La enorme lista de bajas que acompaña al Real Madrid en estos playoffs ha convertido sus partidos en una continua prueba de supervivencia. Cada encuentro añadía un contratiempo más que reducía el número de efectivos de los que podía disponer Laso. Contra Valencia Basket sólo pudo contar con nueve jugadores del primer equipo y el técnico tuvo que llamar de urgencia al base Juan Núñez, que estaba disputando la Adidas Next Generation Tournament, la Euroliga junior, en Valencia para darle un respiro a Alocén. Un lastre pesado para enfrentarse a un rival muy competente y que cuenta con una plantilla larga y completa. Se antojaba muy complicado que el equipo blanco pudiera salir indemne de esta, pero volvió a sorprender a todos los aficionados con una lección de trabajo y carácter para adelantarse en la semifinal. Un triunfo muy merecido, labrado con pico y pala. No se puede permitir con lo que tiene el juego vertiginoso y espectacular que ha marcado la etapa de Laso en el banquillo madridista y entendió que sólo tendría opciones desde la defensa y cargando el rebote como fieras. Brega y orgullo como identidad competitiva, los rasgos que le dejan a un triunfo de alcanzar la final.
Real Madrid 81 – Valencia Basket 70 (1-0): Como ha pasado en otros pabellones, los aficionados regresaron al Palacio de los Deportes 15 meses después. Los mil madridistas presentes en las gradas dibujaron un esbozo del ambiente de las grandes ocasiones y falta le hacía ese apoyo al Real Madrid, que sumaba a Llull a su interminable lista de bajas. Lo que no echa de menos el equipo blanco es el carácter y la buena disposición. Con lo que tenía disponible Laso no quedaba otra que recurrir al pico y la pala para competir y a fe que el Madrid supo usarlos. Muy firme en defensa y duro en el rebote, atacando con paciencia hasta que aparecía la ocasión propicia para lanzar. Carroll y Tavares estuvieron muy eficaces en los primeros minutos, anotando siempre en la zona. La puesta en escena de Valencia Basket no estaba a la altura del nivel de intensidad que había impuesto el conjunto de Laso. Le costó tres minutos y medio al equipo taronja anotar su primera canasta en juego y Ponsarnau no tardó mucho más en cambiar a tres jugadores del cinco inicial. La reacción que buscó revolucionando su quinteto topó con el acierto en el triple del Madrid, una de las armas en su claro dominio sobre la cancha (20-8, min 5). Otra fue la defensa, de una intensidad extraordinaria y que tuvo especial dedicación sobre Kalinic. Laso era consciente de su importancia capital en los esquemas de Valencia Basket y ordenó a Garuba que no le quitara el ojo de encima. Su marcaje fue implacable, apenas tuvo ocasión el alero serbio para lucirse. Aunque el cuadro visitante consiguió recortar al final del primer cuarto apropiándose de los balones sueltos por la zona madridista, no encontraba un momento de respiro, pues ahora sería Causeur (24 puntos, 4 rebotes, 3 robos, 22 de valoración) quien le amargara la existencia con diez puntos consecutivos.
Por otro lado, la superioridad en el rebote ofensivo del Real Madrid ya tomaba tintes insultantes para el juego interior rival, incapaz de frenar una sangría que no tuvo fin durante todo el partido. La situación adoptaba un cariz muy preocupante para Valencia Basket (30-14, min 11), que cargó toda la responsabilidad en Dubljevic (10 puntos, 12 rebotes, 16 de valoración). El pívot, como ha ocurrido tantas veces, se convirtió en la tabla de salvación en unos momentos muy complicados, pero no bastaba para cambiar el rumbo del encuentro. El Madrid estaba muy volcado en el tiro exterior, pero le valía con que Taylor (13 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración) y Causeur estuvieran infalibles desde la línea de tres. Para entonces ya se encontraba en la pista Juan Núñez, el señalado como el base del futuro en el equipo blanco y que debutaba con el primer equipo en unos playoffs y con responsabilidad. No le faltó atrevimiento ni se arrugó en defensa, pero aún lanza como un novato. Sin embargo, el gran trabajo de los madridistas en la primera mitad estuvo a punto de irse al traste en un mal final de segundo cuarto. Dejaron lanzar con comodidad a los pívots de Valencia Basket, jugadores con buena mano y que siempre le crean problemas con este recurso. A su vez, tampoco supo defender las entradas a canasta y los de Ponsarnau sacaron buenos réditos de estas jugadas. El parcial de 2-12 redujo considerablemente los daños para el equipo valenciano, que conseguía llegar en buenas condiciones al descanso tal como se estaba desarrollando el encuentro (42-38, min 19). Un triple de Tobey nada más iniciarse el tercer cuarto situaba más cerca que nunca a Valencia Basket, pero fue un espejismo. En un escenario de predominio defensivo, de ardor guerrero que provocó numerosas pérdidas de balón en los primeros minutos, el Madrid siempre superó a un rival que no aplicaba la misma intensidad y concentración. Lo reflejó el aplastante dominio del juego interior madridista bajo el aro.
Tavares (17 puntos, 11 rebotes, 27 de valoración) forzaba personales cada vez que recibía el balón y no le tembló la muñeca desde el tiro libre. A su vez, Garuba (6 puntos, 12 rebotes, 3 tapones, 17 de valoración) se convirtió en un seguro de vida en cada pelea por el rebote, ya fuera en su aro o en el contrario. Ponsarnau puso dos bases en pista, Van Rossom y Vives, pero tampoco sirvió para que mejorara un juego ofensivo completamente improductivo. Miserias que se unían a la humillante derrota en el apartado reboteador, donde el Madrid prácticamente le doblaba. Kalinic no aparecía, los triples sólo entraban a cuentagotas y Dubljevic acabó amargado con la defensa de Garuba, que le despachó con un par de tapones en la recta final del tercer periodo. Aunque el Madrid lanzaba triples sin ton ni son, a veces sin motivo, su rival no tenía el vigor necesario para inquietarle. Ni siquiera le pasó factura que Rudy se retirara lesionado, otra nueva dolencia muscular, o a Garuba se le subiera el gemelo derecho, fruto del tremendo esfuerzo. Tampoco que Causeur flojeara en el tiro libre. El escolta francés se redimió con un robo de balón y dos triples que destrozaron el partido (71-54, min 35). Poco importaba que la presión a la desesperada de Valencia Basket provocara que Alocén perdiera tres balones seguidos y que Hermansson y Pradilla redujeran diferencias en los dos últimos minutos. No había margen para la heroica y el Madrid sentenció desde el tiro libre. Incluso Laso pudo dar entrada a Núñez y Vukcevic en el último minuto. Le dio tiempo al base para anotador dos tiros libres, sus dos primeros puntos de una carrera deportiva que se presenta muy prometedora. Como lo es el triunfo del Real Madrid, por encima de las lesiones, enfermedades e imprevistos. Carácter y esfuerzo como medio de supervivencia.
Barça 112 – CB Canarias 69 (1-0): Las semifinales en el Palau Blaugrana se iniciaron de forma extraña en su desarrollo, puesto que el tiro de tres se convirtió en el único recurso ofensivo de ambos equipos durante los primeros minutos. Una insistencia sin fruto, puesto que ninguno de los dos comenzó fino en el triple. ¡Qué diferente acabaría la historia! Con Fitipaldo a los mandos, CB Canarias disfrutaba de una buena circulación de balón que le permitía jugar de tú a tú con el Barça, que ante la falta de resultados en el triple optó por el lanzamiento a media distancia. Una modalidad en desuso, pero en soluciones así también es diferente Jasikevicius en el baloncesto actual. Los azulgranas estuvieron muy efectivos en los tiros de cuatro y cinco metros, con un protagonismo especial para Mirotic, que acaparó muchos tiros y con acierto pleno. La igualdad durante todo el primer cuarto comenzó a romperse en el siguiente periodo. Apretó la defensa del Barça y dio inicio a las miserias de Huertas, que no empezó nada bien su participación en el encuentro. Además, los azulgranas anotaban sus primeros triples y lograron la primera renta reseñable del choque (32-26, min 15). Vidorreta se dio cuenta de que Huertas no estaba lúcido y decidió sacar a Fitipaldo para acompañarle en la dirección. Estuvo mucho mejor el base uruguayo, que dio mayor sentido al juego de CB Canarias. Los visitantes cerraron mejor su aro mediado el segundo cuarto y en un par de chispazos de Doornekamp tomaron de nuevo el mando en el marcador. Sería la última vez que mirarían por encima al Barça, que acabaron mucho más entonados el segundo periodo y engrosaron un parcial de 9-1 que le permitió irse al descanso con cierta tranquilidad (43-36, min 20). Fue la antesala de la proverbial exhibición ofensiva que tenía reservada para la segunda mitad. Mirotic no necesitó más de minuto y medio para destrozar un partido que se convertiría en una atroz pesadilla para CB Canarias.
Vidorreta, de forma sorprendente, no paró el partido pese a que el rival no fallaba nada y el parcial de inicio llegaba a 13-2. No quiso pedir tiempo muerto como freno a la imparable racha arrolladora del Barça ni como remedio a la floja defensa de sus jugadores. Fran Guerra, que entró por un Shermadini desdibujado, se convirtió en el único recurso ofensivo, el único que lograba anotar en plena avalancha ofensiva de un equipo azulgrana que anotaba absolutamente todo. Encontró muchos tiros liberados, pero tampoco erraba cuando, puntualmente, tenía delante una buena defensa. Nada se podía hacer si Mirotic (21 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración) anotaba un triple en la esquina cayendo hacia atrás y con el defensor delante de sus narices. Ante tal acierto impecable, el Barça buscó decididamente el tiro exterior por si continuaba la racha. Mejor de tres que de dos si todo lo que tiraba iba dentro y así sucedió. Smits y Bolmaro (17 puntos) alargaban la racha anotadora, engordada con un triple tras otro que borraba del mapa a CB Canarias. El bombardeo desde la línea de tres dejó arrasada hasta los cimientos la autoestima del conjunto aurinegro, que tampoco puso demasiado de su parte en defensa para acabar con el tormento. Pasaron ocho minutos y medio hasta que el Barça falló su primer lanzamiento en la segunda mitad y para entonces había sumado 40 puntos. Un vapuleo en toda regla a un rival impotente y falto de intensidad (83-49, min 28). El problema para los de Vidorreta es que el Barça no se iba a tomar a pitorreo el último cuarto porque los triples seguían cayendo de manera inmisericorde sobre el aro visitante. No había alivio para el trago tan amargo. Sin acierto, arrastrado por la horrible dirección de Huertas, zarandeado por una racha de Abrines (13 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) que estableció una marca inaudita de 15 triples anotados en los últimos 18 intentos. Ni siquiera el triple contra tabla desde medio campo de Jenkins dio para una leve sonrisa. Los tiros libres eran la única fuente de anotación mientras los azulgranas le seguían pasando por encima, sin levantar el pie del acelerador (101-58, min 35). 69 puntos anotó el Barça en un segundo tiempo de desenfreno anotador y que se llevó por delante a CB Canarias. Le va a costar al equipo lagunero levantarse de un golpe semejante.
Y DIGO YO…:
- El Real Madrid ganó por 52-33 en el rebote a Valencia Basket, 17-7 en rebotes ofensivos. A Gran Canaria ya le arrolló en este apartado en los dos partidos de cuartos de final, por lo que el equipo de Ponsarnau estaba sobre aviso del poderío reboteador del conjunto blanco. La falta de vigor no sólo se manifestó en que Tavares y Garuba dominaran la zona a su antojo, sino que jugadores como Causeur y Carroll rebotearon bajo el aro visitante delante de las narices de los pívots rivales. Una prueba de indolencia imperdonable ante un rival disminuido por las bajas, por mucho carácter y orgullo que tenga.
- Si se confirma que los problemas musculares le impiden a Rudy jugar el segundo partido, el Madrid se presentará en la Fonteta con sólo ocho jugadores del primer equipo. La sucesión interminable de adversidades que están asolando al equipo blanco le han dejado en cuadro. Resulta increíble que sea capaz de competir con tantas ausencias de peso.
- El Barça anotó 37 y 40 puntos en el tercer cuarto ante Joventut y CB Canarias, respectivamente. En apenas dos días solo necesitó diez minutos para sacar del partido a dos rivales demasiado indolentes en defensa. Además del inagotable talento individual con el que cuenta el Barça, no parece de recibo que el conjunto de Vidorreta apenas cometiera dos faltas cuando le estaban cayendo mamporros por todos lados.
- Los 40 puntos que consiguió el Barça en el tercer periodo contra CB Canarias suponen el récord de anotación en un solo cuarto en unos playoffs. Curiosamente, lo ha logrado contra el equipo que tiene la mejor marca en ese mismo apartado en la Liga ACB, 43 puntos anotados esta temporada contra UCAM Murcia. Curiosidades de la vida.
- El pasado fin de semana se dilucidó la fase final de la Euroliga junior con un Clásico en la final. El Real Madrid logró su tercer título europeo tras vencer 81-78 al Barça en la prórroga. El protagonismo de Ndiaye y Sediq Garuba, hermano pequeño de Usman, fue decisivo en otro éxito de un equipo que comparte con los mayores la cantidad de bajas que llevó al torneo. Ni la presencia de Vukcevic y Núñez en el primer equipo, ni los problemas físicos de Spagnolo ni las lesiones de Aquino y Cebrián fueron obstáculo para que la cantera madridista siga cosechando títulos desde la llegada de Alberto Angulo como máximo responsable.
Leave a Reply
Be the First to Comment!
You must be logged in to post a comment.
You must be logged in to post a comment.