Los pronósticos se han cumplido a medias en esta primera jornada de cuartos de final. El primer encuentro deparó la eliminación de un cabeza de serie, Joventut, aunque bien es cierto que su partido contra CB Canarias se presentaba muy igualado. Sin embargo, en los dos partidos del primer día de competición estuvimos cerca de presenciar dos remontada heroicas e inesperados en el último cuarto, pues tanto la Penya como Breogán se quedaron a un paso de levantar desventajas muy holgadas en el último cuarto. Los verdinegros incluso se pusieron por delante a un minuto del final tras remontar 17 puntos, pero su falta de acierto en el tiro exterior truncó este tributo a la épica. Algo parecido ocurrió con Breogán, que levantó 15 puntos contra un Real Madrid que no había pasado apuros durante los tres primeros cuartos, pero se quedó sin gasolina en el depósito cuando el equipo blanco apretó las clavijas en defensa en la recta final y no pudo frenar el acierto de un Heurtel oportuno para decidir el encuentro con nueve puntos consecutivos. El lado más imprevisible del baloncesto, que tanto ha acompañado a la Copa durante su historia, estuvo a un paso de depararnos dos vuelcos inimaginables para el recuerdo, pero la heroica quedó finalmente en el intento.

Joventut 62 – CB Canarias 64: Eran partidos diferentes, pero el duelo copero se asemejó a una continuación al choque disputado en Badalona el pasado domingo. La defensa de CB Canarias bloqueó por completo el ataque verdinegro, superado por el colapso en la zona que obligó a los hombres altos a jugar demasiado lejos del aro. Tomic fue la única amenaza, el único capaz de anotar en los primeros minutos, y él solo poco podía hacer contra un rival muy serio y que empezó muy fino en el tiro exterior. El 2-10 de salida significó el punto de arranque al claro dominio del equipo aurinegro y, aunque tres balones perdidos de forma consecutiva frenaron su avance momentáneamente, el 6/9 en triples que atesoraba al comienzo del segundo cuarto le permitía mandar con mucha comodidad (10-24, min 11). Tan sencillo parecía que tampoco le importó demasiado a los de Vidorreta desperdiciar ocasiones para romper el partido. No le inquietaba una Penya que naufragaba en el tiro exterior y que tardó 14 minutos en anotar su primer triple. Ni siquiera era capaz de anotar un punto por minuto. Carles Durán planteó una defensa zonal como revulsivo, pero de nada servía si sus jugadores perdían el balón y no había forma de organizar el balance defensivo (15-31, min 16). Cuando recompuso un tanto su juego ofensivo pudo apretar atrás y detener la caída, pero Joventut tampoco solucionó sus problemas en ataque tras el descanso. A CB Canarias le interesaba la dureza en la zona que se impuso en el tercer cuarto, el marcador de bajo tanteo que se estaba gestando. Tampoco le importó que ambos equipos entraran rápidamente en bonus. El desastre en el lanzamiento de tres de la Penya continuaba, hasta el punto de alcanzar un 1/16 en triples cerca del final del periodo. Sobrevivía desde el tiro libre, pero con un único tiro de campo anotado en nueve minutos no había manera de molestar a CB Canarias, que había perdido su eficacia en el tiro exterior y arrastraba el excesivo número de balones perdidos por Huertas, pero le bastaba con anotar tiros libres para mantener una ventaja muy holgada (34-51, min 29).

Fuente: eurosport.com

El partido se había espesado hasta el extremo de que se hizo bola, con el añadido de que parecía resuelto a once minutos del final, pero un buen final de tercer cuarto impulsó a los verdinegros a un último intento de reacción. Era ahora o nunca, la última bala en un cargador repleto de pólvora mojada. Tomic (15 puntos, 9 rebotes, 17 de valoración) apareció como salvavidas, el referente que activó el despertar de Joventut. A su lado crecieron Joel Parra (14 puntos, 9 rebotes, 21 de valoración), al que le sobró carácter para postear, y Brodziansky, que puso el partido al rojo vivo con siete puntos consecutivos. Ahora las miserias en ataque se habían trasladado a CB Canarias, que ya había agotado todo el acierto en el perímetro que tuvo en la primera mitad. De repente, el conjunto de Vidorreta se encontraba en una situación límite inesperada tras encajar un 18-3 de parcial y sólo encontró alivio en el tiro libre. La Penya se había metido en el partido, aunque la cuarta falta de Tomic a cinco minutos del final suponía un serio contratiempo en una recta final muy áspera. Las férreas defensas impedían que ninguno de los dos equipos anotara una canasta en juego, pero ahora se veía a Joventut más convencido de sus posibilidades. Tres tiros libres convertidos por Parra ponían por primera vez por delante a Joventut a 1:04 del final y trasladaban toda la presión al conjunto lagunero. CB Canarias amasó su posesión con calma, esperando el momento que conectara su pareja mágica. Huertas metió el balón dentro a Shermadini, que sacó el balón fuera a Salin. El fines llevaba un punto, un solo punto, pero no falló en la línea de tres cuando se jugaban las castañas. Un golpe al que no pudo responder el equipo verdinegro, que se topó de bruces con su día aciago en el tiro exterior. Los triples errados por Bassas y Brodziansky condenaron a Joventut, que contemplaba resignado cómo Shermadini (12 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración) sentenciaba desde el tiro libre pese a que no estuvo plenamente acertado para lo que es habitual. En apenas cuatro días, CB Canarias asestaba un nuevo varapalo a la Penya, pero, sin duda, este resulta mucho más doloroso y significativo.

Real Madrid 73 – Breogán 67: Tras el solemne minuto de silencio en memoria de los marineros fallecidos del Villa de Pitanxo en Terranova, Breogán conoció de inmediato lo que implica disputar una competición tan emotiva y exigente como la Copa. Se lo hizo saber el Real Madrid con un fuerte arranque en defensa, con especial atención sobre Musa. El tirador bosnio anotó de tres en su primer lanzamiento, pero encontró pocas ocasiones para conseguir tiros cómodos. Por otra parte, Tavares impuso el terror dentro de la zona y generó un cierto miedo escénico en las filas del equipo lucense. En cambio, el Madrid jugaba con la soltura que le otorga su gran experiencia en citas así. Heurtel no estaba fino en el tiro, pero sí muy lúcido en la dirección. Además, Yabusele (17 puntos, 5 rebotes, 3 robos, 21 de valoración) disfrutó de un gran acierto en el triple durante el primer cuarto que impulsó la escapada del equipo blanco (16-3, min 5). No vio algo de luz Breogán hasta que Tavares se marchó al banquillo y entró Poirier, pues el pívot francés fue un chollo para sus rivales. No falló un solo lanzamiento mientras el galo estuvo en pista, en otra demostración de galbana defensiva que obligó a Laso a devolver al partido a su gigante. Fue volver la torre de Cabo Verde y que regresara el rigor en defensa. A Breogán se le volvió a hacer de noche, pero el juego ofensivo madridista perdió la perspectiva y los de Laso se jugaron demasiados triples precipitados. Si Poirier no ayudaba nada atrás, también se puede decir lo mismo de Llull y Williams-Goss a la hora de elaborar juego. El resultado fue una anotación escasa, fruto de la incomodidad que produjo la zona planteada por Mrsic y los problemas que encontraba Breogán para sortear la amenazadora presencia de Tavares.

Fuente: menorca.info

De todos modos, el equipo lucense se llevó el segundo cuarto sólo con aprovechar los minutos que estaba en el quinteto Poirier y que facilitaban mucho la vida en ataque (41-31, min 20). Pero el tono cómodo de partido para el Real Madrid se mantuvo inalterable tras el descanso. No era una versión deslumbrante, pero la manija de Heurtel (12 puntos, 10 asistencias, 4 rebotes, 18 de valoración) aportó una buena movilidad de balón, una paciencia necesaria para encontrar lanzamientos bien seleccionados incluso cuando Breogán regresó a la defensa zonal. Los hombres de Mrsic se habían entregado a una desesperada labor de subsistencia, aferrados al rebote ofensivo para mantenerse con vida. El tiro exterior no funcionaba y el conjunto lucense echaba de menos una mayor aportación de Musa y Bell-Haynes, bien controlados por la defensa rival. El encuentro se había establecido en una dinámica muy plácida para el Madrid (53-39, min 25), pero el conjunto de Laso se perdió en discusiones absurdas hacia varias decisiones de los colegiados. Por otro lado, tampoco conseguía cerrar el rebote y concedía demasiadas oportunidades extra a Breogán, que sin hacer nada destacable llegaba al último periodo indemne y dentro del encuentro. Con sus opciones intactas y espoleados por la mayor parte del pabellón, se lanzaron decididamente a dar la sorpresa. Empezaron a llegar balones a Sakho, que hizo lo que quiso ante el endeble marcaje de Poirier. Un triple contra tabla de Kalinoski completó un parcial de 1-14 que puso el choque al rojo vivo (57-55, min 31). En apenas cinco minutos el encuentro había cambiado de forma radical, generando una angustia inesperada al Real Madrid.

Fuente: eldesmarque.com

Una antideportiva sobre Tavares (11 puntos, 11 rebotes, 5 tapones, 22 de valoración) tras recibir un soplamocos de Sakho en la cara supuso un respiro para el equipo blanco, que logró cinco puntos tras anotar el pívot los dos tiros libres y que acompañara la fortuna a Williams-Goss en un triple a tablero. El gigante impuso su ley, espantando a golpe de tapón a todo el que osara acercarse al aro madridista, pero sus compañeros se empeñaban en perder balones con una facilidad pasmosa. La cuarta falta del pívot caboverdiano llevó a Laso a reservarle, apostando por  dos ala-pívots en pista. No estaba el choque como para confiar en Poirier, pero le dio igual a Mahalbasic (16 puntos, 4 rebotes), que siempre dominó la zona cuando no estuvo Tavares. Volvía a estrechar el marcador Breogán, que incluso tuvo una ocasión para tomar la delantera con un triple de Musa (13 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias, 18 de valoración). Tiro demasiado fuerte en la única ocasión que dispondría para ponerse por delante, ya que no aparecería otra más. El Madrid se agarró a su trabajo defensivo para salvar un momento complicado y a fe que lo consiguió. Con Tavares en cancha y un mar de brazos por medio, al conjunto lucense se le apagaron las luces en los minutos finales, aunque los árbitros se tragaran alguna falta de por medio. Los tiros libres le dieron al equipo de Laso un margen tranquilizador que Heurtel convirtió en definitivo. Nueve puntos seguidos del base en los últimos dos minutos rompieron definitivamente el partido y terminaron con el sufrimiento del madridismo. Su irregularidad le obligó a sudar tinta, pero el Real Madrid evitó el descalabro.

Y DIGO YO…:

• CB Canarias consiguió la clasificación pese a que Marcelinho Huertas perdió ocho balones, casi la mitad de los que desperdició el equipo aurinegro en su encuentro contra Joventut. Choca que el base brasileño descuide el trato al esférico de esta manera y que tantos errores no le hayan costado la eliminación, aunque me cuesta imaginar que repita en dos partidos seguidos un número tan elevado de errores.
• Joventut firmó el domingo pasado contra CB Canarias un paupérrimo 3/22 en triples que significó un punto importante en la derrota cosechada en Badalona, pero en Copa agravó la mala racha con un 4/27, un pésimo 15% de acierto que supuso un lastre inasumible para el equipo verdinegro. 7/49 en dos partidos contra el mismo rival, un gatillazo en el tiro exterior que le ha costado muy caro a la Penya.
• En la primera parte el Real Madrid encajó 31 puntos: 6 con Tavares en pista y 25 con Poirier pese a disputar la mitad de minutos. La falta de agresividad defensiva de Poirier es una constante en muchos partidos esta temporada y un motivo serio para la preocupación porque no se esperaba esta displicencia de un jugador duro y rocoso. A este paso habrá quien eche de menos a Tyus.
• Otro dato para la inquietud en el madridismo lo representan los catorce rebotes ofensivos que logró Breogán, que no es un equipo que destaque por el potencial de su juego interior. Tampoco es fácil de encajar que el equipo blanco sólo consiguiera cinco en todo el partido. La debilidad en el rebote se añade a los problemas que arrastra el Real Madrid las últimas semanas, un factor que suele pesar mucho en partidos trascendentales.