El Clásico en el Palau Blaugrana fue el momento escogido para el retorno de Pau Gasol a la Liga ACB. Aunque ya se había estrenado con buenas sensaciones contra el Bayern, no había mejor regreso a la competición doméstica que contra el Real Madrid, el último rival con el que se enfrentó Pau con la camiseta del Barça antes de emprender su larga y exitosa carrera en la NBA. Los focos estaban dirigidos hacia él, aunque el desarrollo del partido desvió toda la atención sobre dos chavales que resultaron fundamentales en el triunfo del equipo blanco. La evolución de Garuba, bien conocido por todos los aficionados, es innegable en las últimas semanas, pero lo que nadie esperaba fue la explosión de Tristan Vukcevic. Con solo un puñado de partidos en la élite y apenas 19 años, el canterano madridista dejó en el Palau Blaugrana una demostración de talento y carácter que se amplificó en los últimos minutos, cuando el partido entró en los momentos más calientes y trascendentes. No le pesó ni el rival ni el escenario y dejó destellos de futura estrella. Un juego interior jovencísimo, el que más en toda la historia del Real Madrid, pero que rindió a gran altura en una victoria que nadie esperaba y que allana el camino de los madridistas hacia el liderato definitivo en la Liga Regular. En una semana marcada por la victoria en Estambul, la marcha de Deck y el regreso de Pau Gasol a las canchas españolas, todo el protagonismo recayó en las dos últimas joyas de la cantera del Madrid.
GBC 68 – Betis 91: Nuevo duelo directo por la permanencia, uno de muchos en la parte final de la temporada con tantos implicados, pero en Illumbe a GBC le llevó tiempo recordar la trascendencia del encuentro. Pese a que los pívots le mantuvieron cerca en el marcador durante los primeros minutos, lo cierto es que el Betis atravesaba la zona local con mucha facilidad. Ndoye aprovechó tantos espacios para hacer mucho daño en el interior y abrir brecha sobre un rival desconcertado y que perdió cinco balones en los primeros seis minutos. Ni siquiera la mejora en ataque le sirvió para más que un estéril intercambio de canastas. Seis puntos seguidos de Borg (14 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias, 21 de valoración) ampliaban la diferencia en el marcador (12-27, min 8), aunque GBC acabó el primer cuarto de forma espectacular con un triple desde medio campo de Dee. Curiosamente, el equipo donostiarra cambió la dinámica con hombres de banquillo y un quinteto pequeño en pista. Más movilidad que pilló por sorpresa a un Betis que perdió demasiados balones al comienzo del segundo cuarto. A su vez, el tiro exterior fue la llave para la remontada frenética de GBC. Cuatro triples seguidos que estrecharon el marcador en muy poco tiempo, pero el Betis reaccionó de inmediato tras el tiempo muerto solicitado por Joan Plaza. Regresó el plan original, basado en balones dentro a Ndoye (23 puntos, 7 rebotes, 33 de valoración), que volvió a dominar la zona con la misma claridad que en el primer periodo.
Pese a que Johnny Dee (21 puntos) sostenía el peso anotador de GBC, los jugadores entrenados por Nicola cayeron en una falta total de rigor en el balance defensivo. Feldeine encontró el terreno apropiado para sacar a relucir su velocidad y finalizar con sencillez cada transición. Una contra tras otra que permitieron a los verdiblancos marcharse a vestuarios con una ventaja muy tranquilizadora (37-49, min 20), que no tardaría en afianzar tras el descanso. Por mucho empeño que le puso al inicio del tercer cuarto, GBC fue incapaz de frenar a los pivots del Betis, dominadores absolutos en el juego interior. El paso de los minutos llevó al equipo donostiarra a la precipitación. Había desaparecido el acierto en el triple y su juego degeneró en un individualismo en el que demasiados jugadores hacían la guerra por su cuenta. Un desorden que produjo que GBC sólo anotara a cuentagotas y acabara desarmado con las transiciones continuas del Betis. Un 0-12 de parcial al inicio del último cuarto sentenciaron definitivamente el partido (48-77, min 32) y permitió a los verdiblancos tomarse los últimos minutos con mucha calma. Joan Plaza dio la oportunidad a los menos habituales, menos entonados que los jugadores que formaron el quinteto habitual. Sus pérdidas permitieron a GBC maquillar ligeramente el marcador, pero el triunfo bético era inapelable. Betis aleja al conjunto donostiarra en la tabla y alivia, por el momento, su delicada situación.
Obradoiro 90 – Manresa 87: El derroche anotador de Manresa en Bilbao tuvo continuación en el Fontes do Sar en una primera mitad primorosa en el tiro de tres. Obradoiro se vio impotente ante la avalancha que llegaba desde el triple porque no había forma que su rival fallara un lanzamiento desde el perímetro. Siempre se repetía la misma jugada: ataque rápido, tiro cómodo desde la línea de tres y triple. Un mismo escenario que le servía a Manresa para tomar tierra de por medio a gran velocidad (12-26, min 7). Pese a la lesión de Dani Pérez, el juego del conjunto de Pedro Martínez rebosa un gran atractivo ofensivo en las últimas jornadas y no aflojó el ritmo en otro segundo cuarto de enorme efectividad en el tiro exterior. Los intentos de remontada de Obradoiro topaban con la sucesión de triples visitante, liderada por un Ferrari inmenso en el segundo periodo y que mantenía a raya en todo momento al equipo de Moncho Fernández. Los números dejaban a las claras el festival anotador de Manresa en el perímetro. 11/13 en triples, una efectividad nunca vista que, extrañamente, no sentenció el encuentro al descanso. Obradoiro se mantuvo dentro del partido, pese a navegar a contracorriente, y cambió la dinámica tras el descanso con una buena respuesta defensiva. Como marca la lógica de la estadística, el porcentaje de acierto visitante empezó a bajar y el equipo compostelano utilizó con habilidad su juego interior para reducir diferencias paulatinamente. En especial, Cohen (16 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 28 de valoración) hizo un gran daño en el sistema defensivo de Manresa en plena remontada, completada por un mate de Enoch que igualaba de nuevo el marcador (57-57, min 26).
Partido nuevo, pero los de Pedro Martínez tiraron de recursos muy conocidos para levantarse del golpe. Otra vez el triple como argumento para enterrar todo el esfuerzo de Obradoiro. Los tres anotados por Janning, que se sumaron al acierto de Mason, en la parte final del tercer cuarto le valió a Manresa para recuperar todo el terreno perdido (63-73, min 30), pero este contratiempo no desanimó a los locales, que salieron muy agresivos para atacar el aro rival. Las acciones de 2+1 se unieron a la racha anotadora de Czerapowicz para dar la vuelta al encuentro con un 11-0 de inicio en el último cuarto. Había completado la remontada, pero la alegría duró poco para Obradoiro. Ferrari contestó de inmediato con un nuevo triple y Eatherton volteó por completo el dominio en el juego interior con ocho puntos consecutivos cerca del aro. De nuevo le tocaba remar al equipo gallego, que a duras penas resistía el caudal anotador de Manresa (81-87, min 38). Una resistencia tenaz que encontró premio en los dos últimos minutos. Los triples de Cohen y Robertson igualaron el partido a 87 poco antes de que el encuentro entrara en el último minutos. Dos tapones sobre Mason y Janning cerraron el camino al conjunto manresano, contra las cuerdas tras los tiros libres que iba anotando Robertson (23 puntos). Pese a todo, el equipo de Pedro Martínez aún tuvo dos triples para enviar el partido a la prórroga, pero el acierto en el lanzamiento de tres ya se había esfumado. El 9-0 de parcial en los dos minutos finales le dieron un triunfo a Obradoiro que le permite respirar un poco más tranquilo. La zona de descenso se aleja momentáneamente de Santiago.
CB Canarias 101 – Estudiantes 77: Como ocurrió la pasada semana, CB Canarias echó mano del tiro exterior como recurso principal en los primeros minutos de encuentro; por algo es el equipo más efectivo en la línea de tres en la Liga ACB. Salin apareció con la escopeta cargada y anotó ocho puntos fundamentales en el 12-2 de inicio con el que empezó mandando el equipo lagunero. Como no, a los de Vidorreta tampoco se les olvidó buscar a Shermadini, que creó los problemas habituales al juego interior colegial, aunque el Estu supo aguantar a trancas y barrancas. Ángel Delgado (19 puntos, 12 rebotes, 24 de valoración) atacó bien el rebote ofensivo, aunque justo es decir que muchos llegaban tras un fallo previo del propio pívot. A su vez, Djurisic apareció como una amenaza sorprendente en el tiro exterior que consiguió que los del Ramiro sin sufrir muchos daños (31-28, min 11), pero la resistencia colegial duró hasta que Marcelinho Huertas (15 puntos, 6 asistencias, 18 de valoración) destapó el tarro de las esencias. Tres acciones consecutivas del base, incluido un 3+1, supusieron el inicio del despegue irrefrenable de CB Canarias. A partir de ahí, se jugó a lo que quisieron los bases, puesto que Fitipaldo se unió al festival cuando entró en sustitución de Huertas. Nada podía hacer Estudiantes, de nuevo muy blando en defensa, para frenar toda la producción de los directores de juego rivales.
Sin Barea, los colegiales no podían oponer nada semejante a todo lo que ofrecían Huertas y Fitipaldo, que siempre encontraban a un compañero liberado cuando no se la jugaban ellos mismos con acierto. Ni Cvetkovic ni Nacho Varela pudieron hacerles frente un solo momento. La avalancha aurinegra había liquidado el partido antes de que llegara siquiera el descanso (56-36, min 18), pues poco podía hacer Estudiantes ante un rival que continuó en el tercer cuarto con su impecable capacidad para mover el balón a alta velocidad, de las mejores del baloncesto español en la actualidad. Los recursos visitantes eran siempre los mismos: los rebotes que conseguía capturar Delgado y la inesperada producción anotadora de Djurisic (20 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración), pero no aparecía otra alternativa que alterara el rumbo que había tomado el encuentro. Sobre todo, porque no funcionaba con regularidad el tiro exterior y ni siquiera Avramovic encontraba sus tiros con la frecuencia que es habitual. CB Canarias no necesitaba más que buscar a los pívots para mantener la ventaja por encima de los veinte puntos. Shermadini (25 puntos, 5 rebotes, 32 de valoración) seguía en modo martillo pilón cuando recibía un balón en la zona y a él se le unió Cavanaugh, que echó mano de su versatilidad para firmar un notable tercer cuarto. Todo muy sencillo para los locales, que se permitían repartir minutos en el último periodo. Bien le vienen a Yusta, necesitado de rodaje después de tanto lesión, o a Álex López, resignado a su papel residual en la plantilla. Minutos que resultaron muy productivos en la rúbrica de un triunfo muy sencillo que apuntaba la posición de CB Canarias, cada vez más asentado en la tercera plaza.
UCAM Murcia 92 – Baskonia 87 (tras prórroga): Una vez finalizada la andadura en Euroliga tras la derrota en la Fonteta, a Baskonia no le quedaba otro remedio que centrarse en la Liga ACB y pelear una tercera plaza que se está complicando. El dominio inicial de UCAM Murcia quedó abortado por los triples del equipo vitoriano. Dos de Diop, insospechado especialista, y otro de Polonara fueron la base de un parcial de 1-12 que permitió a Baskonia controlar con solvencia el primer cuarto (8-16, min 6). Pese a que UCAM Murcia aumentó la intensidad defensiva, los destellos de Zoran Dragic mantuvieron la ventaja visitante hasta bien entrado el segundo periodo. Los locales no conseguían más que intercambiar canastas con Baskonia, pero la insistencia de Jordan Davis encontró premio conforme avanza el segundo cuarto. Incontenible en esos momentos, ya fuera en acción individual o bien asistido por Isaiah Taylor, se encargó de dar la vuelta al marcador casi en solitario. Un 3+1 del propio Davis puso por delante a UCAM Murcia, que acabaría por delante la primera mitad (44-38, min 19). Todo por obra y gracia de Jordan Davis, autor de doce puntos en el segundo cuarto. Baskonia se podía quitar de la cabeza que tendría una mañana tranquila, sobre todo porque Jordan Davis (29 puntos, 3 rebotes) continuaba con su derroche anotador al inicio del tercer periodo. Ivanovic se vio obligado a pedir más intensidad a sus jugadores con un tiempo muerto temprano porque el riesgo de complicaciones serias estaba ahí. El parón le vino bien a Baskonia, que encontró la solución en la típica racha anotadora que Giedraitis (18 puntos) suele encontrar en cada partido.
Muñeca de seda en la línea de tres para dar la vuelta al marcador, aunque la respuesta de Taylor al final del tercer cuarto evitó que el equipo vitoriano se pudiera tomar muchas alegrías antes de iniciar los últimos diez minutos de encuentro. Entre Giedraitis y Peters (17 puntos, 4 rebotes) amenazaron con dar un golpe de mano en el último cuarto, lanzando a un Baskonia que tomaba distancia sobre un rival que acusaba los balones perdidos y se hundía lentamente. El partido parecía en manos del equipo vitoriano (66-75, min 35), pero apareció de nuevo Davis, encantado de la vida cuando tiene que acaparar el juego ofensivo del conjunto murciano. Se jugó todo y provocó el pánico cada vez que entró hacia canasta. Siempre sumaba, hasta el punto que volvió a meter de lleno en el partido a su equipo él solito. Un tiro libre de Lima (12 puntos, 9 rebotes, 22 de valoración) igualó el marcador y Jordan Davis, otra vez Davis, completó un parcial de 12-1 que adelantaba a UCAM Murcia a 41 segundos del final. Mal pintaba el encuentro para Baskonia, aunque un balón perdido por Lima le concedía otra oportunidad más. No la desaprovechó Giedraitis, que forzaba a los locales a anotar para evitar la prórroga. No era difícil adivinarlo, se iba a jugar Davis el último tiro. Sin embargo, su lanzamiento desde cuatro metros fue rechazado por el aro y no redondeó su papel de héroe. Su rol lo ocuparía en el tiempo extra Taylor (21 puntos, 9 asistencias), que cambió su personaje de asistente por el de anotador. Anotó los ocho primeros puntos de UCAM Murcia, protagonizando un duelo en solitario contra todo el Baskonia, pero el triunfo quedó en manos de Bellas, muy firme en el tiro libre y que remató a un rival que no fue capaz de sumar en el perímetro en los instantes finales. Baskonia se va despidiendo de la tercera plaza tras cerrar con derrota una semana aciaga.
Fuenlabrada 89 – Burgos 83: Pese a su dominio en el rebote ofensivo, Fuenlabrada no era capaz de convertir las segundas oportunidades. Así, su mejor porcentaje de acierto le valía a Burgos para conservar una ligera ventaja en el marcador hasta que los locales se dieron cuenta que les iba mucho mejor cuando imprimían mayor velocidad a su ataque. De la mano de Eyenga, el Fuenla se lanzó a tope de revoluciones hacia la canasta rival para lanzar a la mínima ocasión que se presentaba. Le fue bien con esta estrategia de run and gun, ya que consiguió un parcial de 11-1 que frenó con tiempo muerto un enfadadísimo Peñarroya, que dedicó a sus jugadores una de sus famosas broncas (20-15, min 8). La entrada de Sakho provocó la reacción momentánea de Burgos, que incluso tomó la delantera durante unos segundos, pero perdió cuatro balones seguidos que echaron al traste la breve mejoría. Dos triples seguidos de Marc García devolvieron a Fuenlabrada el mando del encuentro, aunque todo permaneció igualado hasta el descanso debido a la intensidad defensiva que aplicó Burgos en los minutos previos al intermedio. El marcador se mantendría apretado durante buena parte del tercer cuarto. Fuenlabrada seguía sin encontrar el acierto en el tiro exterior y a Burgos le bastaba con el acierto de McFadden (21 puntos) para conseguir que el encuentro continuara igualado.
El regreso a pista de Marc García supuso un punto de inflexión en el partido. Las lesiones cortaron un magnífico inicio de temporada del escolta, pero recuperó sus mejores sensaciones en un tercer cuarto muy productivo. Fue el principal estilete de un juego exterior que rompió la defensa visitante en cuanto apareció el acierto en la línea de tres. Pese a que movía el balón con paciencia hasta encontrar a Rivero (15 puntos, 7 rebotes) bajo el aro, Burgos empezaba a caminar sobre el alambre. Faltaban alternativas desde el perímetro, sobre todo porque Benite estaba negado en el tiro. En cambio, Fuenlabrada se encaminaba firme hacia el triunfo. Sharma estuvo más rocoso y menos torpe que de costumbre y forzaba las personales en la zona rival. Lo mismo ocurría con Meindl (20 puntos, 11 rebotes, 27 de valoración), muy efectivo cada vez que cortaba la zona y atacaba el aro rival durante el último cuarto. Burgos hacía la goma con desesperación. Renfroe tomaba más decisiones individuales, pero el tiro de tres le funcionaba siempre de forma oportuna a Fuenlabrada. La fiabilidad en el tiro libre durante los minutos finales fue suficiente para amarrar su segundo triunfo consecutivo con Raventós en el banquillo y tomar una discreta distancia sobre la zona de descenso.
Barça 85 – Real Madrid 87: Tras amarrar su clasificación para los cuartos de final de Euroliga en Estambul, el Madrid se presentaba al Clásico aún bajo los efectos de la repentina salida de Deck dirección a Oklahoma y que supone una piedra más en la accidentada temporada del equipo blanco. La ausencia de Thompkins era otro contratiempo antes de enfrentarse al Barça, superior en todos los enfrentamientos desde la Supercopa y que eligió este partido para que Pau Gasol regresara a la Liga ACB veinte años después. Volvía contra el mismo rival de su último encuentro con la camiseta azulgrana en competición doméstica, cuando fue el gran protagonista de la final de la temporada 2000-01, rubricada por su fabuloso recital en el Raimundo Saporta. Ni aquel pabellón existe ya ni el Madrid era el mismo que entonces. Tampoco el propio Pau, que no pudo en ningún momento con el muro que supone Tavares, el coco de un juego interior que dominó el rebote ofensivo en los primeros minutos. Las oportunidades extra fueron claves para que el equipo blanco lograra un 0-9 de inicio que desencadenó el primer enfado de Jasikevicius. No era para menos, su equipo tardó tres minutos y medio en estrenarse y le costó mucho desperezarse. Los cambios aumentaron la intensidad defensiva de los azulgranas, que ya no tenían que afrontar la amenaza de Tavares, sentado en el banquillo después de que le señalaran dos faltas quisquillosas. Ante la falta de efectivos en el juego interior, Laso echó mano de Vukcevic cuando aún se disputaba el primer cuarto. Comenzó tímido, ni siquiera la defensa del Barça reparaba en él, pero fue cuestión de tiempo que se dejara notar. Formó con Garuba una pareja de pívots insultantemente joven; 37 años entre ambos, menos de los que figuran en el DNI de Felipe Reyes. Toda su carrera por delante, pero nada impresionados por el escenario ni por el rival. Ambos cerraron a cal y canto la zona, hasta el punto de que Smits era el único que anotaba y trabajando duro cada lanzamiento. Por si fuera poco, en el otro aro el Madrid encontró un filón en Rudy, que estiró la ventaja con dos triples seguidos. Para asombro de todos, el equipo blanco se marchaba en el marcador tras un parcial de 0-11 (22-36, min 15). Pese a que Kuric despertaba a un Barça decepcionante con otros dos triples, lo cierto es que los azulgranas dejaron que Laprovittola dominara a placer el ritmo del encuentro y no pararon de perder balones, hasta diez en la primera mitad. Para colmo de rarezas, incluso Mirotic acabó los primeros veinte minutos con 0 puntos. El tiro exterior le mantenía dentro del partido, pero el Barça dejaba una imagen que hizo preguntarse a Jasikevicius si sus jugadores tienen la actitud necesaria para pelear los grandes títulos.
El cambio de actitud en las filas azulgranas fue muy evidente tras el descanso. Presión elevada, agresividad defensiva, ayudas rápidas y continuas. El Madrid perdió el balón en sus dos primeros ataques, pero se repuso de inmediato con dos triples de Abalde que marcaron de nuevo la máxima ventaja madridista. Pese a la intensidad rival, los de Laso no perdían el paso, seguros hasta que Tavares cometía su cuarta falta con sólo tres minutos transcurridos del tercer cuarto. El Madrid estaba obligado a sobrevivir sin su torre, una ausencia más notoria por la floja defensa de Tyus sobre Mirotic (17 puntos, 4 rebotes). Laso le sustituyó de nuevo por Vukcevic después de que el hispano-montenegrino anotara ocho puntos seguidos. No le iba a ir peor arriesgando con el chaval, con lo que había en pista su equipo había encajado un 12-2 en cuanto el Barça pudo salir veloz tras buenas defensas. Pese a que el camino se ponía cuesta arriba, el Madrid supo aguantar el tipo. Los triples de Garuba y Rudy con los defensores encima supusieron un respiro, aunque el Barça conseguía sumar en cada ataque. Ahora se jugaba todo Calathes (18 puntos, 4 asistencias, 4 robos, 23 de valoración), que no encontraba impedimentos para anotar cuando entraba hacia canasta. Además, sin Tavares, el Barça tampoco se veía exigido para cerrar el rebote. Había reconducido el encuentro hasta un punto muy manejable (56-57, min 29), pero el Madrid se aferró a su defensa para sorprender en el último cuarto. Excelso Rudy atrás, cuya sola presencia en los marcajes provocaba las pérdidas azulgranas. Por su parte, Causeur firmó otro periodo final muy destacable que suma un partido más en el que el escolta francés aparece en el tramo decisivo del encuentro. La tercera pieza del tridente la representó Garuba, un prodigio de actividad que se permitió una jugada fabulosa en la que atravesó toda la pista botando el balón para finalizar con un mate. En apenas unos minutos, el Barça se encontraba contra las cuerdas, víctima de los balones perdidos y la eficacia del tiro exterior madridista (61-74, min 34). Sólo le quedaba recurrir al talento individual para salir de una situación angustiosa.
Higgins (21 puntos, 3 rebotes, 20 de valoración) empezó a jugarse todo, con el mismo acierto que disfrutó en la Copa. Fue el recurso para mantener con vida al Barça, que recibió con alivio la eliminación de Tavares a tres minutos del final. Laso volvió a contar con Vukcevic, no le tembló la mano en apostar por el joven canterano. La confianza recibida no la pudo refrendar de mejor manera. Cerró bien el aro, fajándose con un Davies que no logró superarle. Tampoco se arrugó cuando le llegó un balón en una buena posición en la línea de tres, anotando un triple que suponía un golpe casi definitivo a un minuto del final. Un tapón sobre Kuric puso la guinda a la actuación rutilante de un chaval que apunta a estrella. Se había convertido en protagonista de un triunfo que parecía seguro tras dos tiros libres anotados por Carroll (74-83, min 39), pero en baloncesto, en ocasiones, lo impensable ocurre. El Barça optó por la medida desesperada de una presión a toda pista que provocó dos pérdidas muy rápidas. Un triple de Mirotic y otro de Higgins contra tabla pusieron el 82-83 a 20 segundos de la finalización y devolvieron al encuentro toda la emoción. Al Madrid se le hacía eterno el final, más si cabe cuando Laprovittola fallaba un tiro libre. Los azulgranas disponían del balón para llevarse el Clásico, un escenario que parecía impensable. Le llegó el balón a Mirotic, que se quitó de encima al defensor con una finta y se levantó desde triple. El tercero en apenas segundos que suponía la primera ventaja del Barça en el partido. Un revés muy duro a su eterno rival, aunque los jugadores azulgranas se olvidaron que aún faltaban diez segundos. Aún inmersos en la euforia, no se preocuparon en bajar a defender y permitieron que Laprovittola, sin excesiva prisa, atravesara toda la cancha y se dirigiera hacia el aro rival. La única reacción fue una mano a destiempo de Abrines que no impidió el 2+1 del base argentino. Laprovittola se redimía de su anterior error y sólo dejaba cuatro segundos al Barça para replicar. Balón para Higgins, que no buscó el triple y optó por forzar la prórroga. Sin embargo, no tuvo tiempo ni posición para intentar la bandeja a aro pasado que tenía en su cabeza, no hubo opción para evitar la justa victoria del Real Madrid, como afirmó Jasikevicius tras el partido. Un triunfo de enorme trascendencia que puede valer el liderato de la Liga Regular y supone una nueva demostración de carácter de un equipo que no admite la rendición ante las dificultades.
Basket Zaragoza 76 – Valencia Basket 85: Ya liquidada la fase regular de la Euroliga y con remotas opciones de pasar a cuartos de final (no parece probable que Zenit falle en casa ante un Panathinaikos que no se juega nada y lleva dos meses dedicado a la desidia más absoluta), a Valencia Basket le espera la dura tarea de arreglar la complicada situación en la que se ha metido por su obsesión europea. Está obligado a sumar victorias con tal de evitar un cruce terrible en los playoffs que arruine definitivamente la temporada. El primer paso no era sencillo contra un Basket Zaragoza en claro ascenso y que no pierde de vista la octava plaza. Costaría aún más si no elevaba su nivel defensivo, muy flojo en los últimos partidos y que tampoco elevó su tono en el primer cuarto en la capital maña. El acierto de Ennis y Sulaimon y el trabajo dentro de la zona de Hlinason (10 puntos, 9 rebotes, 3 tapones, 18 de valoración) permitieron a los locales dominar con cierta suficiencia hasta superada la mitad del primer cuarto (18-12, min 7). La entrada de Derrick Williams sirvió para despertar a Valencia Basket, un tanto titubeante en los minutos iniciales, pero que dio la vuelta al marcador antes de final de periodo con un 2-9 de parcial. De todos modos, al equipo taronja le costó dejar atrás a un rival insistente, que se agarró, primero, con cinco puntos de Benzing al inicio del segundo cuarto y la producción de su juego interior posteriormente. No fue hasta que descanso se acercaba cuando Valencia Basket pudo tomar un margen tranquilizador.
El acierto en el tiro exterior fue clave para acabar mejor el segundo periodo y afrontar los últimos veinte minutos con mejor perspectiva (38-45, min 20). De hecho, los de Jaume Ponsarnau volvieron más centrados en la segunda mitad y sacaron buena tajada del desorden de un rival que había convertido su juego en un continuo correcalles. Al equipo taronja le valía con encontrar cerca del aro a Derrick Williams (17 puntos, 3 rebotes) y Labeyrie, que mantuvieron un margen cómodo antes de que dos triples de Prepelic (18 puntos) pusieran la máxima diferencia en el marcador (51-64, min 27). Valencia Basket tenía el partido controlado, pero se complicó la existencia en un último cuarto en el que estuvo algo apagado durante buena parte de él. Dejó con vida a Basket Zaragoza, que se mantuvo en el partido a la espera de que algo o alguien cambiara la dinámico. Encontró a Brussino (12 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración), que no dio pie con bola hasta que en el último cuarto sus acciones individuales pusieron patas arriba el encuentro. Valencia Basket iba camino de otro tropiezo, más si cabe cuando un tiro libre de Brussino igualó el marcador (74-74, min 37), pero esta vez pudo salir airoso. Un triple de Prepelic puso de nuevo por delante al conjunto de Ponsarnau, que aprovechó dos desajustes dentro de la zona para sumar un parcial de 0-7 que resultó definitivo. Los tiros libres remataron un triunfo que acaba con la mala racha liguera de Valencia Basket, al que le espera un camino tortuoso para enderezar una temporada con aroma a profunda decepción.
Joventut 84 – Gran Canaria 103: Joventut fue desarbolado por completo en el primer cuarto por el bombardeo inmisericorde al que le sometió Gran Canaria desde la línea de tres. Dimsa fue la cara visible de la efectividad de los jugadores exteriores del conjunto de Porfi Fisac, pero lo cierto es que anotaba cualquiera que lanzara un triple. Incluso Balcerowski, el pívot titular, acertó desde el perímetro en unos minutos de plena inspiración de los tiradores de Gran Canaria. El 5/6 en triples pilló por sorpresa a la Penya, con la tensión baja y superada por la velocidad de vértigo a la que desarrollaba su rival todos sus ataques (10-25, min 8). Ninguna decisión que tomaba Carles Durán servía para frenar el frenesí anotador de los visitantes, a Joventut no le bastaba con la producción de Tomic (19 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 26 de valoración) en la zona o la energía que imprimió Joel Parra (16 puntos, 5 rebotes, 21 de valoración) sobre la cancha durante el segundo cuarto. Estuvieron demasiado solos, a la vez que la defensa verdinegra seguía sin enterarse de nada. Un triple de Dimsa (17 puntos, 2 asistencias, 18 de valoración) sobre la bocina puso el colofón a una primera mitad marcada por el enorme acierto de Gran Canaria en el lanzamiento exterior (34-55, min 20). Joventut no iba a ninguna parte con esa flojera defensiva, así que no le quedaba otro remedio que apretar atrás. La clara mejora atrás dio sus frutos en el tercer cuarto, ya que los visitantes dejaron de anotar de tres con comodidad y empezaron a acumular pérdidas de balón.
En ataque lucía Dimitrijevic, que ahora sí podía romper la defensa de Gran Canaria con sus habituales acciones individuales y encontrar a los pívots con mucha regularidad. Con la desventaja reducida a la decena, apareció Brodziansky para anotar todo lo que llegaba a sus manos en los minutos finales del tercer cuarto. En menos de diez minutos, los verdinegros habían regresado al partido y conseguido casi más puntos que en toda la primera mitad. Se encontraban a un paso de materializar una remontada épica (65-68, min 29), pero Gran Canaria reacción cuando toda su ventaja estaba a punto de esfumarse. Stevic (12 puntos, 8 rebotes, 22 de valoración) apareció por la zona para mantener arriba a su equipo más apretaba la Penya, un alivio que sirvió de sostén hasta que entró en racha Kilpatrick (20 puntos, 2 asistencias, 21 de valoración); discreto hasta el momento, pero que explotó toda su capacidad anotadora en el último cuarto. El ritmo vivo que impuso Albicy le vino de perlas para encontrar buenas posiciones de tiro que abrieron una nueva brecha en la defensa de Joventut. Por el contrario, los verdinegros acusaron el desgaste ocasionado por el esfuerzo en busca de la remontada y se quedó sin gasolina. Tomic y Parra ya no eran suficientes para frenar el imparable avance de un rival que recuperó el acierto en el triple para destrozar el partido de forma definitiva (77-96, min 37). Superados los veinte puntos de diferencia, Gran Canaria podía saborear un nuevo triunfo que le acerca aún más a la zona de playoffs. En cambio, Joventut debe andarse con cuidado si no quiere complicarse la vida. Aún conserva una ventaja generosa, pero tiene por delante un calendario complicado.
El partido entre Unicaja y Andorra quedó aplazado por dos positivos en coronavirus en la plantilla andorrana.
Descansa: Bilbao Basket.
La victoria en el Palau Blaugrana refuerza el liderato del Real Madrid (28-1), que ya aventaja en tres triunfos al Barça (25-4). Por detrás, continúan CB Canarias (23-5) y Baskonia (21-8). Pese a que se aplazara su partido, Unicaja (13-14) mantiene la octava plaza. Al igual que en las semanas anteriores, la zona de descenso sigue siendo el lugar que ocupan Bilbao Basket (7-21) y GBC (6-22).
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