El estreno de la Liga ACB en esta nueva temporada deparó un líder inesperado en la figura del recién ascendido Breogán. No es extraño que un equipo que no figura entre los favoritos se convierta en el primero que figura en lo más alto de la clasificación, pero no era imaginable que el conjunto lucense regresara al baloncesto de máximo nivel de esta manera, superando con claridad a CB Canarias, que pasa por uno de los equipos más poderosos de la competición. Con una plantilla muy remozada de la que logró el ascenso y llena de jugadores sin apenas nombre en España ni experiencia en la ACB, sorprendió a todos con un buen trabajo defensivo, dominio del rebote y la gran actuación de Musa, uno de los primeros protagonistas de la temporada y al que seguro que nadie perderá de vista en las próximas jornadas. Breogán estaba encaminado a sufrir mucho en este inicio de temporada y partía como víctima propiciatoria para sus rivales, pero solo ha necesitado un partido para demostrar que es capaz de mostrar un nivel competitivo desde el principio con lo que tiene disponible. Un regreso triunfal que ha roto todos los pronósticos, incluido el mío propio.
Joventut 85 – Bilbao Basket 79: El buen comienzo de Bilbao Basket, que no dudó en correr y tirar desde fuera a la menor oportunidad durante el primer cortado, fue cortado por la aportación de Willis dentro de la zona. Las acciones del pívot verdinegro y la buena defensa de Albert Ventura sobre Goudelock propiciaron un parcial de 11-3 que dio cierto margen a Joventut al comienzo del segundo cuarto. Los Hombres de Negro solo conseguían anotar de tres, pero el rebote ofensivo les permitió seguir dentro del partido. Ambos apartados fueron el salvavidas visitante, la vía para resistir por mucho que Pau Ribas (15 puntos, 3 rebotes) mantuviera la renta. Un triple de Miniotas cerró la primera mitad y dejó el partido muy igualado al descanso (38-37, min 20). Sin embargo, la Penya apareció en el tercer cuarto más intenso y acertado. El 7-0 de salida se presentaba como la rampa de despegue del conjunto verdinegro, que a partir de buenas defensas encontró penetraciones sencillas a canasta que no supo frenar Bilbao Basket, pero tampoco fue la ocasión de descolgar a su rival. Los triples y el rebote ofensivo como medio de vida para mantenerse en pie, dos recursos que cobraron aún más importancia cuando su defensa adquirió el tono necesario para inquietar al ataque local. La zona 3-2 que dispuso Mumbrú produjo muchos quebraderos de cabeza en el tramo final del tercer cuarto, pero Joventut logró salvarla cuando encontró de nuevo a Willis (17 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración) cerca del aro. Buena presentación del pívot, que mantenía con ventaja a su equipo, pero tampoco fue suficiente su aportación para acabar con la resistencia de Bilbao Basket. Dos triples seguidos de Bigote, el nuevo proyecto de Bouteille en el conjunto bilbaíno, dejaron el partido muy apretado (75-74, min 37) y pendiente de que los detalles marcaran la decisión final. Acabarían favoreciendo a la Penya, que decantó el partido en el último minuto con un robo providencial de Ribas y un triple posterior de Joel Parra; un recurso poco habitual en su repertorio, pero decisivo en el estreno triunfal de los verdinegros.
Fuente: tiempoextrabasket.online
Breogán 92 – CB Canarias 73: Breogán regresaba a la Liga ACB con la incógnita que suponía una plantilla nueva casi al completo y repleta de nombres desconocidos y sin experiencia en el baloncesto español, pero su comportamiento fue radicalmente opuesto al de un equipo bisoño que se presenta como víctima propiciatoria. Sorprendió con una puesta en escena atrevida, apretando en defensa a un rival contrastado como CB Canarias, maniatado por los continuos robos de balón del equipo lucense. Pero la presentación de los locales no se limitó a un buen trabajo defensivo, ya que deslumbró con el increíble acierto de Musa durante el primer cuarto. No falló un solo lanzamiento en los primeros diez minutos y se convirtió en una pesadilla para la defensa aurinegra con su acierto desmedido desde la línea de tres. Musa anotó 15 puntos en el primer periodo y se convirtió en un azote para un conjunto visitante que no esperaba una respuesta semejante de un recién ascendido (22-14, min 8). Aunque CB Canarias trató de buscar con más decisión a Shermadini en el segundo cuarto y los triples de Wiltjer (18 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) le mantenían cerca en el marcador, lo cierto es que Breogán nunca cedió el control del partido.
En el segundo cuarto fueron los rebotes ofensivos el arma que permitió al equipo de Paco Olmos sumar a la segunda oportunidad y cortar cada acercamiento rival. Además, siempre podía contar con Musa (25 puntos, 7 rebotes, 35 de valoración, MVP de la jornada), que seguía anotando con una facilidad impresionante. Casi la mitad de los puntos de Breogán llevaban su firma al descanso, suficiente para mantener a raya a un rival que no mostraba la circulación de balón de costumbre y que tampoco disponía de la mejor versión de su pareja estelar. Tampoco el descanso sirvió para se recompusiera CB Canarias, demasiado dependiente de la aportación de Fitipaldo (16 puntos). Breogán no dejó de cargar con acierto el rebote ofensivo y la diferencia crecía inexorablemente ante la impotencia de un rival muy irregular e incapaz de encontrar continuidad a su juego (63-49, min 27). Lo más que consiguió fue hacer la goma, pero sin visos de remontar un partido que siempre afrontó cuesta arriba. Ni siquiera hubo opciones cuando Huertas y Shermadini despertaron unos instantes al inicio del último cuarto. Entre Kacinas y Kalinoski firmaron un parcial de 11-2 que rompió definitivamente el encuentro (83-66, min 37) y convirtió la recta final en una fiesta en el Pazo dos Deportes. Seguro que ni el más optimista de los aficionados lucenses podía imaginar un regreso tan exitoso de Breogán a la élite del baloncesto español. Tras esta victoria habrá que tomarle mucho más en serio.
Valencia Basket 67 – Baskonia 72: Un partido de enorme atractivo y dos equipos envueltos en dudas. Mientras Valencia Basket comienza la Liga ACB mermado por las lesiones, Baskonia sufría la falta de confianza producto de una pretemporada gris que acabó con la estrepitosa derrota contra Bilbao Basket. El comienzo de encuentro en la Fonteta tampoco fue el idóneo para que el equipo vitoriano levantara el ánimo, pues su rival dominó los primeros minutos a partir del control de la zona. Entre los rebotes ofensivos de un batallador Pradilla y los puntos de Dubljevic cerca del aro, Valencia Basket mandaba en el marcador hasta que llegó la reacción vitoriana con dos acciones de 2+1 de Giedraitis. El alero lituano se convirtió en el gran argumento para evitar cualquier escapada peligrosa de los locales, el que mantuvo a flote a Baskonia hasta que los cambios de Ivanovic le cambiaron la cara. Los hombres de banquillo funcionaron; en especial, Fontecchio, que entró al partido con la muñeca caliente. Por el contrario, Valencia Basket acusaba su falta de acierto en el tiro de tres. Aunque los pívots cortaron la sequía con un par de triples al inicio del segundo cuarto, lo cierto es que una de las principales armas del equipo taronja no funcionó. Mientras, Baskonia crecía a partir de una buena defensa que le permitía provocar las imprecisiones rivales. Los puntos tras pérdida se convirtieron en un aspecto clave para la ventaja que adquiría el equipo vitoriano antes del descanso y apuntalada por la anotación de Giedraitis (23 puntos, 6 rebotes, 3 robos, 20 de valoración) y Fontecchio (30-36, min 20).
Sin embargo, el rumbo del partido varió por completo tras el intermedio y Baskonia cayó en un bloqueo ofensivo que le condujo a pasar varios minutos sin anotar un tiro de campo. Por otro lado, volvió a sufrir en el juego interior, ahora con Tobey acaparando la anotación local. Desde una gran defensa, Valencia Basket le daba la vuelta al encuentro con un duro parcial de 15-1 (48-42, min 27) en el que aportó puntos y mucho trabajo Josep Puerto, que refrendó la buena imagen dada contra el Barça en la Supercopa. Parece que el canterano puede ser mucho más que un parche en la plantilla. Los hombres de Peñarroya lograban una renta discreta, aunque valiosa tal como transcurría el partido, pero dos triples del conjunto de Ivanovic nada más empezar el último cuarto igualaron el marcador de golpe y porrazo. La reacción quedó abordada con varias pérdidas de balón que castigó Labeyrie, pero Valencia Basket no encontró el acierto en el perímetro que necesitaba para marcharse. Perdonó y cometió el error de dejar con vida a Baskonia, que no desaprovechó el regalo. Los tiros libres permitieron al equipo vitoriano dar la vuelta al partido y entrar con una ligera ventaja al tramo final, decidido desde dentro de la zona. Entre Enoch y Costello sellaron un triunfo balsámico que disipe las dudas sobre el nuevo proyecto durante unos días.
Betis 102 – Andorra 98 (tras prórroga): Ambos equipos empezaron con ganas de marcha la temporada, puesto que el primer cuarto estuvo impregnado de un ritmo muy vivo y una alta anotación que animaron de buen grado el comienzo del partido. Como Andorra salía ganando en las continuas acciones de uno contra uno que se estaban planteando, Joan Plaza tuvo que pedir tiempo muerto para frenar la dinámica. El efecto fue inmediato, pues el 7-0 tras reanudarse el choque forzó a Ibon Navarro a parar el juego. La reacción bética tuvo como revulsivo a Burjanadze (17 puntos, 3 rebotes, 20 de valoración), que anotó nueve puntos en apenas tres minutos y consiguió que los locales acabaran por delante el primer cuarto (26-22, min 10). Un dominio que se torció en el siguiente periodo, ya que los verdiblancos entraron en una fase desconcertante en la que perdieron balones con una facilidad pasmosa. Andorra aprovechó el caos para endosarle un 2-11 de parcial y ponerse por delante, pero el Betis contaba con otras bazas ganadoras en la mano. Cuando salió de la sucesión de pérdidas, emergió Marko Todorovic (20 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias, 26 de valoración) como escapatoria. El juego interior fue suyo en los minutos finales del segundo cuarto, en los que ofreció la alta eficacia en la zona que gozó en anteriores etapas en España y que no tuvo continuidad durante su carrera deportiva. El montenegrino se bastó para dar una diferencia cómoda al Betis y aumentó su repertorio en el tercer cuarto actuando como base improvisado dentro de la zona. También demostró que sabe repartir juego, de lo que se beneficiaron Vitto Brown (18 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) y Carrington para romper la defensa andorrana con mucha facilidad. Además, Agbelese se encargó de cerrar el aro local y neutralizar el juego interior de Andorra, que estaba inmerso en una situación muy delicada (63-48, min 25).
Sin embargo, apareció la solución en el momento en que apretó atrás y forzó las pérdidas del Betis. Con Noua (19 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias) como puntal clave en la reacción, Andorra enjugó la desventaja en apenas cinco minutos con un parcial de 1-16 que convertía el último cuarto en un partido nuevo de diez minutos. El duelo entre Todorovic y Paulí al inicio del último cuarto mantuvo el marcador igualado hasta que la defensa de Andorra empezó a cambiar las tornas. Junto al dominio que empezó a imponer Olumuyiwa (13 puntos, 7 rebotes, 21 de valoración) en la zona, los visitantes se encontraron con una ocasión de oro para marcharse en el marcador (75-81, min 36), pero no fueron capaces de asegurar la ventaja y vieron cómo el Betis tomaba de nuevo la delantera con un triple de Bertans (17 puntos, 4 asistencias, 21 de valoración) a 41 segundos del final. La efectividad plena en el tiro libre prácticamente aseguraba el triunfo para los béticos; Andorra necesitaba un milagro en el último momento, pero los milagros a veces ocurren. Un triple lejano de Hannah (19 puntos, 3 asistencias, 20 de valoración), más allá de nueve metros, en el último instante forzaba la prórroga. Una nueva genialidad del base que asestaba un duro golpe al Betis, más si cabe cuando perdería a Todorovic al inicio del tiempo extra tras cometer su quinta falta. Difícil levantarse ante dos reveses semejantes, pero el equipo verdiblanco encontró en Carrington (22 puntos, 4 rebotes, 24 de valoración) el jugador decisivo en los últimos cinco minutos. Todos los tiros pasaron por el base y éste no defraudó cuando el choque se aproximaba a otro final dramático. Un triple de Carrington le dio medio triunfo a los locales, asegurado con un robo de Agbelese en la siguiente posesión. Un partido alegre y emocionante para adornar la primera alegría de los aficionados béticos esta temporada.
Barça 85 – UCAM Murcia 78: La Supercopa no fue lo único que perdió el Barça el fin de semana pasado en La Laguna. Las lesiones de Abrines, baja para cinco meses, y Kuric provocaron que Jasikevicius tuviera que completar la convocatoria con un par de canteranos, aunque ni el nefasto cuarto final ante el Real Madrid ni las ausencias afectaron a los azulgranas al comienzo del encuentro. Entraron con mucha facilidad hacia canasta, aprovechando las facilidades ofrecidas por una defensa muy tierna que no defendió el perímetro. Mirotic (18 puntos, 4 rebotes) y Higgins no desperdiciaron tantas concesiones y anotaron con mucha comodidad durante el primer cuarto. Si tiraban solos era muy complicado que fallaran jugadores tan fiables en el tiro. En cambio, a UCAM Murcia poco le funcionaba. Tardó casi cuatro minutos y medio en anotar su primer tiro de campo y sólo McFadden aportaba algo en ataque. Todo hacía presagiar en una victoria rápida y sencilla del Barça (22-7, min 6), pero el conjunto murciano adquirió mayor agresividad con la entrada a pista de Radovic y Lima (15 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 21 de valoración). El pívot brasileño se apoderó de la zona cuando estuvo en cancha el joven Badji; intimidador cuando está bien colocado, pero con tendencia a despistarse a menudo. Mejoraba UCAM Murcia, pero le faltaba la aportación de los exteriores para que el amago de remontada se convirtiera en una amenaza para el Barça, que no perdió la calma en toda la primera mitad. No necesitaba más que a Higgins (18 puntos, 4 asistencias, 24 de valoración) para sortear cualquier apuro y convertir en anécdota que Smits estuviera con el punto de mira desajustado en la línea de tres. Muy plácido el encuentro (42-28, min 20), pero los azulgranas se están acostumbrando a complicarse la vida solitos sin que nadie lo espere. Bastaron algunas buenas acciones de Bellas para que los de Sito Alonso se creyeran que la diferencia no era insalvable y el encuentro estaba muy vivo.
UCAM Murcia encontró un filón en los cortes por la zona, pues su rival era incapaz de frenar una jugada repetida hasta la saciedad durante el tercer cuarto. Webb hizo un destrozo durante todo el periodo simplemente con no pensarlo para atacar el aro y la ventaja azulgrana menguaba a una velocidad vertiginosa, como ocurriera ante el Real Madrid una semana antes. Por mucho que el Barça tratara de mantenerse a flote a partir del rebote ofensivo, los visitantes fueron capaces de dar la vuelta al marcador antes de finalizar el tercer cuarto. Un triple de Isaiah Taylor (18 puntos) adelantaba por primera vez al conjunto murciano y desataba los nervios y las imprecisiones entre los suplentes de su rival, completamente perdidos sobre la pista. Jasikevicius no esperó más y echó mano de los titulares al inicio del último periodo, ya que la amenaza de descalabro era muy real (58-61, min 32). Entre Higgins y Davies se encargaron de enderezar el rumbo forzando personales y el Barça recobró el pulso con un parcial de 11-2. Además, contó con la involuntaria colaboración rival debido a su pobre porcentaje en el tiro libre. Demasiados lanzamientos errados que pasarían factura a UCAM Murcia en los últimos minutos. Dos triples de Smits, que encontró a tiempo el acierto en el perímetro, abrieron una brecha que resultó definitiva por mucho que McFadden mantuviera la resistencia visitante prácticamente hasta el final. Una resistencia baldía una vez que Brandon Davies (17 puntos, 2 robos, 18 de valoración), principal recurso ofensivo del Barça en el último cuarto, siempre sacaba algo cuando recibía el balón dentro y se convirtió en el factor desequilibrante en la recta final. El Barça despertó a tiempo para evitar otro desplome, pero los lapsus se están convirtiendo en una costumbre que pone en peligro partidos muy controlados. No ocultó Jasikevicius tras el partido que el tercer cuarto no le hizo ninguna gracia.
Fuenlabrada 87 – Gran Canaria 92 (tras prórroga): Gran Canaria justificó el buen cartel que le otorgaban los refuerzos de esta temporada con un comienzo muy prometedor. La presencia de Ennis (21 puntos, 4 rebotes, 22 de valoración) siempre asegura un juego veloz con un punto alocado, pero cuando la inspiración le acompaña suele crear muchos problemas a la defensa contraria. Por su parte, el juego interior visitante dejó al desnudo los problemas que sufre Fuenlabrada en la zona año tras año, un mal que se ha convertido en crónico en el club desde que pasaran por allí Batista o Ayón. Pustovyi (13 puntos, 9 rebotes, 4 tapones, 26 de valoración) no encontró oposición cada que vez que recibió cerca del aro y provocó una obsesión por el tiro exterior que tampoco trajo nada bueno al Fuenla, ya que el acierto en la línea de tres brillaba por su ausencia. Un problema que se agravó en el segundo cuarto con la antología de errores de Armand; llamado a convertirse en el referente del conjunto madrileño en el perímetro, fue una escopeta de feria en este partido. Meindl (22 puntos, 11 rebotes, 26 de valoración) fue el único capaz de salvar la cara en una primera parte aciaga y que se complicó aún más con los problemas para anotar en el segundo cuarto. Cinco minutos sin sumar un solo punto fueron un serio lastre para Fuenlabrada, que se marchó al descanso con el partido en chino tras dos triples de Brussino en los instantes previos al descanso (25-43, min 20). No hubo mejora tras el intermedio y Shurna (17 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) acrecentó los males del conjunto local al comienzo del tercer cuarto. El 3-10 de inicio dejaba el partido prácticamente decidido (28-53, min 23) y el tiempo muerto solicitado por Raventós sonaba a un intento vano de arreglar algo que no tenía solución.
El regreso de los aficionados al Fernando Martín se estaba convirtiendo en una pesadilla, pero el arranque de orgullo a la desesperada de Fuenlabrada tuvo un efecto que no podían imaginar. Gran Canaria quedó enredado en una presión asfixiante y los locales redujeron rápidamente la desventaja con un juego en transición tras robo de balón. El 14-2 de parcial tras el tiempo muerto supuso un aviso, pero los intentos visitantes por despertar toparon con la aparición inesperada de Eyenga, duda hasta última hora y que revolucionó definitivamente el choque con un recurso tan inusual para él como el lanzamiento exterior. Tres triples del alero congoleño pusieron patas arriba las gradas, contagiadas por el ritmo frenético que había impuesto Fuenlabrada y que se estaba llevando por delante a un rival que tenía el triunfo asegurado minutos antes. A Gran Canaria le costaba la vida resistir el empuje imparable de los hombres de Raventós, impulsados por las poderosas acciones individuales de Meindl y que completaron la remontada con un triple de Emegano (19 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) a 21 segundos del final que igualaba el partido a 78. Aún le quedaba una oportunidad a los visitantes para evitar la prórroga, pero AJ Slaughter no consiguió anotar en el último momento. Porfi Fisac se desgañitó pidiendo falta, lo que le costó una técnica que se cobró antes de empezar el tiempo extra. Fuenlabrada había logrado remontar 25 puntos y los triples de Cheatham le dieron ventaja, pero cuando la victoria se presentaba factible se le acabó el acierto a los locales. Salvó, que no había aparecido por entonces, atrapó dos rebotes ofensivos providenciales que se convirtieron en sendas canastas bajo el aro. Por el contrario, Armand no consiguió enderezar su pésimo estreno y falló un triple más en los últimos segundos que pudo forzar una nueva prórroga. Un esfuerzo heroico que terminó sin fruto, ya que la victoria acabó en manos de Gran Canaria.
Basket Zaragoza 98 – Manresa 91: Manresa impuso su sello en los primeros minutos de partido, luciendo la velocidad para mover el balón que le caracteriza y que no se resintió pese a las numerosas caras nuevas de esta temporada. Le permitió encontrar tiros cómodos cerca del aro y tomó una buena ventaja con rapidez (4-13, min 6) en pleno festival de asistencias de Dani Pérez (9 puntos, 8 asistencias, 16 de valoración), mientras su rival aún no se había enterado que la temporada había comenzado. Le llevó a Basket Zaragoza más de la mitad del primer cuarto en despertar, pero cuando mejoró su defensa pudo responder al buen comienzo rival y enjugar la desventaja antes de terminar el periodo. Poco a poco empezaban a funcionar todas las piezas del equipo maño. Okoye, revitalizado en su regreso a Zaragoza, recuperó la inspiración en el triple y MacLean (15 puntos, 7 rebotes, 21 de valoración) pasó a dominar la zona en el segundo cuarto. Por si fuera poco, Radoncic (11 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) apareció intenso y efectivo desde el banquillo como carta de presentación en su incorporación definitiva a Basket Zaragoza (32-21, min 13). Manresa se refugió en el tiro exterior, en los triples de Francisco (24 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 27 de valoración), como tabla de salvación, aunque el intercambio de canastas fue suficiente para que el equipo maño se mantuviera arriba con una relativa holgura.
El dominio local se afianzó tras el descanso, con el provecho del rebote ofensivo como arma para elevar la diferencia por encima de los diez puntos. Manresa hacía la goma gracias al tiro exterior, pero los balones perdidos le costaron que los contraataques rivales devolvieran la renta al margen anterior (63-50, min 25). Okoye y Mobley mantuvieron la inspiración en otra fase de dependencia absoluta hacia el tiro exterior del conjunto de Pedro Martínez. Los triples de Thomasson solo sirvieron para que la diferencia no fuera a más, ya que a Basket Zaragoza le bastó con acudir a la línea de tiros libres para conservar una ventaja suculenta. Sin embargo, Manresa no había dicho su última palabra y amenazó la tranquilidad de los de Jaume Ponsarnau con un 0-7 de inicio en el último cuarto. Manresa, cómo no, seguía apostando por los triples, pero cuando dejaron de entrar la reacción se fue al traste. Entre Waczynski (17 puntos) y MacLean pusieron tierra de por medio una vez más y, pese a la resistencia que opuso Moneke (15 puntos, 7 rebotes, 20 de valoración) durante los últimos minutos, dos triples de Mobley (17 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración) pusieron la rúbrica a la primera victoria de Basket Zaragoza.
Real Madrid 70 – Burgos 63: El ofrecimiento a los aficionados de la Supercopa recientemente conquistada marcaba el reencuentro del Real Madrid con sus aficionados, aunque fuera en un Palacio de los Deportes a medio llenar por mor de las restricciones a las obliga aún la pandemia. El regreso, no obstante, no sería un camino de rosas para el equipo blanco. Aunque Hanga y Yabusele sacaron provecho atacando el aro visitante en los primeros minutos, el bajo porcentaje en los tiros libres impidió tomar distancia sobre un Burgos férreo y que nunca se amilanó. Lo comprobó Tavares, que vio cómo Kravic le ganaba la partida durante el primer cuarto. Laso dio entrada a Poirier, que rebañó todo balón que tocaba el aro rival al comienzo del segundo periodo, pero Burgos aguantó con firmeza el intercambio de canastas en el que entró el partido. De nuevo insistió el Real Madrid con dos triples consecutivos de Llull, que amenazaba con una de sus rachas devastadoras, pero ni así. Los de Tabak no se prodigaron demasiado en el tiro exterior, pero su acierto fue muy notable en la línea de tres durante la primera mitad. Además, tejieron una telaraña defensiva que supuso un serio problema para unos madridistas que sufrieron en el ataque estático y penaban con otro mal día en el triple. El Madrid encontró un pequeño alivio con un quinteto muy físico en la recta final de la primera parte y que consiguió una ventaja mínima al descanso (36-34, min 20). Siempre le quedaba la defensa, que no le abandonó durante el encuentro, pero los primeros tapones de Tavares no sirvieron como rampa de despegue.
El equipo blanco entró en la misma fase de desacierto que su rival y sólo Hanga (14 puntos, 8 rebotes, 17 de valoración) lucía dentro de un tono gris en el juego ofensivo. Como ocurriera en la final de la Supercopa, al desconcierto contribuyó en gran medida Heurtel, desastroso tanto en el tiro como en las decisiones tomadas. En pleno desatino del base francés, Burgos siguió explotando su acierto en el triple para tomar ventaja con un parcial de 1-10 (41-44, min 26). La entrada a pista de Williams-Goss le dio otro aire al Madrid, que ahora sí aprovechó los tiros libres para conseguir una ligera ventaja, pero los continuos errores en el perímetro suponían un castigo para la paciencia de los madridistas. La afición no perdió los nervios pese a la serie de triples errados y a los cuatro minutos que tardó en anotar su equipo en el último cuarto, pero tampoco Burgos hizo mucho para que cundiera el pánico. No fue capaz de aprovechar tanto fallo rival, demasiadas pérdidas de balón que dejaron vivos a los de Laso. Aunque no tenga el talento ofensivo de antaño, el Madrid no perdonó cuando tuvo la oportunidad. En el momento justo, en los minutos finales, llegó el acierto ansiado en el triple. Tres consecutivos, uno de Hanga y dos de Llull, allanaron un camino que encauzó definitivamente la intensidad defensiva. Los exteriores de Burgos no encontraban tiros sencillos ante la presión de Taylor y Hanga, mientras que Poirier (11 puntos, 9 rebotes, 5 tapones, 24 de valoración) despachaba a todo jugador que se acercaba al aro con un gorro a medida. Una canasta más personal de Yabusele en los últimos segundos selló un triunfo sudado y muy sufrido para el Real Madrid. Tendrá que acostumbrarse a trabajar duro, no está para sumar muchas victorias sencillas entre lesiones y necesidad de rodaje.
Unicaja 91 – Obradoiro 79: La efectividad del tiro exterior de Obradoiro en los primeros minutos causó una leve inquietud en el Martín Carpena, temeroso de que se repitieran los inicios erráticos que acostumbraba Unicaja la pasada temporada, pero al equipo malagueño le costó mucho menos que el curso anterior meterse de lleno en el partido. Esta vez cuenta con dos bases de garantías, lo que permite a Jaime Fernández jugar más liberado como escolta y tomarse las libertades que eran frecuentes en él hasta que empezó a acumular lesiones desde hace año y medio. Hizo cuanto quiso en el segundo cuarto, rompiendo la defensa visitante cada vez que cortaba la zona para buscar el aro de Obradoiro. Acabó la primera parte con 15 puntos y dejaba la sensación de que el mejor nivel de Jaime Fernández había regresado. No estuvo solo, puesto que Eric (10 puntos, 6 rebotes, 15 de valoración) dominó con solvencia dentro de la zona y dejó claro que los problemas en el juego interior quedan resueltos con su llegada. Obradoiro no era capaz de mantener el ritmo anotador de Unicaja, Elleson (17 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) estaba algo solo y no pudo evitar que se escapara inexorablemente en el marcador y que puso la guinda a un brillante segundo cuarto con un triple de Francis Alonso en el último segundo (49-35, min 20).
Ahí no quedó la buena imagen del equipo malagueño, ya que un triple de Bouteille (16 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) y otro de Norris Cole nada más comenzar el tercer cuarto elevó la renta a los veinte puntos y forzaron un tempranero tiempo muerto de Moncho Fernández. El partido se le podía hacer muy largo al equipo compostelano, pero reaccionó a tiempo para evitar un serio descalabro. Okouo tuvo mayor presencia en el juego interior y entre Scrubb y Zurbriggen consiguieron que Obradoiro amenazara con rebajar la diferencia de los diez puntos antes de que finalizara el tercer periodo (62-52, min 27), pero Unicaja volvió a apretar antes de que su rival se metiera definitivamente en el partido. Con Norris Cole en la dirección, el equipo malagueño cuenta con un base muy solvente, tan capaz de poner calma al juego de su equipo como aportar capacidad anotadora siempre que haga falta. Por lo demás, ya estaba Jaime Fernández (24 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 34 de valoración) para reventar el partido con otra gran actuación individual al comienzo del último cuarto. Fue clave para endosar un parcial de 16-2 que acabó con toda la emoción que le restara al encuentro (83-60, min 34). A Obradoiro sólo le quedó el recurso de meter balones a Okouo (17 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) para maquillar el marcador, pero nada más podía hacer en un choque ya decantado y que confirma las buenas sensaciones que transmitió Unicaja en pretemporada.
Breogán lidera a los nueve equipos que han logrado su primer triunfo de la temporada, seguido por Unicaja, Basket Zaragoza, Barça y Real Madrid. Por el contrario, entre los nueve equipos derrotados, cierran la clasificación UCAM Murcia, Burgos, Obradoiro y CB Canarias.
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