Ya no hay invictos en la Liga ACB. El Barça sufrió su primera derrota en la competición doméstica esta temporada de forma insospechada en el Palau Blaugrana a manos de un Valencia Basket que llegaba muy mermado por las lesiones y que se presentaba en Barcelona como una víctima propiciatoria, al igual que ya le ocurriera en la Supercopa. Sin embargo, la historia fue muy diferente a la vivida en La Laguna en septiembre. Joan Peñarroya dio una clase magistral de gestión de recursos, confirmándose como un entrenador de altos vuelos y digno de un banquillo con ambiciones. No dudó en contar con los jóvenes de la cantera para administrar los esfuerzos de los jugadores sanos del primer equipo, que ofrecieron una lección de coraje. La exhibición de la pareja interior Dubljevic-Rivero y la exhibición de facultades de López-Aróstegui fueron los principales rasgos de un equipo que despertaron el sonrojo en Jasikevicius y el orgullo de una afición valenciana hacia un equipo con carácter ganador.
Joventut 84 – Basket Zaragoza 78: Joventut llevó el mando durante prácticamente todo el primer cuarto, pero le pesó la falta de acierto en el tiro exterior, que le acompañaría durante todo el encuentro. Esto impidió que los verdinegros pudieran tomar una ventaja seria y Basket Zaragoza pudo subsistir de la mano de Waczysnki, aunque el alero polaco tuviera que recurrir a alguna acción con tintes circenses para asombro de los asistentes en el Olimpic de Badalona. Aunque la Penya trató de sacudir el partido imponiendo un ritmo más vivo, el equipo maño siguió aferrado a base de postear y forzar personales cada vez que atacaba el aro. Además, Hlinason superó a Tomic durante el segundo cuarto y consiguió que Basket Zaragoza tomara la delantera por breves momentos, aunque Joventut consiguió que el marcador se igualara al descanso (35-35, min 20) y le daría un impulso renovado a su juego en un brillante inicio de tercer cuarto. Con Tomic, autor de siete de los primeros nueve puntos de los locales en la segunda mitad, como argumento ofensivo y la agresividad defensiva por bandera, los verdinegros consiguieron al fin tomar tierra de por medio (47-39, min 23). Un buen punto de arranque para escaparse en el marcador, pero tampoco fue suficiente para conseguirlo.
Volvió a emerger Waczysnki (20 puntos, 2 rebotes, 22 de valoración), otra vez salvavidas de Basket Zaragoza, como ocurriera en los momentos más delicados de la primera parte, y encargado de adelantar por un instante al equipo maño justo antes de que finalizara el tercer periodo. Sin embargo, dos pérdidas absurdas al comienzo del último cuarto dieron pie a que Joventut recuperara el mando y se le presentara una nueva oportunidad de tomar la directa. No lo desaprovechó, pues Willis (12 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) apareció oportuno en el último cuarto para aportar su pelea y fortaleza dentro de la zona, pero tampoco supuso el golpe definitivo que estaba buscando la Penya. Otro dechado de garra y valentía en la pintura, Radoncic (15 puntos, 5 rebotes, 15 de valoración), aportó los puntos y la lucha necesarias para estrechar el marcador y parecía inevitable que el partido se dilucidara en un final muy apretado. Tomic (24 puntos, 4 rebotes, 30 de valoración) se convertiría en el gran protagonista de los minutos finales, fundamental en la zona con dos acciones diferenciales cerca del aro. Acabaría ovacionado por los aficionados verdinegros al grito de “¡MVP, MVP!”. Un mate de Joel Parra, que aprovechó la dejadez defensiva para anotar, dejó sentenciado el encuentro. La fiabilidad verdinegra en el tiro libre ya no dejó un solo resquicio a la esperanza rival y cerró el triunfo de la Penya.
Andorra 90 – UCAM Murcia 89: Un horrendo inicio de partido hizo revivir a la afición andorrana pesadillas anteriores esta temporada. La flojera sufrida por el equipo de Ibon Navarro le pudo pasar una factura imposible de pagar, ya que UCAM Murcia desató una tormenta perfecta desde el tiro exterior que casi se lleva a los locales por delante. Tampoco estuvo demasiado atento el técnico, que dejó hacer demasiado mientras su equipo no hacía nada para frenar la avalancha de triples y no pidió tiempo muerto hasta que el marcador registraba un sonrojante 2-19. Apenas cinco minutos de juego y el partido ya se le había puesto en chino a Andorra, que para entonces acumulaba más balones perdidos que puntos anotados, pero la defensa se puso a tono tras el parón y puso las bases a la inmediata reacción local. Hablando de bases, fueron precisamente ellos quienes sacaron a Andorra del atolladero. Como no, quien llevó la voz cantante fue Hannah, envuelto en esa especie de éxtasis anotador en el que le sale todo lo que intenta. La reacción tenía que pasar por él y así fue, protagonista absoluto de un parcial de 18-4 que devolvió al encuentro a Andorra en solo cinco minutos. Con Hannah (23 puntos, 4 asistencias, 30 de valoración, MVP de la jornada) haciendo lo que le venía en gana, el partido pintaba bien diferente para los locales, aunque UCAM Murcia aún mantuvo la delantera en el marcador. Doblando balones dentro a los pívots con insistencia, los de Sito Alonso recuperaron una renta cómoda en el segundo cuarto (31-42, min 18), pero Andorra tuvo tiempo de sobra para enjugarla casi en su totalidad al descanso. Un triple de Hannah, no podía ser de otra forma, puso la rúbrica al soberbio recital del base durante la primera mitad, aunque los de Ibon Navarro necesitaban más para cambiar de manos el mando del encuentro.
Los desajustes defensivos permitieron a UCAM Murcia mantenerse con ventaja en los momentos que más apretó Andorra durante el tercer cuarto. Por mucho que Morgan entrara en racha, su aportación no fue nada comparado a lo que ofreció Lima (21 puntos, 9 rebotes, 29 de valoración) en la pintura. Dominio del rebote ofensivo y castigo constante sobre el aro rival, la tónica habitual en este periodo del pívot brasileño, que no encontró ninguna oposición en el juego interior de Andorra. Además, Rojas tuvo una relevancia mayor de lo acostumbrado en el tiro exterior y el equipo murciano amagaba de nuevo con marcharse en el marcador. Andorra porfiaba por mantenerse cerca, haciendo la goma desesperadamente, pero su resistencia dio sus frutos al comienzo del último cuarto, momento en el que Arteaga empezó a aportar dentro de la zona. Los puntos del pívot sirvieron para igualar el encuentro (70-70, min 31), aunque tampoco fue suficiente para dar el paso definitivo. No cerró bien el rebote en su propia zona y UCAM Murcia aprovechó las segundas oportunidades para recuperar el terreno perdido. Además, Isaiah Taylor hizo daño con sus entradas a canasta marca de la casa y el panorama volvía a aclararse para el conjunto murciano (76-85, min 37). Costaba imaginar que Andorra pudiera dar la vuelta a este nuevo arreón, pero lo hizo. Miller-McIntyre (21 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias, 22 de valoración) se disfrazó de Hannah para meter de nuevo en el partido a los locales, que disfrutaron de un par de oportunidades para tomar la delantera. No las aprovechó, pero no había pasado el último tren. Un buen pase de Hannah al propio Miller-McIntyre adelantó por primera vez en el partido a Andorra a 16 segundos del final. Casi todo el partido a remolque, pero tomó el mando en el momento justo. No obstante, no supuso el golpe definitivo. Una nueva penetración de Taylor obligaba a los locales a anotar en la última posesión, con solo seis segundos por disputarse. Tiempo suficiente para que Miller-McIntyre se levantara en suspensión y rubricara con una canasta a tres metros del aro un sensacional final de partido. Una canasta ganadora que despertó la euforia e insufla aire en un comienzo de curso lleno de altibajos.
Gran Canaria 83 – Baskonia 77: La sonrojante derrota europea en Barcelona añadió un motivo doloroso más a las penas de Baskonia y coloca en una situación muy delicada al mismísimo Ivanovic. La visita a Las Palmas tampoco representaba el mejor lugar para encontrar un bálsamo, pues Gran Canaria está firmando un inicio de temporada muy notable. Demostró sus fortalezas en el primer cuarto con un claro dominio de la zona que dejaron al aire las miserias del equipo vitoriano en el juego interior, aunque Baskonia aguantó el tipo todo el periodo con los puntos de Granger (13 puntos, 6 asistencias, 17 de valoración) y Fontecchio. Ambos consiguieron que su equipo tomara ventaja al final de los primeros diez minutos, pero las malas noticias llegarían al comienzo del segundo cuarto. Fontecchio recibió un soberano soplamocos que le provocó una pequeña hemorragia en la nariz, una molestia que le persiguió el resto del encuentro. Además, los jugadores de refresco en Baskonia se caracterizaron por un mal balance defensivo y la dirección de Travis Peters, que debutaba en el equipo vitoriano, ralentizó el ataque visitante. En cambio, Gran Canaria contaba con una pieza muy valiosa en la figura de Pustovyi (12 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración), que hizo mucho daño en ambos aros durante el segundo cuarto. Sin embargo, Baskonia encontró la respuesta en un ex-jugador local, Costello, que volvió a la que fue su cancha las dos últimas temporada.
Costello estuvo gris en sus primeros minutos, a tono con una temporada en la que no está ofreciendo el nivel esperado, pero en la recta final de la primera parte se convirtió en faro del juego ofensivo de Baskonia. Buenos pases al pívot para lograr un 0-10 de parcial hasta el descanso (36-41, min 20). Las buenas sensaciones se trasladaron al tercer cuarto, marcado por la dureza defensiva y en el que se sintió cómodo el conjunto de Ivanovic. No fue tan productivo en ataque, pero bastaba con los puntos de Baldwin para asegurar el control del partido. De todos modos, la diferencia no era demasiada y a Gran Canaria le valió con afinar la puntería en el tiro de tres para igualar el encuentro antes de un último cuarto en el que se reflejó la costumbre que tiene el equipo de Las Palmas en acabar pletórico los partidos. Pustovyi seguía campando a sus anchas en ambas zonas, a la vez que la defensa local provocaba las pérdidas de Baskonia y aprovechaba los rebotes ofensivos con triples muy oportunos. En especial, a Ivanovic le debieron desquiciar los de Salvó (12 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración), que no lleva una temporada lúcida en el tiro exterior, pero estuvo infalible en la línea de tres ante el equipo vitoriano. De nada serviría que Sedekerskis (12 puntos, 11 rebotes, 22 de valoración) se negara arrojar la toalla, es solo una gota de orgullo en un mar de resignación. Un triple más de Slaughter (22 puntos, 3 asistencias) y la dejadez defensiva para frenar a Khaliffa Diop sumaron una nueva derrota más en la cuenta de Baskonia. Insisto que la paciencia de Querejeta suele ser limitada y así fue. La guillotina cayó sobre Ivanovic, que deja el puesto en el banquillo a Spahija. Otra mirada al pasado exitoso, como le gusta al presidente.
Unicaja 89 – Burgos 78: El dominio de Unicaja en los instantes inicial lo zanjó rápidamente Renfroe, muy inspirado durante los primeros minutos y principal responsable de que Burgos tomara la delantera a mitad de primer cuarto. Sin duda, hubo una versión muy diferente del conjunto de Tabak cuando su base titular no estaba en pista, ya que los visitantes no tuvieron ni la misma fluidez de juego ni capacidad para anotar cuando se tomó un respiro en el banquillo. Por contra, la entrada en cancha de Brizuela añadió más dinamismo al juego de Unicaja, que presentó una amenaza exterior muy seria con La Mamba vasca y Bouteille (15 puntos, 2 asistencias, 19 de valoración) como artilleros en la línea de tres. El acierto de ambos en el perímetro fue el acicate que necesitaba el equipo malagueño para controlar el encuentro con cierta solvencia (26-17, min 10). Al menos hasta que regresó Renfroe (20 puntos, 6 asistencias, 22 de valoración), que volvió a dejarse notar con rapidez en el segundo cuarto. Su influencia en el juego de Burgos era máxima, hasta el punto que acaparó el 60% de la anotación de su equipo durante casi toda la primera mitad.
De todos modos, no le sirvió al conjunto burgalés para algo más que intercambiar canastas. Norris Cole (17 puntos, 4 asistencias) se encargó de mantener una diferencia tranquilizadora, al mismo tiempo que los robos de balón le servían al equipo malagueño para salir en transición y anotar con facilidad. Burgos buscó otros argumentos tras el descanso, buscando con insistencia a Kravic en la zona, pero al acierto del pívot contestó Brizuela para dejar las cosas como estaban. En unos minutos de ritmo vivo, marcados por una alta anotación, a Burgos le costó muchísimo aguantar un duelo de carácter ofensivo. Unicaja salía con facilidad al contraataque, lanzado por un Alberto Díaz (5 puntos, 8 asistencias, 3 robos, 19 de valoración) que rompía todos los esquemas en cada transición de un rival que estaba fuera de punto en una dinámico de juego tan veloz (71-57, min 27). Los triples le permitieron al cuadro visitante mantenerse con vida hasta avanzado el último cuarto, pero los de Katsikaris nunca vieron amenazado el triunfo. El acierto de Cole en momentos puntuales fue suficiente para garantizar una victoria cómoda y muy necesaria para Unicaja, que no puede permitirse ceder más terreno si quiere disputar la Copa.
Fuenlabrada 85 – Real Madrid 88: Tal como se desarrollaba el primer cuarto todo hacía presagiar un fácil triunfo del Real Madrid. Fuenlabrada se presentó en cancha alicaído, con una defensa de tensión baja que no supuso ningún problema para el equipo blanco. Tavares imponía su ley dentro de la zona, como era de esperar, mientras que Yabusele y Causeur (19 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) abrían la pista con su acierto en el tiro exterior. Pocas noticias positivas podía encontrar el Fuenla, que también arrastraba en ataque sus miserias en facetas defensivas. Muy plácido se presentaba el panorama para el Madrid, que acumulaba un acierto casi pleno, como muestra el 11/13 en tiros de campo con el que comenzó el partido (20-34, min 10). No se vio nada esperanzador en el conjunto local hasta la aparición en pista de Ristic. Sorprendió su puesta en escena, deslumbrando con un inesperado acierto en el tiro de tres que levantó lentamente a Fuenlabrada. No es un pívot que destaque por una mano portentosa, pero aprovechó que los pívots madridistas no salían a defender fuera para asemejarse a un fino tirador. En un principio parecía la típica actuación individual que destaca sobre el tono gris de un equipo lánguido y entregado, pero con el paso de los minutos quedó de manifiesto que tendría mucho mayor impacto en el encuentro. Sobre todo porque el juego del Madrid decayó sensiblemente en un segundo cuarto flojo en el que le complicó la existencia la mejoría defensiva que ofrecieron los hombres de banquillo de Fuenlabrada. Laso, que había dado unos minutos a Núñez, sustituyó al chaval cuando se empezaba a difuminar la calma vida hasta entonces y le dio la dirección a Llull. No fue de ninguna ayuda, pues el juego madridista se espesó aún más y tampoco sirvió como solución un Poirier obcecado y que acumulaba errores cerca del aro.
Lo extraño es que Laso no intervino. Ni movía el banquillo ni pedía tiempo muerto ante la irrefrenable remontada de los locales, aupados por un Ristic infalible en el triple y que pareció el mismo Nowitzki a la defensa del Madrid. No fue el único problema, ya que también despertó Emegano para culminar la remontada. Entre ambos sumaban más del 60% de los puntos anotados por el Fuenla en la primera mitad, suficiente para cambiar el signo del partido. Hasta que no se puso por delante el equipo de Raventós (43-41, min 16) no paró el partido Laso, que estuvo demasiado a la expectativa. Dejó crecer a los locales y ya no hubo forma de sacarlos del partido. Es el riesgo que se corre cuando se da rienda suelta a un equipo con moral. Pese a que Heurtel (12 puntos, 9 asistencias, 22 de valoración) se dejó notar con un par de triples, Fuenlabrada llegó por delante al descanso. Se sentía cómodo en el intercambio de canastas y había arreglado la galbana defensiva del primer cuarto, por lo que Raventós continuó con el mismo quinteto. Premio para los Samar, Bagayoko o Chema González por su buen trabajo. El intermedio no sirvió para atemperar a un Madrid que no encontraba la continuidad. El equipo blanco estaba a rebufo de un rival pletórico de moral que disfrutaba sobre la cancha, que gozaba con la electricidad que aportaba Novak, que entraba en éxtasis con cada acierto de Ristic (25 puntos, 5 rebotes, 27 de valoración), que ganaba cada balón dividido y se llevaba la pelea por el rebote. El acierto exterior de Abalde (15 puntos) evitaba que el Madrid se precipitara hacia el descalabro (65-57, min 28), pero no le restaba demasiado margen para la reacción. Llegó cuando apretó las tuercas en defensa en el último cuarto, que comenzó con un 0-6 que puso por delante a los de Laso y forzó el tiempo muerto local.
El Real Madrid había reconducido la situación, pero no acabaron sus problemas. Acto seguido, a Tavares le señalan su segunda técnica y quedaba fuera del partido. No le hizo ninguna gracia a su entrenador, que se lo reprocharía en la rueda de prensa, pero el Madrid encontró otros recursos, a dos jugadores con ganas de redimirse de una mala primera parte. Llull se sacó de la manga dos triples estilo mandarina, a la vez que Poirier (11 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) fue determinante cuando recibía en la zona. Aunque Ristic continuaba como amenaza, ahora aprovechando los balones sueltos en la pintura, la mejoría defensiva madridista era evidente y parecía el factor determinante en los minutos finales (78-84, min 37). No fue así, puesto que Fuenlabrada tenía un as guardado. Emegano (27 puntos, 5 rebotes, 25 de valoración) acaparó la responsabilidad en la recta final e igualó el marcador a 85 tras anotar siete puntos consecutivos, incluido un triple lejano que llevó el delirio al Pabellón Fernando Martín. El Real Madrid tendría que buscar el triunfo en la última posesión, el terreno donde Llull ha cimentado su leyenda. La jugada estaba diseñada para él, que penetró hacia canasta buscando la bandeja. Es lo que parecía, pero cambió de planes y sacó el balón hacia la línea de tres, donde recibió Heurtel completamente solo. No le tembló el pulso al base francés para anotar y sumarse a la amplia lista de jugadores que anotaron un tiro decisivo en la última jugada con Laso en el banquillo. Un puñal que salvó la mañana del Real Madrid, complicada por un rival que jugó por encima de lo ofrecido esta campaña.
Bilbao Basket 80 – Obradoiro 76: Los nervios son evidentes por Bilbao por la delicada situación clasificatoria del conjunto de Mumbrú, aunque resta más de dos tercios de Liga Regular por delante. No ayudó a calmar la situación el flojo comienzo de Bilbao Basket ante Obradoiro, a merced de un Kassius Robertson que hizo estragos durante los primeros minutos. El 2-11 de inicio obligó al técnico local a pedir tiempo muerto, no están las cosas para recurrir en exceso a la paciencia. El parón sirvió para que Los Hombres de Negro recobraran la seriedad en defensa y metieran de lleno el partido en una escenario más espeso y trabado que le sirvió para recortar la desventaja paulatinamente. Sin embargo, la remontada se fue al traste con un inicio fabuloso de segundo cuarto de Filipovity, protagonista en exclusiva de un parcial de 0-7 que puso la máxima diferencia favorable a Obradoiro (12-23, min 11). No fue el único problema que se le presentaba a Bilbao Basket, pues el equipo compostelano dominaba el rebote ofensivo y Birutis (16 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) no le hacía ascos a encontrarse segundas oportunidades cerca del aro. Los locales aguantaron el tipo a duras penas, bregando en la zona contraria como tabla de salvación, pero este empeño les sirvió para mantenerse a flote hasta que Hakanson entró en racha en la parte final del segundo cuarto. En pocos minutos anotó once puntos que le valieron a Bilbao Basket para llegar al descanso con ventaja (36-34, min 20), una quimera tal como estaba transcurriendo el choque poco antes.
El partido entraba en una dimensión diferente en la segunda mitad, donde había que trabajar a conciencia para seguir sumando. Se impuso la alternancia en el marcador, sin posibilidad de que alguno de los dos equipo marcara territorio. Aunque Bilbao Basket sumaba con frecuencia en cada pérdida rival, Okouo (14 puntos, 9 rebotes, 3 tapones, 24 de valoración) tomó protagonismo en el juego interior para devolver una ligera ventaja a Obradoiro con su amplio dominio en ambas zonas, tanto anotando como despachando con un tapón a quien se acercaba al aro propio. A todo esto, Hakanson (21 puntos, 3 asistencias, 21 de valoración) continuaba en plena racha anotadora y firmaba su mejor partido como jugador del club bilbaíno. Una igualdad que se alargó hasta iniciado el último cuarto, cuando los palmeos de Ángel Delgado concedieron a Bilbao Basket una ventaja discreta, pero que sabía a gloria tal como transcurría el partido. A su vez, la defensa local tuvo buena parte de responsabilidad de que esa renta se consolidara y despejara el camino hacia el triunfo (73-65, min 37). Pese a que Robertson (18 puntos) volvió a sacar a relucir su muñeca y mantuvo con vida a Obradoiro en los últimos minutos , un triple de Bigote a 27 segundos del final significó la sentencia y un soplo de aire fresco que saca a Los Hombres de Negro de la zona de descenso.
Betis 72 – CB Canarias 81: Mucha comodidad para CB Canarias desde el salto inicial, atacando con el buen criterio habitual que se transformaba en un acierto considerable en el tiro exterior. El buen inicio de Salin puso rápidamente una ventaja suculenta para el equipo aurinegro (3-13, min 4), mientras el Betis no se mostraba nada fino ni clarividente en su juego ofensivo. El tiempo muerto solicitado por Joan Plaza permitió que los verdiblancos encontraran el acierto perdido y su ataque tuviera mayor solidez, pero no le dio para más que un intercambio de canastas estéril. Es más, CB Canarias amplió su ventaja desde el dominio en el rebote ofensivo y en el juego interior. El recién llegado Pasecniks no fue obstáculo para los pívots visitantes ni tampoco se cuidó de cometer personales. El partido iba camino de decantarse muy pronto (12-30, min 12) ante el sufrimiento que encontraba el Betis para anotar. Un par de triples le sacaron del atasco momentáneamente, pero la aportación de los hombres altos le bastaba al conjunto lagunero para mantener una renta muy cómoda hasta el descanso. Necesitaba un cambio radical el equipo bético, que saldría más agresivo en defensa en el tercer cuarto, cerrando bien la zona para robar el balón. También mejoró sus prestaciones en el tiro exterior, lo que le permitió reducir la desventaja por debajo de los diez puntos, pero CB Canarias no se puso nervioso y reaccionó moviendo el balón con paciencia hasta encontrar buenos tiros desde la línea de tres.
Cómo no, en el equipo lagunero fueron ganando protagonismo sus bases. Fitipaldo (22 puntos, 6 asistencias, 3 robos, 29 de valoración) anotó nueve puntos consecutivos en plena racha anotadora del equipo aurinegro en el tiro exterior. El acierto del base parecía el arma definitiva para decantar el partido (49-64, min 30), pero los visitantes estuvieron a punto de meterse en un lío en el último cuarto. El intento a la desesperada del Betis, con una fuerte presión en defensa, sumió a CB Canarias en una fase de desatino que le llevó a perder el control del encuentro. Sin esperarlo, los verdiblancos se metían de lleno en el partido con un parcial de 14-2, pero sus ilusiones duraron lo que quiso Marcelinho Huertas. Como de costumbre, se echó a su equipo a la espalda y sacó a los de Vidorreta del atasco con un par de canastas providenciales y las asistencias marca de la casa a los jugadores interiores. Un poco de magia del base brasileño y asunto arreglado. Frustrante para Joan Plaza, que acabó expulsado tras recibir la segunda técnica en los instantes finales. De nuevo los bases fueron la clave de un triunfo de CB Canarias, un argumento muy repetido.
Barça 79 – Valencia Basket 87: La plaga de lesiones que asola a Valencia Basket (Tobey, Claver, Hermansson, Dimitrijevic, Labeyrie) pintaba un panorama muy similar al del estreno oficial de la temporada en la Supercopa, donde poco pudo hacer con un equipo mermado ante el campeón de Liga y Copa. Joan Peñarroya solo contaba con ocho jugadores del primer equipo y tuvo que completar la convocatoria con cuatro canteranos, una situación precaria para presentarse en el Palau Blaugrana. No salió intimidado el equipo taronja, pero su dominio inicial fue rápidamente atajado por Mirotic (22 puntos, 2 rebotes, 22 de valoración), que anotó diez de los primeros doce puntos del Barça. Los azulgranas habían tomado ventaja aprovechando tres balones perdidos de su rival, pero Valencia Basket no estaba dispuesto a pasar como presa fácil. Dos triples consecutivos le devolvieron la delantera, a la vez que una buena actitud defensiva permitió robar balones a un contrario que dependió demasiado de La perla de Montenegro. Por otro lado, Peñarroya no se amilanó en dar cancha a los jóvenes, consciente de que no podía cargar en exceso de minutos a sus hombres importantes si quería tener alguna opción. En un primer momento, el Barça aprovechó su bisoñez para robar balones a los chavales, pero pronto apareció Rivero como el foco sobre el que se centró el ataque visitante. El ala-pívot cubano llegó a estar rodeado por cuatro canteranos en el quinteto, pero todos tuvieron claro que había que buscarle en la zona. Y con razón, puesto que dominó con autoridad el juego cerca del aro.
Al Barça se le estaba atragantando un partido que no presentaba tantas complicaciones ante un rival limitado por las lesiones, pero lo cierto es que no estaba cómodo y no encontraba espacio en una zona bien cerrada. Sin embargo, Valencia Basket perdió ligeramente el rumbo en la parte final del segundo cuarto. Por un lado, los fallos en el tiro libre y el bajo porcentaje en el tiro de tres frenaron la producción ofensiva. Por otro, un arbitraje casero produjo la frustración en las filas del equipo valenciano, que recibía técnicas con facilidad a cada muestra de incredulidad ante faltas dudosas o que no lo parecían. Es raro un partido sin que Peñarroya reciba una, pero los jóvenes pagaron el pato como blancos fáciles. Los tiros libres fueron suficiente para que el Barça se fuera por delante al descanso (38-35, min 20), como paso previo al amago de escapada al inicio del tercer cuarto. Laprovittola aprovechó los despistes rivales en defensa y, aunque Dubljevic empezaba a aportar bajo el aro tras una primera parte en blanco, el acierto en el triple del Barça empezaba a abrir brecha (54-47, min 25). Peñarroya solicitó tiempo muerto para evitar una escapada preocupante y tomó decisiones de inmediata. Situó como base a Prepelic, un desastre hasta entonces, y consiguió que el esloveno se entonara. Al mismo tiempo, López-Aróstegui (17 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) disfrutó de un acierto espectacular en el perímetro, sin privarse de anotar, aunque tuviera la mano del defensor encima. 2-13 de parcial tras el parón del técnico visitante, pero esta reacción quedó oscurecida por tres balones perdidos que le dieron la oportunidad al Barça de igualar el marcador al final del tercer cuarto.
Un pequeño contratiempo, pero que no frenó la determinación de un Valencia Basket que creía firmemente que la victoria era posible por muchos problemas que afrontara. Ejecutó una defensa de manual en el último cuarto, colapsando la zona y forzando tiros complicados de Jokubaitis, siempre más cómodo penetrando a canasta que lanzando. Además, en ataque tuvo la misma efectividad de cara al aro, ampliando la diferencia para pasmo de la afición azulgrana. Dos triples seguidos de Dubljevic (15 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 19 de valoración) ampliaron el parcial hasta 2-17, quedando de manifiesto que la amenaza iba muy en serio (65-77, min 35). En bonus con seis minutos por jugarse, con solo dos puntos anotados en cinco minutos, al Barça se le presentaba un panorama muy complicado. Buscó a Davies (12 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 21 de valoración) como recurso, se echó en brazos de la visión de Calathes (12 puntos, 7 asistencias, 4 rebotes, 17 de valoración), pero la respuesta siempre llegaba cuando Rivero (18 puntos, 7 rebotes, 25 de valoración) recibía bajo el aro. Una pesadilla, un muro infranqueable contra el que se chocó el juego interior del Barça. Tampoco valió que la presión provocara que Valencia Basket perdiera el balón. No entraron los triples importantes y ahora el equipo valenciano sí estaba certero en el tiro libre en los segundos finales, por lo que éste pudo disfrutar de un triunfo muy merecido. Había roto la imbatibilidad del Barça con una lección de orgullo y mentalidad ganadora.
Manresa 86 – Breogán 75: El positivo por coronavirus detectado en la plantilla de Breogán (sólo dispuso de diez jugadores en el Nou Congost) revive fantasmas pasados, de una realidad condicionada por el desarrollo de la enfermedad que se niega a replegarse. Un serio impedimento que no impidió la disputa del partido y tampoco pareció afectar en un primer momento al equipo lucense, que mantuvo el partido apretado mientras Mahalbasic (17 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) aparecía por la zona para anotar con comodidad durante buena parte del primer cuarto. Los problemas comenzaron cuando el pívot se marchó al banquillo a tomar su primer respiro. El 9-0 de parcial que logró Manresa hasta el final de periodo comenzó a cimentar la escapada del conjunto de Pedro Martínez y que no se detuvo cuando regresó a pista el pívot austriaco. Los locales ya iban lanzados al ritmo que marcaba Dani Pérez, que se hinchó a repartir asistencias a los pívots durante todo el segundo cuarto. Tampoco la zona 2-3 planteada por Paco Olmos sirvió de mucho, ya que Manresa la destrozó sin contemplaciones desde la línea de tres. El partido estaba listo para romperse en mil pedazos (40-22, min 16) por mucho que los triples anotados por Kalinoski redujeran daños levemente antes del descanso. El dominio local se amplió aún más en el tercer cuarto cuando Manresa superó los veinte puntos de ventaja.
Entre Moneke (15 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) y Thomasson se encargaron de hacer años el encuentro definitivamente, sin piedad sobre un rival abocado al hundimiento, preso de las limitaciones en las que le sumió el maldito brote (63-38, min 26), pero Breogán tiró de orgullo para evitar que le partieran la cara de esta manera. De nuevo, Kalinoski (16 puntos, 5 rebotes, 4 robos) alzó la bandera de la resistencia desesperada. Era el único que anotaba con fluidez, pero se bastó solito para comenzar la reacción en la parte final del tercer periodo. Poco a poco se fueron sumando efectivos. Iván Cruz dejó su sello al atacar el rebote ofensivo y Mahalbasic volvió a resultar útil dentro de la zona, aunque con menos frecuencia que en el primer cuarto. Un parcial de 3-18 levantó los ánimos de Breogán, que había encontrado en los últimos diez minutos la manera de ajustar su defensa, a excepción de un detalle que arruinaría toda opción de meterse en el partido. Bako (17 puntos, 3 rebotes, 19 de valoración) escapó a su control y acabó arruinando cualquier leve opción de remontada con un mate detrás de otro. Siempre le encontraron y nunca perdonó cuando nada se oponía a su camino hacia el aro. Un recurso eficaz para asegurar la tranquilidad y un triunfo valioso ante un rival directo por entrar en la Copa.
El Real Madrid atrapa al Barça en la clasificación y ambos comparten el liderato con 9-1, a una distancia prudencia de CB Canarias y Gran Canaria, ambos con 7-3. Manresa (6-4) marca el corte de la Copa, como último componente del cuarteto que persigue a los equipos canarias. En la zona de descenso aparecen, con 2-8, Fuenlabrada y Betis.
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