Entre las cuestiones por dilucidarse en la última jornada de la Liga Regular, la pelea por evitar la segunda plaza de descenso acapara buena parte de atención. Desde la distancia, Estudiantes esperaba una ayuda de Joventut en Miribilla para cumplir con un trabajo que no supo resolver por sus propios medios. Las nueve derrotas consecutivas le llevaron a depender de terceros, pero no se puede esperar que siempre sea otro quien te saque las castañas del fuego. No hubo mano amiga, no existía redención. Bilbao Basket pasaba por encima de la Penya y condenaba a Estudiantes a ocupar plaza de descenso por tercera vez, aunque los despachos hayan evitado en las dos ocasiones anteriores que pasara por la amargura de la LEB Oro. Demasiado tiempo jugando con fuego, apostando por extranjeros de escaso bagaje y aparcando una cantera que atraviesa una seria crisis de identidad desde hace años. Las lesiones de importancia (Gentile, Jackson, Giedraitis), los entrenadores de nivel bajo, la mediocridad de la plantilla, los inevitables brotes de coronavirus. Una mezcla diabólica que acaba con la andadura de los colegiales en la Liga ACB y dibuja un futuro muy incierto, con rumores de desaparición tímidos, pero bien audibles. Le espera a Estudiantes un triste caminar en busca de sus raíces y el regreso a un lugar que siempre ocupó y del que ha sido arrojado por su mala cabeza. Si no llega otro giro inesperado de guion fuera de la cancha, esta vez menos factible, llegó la hora del adiós en el Ramiro, quien sabe si de forma definitiva.
Valencia Basket 96 – Fuenlabrada 76: El nefasto periodo final en el Gran Canaria Arena evitó que Valencia Basket asegurara la cuarta plaza y el factor cancha en los cuartos de final, por lo que la victoria era obligada ante un Fuenlabrada que estaba a un par de horas de comenzar las vacaciones. No era para momento para despistes y el equipo taronja no quiso tomarse ninguna confianza. Buen comienzo en el que basó su juego en Tobey, muy sólido en la zona y clave en el parcial de 11-0 con el que los locales acabaron con ventajas iniciales del Fuenla (15-7, min 5), pero la respuesta llegó en dos triples consecutivos de Eyenga, un recurso atípico que evitó la escapada rival. Incluso Fuenlabrada tomó la delantera tras la entrada a pista de Diallo, pero la mala defensa planteada por los hombres de banquillo le causaría muchos problemas al equipo madrileño en el segundo cuarto por mucho que Emegano sostuviera a su equipo con once puntos seguidos. No fue capaz de desactivar el trabajo de Dubljevic como base improvisado en la pintura y un gran final de periodo, con triples de Van Rossom y Hermansson (15 puntos, 5 asistencias, 17 de valoración), pusieron una ventaja muy suculenta a favor del conjunto de Jaume Ponsarnau (51-40, min 20).
Sin embargo, Fuenlabrada no bajó los brazos y le dio numerosos problemas a un rival que volvió a sufrir uno de sus frecuentes lapsus y que le meten en líos con frecuencia. Se encontró con un tremendo obstáculo en Diallo (18 puntos, 9 rebotes, 28 de valoración), que hizo estragos cerca del aro durante todo el tercer cuarto y comandó la reacción que condujo a Fuenlabrada a dar la vuelta al marcador tras un triple de Trimble (11 puntos, 6 asistencias, 19 de valoración). Una vez más, Valencia Basket se encaminaba hacia otro desastre por su mala cabeza (57-62, min 28), pero Labeyrie apareció a tiempo para detener la caída y mantener el marcador apretado durante varios minutos. Los de Ponsarnau habían salido de un buen apuro, pero debían afrontar un último cuarto incierto con el factor cancha en juego. El técnico echó mano del recurso clásico del conjunto valenciano, la llave de los mayores éxitos del club en los últimos años: Dubljevic. Todo el juego giraría sobre el montenegrino, que ofreció un clínic con sus mejores virtudes en los últimos diez minutos: dureza en la zona, buena mano, visión de juego y poder reboteador que desarbolaron a Fuenlabrada, que cuando vio que la situación se complicaba se dejó ir. Sólo anotó un tiro de campo en los últimos seis minutos y recibió un duro 20-2 de parcial que resolvió el choque (92-74, min 37). La exhibición de Dubljevic (21 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 30 de valoración) permitió a Valencia Basket afrontar con tranquilidad los minutos finales y disfrutar de la ventaja campo lograda en esta última jornada.
CB Canarias 72 – Barça 96: Aunque no había nada en juego, el duelo en el Santiago Martín entre el segundo y tercer clasificado no carecía de atractivo, máxime cuando puede servir como evaluación previa a un posible enfrentamiento en semifinales. Aunque restaba menos de una semana para la Final Four, el Barça no escatimó ni en efectivos ni en esfuerzo. Comenzó muy incisivo en la zona, sobre todo Brandon Davies, y en defensa forzó con frecencia las pérdidas rivales. Casi cuatro minutos tardó CB Canarias en anotar su primera canasta en juego, un triple de Salin, y romper el 1-10 de inicio, aunque le fue cogiendo el aire al encuentro cuando consiguió que no llegara el balón a la pintura con tanta facilidad. Por otro lado, su ataque mejoró con la entrada de Fitipaldo (13 puntos, 6 asistencias) y Fran Guerra como sustitutos de Shermadini, bien marcado, y Marcelinho Huertas, nada acertado en el primer cuarto. El conjunto lagunero logró apretar el marcador, aunque la aparición de Bolmaro le sirvió a los azulgranas para mantener una pequeña ventaja al final del primer cuarto. De todos modos, no duró demasiado la tregua, puesto que el Barça ofreció el mismo rendimiento defensivo de los minutos iniciales al comenzar el segundo periodo y tardó poco en alcanzar otra renta cómoda que gestionó con cabeza. Por mucho que Huertas estuviera más entonado y empezara a jugarse cada ataque local, lo cierto es que al conjunto azulgrana le bastaba con la réplica que daba Calathes (14 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración) al base brasileño para controlar con solvencia el encuentro (30-37, min 20).
CB Canarias regresaría de vestuarios con una marcha más. Dos triples y un par de buenas acciones de Fran Guerra en la zona le permitieron pensar con una rápida remontada, pero el buen arranque se disipó de buenas a primeras con otra serie de balones perdidos que le sirvieron al Barça para recuperar la renta anterior a base de ataques fulgurantes. La frustración empezó a calar en las filas del equipo aurinegro, incapaz de frenar a Davies (16 puntos, 5 rebotes, 3 robos, 21 de valoración) en la zona, impotente ante las sucesivas pérdidas de balón (23 en todo el partido) que servían a los de Jasikevicius para ahondar en la herida en cada contraataque. Los tiros libres servían de ligero consuelo, pero no para detener la marcha irrefrenable de su rival. Las protestas de los locales acabaron en técnicas que agravaron aún más el daño y colocaban el choque camino de la ruptura definitiva (51-63, min 29). Trató de impedirlo Huertas, la única luz en la oscuridad en CB Canarias pese a que perdió demasiados balones, pero no acertó a más que intercambiar canastas con un Barça sólido y lanzado, bien sostenido por la racha de acierto de Kuric y el empeño de un Pau Gasol (12 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) que continúa con su notable mejoría. Finalmente, los de Vidorreta se rindieron a la evidencia, entregándose a una resignación de la que no se apiadó el conjunto azulgrana, siempre dispuesto a exhibir su magnífico momento y arrollar a quien se ponga delante. Cierra la Liga Regular con otra victoria por aplastamiento ante un rival cualificado, la mejor manera de aterrizar en Colonia con la moral por las nubes para asaltar el ansiado trono europeo.
Bilbao Basket 94 – Joventut 73: Se jugaba todo Bilbao Basket a una sola tirada, puesto que la permanencia dependía de un triunfo en Miribilla contra Joventut. Al menos, su propia suerte estaba en sus manos y ante un rival que no se jugaba nada y, además, perdía a Dimitrijevic tras un choque con Tomic en el calentamiento que le llevó a la enfermería. Seguramente, una de las bajas más insólitas que se recuerdan. Ya con el partido en juego, Bilbao Basket dejó claro desde el principio quien se jugaba algo en la cancha con tres triples seguidos nada más comenzar el choque. El tiro exterior se convirtió en prácticamente el único arma de Los Hombres de Negro, en especial cuando Balvin no estaba presente en la pista. Su juego ofensivo se basó únicamente en el lanzamiento de tres, lo que se convirtió en un arma de doble filo cuando perdió momentáneamente el acierto desde el perímetro. De hecho, los nueve siguientes intentos de tres no tuvieron éxito y Joventut aprovechó la terca insistencia de los locales para cambiar el encuentro durante unos instantes. Brodziansky sirvió como paraguas en los minutos de acierto en el triple de Bilbao Basket, antes de que llegara la sequía que permitió a los verdinegros tomar el mando en el marcador (15-21, min 10). Había esperanza para Estudiantes, que jugaba el duelo indirectamente desde la distancia, pero cuando los triples locales volvieron a entrar se disiparía con mucha rapidez. Bilbao Basket nunca cesó en intentar el lanzamiento exterior y su fe ilimitada en el triple encontró premio en el segundo cuarto, como refleja el 6/10 en el tiro de tres que logró en este periodo. Además, el dominio en el rebote ofensivo le proporcionó oportunidades extra que supo aprovechar.
Por su parte, Carles Durán no encontraba argumentos para frenar la caída, ni siquiera con la reaparición de Xabi López-Aróstegui. A la Penya no le funcionaba el tiro exterior y las penetraciones de Dawson eran frenadas una y otra vez por el juego interior de Bilbao Basket. Los hombres de Mumbrú despejaban el camino hacia la salvación (41-29, min 19) y ya no encontrarían sino una autopista hacia el triunfo en un tercer cuarto de éxtasis anotador. Como ocurriera al principio del partido, Bilbao Basket golpeó de inmediato con tres triples y una intensidad defensiva que sacó de punto a los jugadores de Joventut, más del arbitraje que de igualar la agresividad rival. El técnico verdinegro paró el encuentro tras el 12-2 de salida, pero no hubo forma de levantar a un equipo desquiciado ante la avalancha que se le vino encima. Todo le salía a pedir de boca a Bilbao Basket, que destrozó el encuentro con un acierto excepcional en el tiro de tres. Le salía todo en un periodo frenético donde anotó 31 puntos en ocho minutos. Un festival donde lució todo el plantel (seis jugadores habían anotado diez puntos como mínimo al final del tercer cuarto); incluso héroes inesperado como Serron, que aparecía por todas partes. Por un día, el jugador belga pasó de personaje bajo sospecha a figura capital en un partido de enorme trascendencia. Los Hombres de Negro se daban un homenaje después de tanto sufrimiento (73-40, min 28), se había ganado disfrutar de unos minutos de alivio en una temporada de terrible padecimiento. Brodziansky (24 puntos, 3 rebotes, 31 de valoración, MVP de la jornada) fue el único jugador con orgullo para salvarse del hundimiento de Joventut, aunque poco le importó a los verdinegros. Bilbao Basket tuvo tiempo de sobra para festejar la ansiada permanencia mientras, a lo lejos, Estudiantes fue condenado a la llamas del descenso a LEB Oro.
Unicaja 90 – Real Madrid 96: En la pelea por la discutida octava plaza, último billete para subirse al tren de los playoffs, Unicaja contaba con el privilegio de tener en sus manos su destino, aunque el Real Madrid no es precisamente un rival apetecible para un duelo con tanta trascendencia. Pese a que no se jugaba nada tras asegurar la primera plaza el jueves, el equipo blanco no se presentó al Martín Carpena con la única intención de echar la tarde, sobre todo un Carroll (22 puntos, 2 rebotes, 19 de valoración) que comenzó el partido con la escopeta cargada y con ganas de sembrar el pánico. No necesitó más de nueve minutos para anotar 13 puntos y descerrajar la defensa de Unicaja desde la línea de tres. Fue la punta de lanza del perímetro madridista, que amargó la existencia con seis triples en el primer cuarto a los de Katsikaris, que no mostraban la agresividad que se espera en un partido donde se jugaba toda la temporada. Todo el juego de Unicaja pasaba por Abromaitis y Jaime Fernández, aunque el base pecó de individualismo en demasiadas ocasiones. No fue el único problema, ya que el juego interior volvió a evidenciar su flojera de costumbre cuando Poirier (11 puntos, 9 rebotes, 3 tapones, 23 de valoración) consiguió cerrar las inmediaciones del aro a cal y canto. Abundaron los malos tiros, que llevaron a Unicaja a encajar un parcial de 2-12 que le ponía el partido más que oscuro (24-39, min 16). Sin embargo, una acción acabó con la tranquilidad del Madrid sobre la cancha. Los árbitros señalaron antideportiva a Rudy al interpretar que se marcó un Pachulia sobre Brizuela cuando lanzaba de tres. No le hizo ninguna gracia al escolta, que recibiría una técnica tras sus reiteradas protestas y acabó prematuramente el partido. Brizuela aprovechó la circunstancia para anotar seis puntos seguidos que despertaron a Unicaja, que se metió definitivamente en el partido con los triples de Abromaitis (15 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) en la recta final del segundo cuarto.
El conjunto malagueño había salido bien librado de una situación incómoda (39-42, min 19), pero no le sirvió para encontrar una línea regular de juego. Pese a que dominaba con claridad el rebote ofensivo tras el descanso, defendió de pena su propia zona. Laprovittola (11 puntos, 8 asistencias, 20 de valoración) se puso morado a repartir asistencias a todo el que se acercaba cerca del aro local, lo que dejaba en nada todo lo que conseguía Bouteille, el principal recurso ofensivo de Unicaja durante todo el tercer cuarto. Deon Thompson (16 puntos, 7 rebotes) entró entonado desde el banquillo y recogió el testigo del alero galo, pero sus compañeros se empeñaban en fallar canastas sencilla de forma incomprensible. Por contra, aunque había bajado claramente el rendimiento del tiro exterior del Real Madrid, dos triples elevaron de nuevo la diferencia por encima de los diez puntos. Unicaja no encontraba un resquicio para salir del atolladero, no le servía de nada dominar con claridad el rebote y sólo los tiros libres le permitían subsistir. Sin embargo, encontró el camino con un buen rendimiento atrás y dos triples de Deon Thompson que igualaron el marcador (86-86, min 38). El parcial de 13-2 dibujaba un nuevo partido en los últimos dos minutos, Unicaja volvía a creer en alcanzar los playoffs, pero él mismo echó todas sus opciones por tierra. Deon Thompson dispuso de dos tiros libres para adelantar por primera vez al equipo malagueño, pero no fue capaz de anotar ni uno solo de ellos. Se presentó otra oportunidad después de que Carroll fallara un tiro libre, algo casi inaudito, pero Brizuela se jugó un lanzamiento poco ortodoxo que no fue a ninguna parte. Como remate, ya con el partido muy complicado tras dos tiros libres anotados por Garuba, Abromaitis pisó la línea de banda y desperdició de mala manera el último ataque. Una sucesión de desatinos como reflejo de un fracaso, de una temporada decepcionante de un equipo venido a menos. La última víctima de un Real Madrid que firma el pleno de triunfos a domicilio, algo que nunca antes sucedió en la Liga ACB.
Betis 69 – Gran Canaria 74: Aunque no dependiera de sí mismo, el primer paso que debía dar Gran Canaria para soñar con los playoffs estaba en conseguir el triunfo en el pabellón San Pablo mientras esperaba una ayuda del Real Madrid en Málaga. De todos modos, los de Porfi Fisac no debieron entender la primera premisa, puesto que salieron a pista con la actitud completamente opuesta a la necesaria en un partido trascendental. Atenazado en ataque y blando en defensa, apenas sumaba un punto por minuto y concedía demasiado, tanto en su propia zona como en el perímetro. Al técnico visitante no le quedó otra que pedir tiempo muerto, visiblemente enfadado (16-5, min 5). Gran Canaria no consiguió enderezar el rumbo en lo que restaba de primer cuarto, pero logró salir a flote con el acierto de Shurna, el alero de la extraña mecánica de tiro y que sumaba más del 60% de los puntos de su equipo. Fue el salvavidas en los momentos difíciles y que permitió al conjunto visitante regresar al partido y tomar la delantera. Le vino bien a Gran Canaria jugar con dos bases, ya que ello permitió a Slaughter (17 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias) tomarse mayores libertades en ataque. Por su parte, tanto él como Albicy supieron encontrar a Stevic (8 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración) dentro de la zona para asentar la pequeña renta de la que disfrutaba el equipo amarillo (30-34, min 20), pero el desarrollo del juego volvió a girar de forma desfavorable para él tras el descanso.
Se enfangó el partido y Gran Canaria volvió a encontrar serias dificultades en ataque. Más habituados a este tipo de choque, los verdiblancos se movieron con comodidad sobre la pista y seleccionaron con criterio sus tiros. Shurna (27 puntos, 4 rebotes, 26 de valoración) se convertía de nuevo en la tabla de salvación en momentos muy complicados. Que un base mediocre como Mike Torres dominara el ritmo de partido con solvencia suponía una muy mala noticia para Gran Canaria, que no era capaz de aprovechar la derrota momentánea de Unicaja (54-47, min 29). No llegó la reacción hasta que Albicy imprimió una intensidad defensiva que bloqueó por completo el ataque bético en el último cuarto. A partir del trabajo atrás llegó la remontada de Gran Canaria, completada por los triples de Shurna y Slaughter y las buenas acciones de Beirán (11 puntos, 9 rebotes, 21 de valoración). El parcial creció hasta un 0-17 que significó un punto crucial en el desenlace del partido (59-70, min 36). Aunque TJ Campbell (14 puntos, 4 asistencias, 16 de valoración) se echó al Betis a su espalda y trató en solitario de evitar la derrota, Gran Canaria no perdió la cabeza y supo resistir en el último minuto el arreón final de los verdiblancos. Ya sólo restaba esperar a las noticias que llegaran de Málaga. Las buenas nuevas procedentes del Martín Carpena completaban la faena y otorgaban la última plaza en los playoffs al equipo de Porfi Fisac. Gran Canaria había cerrado su escalada tras su nefasto inicio de temporada y se mete en la pelea por el título.
Andorra 105 – GBC 71: El regreso de los aficionados a las gradas acompañó al último partido de Andorra en la Liga Regular, que podría no ser el último de la temporada si vencía al descendido GBC y se producían las derrotas de Unicaja y Gran Canaria. Sin embargo, el retorno de su hinchada debió despistar al conjunto de Ibon Navarro, ya que su inicio fue demasiado frío y permitió a los visitantes tomar ventaja. Un 0-10 de parcial tras los dos triples iniciales de Hannah puso por delante al equipo donostiarra, pero la siesta inicial de Andorra duró lo que tardó su técnico en introducir los primeros cambios. Los locales sólo eran capaces de anotar desde la línea de tres, pero esos triples le sirvieron para responder de inmediato en un primer cuarto de gran acierto en el perímetro por parte de ambos equipos. De todos modos, la resistencia donostiarra no iría más allá de la mitad del segundo cuarto. El acierto de GBC fue menguando con el paso de los minutos, a diferencia de un rival que seguía sembrado en el juego exterior y que contaba con un inspiradísimo Jelinek, autor de 14 puntos en la primera mitad. Por dentro, Parakhouski, con todas sus limitaciones, conseguía imponerse dentro de la pintura al juego interior de GBC. Una vez desperezado Andorra, el equipo de Nicola no podía seguir el ritmo frenético impuesto por su rival.
El 12-0 en la parte final del segundo cuarto significó el principio del fin (43-32, min 19), y pese a que Radoncic consiguió frenar la caída y mantener con vida a su equipo al descanso la sentencia del encuentro era algo inminente. La falta de rigor defensivo de GBC en la segunda mitad allanó el camino de un rival que seguía muy acertado en el juego interior. Jelinek (22 puntos con 6/8 en t3, 2 rebotes, 21 de valoración) no paró de anotar desde el triple, mientras que Sy descolocaba a la tímida defensa visitante con su amplio rango de tiro, Sergi García (10 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias, 22 de valoración) se dedicaba a dirigir el juego a su antojo y Kulvietis (15 puntos, 3 rebotes, 18 de valoración) se unía al festival en el perímetro. Se acumulaban las malas noticias para un equipo que ya sólo deseaba empezar las vacaciones y limpiar la mente antes de afrontar la bajada a LEB Oro. Nada más quedaba por hacer (77-50, min 29) ante un contrincante que no frenó la marcha y ofreció un festín a los aficionados que estaban de regreso en las gradas. La diferencia se elevaba por encima por encima de los treinta puntos en unos últimos minutos en los que Senglin y Paulí (9 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, 18 de valoración) ponían la rúbrica al homenaje particular que se brindaba Andorra. Las noticias que llegaban de Sevilla acabaron con las esperanzas de continuar la temporada en los playoffs, pero los de Ibon Navarro despidieron el curso con un dulce sabor de boca.
Manresa 71 – Baskonia 68: Aunque las posibilidades eran escasas, Manresa aún conservaba una pequeña esperanza de acceder a los playoffs y se tomaría muy en serio el último partido de la Liga Regular en el Nou Congost. Baskonia, ya sin nada que jugarse tras la victoria de Valencia Basket el sábado, dominó de inicio atacando la zona decisión y aprovechando la falta de acierto rival en el tiro exterior. Mejor le fue a Manresa en el primer cuarto cuando buscó a sus pívots, que se ocuparon de cortar rápidamente todos los intentos del equipo vitoriano en cobrar una ventaja importante. Se mantuvo cerca en el marcador hasta que el lanzamiento de tres fue ganando en eficacia en el segundo periodo. Entre Rafa Martínez (13 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias, 16 de valoración) y Marc Peñarroya (hijo del entrenador de Burgos y antiguo jugador de Manresa) dieron un vuelco al choque a golpe de triple, lo que ayudó a los locales a encontrar el ritmo vivo de juego que tanto caracteriza al conjunto de Pedro Martínez. La clara mejoría en el lanzamiento exterior permitió al equipo manresano alcanzar una renta interesante al descanso (43-35, min 20), aunque Baskonia comenzaría la segunda mitad con el mismo empuje que al inicio del encuentro. Henry (18 puntos, 5 asistencias, 20 de valoración) ganó en protagonismo en el ataque vitoriano y Giedraitis calentó la muñeca para recortar diferencias, pero Manresa no perdió la calma y conservaba el mando en el marcador.
Manresa seguía volcado en la línea de tres, no con tanto acierto como en el segundo cuarto, pero le volvió a dar resultado en la parte final del tercer periodo y al inicio del cuarto. Peñarroya demostró que no le falta arrojo ni efectividad para lanzar de tres y que puede ser perfectamente válido en el primer equipo la próxima temporada. Manresa se marchaba en el marcador (60-49, min 32) y llevaba camino de encarrilar el partido, aunque las opciones de conseguir una plaza entre los ocho primeros ya eran nulas. Sin embargo, Baskonia apretó en los minutos finales con una mayor agresividad y una relevancia absoluta de Henry, algo habitual en el equipo de Ivanovic en los instantes decisivos. El base encontró con facilidad a Jekiri (17 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias, 30 de valoración), que hizo mucho daño en el último periodo dentro de la zona rival. Por el contrario, Manresa perdió el acierto en el perímetro y fue perdiendo terreno hasta el punto de que el partido quedó abocado a un final igualado tras un mate de Jekiri a 51 segundos del final. Baskonia dispuso de un balón para adelantarse, cómo no en manos de Henry, pero esta vez la moneda salió cruz para el equipo vitoriano. Para colmo, Sedekerskis (8 puntos, 13 rebotes, 19 de valoración) se pasó de vueltas a la hora de cometer personal y le cayó una antideportiva que certificó el triunfo local. No se produjo el milagro, pero Manresa cierra la temporada con muy buena nota. En cambio, Baskonia suma una nueva derrota que aumentan las dudas sobre su futuro en los playoffs. No va a llegar en buen momento al tramo final de su defensa del título.
Otros resultados: UCAM Murcia 91 – Basket Zaragoza 68, Burgos 83 – Obradoiro 77.
El Real Madrid (34-2) acaba como líder de la Liga Regular e invicto a domicilio, algo inédito en la era ACB. Por detrás, Barça (32-4), CB Canarias (27-9) y Valencia Basket (24-12) disfrutarán de ventaja campo en los cuartos de final. Cierran las plazas de playoffs Baskonia (23-13), Burgos (22-14), Joventut (20-16) y Gran Canaria (18-18). En la parte baja de la tabla, Estudiantes (9-27) y GBC (7-29) ocupan las plazas de descenso y disputarán la LEB Oro la próxima temporada.
Por tanto, estas serán las eliminatorias en los playoffs: Real Madrid – Gran Canaria, Barça – Joventut, CB Canarias – Burgos y Valencia Basket – Baskonia.
Descansa: Estudiantes.
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