El Barça pone fin a la travesía por el desierto y recupera el título de la Liga ACB siete años después. Firmó su mejor obra de la temporada en los dos partidos de la final, curiosamente la eliminatoria que ha despachado con mayor comodidad. No hubo emoción, ni un atisbo de duda sobre que esta campaña iba a terminar en el Palau Blaugrana. Superioridad manifiesta desde el primer momento sobre un Real Madrid que ofreció la imagen de un equipo entregado y que nunca creyó que pudiera alargar la final. El regreso al trono del equipo azulgrana supone el definitivo cambio de tendencia en el baloncesto español, tanto por el enorme potencial de una plantilla con años por delante al mejor nivel como por el triunfo de un nuevo modelo. No sólo en la cancha, con el juego físico, intenso y agresivo hasta el extremo propuesto por Jasikevicius y que ha encajado con el infinito talento que dispone. El cambio también afecta a la confección de las plantillas de los grandes equipos, como se puede apreciar en clubes como Barça, Efes Pilsen o CSKA. La apuesta por los jóvenes o jugadores con proyección se ha convertido en un ejercicio de corta duración ante el infinito poder de seducción de la NBA y algunos grandes de Europa se han dado cuenta de que la única forma de conformar un equipo de larga trayectoria se basa en los fichajes de jugadores consagrados en el baloncesto europeo o retornados de Estados Unidos sin intención de volver allí. En otras palabras, jugadores que no se van a marchar a la NBA. El nuevo modelo para un nuevo tiempo y que ha sabido adoptar el Barça en el momento justo para recuperar la hegemonía del baloncesto nacional. Se antoja que por un tiempo prolongado.

Barça 92 – Real Madrid 73 (2-0): La sensación nada más comenzar el encuentro era que la final no iba a pasar de esta noche. La diferencia de intensidad y actitud de ambos equipos era abismal, como la noche y el día. Por un lado, las ganas y el hambre del Barça, decidido a no conceder un solo instante de emoción a este partido. Anotaba con una facilidad pasmosa y mordía atrás, cerrando con mucho acierto su propia zona y negando pases cómodos a los pívots rivales. Por el otro, un Real Madrid sin ideas y falto de mordiente en defensa. La zozobra era tal que Laso movió el banquillo mucho antes de los acostumbrado. No habían pasado dos minutos cuando sentó a Alocén y Garuba por Llull y Tyus, pero el remedio fue peor que la enfermedad porque el Madrid se sumió en el desconcierto con el cambio en la dirección. Nada más entrar, Llull se jugó tres triples que no venían a cuento y que agravaron el mal comienzo del equipo blanco. Antes de que se llegara a la mitad del primer cuarto, Laso pidió tiempo muerto porque la defensa madridista era una verbena. Para entonces, el Barça sumaba un inmaculado 7/7 en tiros de campo y Mirotic y Calathes amenazaban con decidir el choque por la vía rápida (16-5, min 4). El Madrid mejoró brevemente tras la bronca de su entrenador y se agarró al encuentro desde la línea de tres, pero el acierto puntual apenas alcanzaba para subsistir. No había indicios de una mejora prolongada. Tavares y Tyus no defendieron nada bien durante todo el primer cuarto y los jugadores azulgranas anotaban con mucha comodidad cerca del aro. Además, el equipo blanco ni olía el rebote, un apartado que dominó con suficiencia durante todo el playoff. Se acumulaba la ansiedad, la impotencia, amplificadas por otra demostración de pésima dirección de Llull. El ataque visitante era puro sufrimiento, pues el Madrid se las veía y deseaba para anotar. Todas las defensas del Barça eran buenas, no había una sola ocasión en la que llegara un tiro sencillo. Con este rendimiento atrás, los azulgranas solo tenían que esperar a que su inagotable talento hiciera el resto para romper el partido definitivamente. Lo consiguió con siete puntos consecutivos de Mirotic, que disputó uno de sus mejores partidos de la temporada cuando más se necesitaba. Por una vez, se quitó de encima el sambenito de jugador al que le puede la presión en los días importantes.

Fuente: eurosport.com

De la mano de Mirotic, el Barça dio el golpe definitivo antes de llegar al descanso. Volvía a anotar con comodidad, permitiéndose incluso momentos de lucimiento individual. Como ocurriera en la final de Copa, todo había terminado con la segunda mitad por disputarse (48-28, min 19). El Barça no se iba a permitir un solo momento de dejadez. Mirotic (27 puntos, 5 rebotes, 35 de valoración) seguía inspirado y anotó los seis primeros puntos de su equipo, pero a Jasikevicius no le hizo ninguna gracia que el Madrid intercambiara canastas. Aunque la diferencia se mantenía en los 18 puntos con los que llegó al descanso, el entrenador lituano pidió tiempo muerto a los dos minutos para reclamar más atención en defensa. No le importaba que su equipo solo fallara un tiro de campo en seis minutos o el Madrid padeciera un ridículo 3/9 en tiros libres. Lo que no quería bajo ningún concepto es que Tavares (12 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración) y Tyus anotaran cerca del aro con cierta comodidad. Tampoco le gustó un pelo que el Madrid recortara con un 0-9 de parcial a base de orgullo (66-53, min 27), aunque ya no disponía de un tiempo muerto que parara el juego. Tampoco fue necesario, sus jugadores se encargaron por sí mismos de activarse de nuevo en defensa y acabar con la pequeña revuelta. Por su parte, Calathes y Gasol (11 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) se encargaron de devolver el parcial y acabar con cualquier foco de resistencia. Así las cosas, el último cuarto quedaba reducido a un simple trámite para el deleite culé (77-55, min 30). El Madrid ya era un equipo hundido, que se perdía en errores absurdos y solo sumaba con lo que lograba Abalde (15 puntos, 2 asistencias, 2 robos, 21 de valoración). Su resistencia quedó doblegada por la alta intensidad azulgrana, por el acierto infalible de Kuric, por la dirección sensata y efectiva de Calathes (15 puntos, 7 asistencias, 20 de valoración), por la presencia inevitable de Mirotic. La perla de Montenegro puso la guinda a una actuación fabulosa en los últimos minutos aprovechando que le defendía Rudy, la última decisión suicida de Laso cuando el Madrid contaba con un quinteto bajito en pista. Nada cambió la abrumadora superioridad del Barça, que tuvo todo el tiempo que quiso para disfrutar de su éxito. Siete años después, la Liga ACB regresa a manos de los azulgranas.

Fuente: diariopalentino.es

Y DIGO YO…:

• Mirotic, MVP de la final. Se resarce de tantos partidos decisivos en los que no tuvo una actuación acorde a su talla para hundir al equipo en el que se formó. Cada vez está más claro que con su fichaje se inicio el cambio de hegemonía en el baloncesto español.
• Aunque no se llevara el galardón, también hubiera sido merecido que acabara en manos de Calathes. El base griego firmó dos partidos brillantes en los que demostró que se puede ser decisivo en la sombra, sin acaparar los focos. Durante años, acabó frustrado en cada duelo individual con Campazzo cuando se enfrentaba al Real Madrid. Sin el base argentino como rival, su dirección no encontró respuesta en un Madrid huérfano de un base de garantías.
• Pau Gasol regresó a Barcelona como se marchó antes de poner rumbo a la NBA, con un título de Liga tras una demostración de enorme superioridad sobre el Real Madrid. Se fue un jugador prometedor que deslumbraba y regresó una leyenda que sigue ofreciendo una valiosa aportación en Europa. El trofeo de Liga ACB que levantó junto a Oriola puede ser su última imagen como azulgrana. Desde luego, un brillante colofón si decide poner punto y final tras los Juegos Olímpicos.
• Por primera vez desde la llegada de Laso al banquillo, el Real Madrid acaba en blanco una temporada. Sí, ganó la Supercopa, pero todos sabemos que nunca entra en los cálculos al final de curso. Un declive innegable que exige cambios profundos. Por cierto, aunque se anunció en febrero un acuerdo verbal para renovar a Laso dos años más, aún no se hizo oficial desde el club ni hay nada firmado. No descartaría que se produjera una sorpresa inesperada en el puesto de entrenador.
• Rudy y Llull acabaron un pésimo partido con cero puntos y valoración negativa. Dos de los jugadores que mejor representaron los años de gloria de la era Laso también han reflejado de forma inequívoca la decadencia y el final de ciclo. Para su futuro en el club, más les vale que no llegue esa sorpresa al banquillo.
• El Real Madrid acabó la Liga Regular con un balance de 34-2 e invicto fuera de casa, un balance inédito que suponía un récord en la era ACB. Sin embargo, nunca antes un registro así tuvo menor importancia, ya que no partía como favorito pese a terminar la fase regular como líder. La realidad demostró que en unos playoffs, donde el título se decide en el mano a mano, no estaba en condiciones de disputarle el título a su eterno rival. De nuevo quedó en evidencia que la importancia de la Liga Regular es muy secundaria.
• La última vez que el Madrid acabó sin títulos importantes una temporada se produjo en 2010, en plena época de apogeo del Barça de Guardiola y Xavi Pascual. El equipo blanco ha retrocedido un decenio tras una campaña aciaga. El problema para los madridistas es que hay pocas señales para el optimismo en cuanto a una salida rápida del bache.