SUPERCOPA ACB 2021: Semifinales. Un nuevo estilo

Yabusele machaca el aro

El inicio del camino hacia la normalidad en el baloncesto español dio sus primeros pasos con una tónica muy conocida, prácticamente habitual. Un Clásico futbolero dilucidará el primer título oficial de la temporada y supone el asalto inicial entre los dos grandes colosos, aunque la igualdad no es la palabra que definiría una final con claro favoritismo azulgrana. Al Real Madrid le va a costar enfrentarse al vigor de su eterno rival, como refleja los problemas que genera la falta de especialistas contrastados en el triple y la constatación de que este equipo no tiene el brillo de antaño. Laso es consciente de esta circunstancia y parece decidido a marcar un cambio de estilo en el equipo blanco. Sin la velocidad ni el acierto en el perímetro de los mejores años de su etapa en el banquillo, el Madrid se aferra al esfuerzo defensivo como arma principal de supervivencia en el difícil comienzo del inevitable proceso de renovación que afronta. El esplendor y juego de altos kilates muta en esfuerzo y sacrificio como norma de la casa. Así fue en su semifinal contra CB Canarias, en el que tuvo que acudir a esta nueva imagen para superar sus limitaciones y plantarse en una nueva final. Es el comienzo de un estilo incipiente, menos atractivo para la vista, pero que marca el camino a un equipo en formación y con menos talento.

Barça 87 – Valencia Basket 68: Las lesiones provocaron que Valencia Basket se presentara en La Laguna con solo ocho jugadores del primer equipo y cuatro chavales del filial, que milita en LEB Plata. Uno de ellos, Guillem Ferrando, tomó parte del quinteto inicial, mientras que el joven Pradilla acompañaba a Dubljevic como pareja de pívots. Pese a tanta ausencia, el equipo taronja tuvo una buena puesta en escena que le permitió dominar los minutos iniciales de encuentro, pero anotar en los cuatro primeros ataques no serviría para variar el destino que se esperaba y que empezó a gestarse cuando la defensa del Barça comenzó a funcionar a pleno rendimiento. Entre la presión azulgrana y algunas torpezas, el conjunto de Peñarroya entró en una espiral de balones perdidos que inició su hundimiento. Seis balones perdidos consecutivos perdió hasta que el técnico pidió tiempo muerto, quizá con una tardanza excesiva. Tanta pérdida de balón provocó que Valencia Basket no pudiera lanzar durante cuatro minutos; un bache enorme, acrecentado por el provecho que sacó el Barça de sus recuperaciones. Quince puntos consiguieron los azulgranas tras pérdida en esos minutos de desconcierto rival, un dato clave para el 16-0 de parcial que allanó el camino hacia un triunfo cómodo (19-8, min 6). El equipo valenciano reaccionó por momentos con la entrada a pista de Tobey, al que le llegaron buenos balones dentro en sus primeras acciones del encuentro, pero no hubo forma de acabar con la lacra que suponía el interminable goteo de pérdidas. Para colmo, el Barça también estuvo fino en el triple durante el primer cuarto y se marchaba en el marcador de forma inexorable. De ningún consuelo sirvió que los azulgranas se contagiaran durante unos instantes del descuido en el control del balón, los males de su rival no encontraban fin. En quince minutos, el mismo numero de balones perdidos. Una cifra aterradora que invitaba al desastre.

Higgins se levanta para anotar una canasta junto al aroFuente: cadenaser.com

De nada sirvió que Peñarroya pidiera más agresividad y menos timidez en un tiempo muerto, cansado de que sus jugadores no fueran capaces de generar un solo lanzamiento cómodo. Ni siquiera estuvieron acertados en el tiro libre. Brandon Davies (15 puntos, 5 rebotes, 20 de valoración) aprovechó la ternura en la zona rival para romper el choque de forma definitiva antes de llegar al descanso (43-23, min 17). Valencia Basket tampoco encontró soluciones tras el intermedio para aliviar el castigo. Mirotic apareció por fin al inicio del tercer cuarto, acompañado por la inspiración de Higgins (13 puntos, 3 robos, 16 de valoración) y Davies, imparables cuando estuvieron en pista. En cambio, a la ternura que padecía el equipo de Peñarroya se sumó el desacierto en el tiro exterior, que no sirvió como alternativa ofensiva. Tampoco la pareja Tobey-Dubljevic funcionó y se vio superada siempre por el juego interior del Barça. Los destellos de los jóvenes, sobre todo de un Josep Puerto que dejó buenas sensaciones, fueron lo único salvable para Valencia Basket. El Barça manejaba una diferencia superior a los veinte puntos con mucha tranquilidad, siempre encontró algún recurso para mantener la abultada renta aunque jugara a medio gas. Los triples en un primer momento y la sociedad formada por Jokubaitis y Smits impidieron cualquier opción de maquillar el resultado. Un estreno plácido para los de Saras, que pelearán por el primer título de la temporada tras dejar atrás sin apuros a un rival mermado y que siempre se sintió inferior.

CB Canarias 70 – Real Madrid 72: Aunque fuera con la mitad de aforo, el ambiente en esta semifinal nos trasportaba al baloncesto de toda la vida, al de una afición local empujando a su equipo y presionando en todo lo posible al contrario. Se agradece después de año y medio de silencio en el baloncesto español. Con el balón ya en juego, Vidorreta no tardó más de dos minutos en cambiar de planes, visto que la conexión entre Heurtel y Poirier funcionaba en los primeros instantes y el ataque aurinegro no estaba del todo fino, y puso en pista de inmediato a Huertas y Shermadini, su pareja mágica. El efecto fue inmediato y entre ambos pusieron por delante a CB Canarias, aunque el ejecutor fue Sulejmanovic con ocho puntos y dos triples en los primeros cinco minutos. El Real Madrid ya acusaba su desacierto en la línea de tres, aunque logró remontar cuando se decidió a atacar con más decisión la zona rival. Una reacción fugaz, puesto que el equipo blanco no funcionó en absoluto con los cambios. Williams-Goss estuvo tan tímido e intrascendente como en el resto de la pretemporada en su primera aparición en el encuentro y ello repercutió en el juego madridista. Algún aficionado del equipo blanco incluso añoraría a Laprovittola en esos momentos. La presencia de Llull y Rudy tampoco aportó nada más que desatino en el lanzamiento. Un mal final de cuarto le llevó al Madrid a encajar un 9-0 de parcial que forzaba a Laso a retomar el plan original. No era para menos, puesto que los pivots rivales dominaban la zona y el tiro exterior se estaba convirtiendo en un severo lastre con cada error acumulado en el tiro de tres. Un fallo tras otro hasta sumar un insólito 0/15 en triples al descanso.

Tavares le pone un tapón a HuertasFuente: cvbj.biz

Con un dato semejante, CB Canarias no necesitó hacer nada del otro mundo para tomar distancia. Sólo hacía falta que aportaran los de siempre, su dúo estelar, para dominar el partido con cierta tranquilidad (30-20, min 15). Sin embargo, el Madrid tuvo capacidad para sufrir y agarrarse al partido. La defensa de Tavares cerró el grifo ofensivo del conjunto de Vidorreta y el equipo blanco acudió a su nutrida Legión francesa para reducir daños al descanso. Pese al apagón en el triple, se encontraba muy vivo con dos cuartos por jugarse, pero el juego espeso y los errores por doquier de ambos equipos no ayudaron nada a que encontrara el ritmo de juego. Ahora fue Laso quien no esperó para mover ficha, ya que la defensa de Poirier resultaba un chollo para quien pasara por la zona. Hanga inauguró el casillero de aciertos del Madrid en el triple al decimoctavo intento, pero una golondrina no hace verano. El desatino continuó, aumentando las miserias en el perímetro con un 1/22 al final del tercer cuarto. Seguramente, ningún aficionado recuerde un día tan negro del equipo blanco desde el 6’75. Tanto error causaba frustración, máxime cuando CB Canarias recuperaba el pulso con el retorno de Shermadini y Huertas a pista. Tampoco sentó bien que el arbitraje tornara a casero en el tercer cuarto, sobre todo a los pívots madridistas. La sensación de diferente vara de medir en las personales derivó en protestas y dos técnicas que facilitaron que los anfitriones recuperaran un margen cómodo (52-42, min 27). Para colmo de males, Rudy abandonó el partido lesionado y su rodilla no tenía buena pinta. Otra baja más a la amplia lista.

Lanzamiento de Williams-Goss delante de Shermadini y SalinFuente: archysport.com

Al equipo aurinegro se le presentaba una ocasión de oro para marcharse definitivamente, pero los balones perdidos no solo frustraron esta oportunidad, sino que le pasarían factura a la larga. Laso contó de nuevo con Williams-Goss, que dejó una imagen muy diferente a la de la primera mitad. Más atrevido, ligó pinceladas de lo que se espera de él. Diez puntos consecutivos del base estadounidense dieron la vuelta al marcador y las urgencias cayeron del lado lagunero. No estaba cómodo CB Canarias, sin fluidez ante la buena defensa planteada por el Real Madrid, el arma que le devolvió a la vida. La eficacia de Causeur y Yabusele (15 puntos, 8 rebotes, 17 de valoración) ponía entre las cuerdas a los anfitriones, que sufrían mucho cuando Shermadini (21 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración) estaba ausente. Fue la única referencia, sobre todo una vez eliminados Poirier y Tavares. Vidorreta lo fió todo a buscar a su pívot, ahora defendido por Yabusele, pero la jugada no le resultó pese a que el georgiano no dejó de aportar. Hanga sería el factor desequilibrante en el tramo decisivo del partido. Un triple desde la esquina a poco más de un minuto del final dio medio partido al Madrid. El desvío de un rebote que cayó finalmente en manos de Causeur significó la sentencia de un partido duro y sufrido. Los hombres de Laso se aferraron a la defensa para superar un día nefasto en el triple y alcanzar su cuarta final consecutiva de Supercopa. El instinto de supervivencia nunca les falta.

PREVIA DE LA FINAL:

Por tercer año consecutivo, Real Madrid y Barça repiten presencia en la final de la Supercopa. Los dos años anteriores cayeron del lado madridista, aunque la perspectiva se vislumbra muy diferente en esta ocasión. La temporada pasada, Campazzo fue el gran protagonista en el último gran servicio que ofreció al equipo blanco, en la consecución de su último título oficial. Sin el base argentino, la vida ha sido mucho más dura para el Madrid cuando enfrente estaba su eterno rival. La contundencia en las victorias de los azulgranas en las finales de Copa y Liga ACB aún está fresca en la memoria y, por lo visto en ambas semifinales, la diferencia sigue siendo notoria entre los dos grandes trasantlánticos del baloncesto español. El Barça es el indudable favorito para el triunfo en la final, es evidente. Un equipo hecho, que llega en un más que aceptable estado de forma y con una plantilla tan poderosa como poco a la del año anterior que contrasta con los ajustes que aún necesita un equipo en plena renovación y más corto de talento y efectivos. La lesión de Rudy merma aún más a un equipo castigado por las lesiones, un serio contratiempo cuando delante aparece un rival todopoderoso que luce vigor físico y defensa asfixiante como banderas. La facilidad con la que marca diferencias el Barça se convierte en sufrimiento para sobrevivir en el bando madridista. Por supuesto, si el Madrid quiere competir necesitará la misma eficacia defensiva que en semifinales y mejorar sus prestaciones en el tiro exterior. Con el pobre porcentaje en el triple no tendría nada que hacer ante un rival que cierra muy bien su defensa sobre los pívots y que pocas veces tiene un mal día desde el perímetro. Desde luego, un triunfo de los hombres de Laso sería una sorpresa mayúscula una vez visto el nivel de ambos equipos.

Y DIGO YO…:

  • No recuerdo ningún caso de un equipo que pierda 15 balones en el primer cuarto de hora del partido. Le ocurrió a Valencia Basket, que llegó a acumular cuatro minutos sin tirar a canasta y más balones perdidos que lanzamientos hasta la mitad del segundo cuarto. Una cosa es que arrastres muchas bajas y el trabajo defensivo del rival sea bueno y otra un descuido semejante en el trato del balón. Supongo que a algún veterano se le pondría la cara colorada con este despropósito.
  • En los amistosos de pretemporada ya se apreciaba que el Real Madrid arrastraba problemas en el tiro exterior, pero el 0/17 en triples al inicio del tercer cuarto contra CB Canarias debería activar alguna alarma en el club. No creo que un equipo de esta envergadura tenga que estar a la espera de lo que decida Carroll desde su rancho en Utah y su respuesta condicione la llegada de un especialista en el triple, sobre todo si la lesión de Rudy es seria.
  • En verano fue común la coña de que el Madrid se había llevado un descarte cuando fichó a Hanga, como si hubiera fichado a un jugador acabado o sin proyección. Pues bien, el “descarte” apareció en el momento justo como factor desequilibrante en el desenlace, algo que hizo en otras ocasiones vestido de azulgrana (ahí está el segundo partido contra Zenit la temporada pasada). Es indudable su valía como estimable jugador de equipo, por mucho que haya quien tire la puya.
  • No hay duda de que el juego de CB Canarias estuvo más asentado con Huertas en la dirección, pero la extraña facilidad con la que envió pases defectuosos durante el tercer cuarto acabó pesando demasiado en el equipo aurinegro. No es frecuente que pierda siete balones, pero no es la primera vez que le ocurre últimamente. Si al base brasileño se le va la cabeza, mal asunto para los de Vidorreta. De ahí su importancia.
  • Vidorreta soltó una frase muy esclarecedora en la entrevista posterior al final del partido: “Luchamos como siempre, perdimos como siempre”. Una definición perfecta de CB Canarias contra los grandes; capaz de complicarles la vida, pero no de rematarles. Es el paso que le queda por dar, sobre todo cuando se cruza el Real Madrid. De una manera o de otra, el equipo blanco siempre le gana la partida en el último momento.

Leave a Reply

Be the First to Comment!

Notify of

wpDiscuz