En los Juegos Olímpicos es frecuente encontrarse con sorpresas agradables, éxitos donde nadie esperaba o había pocas posibilidades de rascar medalla. También están los deportistas de disciplinas en los que pocos reparan, pero suelen competir a buen nivel en cada cita olímpica. No figuran en la lista de los principales candidatos, no son una apuesta que muchos se atrevan a lanzar para engordar el medallero, pero siempre se guarda una pequeña esperanza de que alcancen un éxito inesperado, por si acaso. En esta última entrada se repasará la lista de deportes con algunas opciones de subir al podio, aunque se antojan escasas a priori.
CICLISMO
Los Juegos de Tokio son la última oportunidad que tiene Alejandro Valverde para conseguir la medalla olímpica que lleva tanto buscando, el gran objetivo que ha alimentado la motivación necesaria para continuar en activo. Ha resistido el paso del tiempo con dignidad, hasta el punto de mostrarse competitivo a los 41 años, pero el reto que se le presenta en el duro recorrido diseñado por la organización es mayúsculo. La edad ya supone un serio impedimento, pero aún más amenazante se presenta la nueva generación joven de ciclistas que ha revolucionado el ciclismo con el regreso de un estilo a la antigua que enlaza exhibiciones a golpe de talento. La juventud y clase inagotable de los Pogacar, Van Aert, Van der Poel o Evenepoel y la fortaleza de Roglic, si se ha recuperado de su caída en el Tour, convierten la aventura de Valverde en un desafío épico. Le acompañan un puñado de cazadores de etapa (Omar Fraile, los hermanos Izaguirre y Jesús Herrada) que buscarán filtrarse en las escapadas, la mejor forma de maniobrar en una carrera incontrolable porque con equipos de cinco corredores es imposible mantener el control. De todos modos, nadie duda que la baza del bloque está en la figura de Valverde, que no cuenta con la mejor mano para llevarse el triunfo, pero si Vinokourov pudo llevarse el oro con 39 años en Londres no se puede perder la esperanza.
En la pista, el hermano pobre y que siempre se las tiene que ingeniar con recursos limitados, el ciclismo español no goza de la variedad de corredores de nivel que gozó a principios de siglo. Pocos relevos han aparecido para recoger el testigo de los Joan Llaneras, Escuredo, Sergi Escobar, Toni Tauler, Leyre Olaberría o el malogrado Isaac Gálvez. Solo dos ciclistas españoles aparecerán por el velódromo: Albert Torres y Sebastián Mora. Dos pistards reputados y que forman una pareja muy solvente en americana (o madison, como cada uno quiera llamar a la especialidad). Además, los cambios en omnium, favorables a los especialistas en pruebas de fondo, benefician a Albert Torres en su busca de un puesto de honor.
TENIS
La renuncia de Rafa Nadal a participar en el torneo olímpico ha reducido considerablemente las opciones de medalla del tenis español, que ha encontrado grandes alegrías en los JJOO desde del regreso de este deporte al programa oficial en Seúl 1988. Solo en Londres se quedó con sin subir al podio desde entonces, precisamente la otra cita que se perdió el de Manacor desde que debutó como profesional. En ausencia de Nadal, el número del equipo será Pablo Carreño, que está un peldaño por debajo del nivel del año pasado, acompañado de Alejandro Davidovich (ha evolucionado en 2021, pero aún es un joven en progresión) y dos jugadores como Pablo Andújar y Roberto Carballés, que ni en sus mejores sueños concebían aparecer por Tokio. No parece la mejor carta de presentación para ilusionar a los aficionados, aunque las bajas son numerosas y llamativas (Federer, Thiem, Berrettini…). El que no faltará es Djokovic, en pos de un pleno histórico y que ve allanado el camino con tanta ausencia, aunque aún tenga como escollos importantes a Tsisipas, Medvedev o Zverev. En cambio, el equipo femenino va con toda la artillería, aunque tampoco haya demasiada munición. Garbiñe Muguruza empezó 2021 como un tiro, pero se ha evaporado un inicio de año tan prometedor, envuelta en su habitual inconsistencia mental sobre la pista. Capaz de llegar a la final o volver a casa a las primeras de cambio, siempre impredecible. Más regular se ha mostrado Paula Badosa, que ha afrontado su explosión definitiva como jugadora y que alcanzó los cuartos de final de Roland Garros, pero hay pocas ausencias en el cuadro (Serena Williams es la baja más ilustre) y parece complicado que se meta en la pelea por las medallas por mucho que el tenis femenino sea una lotería en muchas ocasiones. El toque emotivo lo pondrá Carla Suárez en su temporada de despedida y una vez superado el linfoma de Hodgkin que sufrió, dispuesta a disfrutar sobre la pista su último torneo olímpico. Si está en condiciones, el doble que forma con Garbiñe puede ser una de las escasas oportunidades para alargar el idilio del tenis español con los JJOO.
MOUNTAIN BIKE
La bici de montaña suele pasar desapercibida en las previsiones de medalla en los Juegos Olímpicos, pero lo cierto es que bikers españoles suelen competir muy bien en cada cita olímpica. Las medallas de Marga Fullana, Jose Antonio Hermida y Carlos Coloma certifican su buen rendimiento, aunque siempre pasen de puntillas en la mente de los aficionados. El reducido equipo que presenta España (solo lleva tres participantes) no está al nivel exhibido por los medallistas de ediciones anteriores, pero tampoco lleva a un grupo de turistas. Al menos, en categoría masculina. David Valero logró el bronce en el Mundial de 2018 y Jofre Cullell se proclamó campeón del mundo junior un año antes y representa la opción de futuro del ciclismo de montaña en España. No parten en primera línea de aspirantes a medalla, pero ahí está la tradición de buenos competidores en los Juegos.
VOLEY-PLAYA
No pasa el tiempo para este deporte en España, puesto que los referentes y únicas parejas competitivas a nivel internacional son las mismas que han marcado un decenio en el voley-playa nacional. Nos referimos, como no, a Pablo Herrera y Adrián Gavira, en categoría masculina, y a Elsa Baquerizo y Liliana Fernández Steiner, en la competición femenina. Dos parejas veteranas que pueden estar ante su última oportunidad de alcanzar el éxito en unos Juegos Olímpicos. Quien cuenta con más opciones de avanzar lejos es el dúo femenino, a las que siempre les faltó una pizca de suerte en los cruces para pelear por las medallas. En cambio, parece que la mejor época de Herrera y Gavira ya pasó y el tren de la medalla queda lejos.
TIRO
El tiro olímpico despertó muchas expectativas en ediciones anteriores, pero en cada oportunidad acababa en frustración tras marcharse de vacío. No faltaban tiradores de alto nivel internacional, con campeones mundiales en sus finales, ni presencia en las finales olímpicas, pero la presión pudo en demasiadas ocasiones a la hora de la verdad. Acostumbrados a una nutrida lista de participantes, España solo envía en esta ocasión a Alberto Fernández y Fátima Gálvez. Ambos fueron campeones del mundo hace años en foso olímpico y tienen experiencia sobrada, pero en los Juegos la presión les ha jugado malas pasadas en el pasado. En un deporte en el que un par de fallos te alejan de los puestos de arriba es fundamental tener el día lúcido en el momento justos. Los dos formarán pareja en la nueva modalidad de foso mixto que se estrena en una cita olímpica en Tokio.
BOXEO
Lejos de los focos de la actualidad del boxeo, aún sumido en el amateurismo que rige el torneo olímpico, España cuenta con una opción poco conocidad en un deporte que vivió tiempos mucho mejores. La eterna vía de escape a la marginalidad, la evasión de una vida dura y llena de privaciones, como en el caso de Gazi Jalidov, que pasó de refugiado a deportista olímpico representando a España. Sin embargo, la mejor oportunidad la representa Emmanuel Reyes Pla, un boxeador hispano-cubano con otra vida marcada por las penurias y que ya presentó su candidatura para Tokio con el subcampeonato logrado en el Preolímpico, solo superado por el ruso Gadzhimagomedov, dominador absoluto del peso pesado a nivel aficionado. Otra baza es Gabriel Escobar, campeón europeo del peso mosca en 2019 y que no se corta en afirmar que en su mente está el oro olímpico. Veremos si el resultado final está a la altura de sus expectativas iniciales.
ESCALADA
Un nuevo deporte que debuta en los Juegos Olímpicos en el afán del COI por modernizar su programa a toda costa. Se hará extraño estar pegados a la televisión para presenciar una competición de escalada, pero así vienen los tiempos de modernidad en el movimiento olímpico. Además, este estreno puede ser especial, puesto que España tendrá representación y con alguna opción que otra con un chaval de 17 años llamado Alberto Ginés. Subcampeón de Europa, logro que le abrió las puertas a su participación en Tokio, basa en la velocidad una vertiginosa carrera que comenzó hace tres años. Un recién llegada, como quien dice, en un deporte que tendré que descubrir estos días y del que ignoro prácticamente todo.
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