El pasado fin de semana se celebró Halloween, la celebración de la noche del 31 de octubre que tanto han popularizado el cine y las series de TV estadounidenses y que ya se ha asimilado como otra razón más para organizar una fiesta en España. Para Baskonia, sin embargo, no fue ningún motivo para la celebración, ya que solo conoció el lado terrorífico y tenebroso que motiva esta festividad. Fue una semana para olvido, marcada por las duras derrotas que siempre tuvieron las mismas características: falta de intensidad, juego lento, colapsos ofensivos que desencadenaban parciales muy abultados en contra. Las duras derrotas sufridas en tierras rusas ante Unics Kazan y Zenit dejaron al aire todas las carencias de la plantilla. Costello y Enoch están comprobando que la exigencia en un equipo de Euroliga es muy diferente a la de Gran Canaria y Obradoiro. Marinkovic, ni siquiera muestra su cara irregular de Valencia y está bajo sospecha. Nnoko tiene el perfil de Jekiri, pero no su nivel. Baldwin no es ni la sombra de uno de los máximos anotadores de la Euroliga la pasada temporada, ni como escolta se siente más liberado. Sólo Granger está a la altura de las expectativas con cierta regularidad y no basta ante un rival como el Real Madrid, que no necesitó su mejor versión para despachar al equipo vitoriano con estruendo como colofón a una semana de pesadilla. Las cinco derrotas en los últimos seis partidos en Liga ACB y la titubeante marcha en Europa ponen a prueba la paciencia de Josean Querejeta, que no es de los que espera mucho para tomar decisiones importantes.
Obradoiro 81 – CB Canarias 84: Toda una tormenta se desató en el Fontes do Sar por parte del perímetro de Obradoiro, que hizo añicos durante quince minutos a la defensa de CB Canarias. Los cinco triples que anotó en el primer cuarto fueron un serio aviso para un rival atascado. Wiltjer, autor de los primeros siete puntos el equipo aurinegro, representaba la única amenaza de un conjunto romo y que pasó muchos apuros para anotar durante el periodo inicial. Aunque Fitipaldo se ofreció como solución al atasco al comienzo del segundo cuarto, el bombardeo del Obra desde la línea de tres no perdió ni un ápice de eficacia, hasta el punto de que el partido pudo quedar roto cuando el descanso aún no se vislumbraba a lo lejos (35-17, min 15). Vidorreta echó mano nuevamente de Wiltjer (20 puntos, 5 rebotes, 20 de valoración), que nada más volver a pista anotó un triple que supuso un revulsivo para CB Canarias, en especial para un Marcelinho Huertas que encontró la inspiración, mediado el segundo periodo. Con dos bases en pista, el faro del equipo lagunero empezó a repartir juego con su maestría habitual y los visitantes regresaron al partido tras un parcial de 0-12. Habían salvado los muebles, aunque aún les llevó tiempo cambiar radicalmente la dinámica del choque. Obradoiro aprovechaba cada error rival para estirar su ventaja a un margen cómodo, sobre todo buscando a Birutis (15 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) dentro de la zona.
Los hombres altos de Obradoiro crearon muchos problemas durante el tercer cuarto, pero los problemas de personales del pívot lituano supusieron un bálsamo para CB Canarias, que resistió a su irregularidad y los arreones rivales para llevar con vida al último periodo. Para entonces, Huertas (17 puntos, 4 asistencias, 16 de valoración) volvió a hacerse con la manija del encuentro, que se igualó peligrosamente para los intereses del equipo de Moncho Fernández. La conexión de Huertas con Gamble (14 puntos, 10 rebotes, 22 de valoración) tuvo el mismo resultado que la que el propio base forma con Shermadini habitualmente y deja claro que el brasileño es un lujo para cualquier pívot. Por si fuera poco, la quinta falta de Birutis a cinco minutos del final privaba a los locales de su principal referencia en el juego interior, una baja muy acusada y que no dudó en castigar Huertas penetrando hacia canasta sin oposición. Sus acciones individuales pusieron por delante por primera vez al conjunto aurinegro y metieron en un serio apuro a Obradoiro (73-77, min 37), que aguantó como pudo gracias a la inestimable aportación en la pintura de Ellenson (17 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración), una garantía un partido más. El salvavidas al que agarrarse mientras CB Canarias desperdiciaba ocasiones para decantar el partido. Uno de los pocos errores de Huertas, un balón perdido en el centro del campo permitió a los locales igualar a 81 en un contraataque finalizado por una bandeja de Zurbriggen. Aún le quedaba una posesión a los de Vidorreta, que diseñó en el último tiempo muerto la jugada definitiva. CB Canarias movió el balón más allá del 6’75 con un objetivo claro: que le llegara el balón a Wiltjer. Desde la esquina, el ala-pívot anotó en el último segundo el triple que decidía el partido y ponía la guinda a un partido muy brillante. Un golpe maestro que afianza definitivamente al equipo aurinegro en la parte noble de la clasificación.
Andorra 83 – Unicaja 74: El acierto inicial de Andorra en el tiro exterior fue enjugado rápidamente por el buen criterio de Norris Cole para procurar tiros cómodos a sus compañeros, pero Unicaja estropeó esta reacción al entrar en una dinámica de balones perdidos y despistes en defensa que le sumieron en el desconcierto. Los locales continuaron anotando desde fuera y endosaron un parcial de 13-2 que empezaba a complicar el encuentro al equipo malagueño (20-13, min 8), aunque éste mejoró defensivamente en el segundo cuarto e igualó de nuevo el marcador cuando dejó de perder balones e imprimió mayor velocidad a su juego ofensivo. De todos modos, el tiro exterior local continuó funcionando y Andorra mantuvo el mando prácticamente hasta el último segundo, cuando una bandeja de Norris Cole puso con ventaja a los hombres de Katsikaris al final de la primera mitad (38-39, min 20). Pese al dominio evidente de Andorra, Unicaja había conseguido salir airoso en los primeros veinte minutos, pero no mejoraría sus prestaciones tras el descanso. Es más, cuando Hannah (13 puntos, 5 asistencias, 17 de valoración) empezó a hacer de las suyas el desplome del equipo malagueño fue completo.
Unicaja acabó a merced del base, que se apropió del partido e influyó en todos los apartados del encuentro: defendió, dio una alta velocidad al juego de Andorra, anotó como de costumbre. Otra demostración de talento que se llevó por delante a Unicaja, impotente para frenar el frenético juego de Andorra, la clarividencia de Hannah o el derroche físico de Olumuyiwa (12 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) bajo aros. El parcial de 19-0 supuso un punto de inflexión definitivo para el destino del encuentro (58-42, min 27). Aunque Unicaja logró reducir sensiblemente la desventaja en el último cuarto peleando dentro de la zona y aprovechando las acciones individuales de Barreiro o la pillería de Alberto Díaz, lo cierto es que no le dio para más que hacer la goma sin inquietar en exceso a un rival que solo tuvo que mantener la calma, ya con Miller-McIntyre a los mandos, y esperar a los errores visitantes para decantar el encuentro. Unicaja sigue sin encontrar la regularidad y empieza a complicarse su presencia en la Copa.
Gran Canaria 79 – Basket Zaragoza 76: La victoria ante el Real Madrid ha dado tanto confianza que Gran Canaria se ha olvidado de sus habituales inicios con la guardia baja. Dos triples de Shurna dieron comienzo al dominio del conjunto amarillo y precedieron al recital de pases de fantasía con el que Albicy obsequió al Gran Canaria Arena durante el primer cuarto. De todos modos, Basket Zaragoza supo aguantar el chaparrón que le cayó encima desde el salto inicial y no dejó que los locales tomaran una ventaja de la que preocuparse. Ya fuera jugando con Hlinason en el poste bajo o los cortes por la zona de Waczysnki, el equipo maño frenó el buen arranque rival, pero los hombres de Porfi Fisac no perdieron la calma ante la remontada visitante. Ennis entró al partido con la muñeca caliente, aunque no sería el protagonista del implacable dominio que impondría Gran Canaria en la pintura. Todo pívot que estuviera en pista hacía un roto en la zona, sobre todo cuando Hlinason no estaba en cancha. Stevic comenzó con el festival del juego interior local al comienzo del segundo cuarto, aunque la principal amenaza la representó un Pustovyi que imponía su ley cada vez que pisaba la zona. Todo ello con Albicy dirigiendo con maestría a toda la orquesta amarilla, que movía el balón a una velocidad de vértigo y se encaminaba a destrozar el encuentro al descanso (50-33, min 19). Por si fuera poco, apareció el que faltaba tras el intermedio. Slaughter, que pasó de puntillas por la primera mitad, anotó dos triples nada más comenzar el tercer cuarto y mantenía a raya a un contrincante al que no le servía de nada el intercambio de canastas en el que entró el choque.
Para lo máximo que le dio a Basket Zaragoza fue para bajar de los diez puntos durante un breve instante, pero pocas alegrías permitió el tiro exterior de Gran Canaria, muy inspirado durante el tercer periodo. Ni las entradas a canasta de San Miguel y Waczynski (17 puntos) ni algún triple puntual servían para encontrar un resquicio en un rival muy sólido, pero al partido le esperaba un cambio radical ya iniciado el último cuarto. Con el joven Javi García a los mandos, Basket Zaragoza sorprendió con un acierto destacable en el perímetro. En apenas cinco minutos, el tiempo que Gran Canaria se desconectó del partido, llegó un parcial de 1-16 que le dio al encuentro una emoción completamente inesperada (68-67, min 33). Se le había complicado el partido a los de Porfi Fisac, que no tuvieron otro remedio que ponerse el mono de trabajo y ensuciarse para que no se le escapara un duelo que tuvo bajo control. En un escenario más trabado y farragoso el conjunto amarillo logró tomar aire, pero ya no hubo forma de sacar del encuentro a un equipo maño que resistió hasta el final. Escenario incierto que acabó resolviendo Albicy (9 puntos, 5 asistencias, 3 robos, 20 de valoración). Una entrada a canasta del base francés puso tres arriba a Gran Canaria, una acción que supuso un alivio pero sin comparación con lo que aportó defensivamente en el último minuto. Tocó tres balones que neutralizaron el último intento de Basket Zaragoza por forzar la prórroga. Una actuación formidable de Albicy, que no rehuyó la faceta más laboriosa para sellar otro triunfo grancanario.
Joventut 82 – Burgos 65: Los dos equipos tardaron unos minutos en carburar y dejar atrás un comienzo de partido con un acierto casi nulo. Joventut salió de una dinámica tan errática con un par de triples, pero la ventaja conseguida se esfumó cuando Burgos aplicó una gran agresividad para atacar el rebote ofensivo. Tanto Salash como Kravic (10 puntos, 12 rebotes, 19 de valoración) cargaron con ferocidad en busca de las segundas oportunidades, el principal arma que permitió a los visitantes tomar la delantera (14-18, min 9), pero este argumento ya no tuvo validez en el segundo cuarto. Cuando Joventut cerró mejor el rebote no tuvo problemas para hacerse con el control del partido, primero desde el tiro exterior y después conectando con Tomic (17 puntos, 8 rebotes, 23 de valoración), que con sus movimientos de pies volvió loco a Zack en la zona. El parcial de 13-2 supuso el comienzo del despegue verdinegro. Burgos solo era capaz de anotar desde la línea de tres, había desaparecido toda presencia en el juego interior. El dominio de los hombres de Carles Durán se acrecentó tras el descanso (39-32, min 20), una vez que los pívots ganaron la partida definitivamente. Tanto Willis como Brodziansky hicieron estragos cerca del aro en el tercer cuarto, aunque el primero alternó su poderío físico con la efectividad en el perímetro. Ambos elevaron la ventaja por encima de los diez puntos, aunque el tiro exterior mantenía con vida a Burgos. Ocho puntos consecutivos de Dani Díez acercaron a los visitantes, pero no llegaron a inquietar seriamente a la Penya. Ya fuera en una transición tras robo de balón o algún triple puntual, Joventut volvía a alcanzar una renta cómoda que asentó con dos triples más al inicio del último cuarto (67-53, min 32). Nada pudo hacer un rival impotente, sin consistencia en ataque y que acabó arrodillado ante un conjunto verdinegro que se dedicó los últimos minutos a enfriar el encuentro y a sacar fruto de los balones que llegaban dentro en los últimos segundos de posesión. Un triunfo solvente, de equipo maduro, que sitúa a la Penya en la zona noble de la clasificación.
Barça 79 – Fuenlabrada 69: Otro partido más el Barça comenzó con acierto y determinación para dominar con solvencia los primeros minutos. El acierto de Mirotic y Higgins en las primeras acciones fue suficiente para controlar el arranque de encuentro, pero los errores en el triple dieron aire a Fuenlabrada para sacudirse el dominio azulgrana y dar la vuelta al marcador partiendo de la velocidad y las acciones espectaculares de Kyle Alexander (13 puntos, 10 rebotes, 24 de valoración), que dedicó varios mates que seguro que aparecerán en la lista de las mejores jugadas de la semana. El 2-11 de parcial que adelantó a los visitantes motivó que Jasikevicius moviera el banquillo, desde el que habitualmente aparece Kuric (12 puntos, 3 rebotes, 15 de valoración) como solución. Otro día como revulsivo, apareciendo con la muñeca caliente para solventar cualquier duda en ataque. Sin embargo, sus nueve puntos consecutivos no fueron suficiente para frenar a Fuenlabrada, que contestó con dos triples consecutivos de Novak. Si la mecánica de tiro de Shurna es extraña, la del base serbio es para nota, aunque en ocasiones resulta efectiva. El Barça, por otro lado, no terminaba de carburar. Le costaba anotar y acusaba la ausencia de Calathes, al que se le dio un descanso tras la agotadora doble jornada europea. No le encontraba el truco a un rival agresivo que se llevaba todos los balones sueltos por la pista (28-34, min 17) y no vio la solución hasta que igualó su intensidad defensiva.
Fuente: fuenlabradanoticias.com
Cuando los azulgranas apretaron atrás cambió el partido. Forzaron malos tiros y consiguieron nivelar el choque antes del descanso, aunque el Fuenla aún resistiría hasta bien entrado el tercer cuarto con los triples de Cheatham. La temporada pasada estuvo muy cerca de asaltar el Palau Blaugrana, donde nunca ha vencido, y se volvía a presentar como un rival indigesto, pero no pudo sortear eternamente una defensa que fue inexpugnable durante la segunda mitad. La proliferación de tiros incómodos, mal lanzados, hundió progresivamente al conjunto del sur de Madrid, que ya no podía resistir ni la agresividad ni los triples que llegaban del Barça. Además, Jokubaitis firmó un último cuarto brillante y rompió la defensa visitante con sus acciones individuales. No le hizo falta más al Barça que esfuerzo, en no conceder nada atrás y controlar el rebote de forma inapelable. Fuenlabrada se hundió ante el despliegue físico azulgrana y sólo fue capaz de anotar dos puntos en los primeros seis minutos del periodo final (71-52, min 35). El desplome exasperó a Raventós, que acabó soltando algún que otro exabrupto en un tiempo muerto para encender los ánimos de sus jugadores. Lo cierto es que consiguió que sacaran orgullo en los últimos minutos y bregaran con acierto en la zona, dejando en evidencia que las lesiones dejaron fuera de forma a Sanli. Una reacción que maquilló la derrota, aunque no inquietó a un líder que se mantiene invicto.
Valencia Basket 81 – Betis 84: El acierto en el perímetro permitió al Betis dominar ligeramente el marcador durante buena parte del primer cuarto, aunque Valencia Basket recurrió al juego interior para mantener la situación bajo control. Tanto Rivero como Dubljevic (11 puntos, 7 rebotes, 18 de valoración) anotaron con comodidad cerca del aro y consiguieron que el encuentro permaneciera igualado hasta que un parcial de 12-2 puso por delante al conjunto de Peñarroya, que empezó a tomar distancia por simple inercia (24-17, min 12). El Betis cayó en sus vicios de costumbre, en la falta de juego colectivo que le acompaña habitualmente y le convierte en un equipo inconsistente. Además, a su rival le bastaba con la facilidad anotadora de Hermansson (16 puntos, 4 robos, 3 asistencias, 16 de valoración), que atraviesa su mejor momento de forma desde que llegó el año pasado a Valencia. Sin embargo, el tiró exterior le valió a los verdiblancos para salir indemnes y no perder comba, a la espera de que llegara un resquicio en Valencia Basket. Apareció cuando los locales entraron en una fase de imprecisión y perdieron más balones de la cuenta, lo que le sirvió al conjunto bético para recuperar la delantera tanto al contraataque como surtiendo de balones a Todorovic (17 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 24 de valoración) cerca del aro. Una canasta de cinco metros de López-Aróstegui le dio una mínima ventaja al equipo taronja al descanso (41-39, min 20), pero éste no encontraría una situación más favorable en la segunda mitad. Todo lo contrario, pues el juego exterior del Betis significó toda una pesadilla.
A los béticos les entraba todo desde fuera; sobre todo a Burjanadze, que gozó de un acierto casi pleno desde la línea de tres. Una amenaza inesperada, ya que no se trata de un especialista en el triple, pero el georgiano se asemejó a un fino tirador en la Fonteta. Por mucho que Pradilla fuera productivo dentro de la zona y Prepelic (21 puntos, 4 asistencias, 3 robos, 29 de valoración, MVP de la jornada), que regresaba a la cancha en Liga ACB, rompiera la defensa rival con facilidad, la efectividad del tiro exterior rival imposibilitaba cualquier intento de escapada y puso por delante a los béticos en el último cuarto. Por el contrario, Valencia Basket no tenía el día en la línea de tres y sus problemas para anotar desde fuera se convirtieron en todo un problema en los minutos finales. El sexto triple de Burjanadze (18 puntos con 6/7 en triples, 3 rebotes, 19 de valoración) puso el encuentro en bandeja al Betis (75-84, min 37), aunque le faltó colmillo para rematarlo. No fue capaz de anotar en los últimos tres minutos y acabó complicándose la vida, ya que su rival dispuso de la última posesión para forzar la prórroga, pero el tiro final de Hermansson fue forzado y ni siquiera encontró el aro visitante. Un triunfo balsámico e inesperado para el Betis que supone una dosis de oxígeno para Joan Plaza, ya cuestionado en el banquillo. Invicto a domicilio, sin conocer la victoria en casa, la situación de Valencia Basket es, cuanto menos, curiosa.
Breogán 94 – UCAM Murcia 89: Otra costumbre en este comienzo de temporada es que Breogán arranque sus partidos con fuerza y domine con solvencia el inicio del encuentro. UCAM Murcia ingresó en la lista de rivales sorprendidos por la puesta en escena del equipo de Paco Olmos y entró muy pronto en bonus, en apenas dos minutos y medio. Consiguió enloquecer el partido superados los primeros cinco minutos y recortó la desventaja a partir de una defensa más incisiva, más propia de su estilo particular, pero al conjunto murciano le faltó regularidad en ataque y volvió a atascarse en el juego trabado que se impuso al comienzo del segundo cuarto. Breogán sacó partido en la zona de este escenario de sudor y pelea (27-17, min 12) antes de que el choque se parara por problemas con los relojes de posesión. Una vez reanudado el juego, dos triples de Czerapowicz cambiaron la dinámica y sirvieron de base al parcial de 0-9 que puso por delante a los de Sito Alonso. A su vez, Jordan Davis (17 puntos, 4 asistencias, 3 robos, 17 de valoración) creó muchos problemas con sus entradas a canasta, indefendibles para Breogán durante buena parte del partido. La alternancia se impuso en el marcador, aunque el equipo lucense acabó mejor la primera mitad y logró una renta apreciable tal como se desarrollaba el encuentro (43-37, min 20). Sin embargo, todo lo conseguido por los locales se esfumó en un inicio terrible de tercer cuarto plagado de balones perdidos. Hasta siete en apenas cuatro minutos, un disparate en la pista que sacó del partido a Breogán (48-50, min 24), pero volvería a él de una manera nada agradable tras una dura acción de Rojas sobre Bell-Haynes, al que golpeó en el rostro con su pierna en una maniobra temeraria. Otro caso más en el que el dominicano confunde la intensidad con una acción barriobajera y que generó una tangana en la que se vio envuelta hasta la mascota de Breogán. Alucinante.
La tensión creció aún más si cabe cuando Isaiah Taylor se encaró con la grada y los aficionados estuvieron a punto de enfrentarse al banquillo de UCAM Murcia, lo que motivó que los jugadores locales tuvieran que pedir calma a la hinchada. Una situación muy desagradable que se despachó con la expulsión de Sadiel Rojas, un sospechoso habitual tan apreciado por la afición murciana como vituperado por los rivales. Todo el enfrentamiento enardeció a los locales, que liderados por Musa (22 puntos, 5 asistencias) endosaron un parcial de 12-2 que supuso un punto de inflexión. Aunque el conjunto murciano reaccionó buscando a Lima (13 puntos, 7 rebotes, 20 de valoración) en la zona y Vasileiadis se sacara de la manga un triple desde su propio campo, Breogán no perdió el control del partido. Como lleva ocurriendo varias jornadas, Kalinoski apareció en el último cuarto para encarrilar el triunfo de su equipo (82-72, min 35), apoyado por un Musa que volvió a ser importantísimo pese a fallar demasiados tiros libres. No le servía a los visitantes el intercambio de canastas que se impuso ni tampoco fue relevante que Vasileiadis se volviera a alinear con la fortuna en un triple contra tabla. No estuvieron demasiado finos en la línea de tiros libres y Bell-Haynes (15 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) pondría la rúbrica al triunfo de Breogán con una bandeja dentro del último minuto. Después de varios resultados desfavorables, el equipo de Paco Olmos se reencuentra con el triunfo ante una de las revelaciones de este inicio de campaña.
Baskonia 65 – Real Madrid 83: Tanto Baskonia como Real Madrid llegaban escocidos de sus derrotas en la reciente jornada europea; una sensación poco deseable para un partido con mucho nombre en la ACB, pero que llegó casi de puntillas. Las bajas de Williams-Goss y Alocén y el pésimo partido de Heurtel en Kazan llevaron a Laso a probar sin un base puro en el quinteto, con Abalde y Hanga compartiendo la dirección del equipo. No surtió mucho efecto, ya que el equipo blanco comenzó frío y tardó más de tres minutos en anotar sus primeros puntos. No le gustó al entrenador madridista el escaso criterio en ataque estático, pese a que Baskonia tampoco hacía daño y se enredaba en malos pases, y no tardó en contar con Heurtel. Con un base puro en pista el juego del Madrid fue mejorando paulatinamente, atacando el poste bajo como principal argumento para abrir diferencia sobre un rival fallón y sin mordiente. Yabusele amplió el parcial hasta un 3-17 al inicio del segundo cuarto e Ivanovic tenía razones de sobra para preocuparse (10-21, min 11). Baskonia no funcionaba como bloque y estaba falto de intensidad. Le costaba mucho anotar y todo llegaba de acciones personales, ya fuera por la fortaleza de Sedekerskis o el buen trabajo de Enoch en la zona. Recortó porque el Madrid abusó del triple, pero la sensación era que el equipo vitoriano sería incapaz de resistir un tirón en serio de su rival. Quedó pronto de manifiesto, cuando dos triples seguidos de Vukcevic desde la esquina agudizaron los males de Baskonia, inconsistente a ambos lados de la pista. Por si fuera poco, el Madrid ya había impuesto un dominio aplastante en el rebote ofensivo que le ofreció muchas segundas oportunidades. Si no fuera porque a Llull le dio por lanzar triples que no venían a cuento (un problema recurrente cuando juega de base), el partido podía haber quedado ventilado al descanso (26-39, min 20).
Fuente: meritocraciablanca.com
Tampoco al Madrid le inquietó que proliferaran los malos ataques en la reanudación, de nuevo sin un base en el quinteto. Bastaba con encontrar a Tavares (12 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración) cerca del aro para mantener lejos a un rival sin sangre, sin filo. Tan mal lo veía Ivanovic que recurrió a Giedraitis, aún renqueante, como revulsivo. Lo cierto es que todo continuaba a igual, a expensas de cualquier chispazo de talento individual que acababa frustrado por las pérdidas de balón. Además, Costello fue anulado por completo por Tavares, que le despachó con un tapón cada vez que se acercaba al aro. Extraña que no buscara el tiro de tres, como ocurría en su etapa en Gran Canaria. Tan negativa es la dinámica que los árbitros no se cortan en pitarle técnicas en el Buesa Arena, una quimera en época de vacas gordas. Un cóctel explosivo que tenía que estallar por fuerza y así ocurrió cuando el Madrid reventó el partido con un triple de Hanga (12 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) y otro de Yabusele. Fue el golpe definitivo para un rival hundido en la precipitación (38-63, min 30), vejado por un parcial de 1-14 que recordaba desastres recientes y despertó algunos pitos en la grada, cansada de la imagen de indolencia que se reflejaba en la apabullante superioridad de Poirier (12 puntos, 10 rebotes, 17 de valoración) en el rebote ofensivo. Sin realizar un partido brillante, el Madrid arrastró al fango a un Baskonia irreconocible y del que poco se podía salvar. Ivanovic indultó a Sedekerkis (11 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) con sus aplausos, reconociendo al único jugador que tuvo la intensidad que pedía el encuentro. Kurucs realizó un último cuarto notable cuando el daño ya estaba hecho, pero a los madridistas les bastó con el rebote ofensivo y los triples puntuales para situar la ventaja por encima de los veinte puntos nuevamente. Hubo minutos para Núñez, que anotó una bandeja para sumar sus primeros puntos en Liga ACB. El broche a un triunfo insospechadamente plácido que deja en evidencia el delicado momento por el que pasa Baskonia.
Manresa 87 – Bilbao Basket 79: El 7-2 de inicio que permitió a Manresa dominar los primeros minutos no fue suficiente para tener bajo control a un rival que se apoyó en una buena aportación colectiva para conseguir que el marcador continuara apretado, incluso con ligera ventaja para Bilbao Basket al final del primer cuarto. A los locales les costó poner tierra de por medio pese a que funcionaba el tiro exterior y esa velocidad en la circulación de balón tan característica del conjunto de Pedro Martínez. Cada estirón que trataba de dar Manresa era neutralizado por Los Hombres de Negro, que resistieron toda la primera mitad haciendo la goma. Goudelock se encargó, en primera instancia, de controlar el buen arranque local en el segundo cuarto y aunque los balones que le llegaban bajo el aro a Moneke (14 puntos, 8 rebotes, 16 de valoración) y Bako servían para que Manresa continuara por delante, ya se encargaban los exteriores o Ángel Delgado de evitar cualquier intento de escapada. No llegaría el primer intento serio de romper el partido hasta la segunda mitad, con varios ataques frenéticos que desbordaron a Bilbao Basket en apenas un par de minutos.
Dos triples consecutivos de Dani Pérez (18 puntos, 6 asistencias, 20 de valoración) obligaron a Mumbrú a pedir tiempo muerto para que la avalancha desatada no se llevara a su equipo por delante (56-42, min 22). Aunque frenó la caída, Manresa seguía muy cómodo sobre la cancha y mantenía su renta con el acierto de Valtonen. No llegó una reacción palpable hasta que Rousselle entró en ese estado de efervescencia que vuelve loco los partidos. El toque de distinción del base francés, aunque esta temporada apenas se ha visto ese juego alocado en su versión positiva. Todo el ataque de Bilbao Basket pasó por las manos de Rousselle, que metió a su equipo en el partido aplicando con toda efectividad su propio sistema personal e intransferible (69-67, min 33). El intercambio de canastas que se impuso mediado el último cuarto aventuraba un final muy apretado, pero Manresa gozó de un acierto desmedido en el tiro de tres durante los minutos finales, cuando el partido había entrado en su tramo decisivo. Bilbao Basket no tuvo respuesta para la sucesión de triples locales, no pudo seguir el ritmo anotador y acabó sucumbiendo ante un rival que ya le ha encontrado el aire a la competición e ingresa en la larga lista de aspirantes a disputar la Copa.
El Barça (8-0) continúa como líder invicto, con una victoria por encima sobre el Real Madrid (7-1) y tres sobre Gran Canaria, Joventut y UCAM Murcia, todos ellos con 5-3. En la parte baja de la clasificación están Fuenlabrada, Bilbao Basket y Betis con 2-6, aunque los dos últimos son los que ocupan la zona de descenso.
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