Fuente: thesource.com
En Los Angeles se esperaba una nueva resurrección de su equipo pero, viendo que Chris Paul volvía a dirigir el juego en el bando contrario, los temores eran mayores de los previstos. Sin embargo el inicio del partido dejaba claras dos cosas, a Paul George no le había sentado mal fallar dos tiros libres en el segundo partido y las estrellas de los Suns no se encontraban nada cómodos en ataque. Como quiera que Reggie Jackson daba aire a la estrella angelina en ataque, y defensivamente sólo se sufría con la continuación hacia canasta de DeAndre Ayton, la iniciativa en el marcador era local y lo único destacable era el codazo de Paul George a Jae Crowder intentando hacerse un hueco para forzar la falta del defensor. Llegaba el turno de los suplentes y, con la salida a pista de Cameron Payne, se observaba cierta precipitación en los de Arizona. Pese a quebrar la defensa angelina más fácilmente, un parcial de seis a cero en los dos minutos finales permitía una cómoda renta a los Clippers tras los doce minutos de apertura. Un parcial que era contestado en poco más de minuto y medio, obligando a Tyronne Lue a parar el partido porque, pese a que Payne estaba en el banquillo quejándose del tobillo, Phoenix mostraba mucha paciencia en su ataque. La defensa angelina respondía al desafío, los árbitros tomaban dos decisiones horrorosas (una por equipo, demostrando lo malos que eran) y, pese a todo, los malos ataques y el acierto de Cameron Johnson permitían a los visitantes poner el resultado a su favor con un parcial de catorce a cuatro. Paul George intentaba insuflar aire al ataque angelino, pero el base de los Suns siempre encontraba una respuesta adecuada. Los Clippers salían encendidos al tercer cuarto porque, incluso tras sufrir doce minutos, seguían a sólo una canasta de diferencia y se confirmaba la baja de Cameron Payne para el resto del partido. Terance Mann buscaba el aro constantemente y Patrick Beverley aumentaba el nivel de contacto en la defensa de la estrella visitante. Monty Williams paraba el partido porque su equipo, por primera vez, no tenía paciencia ante la defensa local. No servía para nada; la conexión con Ayton se quedaba cerrada, Paul sufría para encontrar tiros cómodos y Devin Booker se desesperaba porque a él no le permitían los mismos contactos que a su defensor y se ponía con cuatro faltas personales. El intercambio de opiniones con Beverley acababa en una doble técnica y los Clippers comenzaban a encontrar puntos fáciles bajo el aro visitante; la diferencia superaba la decena de puntos tras un parcial de veintiuno a tres en siete minutos. Los banquillos comenzaban a moverse y Cameron Johnson daba los puntos necesarios para dejar la diferencia por debajo de los diez puntos. Sólo la aparición de Paul George, con un triple de medio campo antes de finalizar el tiempo, devolvía la diferencia a los dos dígitos y levantaba al público del Staples Center de sus asientos. El parón entre cuartos rebajaba la tensión en el ambiente, pero no cambiaba la dinámica porque Phoenix no era capaz de dar buenos pases en su ataque y, como los angelinos encontraban acierto exterior, la diferencia crecía. Sin embargo, con el paso de los minutos, el ataque visitante se asentaba y era el técnico local el encargado de pisar el freno. Los Clippers veían como los triples no entraban y, pese a que la diferencia seguía por encima de la decena de puntos, Lue no quería sorpresas. Pese a ello la diferencia continuaba bajando, el parcial era de doce a cero en cuatro minutos y Beverley volvía a la pista dispuesto a repartir cariño. Ante la permisividad arbitral el efecto era inmediato, Reggie Jackson podía correr y recuperaba la confianza en su juego. El parcial, de cinco a cero en sesenta segundos, devolvía la diferencia por encima de los diez puntos. Monty Williams buscaba recuperar el ánimo de sus jugadores con un tiempo muerto, pero era inútil. Los árbitros tenían claro a favor de quien pitar, Jae Crowder pagaba las consecuencias con su eliminación por faltas personales y Jackson seguía con su recital ofensivo. Faltando dos minutos los Suns se rendían porque hasta Beverley era una amenaza ofensivamente, el Staples Center disfrutaba con la primera victoria de su equipo en la eliminatoria. Invitado inesperado: Luke Kennard (Clippers)
Fuente: nbareligion.com
Los Suns ya sabían lo que les esperaba durante el cuarto partido y salían a por todas, de tal forma que Tyronne Lue tenía que parar el partido en apenas dos minutos ante el recital de dirección de juego de Chris Paul. El equipo angelino dejaba de forzar jugadas pero, pese a ello, en cuatro minutos se completaba un parcial de catorce a dos. El partido avanzaba con más acierto en el ataque local y había un ligero recorte en el marcador porque, cuanto más peso cobraba Devin Booker en el ataque visitante, más cómodos se encontraban los Clippers. Sin embargo Phoenix volvía a jugar en equipo, Paul George empujaba al escolta estrella visitante y regalaba una técnica. La diferencia superaba la decena de puntos y tampoco la técnica que se ganaba Cameron Payne por quitarse de encima a Terance Mann despistaba a los de Arizona que, gracias al dominio de las zonas de DeAndre Ayton, llegaban con una renta de nueve puntos al segundo cuarto. La salida de los suplentes suponía cierto atasco en los ataques de ambos equipos y, pese a la inspiración de Reggie Jackson, la diferencia permanecía inalterable. Es más, con el retorno de los titulares, hasta volvía a llegar a los dos dígitos y el técnico local llamaba a capítulo a sus jugadores. Defensivamente los Clippers ya no sufrían pero, a nivel ofensivo, Ayton se les hacía enorme. Con una canasta de Paul George los angelinos rompían casi siete minutos sin anotación y la desventaja, al descanso, era de catorce puntos. El paso por los vestuarios traía problemas a la defensa de los Suns porque, sorprendentemente Ayton ya no llegaba a tiempo de proteger su aro y, como en ataque las estrellas visitantes abusaban del bote del balón, el recorte era inevitable. Patrick Beverley estaba en su salsa, ganándose una técnica, y Chris Paul sacaba rendimiento del bloqueo y continuación para mantener las diferencia porque Ayton volvía a subir su nivel defensivo. El problemas para los visitantes era que Ivica Zubac era imparable en combinación con Paul George, Reggie Jackson despertaba y, como en ataque no había acierto exterior, la diferencia volvía a bajar. Sólo gracias al rebote ofensivo, los Suns llegaban al cuarto de cierre con tres puntos de ventaja. La tensión se disparaba con el Staples Center metiendo presión, Devin Booker devolvía el empujón a Paul George tras cometer su cuarta falta personal y, naturalmente, se llevaba una técnica; Phoenix se había desordenado sin su estrella y los Clippers lo tenían todo a favor para ponerse por delante. Sin embargo, cada vez que podían ponerse por delante en el marcador, erraban el tiro. A mitad de cuarto el marcador era el mismo que restando diez minutos y, pese a que la afición local no perdía el buen ánimo, los primeros en volver a anotar eran los Suns. En Los Angeles sufrían viendo como su equipo tenía que romper la mala dinámica con tiros libres. Pese a la complicada situación los de Arizna seguían mandando en el marcador, porque los Clippers seguían sin encontrar acierto en los tiros para tomar el mando del partido. Los Suns llegaban a los dos minutos finales con cinco puntos de ventaja y Tyronne Lue optaba por un quinteto pequeño. Las defensas se imponían a los ataques y, faltando un minuto, llegaba una jugada a priori decisiva. Una falta defensiva de Beverley se convertía en la sexta falta personal de Booker y el Staples Center estallaba de júbilo; los Clippers entraban en el minuto final con tres puntos de desventaja. Chris Paul se enredaba con Paul George para terminar fallando el tiro y, pese a que su pivot le daba otra opción, volvía a no encontrar acierto en su tiro más característico. En esta ocasión la posesión era para los locales, pero Monty Williams no daba opción al empate con la última posesión. George acertaba con los dos tiros libres faltando trece segundos, Phoenix dudaba en la puesto en juego del balón pero, afortunadamente, el balón salía de banda a su favor. el nuevo intento salía mejor y Paul, en esta oca no fallaba. Quedaban siete segundos y la desventaja volvía a ser de tres puntos. La nueva falta personal era desaprovechada por la estrella angelina pero, en una lucha normal por el rebote, DeMarcus Cousins conseguía una falta personal de Dario Saric. El pivot tiraba contra el tablero para fallar y regabala el balón a los Suns. El base estrella de los de Arizona debía cerrar el partido a falta de tres segundos. Sin embargo erraba el segundo tiro libre y la falta inmediata, iba sobre Paul George. En esta ocasión metía el primer lanzamiento desde la personal y se veía obligado a fallar el segundo tiro. Chris Paul ponía el tres a uno en la eliminatoria para Phoenix. Invitado inesperado: Monty Williams (Suns)
Leave a Reply
Be the First to Comment!
You must be logged in to post a comment.
You must be logged in to post a comment.