfrute del Chase Center, la ventaja de Golden State superaba los veinte puntos. Hasta Kevon Looney funcionaba en el ataque local, mientras que el ataque de Memphis empezaba a nueve metros del aro. Con ese panorama la diferencia no bajaba ni con el parón entre cuartos, porque Poole seguía finalizando bajo la canasta visitante con facilidad. Por encima el base de los Grizzlies comenzaba a tener problemas en su rodilla, pero sus compañeros comenzaban a crecerse en el partido completando un parcial de nueve a dos. Sin embargo esa reacción se quedaba en nada porque, en su mejor momento del partido, Kyle Anderson se ganaba una doble técnica y su expulsión del partido. En San Francisco ya celebraban la segunda victoria en la serie y se preparaban para un cuarto partido fundamental. Invitado inesperado: Otto Porter Jr, Kevon Looney (Warriors)

Un partido donde los visitantes no podrían contar con su jugador franquicia, Ja Morant, y los Warriors también tenían una baja de menor importancia, como era la de Steve Kerr, afectado por el protocolo anti-Covid. Sin embargo Taylor Jenkins no sólo ponía sobre la pista a Tyus Jones como sustituto de su base estrellas, además reincorporaba a Steven Addams al quinteto titular y ya contaba con Dillon Brooks tras cumplir su sanción. Ante tantos cambios sorprendía la solidez de la defensa visitante y, junto con su potencia interior, y la falta de acierto en el tiro exterior local, era la clave de que Memphis cerrase el primer cuarto con una corta ventaja. Si la defensa visitante había sido la clave de los doce minutos iniciales, ahora ambos equipos estaban con su mejor tono defensivo. Pese a que los visitantes no anotaban, Golden State tampoco. Durante dos minutos se mantenía esta situación.y pese a que los Grizzlies todavía tardaban otros noventa segundos en conseguir su primera canasta en juego, el marcador seguía siendo favorable a sus intereses. Para sumar puntos había que pasar un suplicio y, bajo esos criterios, Memphis asomaba la diferencia a los diez puntos pero, tras el primer triple local en el partido, el Chase Center se tranquilizaba. Los Warriors se iban a los vestuarios con tres puntos de desventaja y la sensación de poder solventar la situación con algo de acierto exterior. El largo parón enfríaba el ambiente, pero no la intensidad en el juego. Los triples locales comenzaban a aparecer  pero, como la defensa no cerraba el rebote, los Grizzlies seguían manteniendo una ventaja en el marcador. La anotación de Golden State iba a tirones de inspiración en el tiro.y, bajo esa situación, bastaban dos minutos de apagón,y un triple de diez metros en el segundo final de Desmond Bane, para dar a los visitantes siete puntos de ventaja para el cuarto final. El partido estaba en el aire y el Chase Center callado porque, para sorpresa general, la superioridad interior de Memphis se dejaba notar y ponía la distancia entre ambos equipos en los dos dígitos. Otto Porter Jr tenía la confianza de ser el más acertado de los suyos con los triples y, sumando otros dos a la cuenta, daba tranquilidad a la afición local hasta el regreso de los titulares. Tyus Jones intentaba mantener la calma en los suyos, pero Curry salía encendido desde el banquillo. Pese al dominio en las zonas de los Grizzlies, con un Jaren Jackson Jr siempre agresivo, el base local siempre respondía por calidad individual. Los Warriors llegaban a los cincuenta segundos finales con la posesión y un único punto de desventaja. Curry sacaba dos tiros libres atacando en transición y ponía por delante en el marcador a los californianos por primera vez en el partido. Jackson Jr iba hacia dentro y fallaba el tiro a cuatro metros del aro por el contacto defensivo. El rebote era visitante, pero se debía a un empujón de Bane a Curry. La estrella local hacía sonreír a su afición con los tres puntos de ventaja con veintiséis segundos por jugar. Brooks gastaba cinco segundos para dejar una bandeja cómoda y Curry volvía a confirmar su buen lanzamiento de tiros libres. Restaban veinte segundos y Jackson Jr se jugaba un triple precipitado que era taponado por Draymond Green. Otra vez la falta, tan necesaria, la recibía Curry. Otros dos puntos dejaban la diferencia local en cinco y, con diez segundos por disputarse, casi cerraban el partido. El último triple desesperado era, otra vez, del pivot visitante y, como no acertaba, la eliminatoria volvía a Memphis con un tres a uno para Golden State. Invitado inesperado: Otto Porter Jr, Kevon Looney (Warriors)

 

 

 

 

 

 

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