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Phoenix  retornaba a casa y, tal vez por estrenar nombre para su pabellón (Footprint Arena es su nueva denominación de ahora en adelante), comenzaba el partido timorato. Claro que en un rato se le pasaba, el equipo sacaba toda su agresividad defensiva para cerrar la circulación del balón y Jae Crowder mostraba su versión más descarada, y acertada, para obligar a Mike Buldenhozer a solicitar un parón en el partido.  Tras este los Suns veían como Giannis Antetokounmpo comenzaba a aprovechar su superioridad física bajo canasta, pero era insuficiente para solucionar los problemas ofensivos de su equipo en cuanto Jrue Holiday tenía que retirarse con dos faltas personales. Chris Paul imponía un alto ritmo para poder mejorar la conexión con DeAndre Ayton (penalizando el cambio en los bloqueos de Jeff Teague) y Devin Booker seguía con su recital de muñeca del partido anterior. Los Bucks estaban desesperados y su jugador franquicia cometía el error de querer evitar un mate de la estrella local a toda costa. Por suerte la jugada estaba invalidada, pero era una clara muestra de la apurada situación de Milwaukee. El parcial era de diez a cero en dos minutos y el técnico visitante activaba el freno de mano. Reintegrando a su base titular a la pista lograba llegar al segundo cuarto con dieciséis puntos de desventaja y la sensación de haber evitado un desastre.

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El escenario cambiaba completamentamente tras el paso por los banquillos. El acierto ya no estaba del lado local, ahora Holiday se mostraba muy acertado en el tiro y Monty Williams solicitaba un tiempo muerto porque la diferencia se había reducido a la mitad. No servía para frenar al base visitante, este metía todo con facilidad y jugaba con una sensación de dominio insultante.mucho. En cuatro minutos el partido estaba empatado y Phoenix necesitaba algo más. Chris Paul despertaba para dar aire a su equipo en ataque, pero la defensa local sufría hasta para contener a Bobby Portis. Tras seis minutos de descanso regresaba la estrella griega al partido y los Bucks tomaban el mando del partido, el control era visitante y, pese a que Cameron Payne daba más criterio al ataque de los de Arizona, de cara a la segunda mitad Milwaukee contaba con tres puntos de ventaja.

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El paso por los vestuarios aclaraba el ataque de los Sunx que, con un Booker imperial, intentaba el acercamiento en el marcador. El escolta incluso le sacaba la cuarta falta personal a PJ Tucker, pero era insuficiente. Holiday le cerraba esa vía de anotación a Phoenix y Khris Middleton se mostraba igual de acertado que el escolta local. La diferencia visitante alcanzaba los dos dígitos y Monty Williams necesitaba hablar con los suyos. Paul intentaba dirigir, pero estaba desesperado por la defensa de los Bucks. Por encima Antetokounmpo sacaba sus mejores minutos del partido. Ni sentando a su veterano base, ni con la ausencia temporal por la faltas de la estrella visitante, los Suns mejoraban la situación puesto que seguían mostrando debilidad defensiva ante los ataques bien trabajados de su adversario y Ayton no se imponía bajo canasta. Milwaukee se presentaba en los doce minutos finales con diez puntos de ventaja y las mejores sensaciones para llevarse el triunfo.

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Devin Booker, como líder de su equipo, salía al cuarto final a por todas. Claro que no encontraba apoyo ofensivo en sus compañeros y los Bucks comenzaban a castigar la defensa de Chris Paul para poder mantener la ventaja inalterable. Phoenix sabía que necesitaba hacer entrar en juego a los secundarios y, con un mejor movimiento de balón, lograba poner la desventaja por debajo de los diez puntos. Las estrellas visitantes comenzaban a notar el cansancio, el ataque de Milwaukee se quedaba reducido al acierto de Antetokounmpo y tenía que surgir Middleton para aliviar los apuros ofensivos de su equipo. Chris Paul tenía sus mejores minutos sobre la pista, claro que no evitaba que los Bucks llegasen a los dos minutos finales con seis puntos de ventaja y la posesión del balón. Los visitantes no podían con la agresividad defensiva de los Suns en esa oportunidad y Booker acertaba con el triple para reducir aún más la diferencia. Antetokounmpo era la respuesta visitante, el alero sacaba dos tiros libres pero, con sus errores por exceso de tensión, y la incapacidad defensiva de Pat Connaughton ante el veterano base local, Phoenix lograba ponerse a un punto entrando en el minuto final. El ataque de Milwaukee se liaba y Buldenhozer tenía que diseñar una jugada para resolver los cinco segundos de posesión que les quedaban a los Bucks. Holiday forzaba un tiro, pero se resarcía en la posesión siguiente. Lograba quitarle el balón de las manos a Booker con una gran ayuda y en la contra le dejaba un balón colgado  al jugador más valioso de su equipo para que sólo tuviese que machacar. Se suponía que, con el tiro libre adicional, debía cerrarse el partido restando trece segundos. Sin embargo el griego no acertaba, pero compensaba su error despejando el rebote hacia Middleton. El escolta daba aire a Phoenix errando el primer tiro libre, pero acertaba con el segundo. En Wisconsin se preparaban para engalanar el Fiserv Forum para el sexto partido, tras ganar tres partidos consecutivos a los Suns el anillo estaba más cerca. Invitado inesperado: Pat Connaughton, Bobby Portis (Bucks)