Fuente: fastbreak.com.ph
En el Vivint Arena se esperaba con ansia el quinto partido de la serie porque, las dos derrotas en Los Angeles, exigían una respuesta contundente por parte del equipo con mejor récord durante la temporada regular y, como además se confirmaba la baja por lesión de Kawhi Leonard (que sería sustituido en el quinteto titular por Terance Mann), el público local se relamía pensando en la venganza. Sin embargo Utah saltaba a la pista con una baja intensidad y, con apenas un minuto de juego, Quin Snyder paraba el partido porque Marcus Morris y Paul George abrían un pequeño hueco. Los locales se activaban en defensa, casi todos los aciertos llegaban desde el exterior y Bojan Bogdanovic era el principal responsable de un parcial de catorce a tres que ponía a los Jazz por delante en el marcador. Sólo con el descanso de Rudy Gobert los Clippers conseguían llegar al segundo cuarto con una desventaja mínima. Sin embargo los de Snyder volvían a acertar desde el exterior y, como ahora le tocaba descansar a Paul George, los angelinos veían como la diferencia volvía a crecer y Tyronne Lue solicitaba tener una charla con sus jugadores. Ahora los triples entraban en el cuadro californiano mientras que, inesperadamente, Utah no sabía atacar una zona que le había planteado el técnico visitante. El parcial era inmediato y devolvía la igualdad al marcador. Los Jazz encontraban la versión más acertada de Jordan Clarkson, y su mejor versión defensiva para llevar la diferencia hasta la decena de puntos. En California comenzaba a verse mal el partido pero la solución llegaba desde el banquillo. Patrick Beverly hacía de microondas, Paul George agradecía el apoyo y Morris sacaba de quicio a la estrella francesa de Utah al pasar por encima de su cabeza cuando este se había caído al suelo. La doble técnica era de manual y la ventaja local se reducía a la mitad al descanso. El tercer periodo se presentaba más caliente tras lo acontecido en los minutos finales del segundo cuarto y Royce O´Neale demostraba no haber olvidado nada tras el paso por los vestuarios. Con un abrazo le daba la bienvenida a Paul George y la falta flagrante era obligada tras la revisión. Una jugada que, curiosamente, dejaba a su equipo fuera del ritmo del partido. Los Clippers se aprovechaban y volvían a tomar el control del marcador. Donovan Mitchell lo intentaba, pero se le veía muy tocado y Snyder veía necesario introducir a Clarkson para dar aire la ataque local. El escolta saludaba su regreso a la cancha con una técnica y el parcial, de quince a tres gracias a un acertado Marcus Morris, daba siete puntos de ventaja al equipo angelino. Gobert comenzaba a ser un problema en el rebote ofensivo e impedía el despegue visitante. Los minutos pasaban y en Salt Lake City sufrían cada ataque de su equipo, cada vez más espeso. De este modo, la mejor versión de Beverley permitía a los Clippers mandar por casi diez puntos cuando se subía el telón del acto final. Y todo lo que se veía era a unos Jazz desquiciados que, ante un cuadro angelino fallón , era incapaz de tomar el mando del marcador. Reggie Jackson aparecía para romper cuatro minutos de sequía visitante. Por encima el cuadro local comenzaba a regalar el balón con decisiones absurdas y, pese a que Beverley cometía la ingenuidad de hacer una falta personal sin el balón en juego, la buena racha de Jackson permitía a los Clippers poner la diferencia en los dos dígitos. Utah tenía un grave problema con su intimidador, que ya no sabía si salir al exterior o proteger su aro pero, a base de intensidad, la desventaja se reducía gracias a un parcial de siete a cero. Sin embargo el base titular angelino no iba a permitir que su anotación del último cuarto no sirviese para nada, con cinco puntos consecutivos la diferencia volvía a rondar la decena de puntos. El público local veía como los triples, y un Mitchell voluntarioso, recortaba la diferencia hasta los cuatro puntos pese a que Terance Mann se comía a Gobert para sacar un dos más uno. Restaban dos minutos y Paul George no iba a ser menos que el imberbe escolta de los Clippers, con otro dos más uno daba aire a los suyos. Los Jazz se precipitaban y en Los Angeles se celebraba ver a los suyos completar su tercera victoria consecutiva en la eliminatoria. Invitado inesperado: Patrick Beverley (Clippers)
El retorno de Mike Conley no asustaba a un Staples Center con un lleno absoluto por primera vez en toda la temporada y los primeros minutos del partido demostraban que no había mucho que temer. Todo el juego ofensivo de los Jazz lo generaba Donovan Mitchell y, como Terance Mann salía en su versión más acertada e intensa para aprovechar la distribución de Paul George, Quin Snyder tenía que parar el partido pese a la igualdad en el marcador. El ataque visitante se estabilizaba y en Los Angeles comenzaban a temblar viendo que los ataques de su equipo eran cada vez más espesos. Los triples visitantes no paraban de entrar y la diferencia se acercaba a los diez puntos. Sin embargo, la precipitación durante el minuto final penalizaba a Utah, dejando la desventaja local en apenas una canasta al terminar el primer cuarto. La parada en los banquillos no alteraba el orden del partido, la igualdad era normal y lo único destacable era ver a Jordan Clarkson en su mejor nivel anotador. Poco a poco los Clippers comenzaban a acelerar su juego y al no cerrar el rebote bajo su canasta, la diferencia visitante comenzaba a crecer. Tyronne Lue dotaba de más paciencia al ataque angelino, pero los tiros abiertos ya no entraban y, como Clarkson seguía con su recital, la diferencia alcanzaba los dos dígitos y el tiempo muerto era obligado en el bando local. Daba igual; la defensa de los Jazz era excelente, Clarkson seguía inspirado y los tiros abiertos seguían entrando. Se llegaba la descanso con el Staples Center callado y la diferencia por encima de los veinte puntos. El tercer cuarto se presentaba interesante porque, aunque Utah tenía una clara ventaja, tenía que mantener un alto nivel de acierto en el tiro para controlar el partido. Y la salida de los vestuarios confirmaba esa impresión; la defensa angelina no permitía tiros claros, el tiro exterior ya no entraba igual y Terance Mann reducía en seis puntos la desventaja en apenas dos minutos. Snyder solicitaba un parón para aclarar las ideas de su equipo der mantener el nivel, pero ahora los balones perdidos también eran un problema, en tres minutos encajaban un parcial de once a cero que dejaba la desventaja reducida a la mitad. El partido se convertía en un intercambio de triples y, con más acierto de los visitantes, la ventaja volvía a superar los veinte puntos y ahora el tiempo muerto era solicitado por el técnico local. Los angelinos volvían a plantear una zona para defender, el ataque visitante se espesaba y, con Reggie Jackson acompañando a Terance Mann, la diferencia se reducía rápidamente. Gobert ya no tapaba los tiros abiertos y Snyder se cabreaba viendo como el marcador se apretaba y la ventaja amenazaba con bajar de los diez puntos. Clarkson salía desde el banquillo sin acierto, Mann se iba a la contra en un uno contra cuatro y ganaba la partida. El Staples Center se elevaba con gritos de “Defense” y los Jazz ya no tenían soluciones ni ante una defensa individual. Royce O´Neale rompía un diecisiete a cero de parcial con un mate y despertaba a su equipo de la pesadilla pero, pese a ello, los Clippers llegaban al cuarto final con mucha vida; La desventaja era de apenas tres puntos y nadie se quería perder los doce minutos finales. En Los Angeles se veía con alivio como los suyos seguían manteniendo la tensión defensiva y, pese a que el ataque en estático sufría, la anotación era reducida y los Clippers tomaban el mando en el marcador en apenas noventa segundos. El acierto exterior comenzaba a brotar en el equipo angelino, mientras que Utah se veía obligado a buscar la línea de tiros libres para anotar porque Donovan Mitchell no estaba en condiciones para rematar sus entradas a canasta. Hasta Patrick Beverley acertaba con los triples y, con Jackson mostrando su mejor cara en ataque, era el protagonista del despegue local. La diferencia era de siete puntos cuando el técnico visitante paraba el partido, Bojan Bogdanovic hacía dos triples consecutivos para poner el partido a un punto. Sin embargo era un espejismo, la energía estaba en el bando local y Paul George encontraba en Mann el aliado perfecto para romper el partido. A falta de cinco minutos California vibraba con los diez puntos de ventaja de los Clippers. lo que quedaba por ver era la impotencia visitante que, pese a que los intentos de su jugador franquicia lograban poner el partido a cuatro puntos, no podía seguir el ritmo anotador de los bases angelinos. Los Clippers alcanzaban las primeras finales de conferencia de su historia. Invitado inesperado: Patrick Beverley (Clippers)
Eliminatoria cerrada: Clippers ganan cuatro a dos
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