LIGA ACB 2020-21: Jornada 26. Mismos rivales, distinto destino

Tavares lanza delante de Fall

El mejor reflejo de la compleja temporada que afrontaba el Real Madrid queda patente en su trayectoria en la Euroliga. A falta de cinco jornadas, no tiene asegurada su clasificación y le espera un duro calendario para lograr un puesto entre los ocho primeros de la máxima competición europea, un lugar que no abandona desde el año 2012. El dato más relevador y sorprendente se encuentra en sus enfrentamientos con los demás equipos españoles. Seis partidos, seis derrotas; un balance demoledor que no puede ser más negativo y que no aventuraba nada positivo tratándose el baloncesto de un deporte que se decide en unos playoffs y donde es imprescindible salir victorioso en los enfrentamientos contra los rivales más directos. Sin embargo, la imagen es bien diferente en la Liga ACB, el bálsamo del equipo blanco en lo que llevamos de curso, en la que sólo ha sumado una derrota desde que arrancó la competición. El Barça ha sido el único equipo capaz de superar a los madridistas, que no han encontrado obstáculo en los demás equipos de Euroliga. Tanto Baskonia como Valencia Basket sí han estado al alcance de los hombres de Laso en el torneo doméstico. En apenas unos días, el Madrid pasó de sumar una nueva derrota ante su eterno rival en Euroliga a vencer con solvencia y autoridad a domicilio a un Baskonia que en nada se pareció al ogro que le pasó por encima en competición europea. Dos caras bien distintas en competiciones diferentes, un destino diferente en Liga ACB ante rivales que le sacaron los colores en Euroliga. Todo un misterio.

Joventut 91 – Obradoiro 84: Gran acierto de Obradoiro en el tiro de tres que le permitió dominar los primeros minutos con cierta tranquilidad. Daum y Kassius Robertson empezaron el encuentro muy entonados en el tiro exterior y entre ambos contrarrestaron la aportación de Tomic dentro de la zona (20-24, min 8). Sin embargo, los cambios de Carles Durán variaron por completo el rumbo del partido; en especial, la entrada a pista de Dimitrijevic. El base ya había una cuajado una magnífica actuación la jornada anterior, pero en este partido resultó fundamental en el juego verdinegro. Su gran rendimiento aupó a un Joventut que apenas fallaba un lanzamiento y acabó el primer cuarto con sólo tres errores en tiros de campo. Una efectividad asombrosa que le permitió dar la vuelta el marcador antes de finalizar el primer periodo. La Penya metía velocidad al partido y salía como claro vencedor del desenfrenado ritmo ofensivo que se había impuesto sobre la pista. Las pérdidas de balón evitaron la escapada local por unos instantes, pero tal como estaba Dimitrijevic era cuestión de tiempo que Joventut lograra una ventaja holgada. Hizo lo que quiso con una defensa impotente ante la habilidad del base macedonio, autor de 16 puntos en la primera mitad. Tras una temporada irregular, parece que Neno ha regresado a la buena evolución que le colocó en la agenda de equipos como Valencia Basket.

Pau Ribas inicia una entrada a canastaFuente: cadenaser.com

Un triple de Pau Ribas nada más comenzar el tercer cuarto puso la máxima diferencia en el marcador (56-41, min 21), pero Obradoiro consiguió resistir con el acierto en la línea de tres. De todos modos, sus triples no sirvieron de mucho, ya que las pérdidas de balón cortaron en seco la remontada. A Joventut le bastó con los tiros libres para disfrutar de una diferencia tranquilizadora, por mucho que Robertson (18 puntos, 6 asistencias, 22 de valoración) volviera a acaparar con acierto el peso anotador de Obradoiro. Además, el conjunto verdinegro acabó mucho mejor el tercer cuarto. López-Aróstegui (22 puntos, 7 rebotes, 27 de valoración), principal referente ofensivo de Joventut durante este periodo, lideró un 7-0 de parcial en el último minuto que coronó con un triple sobre la bocina. Obradoiro parecía noqueado, sobre todo porque se impuso una fase de desacierto al inicio del último cuarto que se antojaba el preámbulo al hundimiento definitivo del conjunto de Moncho Fernández, pero éste salió del desatino gracias al tiro exterior. A dos triples de Czerapowicz, inédito hasta entonces, se unieron otros dos de Robertson que estrecharon el marcador de forma inesperada. Por contra, el acierto le había abandonado a Joventut, que no fue capaz de anotar un solo lanzamiento exterior en el último cuarto. Una canasta de Álex Suárez bajo el aro, toda una rareza, puso el partido al rojo vivo (85-83, min 38), pero varios errores de Robertson truncaron las opciones de Obradoiro. Un robo de balón de Ribas (14 pl untos, 7 asistencias, 20 de valoración) que finalizó él mismo, un triple fallado por el propio Robertson y otro tiro libre desperdiciado sellaron una derrota que acerca al equipo compostelano a la zona peligrosa de la tabla.

Barça 107 – Basket Zaragoza 88: Aún bajo los efectos del cuarto triunfo consecutivo en un Clásico, esta vez mucho más sufrido y trabajado, el Barça comenzó con la tensión baja en defensa, lo que permitió a Basket Zaragoza anotar con mucha más comodidad de lo esperado. Wiley (14 puntos, 3 rebotes, 16 de valoración) se movía a sus anchas dentro de la zona y Sulaimon comenzó inspirado en el tiro en unos primeros minutos de gran acierto (17-21, min 6), pero su dominio no pasó de un ligero margen, ya que no tuvo la misma eficacia en su juego defensivo de la que tuvo en ataque. Al Barça le bastaba con los puntos de Higgins (14 puntos, 3 asistencias, 17 de valoración) y Mirotic (15 puntos, 7 rebotes, 22 de valoración) para mantener bajo control la situación, consciente de que Basket Zaragoza no podía elevar más su nivel de juego. Sólo tenía que esperar a que su rival bajara el pistón, algo que ocurrió cuando la defensa azulgrana alcanzó la intensidad que acostumbra esta temporada. Aparecía la agresividad que tanto ha caracterizado al trabajo defensivo del Barça y que negó cualquier posibilidad de tiro sencillo al equipo maño, que sólo encontraba consuelo en algún triple aislado que otro. Además, la defensa visitante seguía sin funcionar y le facilitó a los hombres de Jasikevicius el camino hacia el aro. Davies (20 puntos, 8 rebotes, 27 de valoración) empezó a marcar diferencias dentro de la zona al inicio del segundo cuarto y dio comienzo a la inexorable escapada del Barça. Dos detalles de Kuric ampliaron la ventaja antes de que Bolmaro empezara a anotar con una facilidad inusitada para lo que es habitual en el base argentino. A su progresión en esta faceta en los últimos encuentros se sumaron las enormes concesiones de Basket Zaragoza, cuya defensa fue completamente inexistente durante toda la primera mitad. El partido estaba bajo control (53-37, min 19), pero el Barça volvió a despistarse tras el descanso y se complicó la vida de manera imprevista.

Mirotic rodeado de Benzing y San MiguelFuente: hoyaragon.es

Basket Zaragoza se acordó de que debía defender si quería disfrutar de alguna opción de sorprender en el Palau Blaugrana y pilló de improviso a un rival que volvió a aparecer en la pista poco centrado. A partir de la mejoría atrás, Basket Zaragoza impuso un juego eléctrico y veloz del que sacó mucho partido Ennis, un jugador que siempre destaca en el descontrol y la anarquía. El jugador canadiense se encontró en su salsa y él solito se ocupó de meter al equipo maño dentro del partido (63-60, min 24), pero al Barça le sobran recursos para apagar cualquier incendio inesperado que se le aparezca. No es un equipo que busque con ahínco el tiro exterior, pero en los últimos encuentros se prodiga más en el lanzamiento de tres. Con razón, habida cuenta de su buen porcentaje en el triple y la amplia nómina de tiradores contrastados de la que dispone. Desde el perímetro sofocó la rebelión de Basket Zaragoza, que volvía a ver el partido cuesta arriba en cuanto Hanga (17 puntos, 3 asistencias, 28 de valoración) ametralló su aro desde la línea de tres. Ennis (27 puntos, 4 robos, 3 asistencias, 32 de valoración) continuaba como principal recurso ofensivo del equipo de Sergio Hernández, pero todo lo que conseguía ya sólo servía para engrosar una espléndida actuación individual que no se repercutía en su propio equipo. Faltaron alternativas, una vez que el Barça había recuperado el control del partido. Ya no lo soltaría y mantuvo la diferencia cómodamente por encima de la decena de puntos, consciente de que Ennis era la única amenaza y él solo no sería capaz de levantar el partido. La resistencia de Basket Zaragoza se agotó a falta de cinco minutos, cuando bajó los brazos y encajó un parcial de 10-0 que le condenó a una derrota abultada (98-79, min 37). Sin defender, no hay una sola posibilidad de aguantar el ritmo demoledor del inagotable talento ofensivo con el que cuenta Jasikevicius. Otra victoria conseguida cuándo y cómo quiso, una tónica constante en Liga ACB desde hace cuatro meses.

Unicaja 82 – Gran Canaria 76: No empezó nada fino Gran Canaria, que acumuló numerosas pérdidas de balón durante los primeros minutos de encuentro. Hasta cuatro posesiones consecutivas desperdició de esta manera, lo que le abocó a una pertinaz sequía anotadora en la que sólo anotó dos puntos en cinco minutos y medio. Unicaja aprovechó el desconcierto rival para endosarle un 11-2 de inicio, aprovechando el buen comienzo de Bouteille, y ni siquiera los cambios de Porfi Fisac detuvieron la horrenda dinámica de Gran Canaria. Continuaban los errores, las posesiones desperdiciadas, y ni el rebote ofensivo resolvía los problemas. No le quedó otro remedio al técnico visitante que pedir tiempo muerto para terminar con este desastre (16-4, min 7). Curiosamente, tras el parón el desatino se trasladó a Unicaja, que empezó a acumular balones perdidos. Gran Canaria aprovechó la circunstancia para salvar las muebles con un 0-8 de parcial que forzó el tiempo muerto de Katsikaris. La entrada a pista de Costello (17 puntos, 9 rebotes, 26 de valoración) supuso una mejora considerable en el juego ofensivo visitante, ya que aportó una fiabilidad que no tenía ninguno de sus compañeros. De hecho, no eran extraños los fallos incomprensibles, como la bandeja que erró Albicy completamente solo en un contraataque. De todos modos, el parón anotador de Unicaja al comienzo del segundo cuarto le sirvió a Gran Canaria para no perder de vista a su rival en una fase de escasa producción ofensiva. La falta de acierto en el tiro exterior de los dos equipos explica una sequía que se tradujo en un marcador corto durante toda la primera mitad, pero que no fue obstáculo para que Unicaja recuperara una ventaja tranquilizadora tras un buen estirón en la recta final del segundo cuarto (32-23, min 19).

Jaime Fernández anota una bandejaFuente: malagahoy.es

Visto el pobre rendimiento en ataque, Gran Canaria entregó todo el peso de su juego ofensivo a AJ Slaughter, que nunca desprecia acaparar un buen número de tiros. Por otro lado, Fisac apostó por dos pivots puros en pista, con Balcerowski y Costello en el mismo quinteto. No le dio mal rendimiento esta estrategia, sobre todo cuando entró en pista Albicy y buscó decididamente a los pívots. En el fondo, un partido tan espeso le venía bien a Gran Canaria, que logró igualar el marcador con dos tiros libres de Costello (44-44, min 26). En cambio, Unicaja acusaba una clara dependencia hacia Bouteille (25 puntos, 6 rebotes, 28 de valoración), el único jugador del equipo malagueño que complicaba la vida a la defensa visitante, pero el jugador francés se bastó para contestar a cada intento de Gran Canaria para tomar el mando en el marcador. Encontró, no obstante, mayor claridad con Mekel en la dirección y un mejor rendimiento defensivo que le permitió jugar con más velocidad (58-49, min 31). Los contraataques fáciles de su rival hicieron mucho daño a Gran Canaria al inicio del último cuarto, pero se las apañó para seguir dentro del partido cuando se le acabó el acierto a Bouteille, que ya acusaba el cansancio, y Slaughter (22 puntos, 4 rebotes, 25 de valoración) volvió a hacer de las suyas. Pese a todo, Gran Canaria iba a llegar con opciones a la recta final del encuentro, aunque nunca tuvo opción de adelantarse en el marcador, debido a que cada acercamiento fue cortado en seco por los exteriores de Unicaja. A cinco puntos seguidos de Alonso le siguieron otros cinco de Jaime Fernández (16 puntos, 3 asistencias, 16 de valoración) que colocaron una ventaja que resultó definitiva (75-67, min 38). Los triples de última hora no le sirvieron para mucho a Gran Canaria, que vio frenada su progresión en el Martín Carpena.

Manresa 90 – Fuenlabrada 76: Impecable puesta en escena de Manresa, dominador a partir de una aseada circulación de balón que procuraba tiros cómodos. Ya fuera por los balones que recibía Sajus (15 puntos, 11 rebotes, 28 de valoración) o las buenas acciones de Makai Mason, el conjunto de Pedro Martínez atesoraba el control del encuentro sin muchos apuros. Fuenlabrada contestó en un primer momento con acciones individuales, su recurso habitual, pero le acabó pesando su ternura dentro de la zona. Además, Manresa cargaba bien el rebote ofensivo y ampliaba su ventaja con facilidad (16-7, min 5). Sin embargo, la entrada a pista de Marc García (17 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 18 de valoración) supuso un revulsivo para el Fuenla, mucho más animado con la actividad frenética del escolta. Los balones doblados a la línea de tres le funcionaron bien gracias al acierto en el perímetro, una circunstancia que favoreció que los visitantes recortaran rápidamente la desventaja y mantuviera el marcador apretado durante unos minutos. Incluso dispusieron de varias oportunidades para tomar el mando en el marcador al comienzo del segundo cuarto, pero no fue hasta que Trimble anotó una canasta bajo el aro cuando Fuenlabrada estableció las tablas en el encuentro (32-32, min 14). Fue la última ocasión en la que el conjunto del sur de Madrid amenazó el liderazgo de Manresa. A partir de entonces los locales recurrieron nuevamente al juego interior, lo que le dio muy buenos réditos en la recta final del segundo cuarto, tantos como una defensa más agresiva que cerró con acierto su propia zona.

Sajus salta rodeado por la defensa de FuenlabradaFuente: fuenlabradanoticias.com

A Fuenlabrada le costó mucho más encontrar el aro rival, hasta el punto de que sólo conseguía anotar desde el tiro libre. La superioridad de Manresa cerca de canasta puso los cimientos a un dominio que ya sería inalterable (48-38, min 20). Un comienzo frío de Fuenlabrada en el tercer cuarto hizo el resto para que el control del partido ya no se le escapara de las manos a los hombres de Pedro Martínez. A partir de un 8-0 de inicio, Manresa se erigió en amo y señor sobre la cancha, superando a un rival que jugaba a ráfagas y dependía de la inspiración de Marc García y Meindl. Esfuerzos individuales que no servían para más que intercambiar canastas con un rival que tenía las ideas claras y una superioridad clara en el juego interior. Manresa sólo necesitaba meter balones dentro de la zona para sacar personal y puntos sencillos desde el tiro libre. Había dejado encarrilado el encuentro al acabar el tercer cuarto, pero no detuvo la marcha pese a que su ventaja rondaba los veinte puntos. Los triples al comienzo del último cuarto superaron esa barrera y garantizaban un final de partido muy tranquilo (84-61, min 34). Entonces sí pudo tomarse un respiro y bajar el pistón en los minutos finales, lo que permitió a Fuenlabrada reducir ligeramente la desventaja imprimiendo un poco más de velocidad a su juego. De todas formas, a buenas horas aparecieron Kyle Alexander (11 puntos, 12 rebotes, 20 de valoración) y Eyenga, ya sin opciones para discutir un triunfo incontestable de Manresa, que sigue soñando con la posibilidad de alcanzar los playoffs.

Estudiantes 95 – Bilbao Basket 89: Otro partido de especialmente importancia para la permanencia, la constante de Bilbao Basket en las últimas jornadas. Los duelos por la salvación suelen ser ásperos y de enorme tensión, pero el primer cuarto estuvo repleto de un enorme acierto y un ritmo alegro que rompieron con cualquier tópico. El tiro exterior dio la posibilidad a Bilbao Basket de tomar ventaja en los minutos iniciales, pero Barea impidió que Los Hombres de Negro tuvieran oportunidad de conseguir una ventaja sustancial. La entrada a pista de Arteaga cambió momentáneamente la dinámica, ya que el pívot anotó seis puntos consecutivos que pusieron en ventaja a Estudiantes. Los colegiales aumentaron la intensidad defensiva en la parte final del primer cuarto, lo que le permitió robar balones y amagar con la escapada en el marcador (26-18, min 9), lo que obligó a Bilbao Basket a variar de guion. De hecho, buscó más el juego individual como revulsivo en el segundo cuarto, que empezó fuerte con seis puntos seguidos de Jaylon Brown (16 puntos). Roberson cortó el intento de reacción en un primer momento, pero el descontrol que se instauró en la pista terminó por favorecer a los visitantes. Jota Cuspinera contó de nuevo con Arteaga, pero Mumbrú respondió con una zona 2-3 que evitó que causara los mismos problemas que en el primer cuarto. Por otra parte, Jenkins amplió el éxito de la estrategia de juego individual con un notable acierto que mantuvo siempre cerca en el marcador a Bilbao Basket (44-43, min 20). Sin embargo, Estudiantes dio un golpe en la mesa con un inicio explosivo en el tercer cuarto que obligó a Mumbrú a parar el encuentro a los dos minutos de la reanudación. 8-0 de inicio que dio comienzo al despegue de Estudiantes, labrado en el aprovechamiento de los desajustes defensivos rivales y la velocidad que había imprimido a su ataque.

Jugadores de Estudiantes celebran el triunfo contra Bilbao BasketFuente: piratasdelbasket.net

Vicedo cobraba una importancia inusitada y hacía verdadero daño en la defensa visitante cuando entraba hacia canasta. Se le ponía muy de cara el choque a los colegiales (66-51, min 26) y Bilbao Basket estaba forzado a buscar soluciones rápidas para no decir adiós al encuentro. Los bases se convirtieron en el foco del juego ofensivo del conjunto de Mumbrú. Hakanson tiró del equipo en los primeros momentos, aunque no pudo frenar la avalancha de Estudiantes. En cambio, le fue mejor con Rousselle y sus carambolas, sus famosos lanzamientos más propios del malabarismo. En estado de gracia, el base francés lideró un parcial de 2-13 que devolvió a Bilbao Basket al encuentro. Estudiantes reaccionó con dos triples, pero Los Hombres de Negro imponían paulatinamente su velocidad, hasta el punto de tener muy cerca completar la remontada (74-73, min 31). El encuentro había cambiado, pero al conjunto bilbaíno le faltó el temple necesario para adelantarse en el marcador. Llegaron malos tiros que permitieron correr y tomar aire a Estudiantes, aunque Bilbao Basket contaba aún con la baza del rebote ofensivo para mantener sus opciones. Se aferró a la aportación de Balvin (11 puntos, 10 rebotes, 23 de valoración) en la zona, un quebradero constante para el juego interior del Estu, pero los colegiales estuvieron más precisos en los dos minutos finales. Un triple de Roberson le dio aire a Estudiantes en plena demostración de poderío de Balvin y una canasta de Barea a cuatro metros supuso medio partido a 15 segundos del final. Un contraataque finalizado por Edwin Jackson puso la sentencia definitiva a un triunfo muy valioso de Estudiantes, un respiro en la dura lucha por la permanencia a la que le restan muchos capítulos por escribir.

GBC 78 – Valencia Basket 60: Debía estar bajo los efectos del cansancio provocado por el duro partido contra Fenerbahçe dos días antes, puesto que Valencia Basket no dio la impresión de estar presente en Illumbe. Lo estaba físicamente, pero en el aspecto mental estaba muy lejos de la cancha donostiarra. Desde el primer momento cayó en una espiral de balones perdidos que se transformó en una sangría considerable. Tardó más de tres minutos en anotar su primeros puntos, pero el juego desastroso del conjunto taronja no se quedó ahí. Continuaba la sucesión de pérdidas sin fin, hasta el punto de que cometió once en todo el primer cuarto; un registro de récord negativo. A su vez, GBC se dio cuenta del pésimo arranque de su rival y no desaprovechó la ocasión de pasarle factura, sobre todo en el juego interior. Un pívot como Okouo (20 puntos, 9 rebotes, 23 de valoración), voluntarioso pero poco más, se dio un festín dentro de la zona, convertido en un hombre alto de entidad por obra y gracia de la falta de energía de los pívots de Valencia Basket. Cuando los hombres de Jaume Ponsarnau se dieron cuenta del ridículo que estaban haciendo, el encuentro ya se hallaba en un punto muy complicado. Apenas habían anotado cuatro puntos en nueve minutos, una cifra paupérrima que le encaminaba hacia un completo desastre (20-4, min 9). Sin embargo, Valencia Basket reaccionó en cuanto dejó de perder de balones, no necesitó mucho más. El problema estaba en que ni siquiera lograba lanzar, pero el problema quedó resuelto en un segundo cuarto más sólido, lo que no era muy complicado. Los triples de Prepelic acabaron con la sequía visitante e iniciaron la reacción, a la vez que GBC acumulaba errores desde la línea de tres. Además, Labeyrie (15 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración) se entonó para liderar el juego ofensivo de Valencia Basket durante el segundo cuarto, en el que anotó trece puntos.

Okouo defendido por PradillaFuente: naiz.eus

Nicola no pidió tiempo muerto hasta que el parcial llegó a 0-14 y su rival estaba de regreso al encuentro (27-26, min 16), pero acertó en las siguientes decisiones, aunque fuera con tardanza. Puso dos bases en pista y el juego de GBC mejoró claramente, lo que le permitió mantenerse por delante hasta el descanso. Había perdido el equipo donostiarra buena parte de su ventaja, pero conservó la suficiente para afrontar con optimismo la segunda mitad. Volvió a contar con la colaboración de un rival que retomó los vicios del primer cuarto, sumando malos ataques con demasiada frecuencia. Dos triples permitieron a GBC ampliar su ventaja, pero sería en el juego interior donde se impuso con claridad. Tanto Okouo como Radoncic (18 puntos, 9 rebotes, 5 robos, 31 de valoración) hicieron trizas a los pívots de Valencia Basket, especialmente frágiles de forma imprevista. Tampoco encontró consuelo el conjunto visitante en los balones perdidos de su rival tras el tiempo muerto solicitado por Ponsarnau. Ni esa pequeña fase desconcertante sacó del bloqueo al equipo valenciano, que no daba la impresión de que pudiera cambiar una dinámica tan negativa. A GBC se le presentaba una oportunidad única e inició el último cuarto con fuerza, dispuesto a noquear a su rival en el momento preciso. Aunque Ponsarnau pidió tiempo muerto con rapidez, su equipo jamás mostró un atisbo de reacción (67-52, min 34). Preso del cansancio, tanto físico como mental, se dejó llevar ante un colista que pudo saborear con tranquilidad un triunfo de mucho prestigio. Quién sabe si puede ser de enorme importancia para la salvación.

Baskonia 74 – Real Madrid 85: Tras otra derrota con el eterno rival, el Madrid afrontaba una dura visita a Vitoria, terreno donde Baskonia lleva meses acumulan victorias sin interrupción. Otro rival de Euroliga, de los que le están amargando la existencia al equipo blanco en la máxima competición continental. Sin embargo, la Liga ACB es otra historia para los de Laso, inmunes a trauma alguno cuando disputan el torneo liguero. Como no, basó un fuerte arranque en Tavares, que impuso su ley en ambos tableros con una facilidad pasmosa. Ni cuatro minutos tardó Ivanovic en pedir tiempo muerto y tomar decisiones. Apostó por Fall, una vez que Jekiri dio sobradas muestras de impotencia. Llegaba el duelo de gigantes al Buesa Arena, un reto de altura de forma literal. Fall ganó la partida en la primera ocasión, pero Tavares no le concedió ni una más. Hace falta mucho más que una enorme estatura para salir airoso de la defensa del caboverdiano. Pero fue más que Tavares el equipo blanco, que jugó a placer durante todo el primer cuarto. Deck anotaba dos triples que ampliaban la ventaja madridista y evidenciaba esa mejoría en el tiro exterior que necesitaba para convertirse en un alero realmente diferencial. Por otro lado, no encontraba oposición en una defensa con escasa agresividad, lo que permitía al Madrid anotar con mucha comodidad. A Ivanovic se le torcía el gesto con tantas facilidades (12-25, min 8), por mucho que contara con un Vildoza inspirado que tomó toda la responsabilidad en el equipo vitoriano. Realmente, fue el único con acierto e ideas claras en un Baskonia que volvió a su flojera al inicio del segundo cuarto. Todo le salía a pedir de boca al Real Madrid, mucho más intenso y concentrado. Incluso Laprovittola tomaba buenas decisiones, toda una novedad. El 0-7 de inicio lanzaba al equipo blanco, mientras su rival penaba y no era capaz de anotar durante cuatro minutos (20-34, min 14), pero el reposo de Tavares siempre tiene consecuencias.

Deck lanza un contraataqueFuente: poblafm.com

Sin Tavares en pista, a Baskonia se le despejaron todos los caminos hacia el aro y llegaban los nubarrones al juego ofensivo del Madrid. Un suceso que se repite un partido tras otro; es dura la vida sin el gigante. Laso contó de nuevo con Deck (18 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 22 de valoración) para acabar con la sucesión de malos tiros, una decisión acertada habida cuenta que el alero argentino hacía un daño tremendo cuando atacaba el aro local. A su vez, Thompkins (14 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 16 de valoración) apareció como solución anotadora con siete puntos seguidos, vitales para que el Real Madrid llegara al descanso con una renta interesante (36-45, min 20). De todos formas, lo que más sorprendió fue que el equipo blanco no perdiera un solo balón en toda la primera mitad. Por un día se había deshecho de la mayor lacra que le perseguía en los últimos partidos. Aunque seguro que Ivanovic pidió mayor intensidad en los vestuarios, sus jugadores no le hicieron mucho caso. Baskonia volvió a la pista con los mismos problemas que arrastró en los primeros veinte minutos. Sin ideas, sin energía, sin acierto. Otro 0-7 de salida que le colocaba al borde del precipicio (36-52, min 22) y provocó que Ivanovic moviera piezas con rapidez. Echó mano de Diop, que se convirtió en el sorprendente protagonista del juego ofensivo baskonista. Por su parte, el Madrid tardó 25 minutos en perder su primer balón, pero una vez iniciada la cuenta regresaron los fantasmas de las posesiones desperdiciadas de manera absurda. Hasta seis pérdidas de balón en el tercer cuarto, el punto negro que tanto preocupa a Laso en las últimas semanas. El técnico madridista sentó a Alocén tras dos errores consecutivos, pero Laprovittola aumentó los problemas; sobre todo, por su pésima defensa. Permitió que Henry (14 puntos, 11 asistencias, 20 de valoración) anotara tranquilamente de tres, sin la presencia del base argentino a dos metros de él. Cuando tuvo que defender a Giedraitis, superior físicamente, ni siquiera supuso un pequeño estorbo para el alero lituano.

Alocén defendido por HenryFuente: encestando.es

Las pérdidas de balón y la inoperatividad de Laprovittola le dieron el margen suficiente a Baskonia para presentarse en el último cuarto con opciones de triunfo (60-66, min 30), pero se esfumaron con una pájara ofensiva de consideración. Ivanovic apostó por un juego interior con dos ‘4’, con la intención de buscar el tiro exterior y salvar a Tavares. Ni Peters ni Polonara estuvieron lúcidos en la línea de tres y el técnico montenegrino dio marcha atrás para contar con un ‘5’ puro. Volvió Diop, pero se cargó rápidamente de personales. Apareció Fall, pero se presentó tan descentrado en pista que apenas duró un minuto. Para aumentar el desconcierto, Baskonia no era capaz de anotar, ni siquiera tiros sencillos. Se adentró en una espiral destructiva, alimentada por los estragos de Tavares (16 puntos, 12 rebotes, 5 tapones, 37 de valoración). A la hora de verdad, el gigante estuvo inmenso en ambas zonas, sembrando el terror entre unos rivales sin capacidad para detener cada acometida del pívot. Los locales se hundieron con estrépito, víctimas de un terrible 2-19 de parcial que le condenaban a un duro rapapolvo (62-85, min 38). El Madrid gestionaba el choque con calma bajo la batuta de Alocén, cuya madurez en el último mes y medio deja patente que tiene capacidad sobrada para hacerse un hueco importante en la plantilla. Baskonia despertó tarde, sólo con tiempo para maquillar una derrota dolorosa. Anotó cuatro triples consecutivos a destiempo, ya sin margen para evitar nada, sin opciones ante un rival que muestra su mejor cara en Liga ACB.

Betis 69 – Andorra 61: En vísperas del derbi futbolero, que acaparaba toda la atención en Sevilla, la versión verdiblanca del baloncesto se enfrascó con Andorra en un duelo de triples en los primeros minutos del encuentro que se disputaba en San Pablo. El Betis se mostró más efectivo que un rival que sólo sumaba todo lo que anotó Palsson durante buena parte del primer cuarto (15-8, min 6), pero su ataque se fue espesando con el paso de los minutos. Dos triples consecutivos de Jelinek le bastaron a los de Ibon Navarro para enjugar la primera ventaja bética, pero Andorra buscaba con tanto descaro el tiro exterior que su juego acabó por volverse predecible. Cuando bajó el acierto en el tiro de tres, Andorra comenzó a atravesar serios problemas en su juego ofensivo y que se unieron a los que les causaba el juego interior del Betis, sobre todo un Ndoye (10 puntos, 5 rebotes, 8 faltas recibidas, 17 de valoración) al que sólo le podían frenar cometiendo personales. Demasiados ataques largos que sólo se podían resolver favorablemente con algún destello puntual. A Hannah le faltó inspiración y se vio superado por TJ Campbell, muy acertado en la línea de tres durante la primera mitad, pero Andorra aún conservaba la dosis de fortuna suficiente para convertir lanzamientos complicados que le mantuvieron cerca en el marcador cuando el descanso se aproximaba.

TJ Campbell intenta marcharse de HannahFuente: eldesmarque.com

Sin embargo, los visitantes acusaron un mal final del segundo cuarto que se reflejó en problemas serios para cerrar la zona. Kay (10 puntos, 8 rebotes, 23 de valoración) lo aprovechó para proporcionarle al Betis una renta suculenta al final de la primera mitad (42-33, min 20). Aunque aún quedaba medio partido por delante, a Andorra se le hizo muy cuesta arriba pensar en dar la vuelta al encuentro. No estuvo nada cómodo en el encuentro tan espeso que se planteó a partir del descanso, una tónica recurrente para un equipo que sufre cuando no encuentra espacios ni puede jugar con una velocidad alta. Sufrió la clara superioridad en el rebote ofensivo del Betis y una nefasta racha en el tiro que sólo le permitió anotar tres puntos en cinco minutos y medio. Los verdiblancos, más adaptados a un choque áspero y sin brillantez, sólo tenían que hacer lo justo para despegarse en el marcador (52-36, min 25). Le faltaba regularidad a Andorra para dar un vuelco al partido, no era suficiente con acciones como el triple lejanísimo de Paulí al final del tercer cuarto. Al final, eran detalles aislados que no tenían mayor relevancia que la candidatura a una de las mejores canastas de la semana. El Betis jugaba muy tranquilo pese a que su rendimiento en ataque no fue muy positivo en el último cuarto. Las acciones puntuales de Randle y la falta de consistencia de un rival romo le permitieron mantener una renta cómoda. Una victoria valiosa que le permite salir de la zona de descenso.

El partido CB Canarias-UCAM Murcia quedó aplazado para el 20 de marzo, integrado dentro de la jornada 27.

Descansa: Burgos.

No hay cambios en los dos primeros puestos, en posesión de Real Madrid (23-1) y Barça (20-3). Ya los ven más lejos Baskonia (19-6), CB Canarias (18-5) y Valencia Basket (17-8). Unicaja (12-12) cierra el corte de los puestos de playoffs. Por otro lado, GBC (6-18), igualado con Betis, y Bilbao Basket (6-19) ocupan una semana más la zona de descenso.

Resultados y clasificación

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