Fuente: theundefeated.com

El Fiserv Forum presentaba un gran aspecto para el primer partido de las finales de conferencia. En Milwaukee creían que, una vez eliminado el coco del Este, todo sería más sencillo. Sin embargo los Hawks  planteaban un partido de alto ritmo; donde los bases, y Giannis Antetokounmpo, llevaban la batuta del juego. Costaba encontrar puntos bajo canasta, salvo al contraataque y, de igual manera, no había acierto exterior. En ese juego más indefinido nadie se escapaba en el marcador y, sólo con la mejor versión de Bobby Portis desde el banquillo, los Bucks conseguían tomar una corta ventaja para el segundo cuarto. Una diferencia que, con la aparición de Khris Middleton en el ataque local, crecía en menos de un minuto. Atlanta no se había presentado tras el paso por los banquillos y Nate McMillan llamaba a los suyos al corrillo. La intensidad defensiva subía, pero no lo suficiente y el ataque tenía graves problemas; cuando lala desventaja se acercaba a los diez puntos volvía al campo la estrella visitante. El efecto sobre el ataque era inmediato, claro que, el nivel defensivo del equipo, seguía permitiendo demasiados puntos fáciles de los Bucks. En cuanto se comenzaban a activar las ayudas defensivas, el recorte visitante era inmediato. Gracias a un parcial de diecisiete a siete, en cuatro minutos, los Hawks tomaban la delantera en el marcador y obligaban a Mike Buldenhozer a tomar medidas. Milwaukee ajustaba su defensa, sus estrellas repartían el juego con criterio y, gracias al acierto de Jrue Holiday, en Wisconsin se celebraban los cinco puntos de ventaja de su equipo al descanso. Unos doce minutos que se abrían con los ataques funcionando a pleno rendimiento, nuevamente a los mandos de las estrellas de ambos equipos. Sin embargo,  con el paso de los minutos, el ataque local comenzaba a perder su buen criterio; Trae Young aceleraba el ritmo ofensivo de los suyos y, con Antetokounmpo en el banquillo, John Collins comenzaba a dar soluciones ofensivas bajo el aro a Atlanta y la diferencia se acercaba a los dos dígitos. Por suerte Jrue Holiday estaba inspirado en el tiro de tres, el alero griego regresaba a la pista para dar consistencia a la defensa y Milwaukee se presentaba en el último cuarto a tres puntos. Pese a ello, la salida local era demasiado individualista con sus tres estrellas sobre la pista, el abuso del bote en ataque penalizaba a los Bucks y, cuando McMillan reintegraba a Young a la pista, los Hawks seguían llevando el timón del partido. Clint Capela cobraba protagonismo en el partido con su marcaje a la estrella local y Middleton pasaba a ser la referencia ofensiva en Milwaukee. La igualdad era total y Buldenhozer necesitaba más de su equipo. Con más agresividad en la defensa del base visitante, y Antetokounmpo jugando más suelto pudiendo correr, los Bucks tomaban siete puntos de ventaja a falta de cuatro minutos para el cierre del partido. McMillan quería ordenar el juego y dar un descanso activo a su base. John Collins rescataba a su equipo con un rebote ofensivo, Middleton seguía inconsistente exterior y, tras un dos más uno, era el técnico quien paraba el partido. Buldenhozer frenaba la reacción visitante sacando partido del juego sin balón de su estrella y Milwaukee llegaba a los dos minutos finales con cuatro puntos de ventaja. Hasta tres opciones tenían los Hawks para, con un triple de Collins, dejar todo en el aire. Holiday se aproximaba la aro visitante lleno de dudas y permitía la intimidación de su lanzamiento. Atlanta no daba circulado el balón con comodidad y agotaba la posesión. Los Bucks entraban al minuto final con un punto de ventaja y la posesión del balón. Middleton erraba un tiro cómodo para él, Young buscaba el aro de forma forzada, pero Capela capturaba el rebote y ponía a los georgianos por delante con medio minuto por jugar. Buldenhozer ponía el balón en las manos de Middleton, este se veía obligado a abrir el juego, Pat Connaughton lanzaba un triple que no tocaba el aro y, tras dos palmeos infructuosos, el balón acababa en las manos de la estrella visitante. El joven base no fallaba y los Hawks tenía tres puntos de ventaja. En el Fiserv Forum no se lo podían creer, pero confiaban en que, con una posesión casi completa en su poder, podrían mandar el partido a la prórroga. Antetokounmpo recibía bajo el aro faltando cinco segundos y la falta era obligada. El alero griego acertaba, para sorpresa general, con los dos tiros libres y el turno era para la estrella visitante. Tampoco erraba y el tiempo se le acababa al cuadro local. Middleton recibía el balón y, pese a tener tiempo para apuntar , no acertaba con el triple y en Atlanta se disfrutaba de la primera victoria de la eliminatoria.  Invitado inesperado: Danilo Gallinari (Hawks)

Fuente: hoopshabit.com

El  segundo partido requería carácter por parte de los Bucks para sacarlo adelante, por eso el Fiserv Forum estaba preparado para darle todo su apoyo y lo que quedaba claro, viendo los primeros minutos, era que la tensión defensiva había subido en ambos equipos. Dada la situación el rebote ofensivo, y la capacidad para atacar en transición de Giannis Antetokounmpo, daban las primeras ventajas a los locales. Pese al intento de Nate McMillan por frenar el partido, la desventaja se aproximaba a los diez puntos. Trae Young era el faro del ataque visitante y, ante una defensa compacta, no encontraba la forma de iluminar a sus compañeros. Pese a todo, y gracias a un mínimo acompañamiento, conseguía acercar a su equipo a mitad de cuarto. Sin embargo la reacción local era inmediata, los balones perdidos se convertían en una rémora y, aunque los suplentes de Atlanta salían con mucho acierto a la pista (con una mención destacada para Danilo Gallinari), la desventaja era de seis puntos al cerrarse el primer cuarto. Las bases del partido y ni el paso por los banquillos alteraba el rumbo del partido. La estrella local era imparable incluso atacando en estático y su distribución era acompañada por el acierto de sus compañeros. La ventaja local alcanzaba los dos dígitos y los Hawks necesitaban poner paciencia y orden en su ataque ya que hasta sacar de fondo se convertía en un suplicio. Y, pese al parón, sucedía lo inevitable. El ataque visitante sobrevivía con triples y, una vez sin ellos, el desastre era total. Milwaukee disfrutaba de la ingenuidad georgiana pudiendo correr y la diferencia rozaba los veinte puntos y Brook López los confirmaba con un triple en transición. Hasta el aro se revolvía contra el ataque de los Hawks y escupía un mate. Las zonas eran dominadas por los Bucks y Jrue Holiday llevaba la diferencia por encima de los treinta puntos tras un parcial de veinte a cero en tres minutos. Mientras se retiraban al vestuario, con el Fiserv Forum celebrando la ventaja local y tras un recordatorio del marcador de Bobby Portis que le costaba una técnica, en Atlanta no dejaban de pensar que la cosa sólo podía ir a mejor. Sin embargo Milwaukee no tenía problemas para aumentar la diferencia de puntos en una decena rápidamente y sólo la relajación de su equipo obligaba a Mike Buldenhozer a parar el partido tras encajar un parcial de diez a cero. Las cosas volvían a la normalidad, los cuarenta puntos de ventaja desataban la fustración de Danilo Gallinari que, con un empujón a Pat Connaughton, se ganaba una técnica. El partido se cerraba en el tercer cuarto y nadie, en el cuadro visitante, lo iba a querer recordar durante el viaje de regreso a Atlanta; la serie volvía a casa con empate a uno. Invitado inesperado: Jeff Teague, Brynn Forbes, Bobby Portis, Pat Connaughton (Bucks)