Reanudada la Liga ACB tras tres semanas de parón, provocado por la celebración de la Copa y la última ventana FIBA clasificatoria para el próximo Eurobasket, la noticia más destacada estuvo en el anuncio por varios medios de la renovación de Pablo Laso por el Real Madrid. Aunque la decisión aún no es oficial, parece que el equipo blanco cuenta dos temporadas más con el técnico, que sólo tendrá por encima a Lolo Sainz como entrenador más duradero en el club si agota su nuevo contrato. Un voto de confianza en una temporada muy complicada, la más difícil para Laso desde que llegó al Madrid debido a la falta de refuerzos en una plantilla veterana, la marcha de Campazzo, las lesiones y la pujanza de un Barça dispuesto a iniciar otro ciclo victorioso tras años de sinsabores. Será la apuesta en el liderazgo de un nuevo proyecto, de una remodelación profunda que no puede esperar más allá del verano, la ratificación del crédito obtenido en nueve temporadas de éxitos, aunque seguro que hay madridistas que desearían que se replantera la decisión tras desastres como ante el Khimki este martes. Por el momento, si no se indica lo contrario en próximas fechas, parece que la confianza hacia Pablo Laso continúa intacta entre los rectores de la sección.
Unicaja 91 – Estudiantes 77: La llegada de Jota Cuspinera al banquillo de Estudiantes no ha cambiado el protagonismo absoluto de Avramovic en el ataque colegial, más si cabe en ausencia de Gentile. El jugador serbio anotó los diez primeros puntos del Estu, que dominaba ligeramente a un rival que aún adolecía de constancia en su juego ofensivo y se mantenía con los triples de Wacyznski. Sin embargo, en el Ramiro no existía alternativa a Avramovic y Unicaja aprovechó la falta de variedad en ataque de los visitantes para endosar un 10-2 de parcial que le puso por delante (18-12, min 9), aunque la reacción de Estudiantes llegó ya en el segundo cuarto, cuando encontró un relevo para Avramovic. John Roberson gozó de más tiros de lo habitual y acaparó todos los lanzamientos del equipo colegial, con toda la razón y mucho acierto, ya que anotó once puntos consecutivos hasta que se marchó al banquillo con dos personales. Por contra, Unicaja se convirtió en un equipo desconcertado, errático y que cometía demasiadas faltas en ataque. Apenas logró dos puntos en cuatro minutos y medio y empezaba a meterse en problemas, ya que Barea estaba mucho más suelto y se añadía la lesión de Brizuela a la lista de fatalidades (22-28, min 14). De todos modos, logró mantenerse a flote desde la línea de tiros libres, el recurso mientras esperaba a que escampara el temporal.
La reacción llegaría en la recta final del segundo cuarto de la mano de Alberto Díaz (9 puntos, 9 asistencias, 5 rebotes, 23 de valoración) que no necesitaba mirar el aro para establecer su influencia en el juego. Su defensa y el ritmo vivo que imprimía le valieron al equipo malagueño para tomar de nuevo el mando en el marcador aunque Avramovic (18 puntos, 3 rebotes) consiguió que el encuentro llegara en tablas al descanso. Una igualdad que no se correspondería con lo que ofreció la segunda mitad. A ambos equipos les costó anotar en los minutos iniciales del tercer cuarto, pero los triples de Waczynski permitieron a los locales abrir una diferencia que no paró de agrandarse. El tiro exterior cambió por completo el choque en el Martín Carpena tras el intermedio, supuso el auténtico punto de inflexión. Francis Alonso (20 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) se unió al acierto en el perímetro de Waczysnki para marcar diferencias sobre un rival que había visto cerrados los caminos hacia el aro. Pese a los esfuerzos de Barea, el acierto en el triple de Unicaja siempre apareció oportuno para acabar con cualquier atisbo de remontada. Tampoco sirvió la nueva racha anotadora de Roberson al comienzo del último periodo; siempre llegaba un triple más que erosionaba la moral de los colegiales. Dos seguidos de Alberto Díaz acabaron con ella (74-61, min 33). Estudiantes había sacado bandera blanca ante el bombardeo de un rival que anotó doce triples en la segunda mitad. Nada que hacer ante un tiro exterior en estado de gracia. Bouteille se entonó en los últimos minutos y redondeó un triunfo rotundo, cimentado en veinte minutos fabuloso de los jugadores exteriores. Por su parte, Estudiantes cambia de entrenador, pero no su racha negativa que le acerca a la zona de descenso.
Manresa 85 – UCAM Murcia 84: Manresa festejó el 25º aniversario de su único título de Copa, aquel logrado con el recordado triple de Chichi Creus contra el Barça. Un pequeño homenaje deslucido por las gradas vacías, el triste peaje impuesto por la pandemia. La conmemoración deparó un encuentro aguerrido, de mucha tensión defensiva. Un escenario que le venía muy bien a un equipo tan intenso como UCAM Murcia, aunque los puntos de Eatherton evitaron que los visitantes tomaran una ventaja destacable. Sin embargo, los cambios de Pedro Martínez le dieron otro aire a Manresa, sobre todo con la entrada a pista de Ferrari. Los de Sito Alonso mantuvieron el tipo hasta el final del primer cuarto, mientras estuvo en pista James Webb, pero la ausencia del pívot provocó un enorme vacío en el juego ofensivo del conjunto murciano, que abusó en exceso del tiro exterior sin que le diera mucho resultado. Tampoco era capaz de frenar la velocidad que había alcanzado el ataque de Manresa, impulsado por un Frankie Ferrari al que le sienta muy bien Manresa. El buen trabajo de los hombres de banquillo le permitió al equipo de Pedro Martínez mandar al descanso con mucha solvencia (42-31, min 20), pero su ventaja se fue al garete cuando UCAM Murcia forzó la maquinaria en defensa al inicio del tercer cuarto. Manresa sólo logró dos puntos en cuatro minutos y medio, atenazado por la intensidad de la que suele hacer gala el equipo murciano e impotente ante la agresividad con la que Webb atacó el aro local.
La dirección sosegada de Bellas y los triples de Jok dieron la vuelta al marcador (53-56, min 28) y colocaron en una situación comprometida a Manresa, que sufría enormemente cada vez que Webb (20 puntos, 10 rebotes, 27 de valoración) pisaba su zona. Aguantaba mal que bien, pero la balanza se estaba inclinando del lado de UCAM Murcia. Los locales necesitaban un revulsivo rápido, como lo es la muñeca de Janning. Resulta chocante que un jugador de su nivel actúe de temporero, pero un refuerzo así supone oro puro para un equipo del perfil de Manresa. Janning cargó el fusil y volvió a adelantar a su equipo a golpe de triple. Un cambio fulgurante que encaminó el partido a un final igualado. Webb seguía creando muchos problemas en la defensa manresana, pero a Janning (19 puntos, 4 rebotes, 22 de valoración) no le tembló el pulso para mantener arriba al conjunto de Pedro Martínez. Pese a los tiros libres fallados, Manresa aguantó una ligera ventaja hasta los instantes finales. Un recurso inesperado, Sima, aportó lo suficiente en la zona para que afrontara por delante el último minuto, aunque tanto tiro libre desaprovechado estuvieron a punto de darle un disgusto. De hecho, Strawberry dispuso de un triple para igualar el encuentro a seis segundos del final, pero la fortuna no permitió que se aguara un día tan señalado a Manresa. De nada sirvió la canasta desde medio campo de Jordan Davis en el último segundo, a los locales le había bastado con un tiro libre anotado por Eulis Báez para mantener su plaza entre los ocho primeros.
Real Madrid 96 – Burgos 81: El regreso del Real Madrid a la Liga ACB apuntaba a una noche plácida pese a la complejidad que representaba Burgos en un principio. El equipo blanco aplicó mucha intensidad en defensa que sobrepasó a un rival negado en la línea de tres. En ataque lo tuvo muy claro: balones a Tavares y que el gigante hiciera de las suyas. Kravic ni se enteró, aunque toda la defensa de Burgos no estuvo a la altura durante el primer cuarto. Joan Peñarroya pidió tiempo muerto tras diez puntos consecutivos del pívot, harto de que Tavares campara a sus anchas por la zona y el Madrid dominara con claridad el rebote. Tan plácido transcurría el partido (27-10, min 9), que Laso pudo dar descanso antes de lo habitual al gigante, pero la ausencia de Tavares sí tuvo el efecto de costumbre en el Madrid. Sin él en pista, Burgos estuvo mucho más cómodo en el encuentro. Mejoró en el rebote ofensivo y redujo diferencias de la mano de Benite y Rivero (13 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración). Como no, Tyus estaba en cancha cuando el rival podía moverse a su antojo por la zona. Laso no quiso que la reacción rival fuera a más y volvió a contar con varios de sus titulares, Tavares incluido, lo que cortó la reacción visitante de inmediato. De nuevo, el juego interior del Madrid marcó la tónica reinante. Garuba cerró bien el rebote y facilitó el trabajo a Tavares, más participativo en ataque e imparable cuando le llegaron balones cerca del aro. No hacía falta más para que el Real Madrid controlara el encuentro (48-32, min 20), pero Burgos no se resignó a entregarlo pese a su gris primer tiempo. Apostó con acierto por el tiro exterior, un arma que le permitió escapar a la sombra terrorífica que desprende Tavares.
Cuatro triples en apenas tres minutos reactivaron el juego visitante, que había alcanzado la intensidad de la que adoleció en los primeros veinte minutos. Buena actitud defensiva que aprovechó que sólo se le señalara una falta en todo el tercer cuarto. Especialmente activo estuvo Horton en los primeros minutos del periodo, principal artífice de una reacción que sacó de quicio a Laso, muy enfadado con los errores de sus jugadores (54-48, min 24). Laprovittola y Garuba fueron el centro de la reprimenda del entrenador vitoriano en el tiempo muerto, otra Lasina que figurará en su amplio catálogo. La bronca despertó al equipo blanco, que optó por los cortes por la zona como solución para franquear la defensa visitante. Dos triples seguidos de Thompkins devolvieron un margen tranquilizador antes de que una nueva canasta del ala-pívot finalizara con una lesión de tobillo. Otro contratiempo más para el Madrid, que no gana para disgustos con las lesiones. No tendría influencia en este encuentro, ya que Tavares se bastaba para sembrar el pánico. Todo el que se acercaba al aro madridista recibía un tapón artesano como obsequio del pívot de Cabo Verde. Todo volvía a su ser, puesto que el partido giraba bajo la irresistible influencia de Tavares. De nada le sirvió a Burgos que anotara con más facilidad cuando se tomó un respiro y Benite estuviera certero en el triple. Carroll (17 puntos, 3 rebotes, 21 de valoración) se las apañó para mantener a raya él solito al conjunto de Peñarroya en un último cuarto en el que anotó trece puntos. Por si fuera poco, regresó Tavares (27 puntos, 7 rebotes, 6 tapones, 37 de valoración, MVP de la jornada) a cinco minutos del final para rematar el choque más brillante a nivel individual del gran referente del Real Madrid. Los triples de McFadden (18 puntos) en los últimos instantes sólo valieron para maquillar sus números. El Real Madrid ya estaba pensando en la doble jornada europea que le espera en Rusia la próxima semana tras liquidar un triunfo cómodo, de los que no abundan para el equipo blanco últimamente.
GBC 74 – Bilbao Basket 97: El derbi vasco en Illumbe suponía un enfrentamiento dramático por la permanencia, un duelo lleno de urgencias en el que la victoria era obligada. Comenzó más inspirado Bilbao Basket, bien dirigido por un Hakanson (17 puntos, 5 asistencias, 26 de valoración) más lúcido y acertado que de costumbre y que cubrió con creces la baja de Rousselle, pero GBC tuvo el empaque suficiente para aguantar el primer tirón y mantener el ritmo anotador de Los Hombres de Negro. Durante toda la primera mitad, supo responder a cada intento de Bilbao Basket de marcharse en el marcador. Desde el perímetro, contrarrestó la racha anotadora de Jaylon Brown y la evidente superioridad del conjunto de Mumbrú dentro de la zona. Aunque Balvin (17 puntos, 7 rebotes, 26 de valoración) creara estragos cada vez que recibía en la zona, Johnny Dee se convertía en un seguro de vida para GBC, que se mantenía en la pelea con cada triple de su tirador más reputada. Sin embargo, la resistencia del equipo donostiarra no fue más allá del descanso. La hegemonía de Bilbao Basket en el juego interior se hizo más patente en el tercer cuarto. Sólo tenía que meter el balón dentro a Balvin para sacar algo de provecho, lo que contrastaba con la sucesión de fallos bajo el aro de Okouo, superado en todo momento por el pívot checo.
A partir de la fortaleza de Balvin en la pintura, Bilbao Basket lograba un 2-16 de inicio que significó el despegue definitivo (38-58, min 25). GBC apenas logró dos puntos en los primeros cinco minutos del tercer cuarto, donde se dejó todas las opciones que tenía en el encuentro. Ya no podría hacer nada para volver al partido, sometido por un rival que lo anotaba todo y armaba un destrozo considerable desde el tiro exterior. Brown (15 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) volvió a calentar la muñeca y aumentó aún más los problemas locales con dos triples seguidos que mantenían la diferencia alrededor de los veinte puntos. Aunque GBC tiró de orgullo y consiguió bajar la desventaja de la decena con dos triples al comienzo del último cuarto (59-68, min 31), los hombres de Mumbrú respondieron de idéntica forma para acabar con el último intento de su rival por regresar al encuentro. Nada que hacer ante el acierto en el triple de Bilbao Basket, que se olvidaba de tantas penurias que le habían instalado al fondo de la clasificación. Minutos de disfrute para Jenkins (13 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) y Kulboka, que aprovecharon el último periodo para sacar lustre a unas muñecas oxidadas últimamente. Un paseo que le sirve a Bilbao Basket para afrontar de otra manera el tramo decisivo de la temporada, ya que la angustia estará asegurada hasta el final de la Liga Regular.
Andorra 84 – Valencia Basket 72: Los últimos triunfos en Euroliga cargaron de moral a un Valencia Basket que salió firme, dominador a partir de una defensa férrea que espesó el juego de Andorra. Los de Ibon Navarro se las apañaron como pudieron en los primeros compases del partido, pero el atasco le llevó a quedarse sin anotar durante siete minutos. A su vez, Dubljevic se hacía fuerte en la zona y abría una diferencia que permitía a Valencia Basket dominar el choque con cierta tranquilidad (12-21, min 12). Ante la falta de recursos, los locales recurrieron al tiro exterior como solución a la dinámica de punto por minuto que no les llevaba a ninguna parte. Desde el tiro de tres, Andorra encontró el remedio a la insuficiencia ofensiva que padeció en el primer periodo. Tres triples de Gielo (16 puntos) cambiaron el rumbo del partido, que viró en favor del conjunto andorrano conforme avanzaba el segundo cuarto. Se unió a la fiesta Hannah, que despertó con dos triples más que llevaron a Valencia Basket hacia el desconcierto. Para colmo, entró en racha Jelinek, capaz de anotar diez puntos en apenas tres minutos que permitieron a Andorra llegar por delante al descanso (39-34, min 20). Valencia Basket necesitaba recuperar cuanto antes la firmeza defensiva que mostró en el primer cuarto, pero el buen comienzo tras la reanudación se disipó demasiado rápido. Andorra respondió con una defensa aún más agresiva que le sirvió para robar y salir en transición a la mínima oportunidad.
A la velocidad local se unió que Hannah continuaba en estado de gracia y aumentó la diferencia con dos triples más que elevaron el parcial a 10-0. Valencia Basket se convirtió en un equipo que funcionaba a ráfagas, zarandeado por la velocidad y el despliegue físico que le sobraba a Andorra. Sólo Prepelic (17 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) se erigía como una amenaza y que no impidió que la diferencia siguiera aumentando al ritmo que imponía un excelso Hannah (61-45, min 28). Hasta el tramo final del tercer cuarto no levantó cabeza el equipo taronja, que fió todo a apretar los dientes atrás mientras el base titular de Andorra recuperaba el resuello en el banquillo. Sin Hannah, los locales perdieron la frescura en ataque y le concedieron una oportunidad a Valencia Basket para meterse de nuevo en el partido. A las puertas llamó en un último cuarto espléndido de Van Rossom (16 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes, 22 de valoración), que se está acostumbrando a dar su mejor versión en el tramo final de cada encuentro. El base belga puso a su equipo en disposición de forzar un final igualado (74-69, min 38), pero a Hannah le restaban un par de balas en el cargador cuando el choque se encaminaba hacia su desenlace. Cuando más apretaba la reacción rival, apareció el base para liquidar el partido con dos triples que tumbaron definitivamente en la lona a Valencia Basket. Hannah (26 puntos, 4 asistencias, 34 de valoración) se asemejó a Larkin o Mike James cuando más lo necesitó Andorra, en el momento justo para cerrar un triunfo que acaba con la larga racha de victorias del conjunto de Jaume Ponsarnau.
Obradoiro 71 – CB Canarias 97: A Obradoiro se le presentaba un problema considerable con el arranque arrollador de Shermadini, dominador absoluto dentro la zona y autor de los siete primeros puntos de CB Canarias, pero el equipo de Moncho Fernández supo reaccionar rápidamente al gran inicio de encuentro del pívot georgiano. Obradoiro encontró la réplica en el fabuloso primer cuarto que firmó Daum (21 puntos, 3 rebotes, 18 de valoración), sobre el que giró su juego ofensivo durante muchos minutos. Mientras le duró el acierto, el equipo compostelano puso en jaque a la defensa lagunera, incapaz de atar en corto a un pletórico Daum que ya llevaba quince puntos al inicio del segundo cuarto. La anotación de Obradoiro se reducía a la fabulosa racha de Daum y a los triples de Kassius Robertson (17 puntos), pero no le hacía falta más para dominar con solvencia por mucho que Huertas tratara de mantener en el encuentro a CB Canarias. Mientras le duró el acierto en el tiro exterior, el conjunto local pudo mandar tranquilamente en el marcador, pero no iba a durar esta situación eternamente (37-28, min 13). Cuando se desinfló el perímetro, se agotaron todas las vías de anotación de un Obradoiro que atravesó una pertinaz sequía anotadora hasta el descanso. Había pasado de la excelencia ofensiva a la nulidad absoluta, como demuestra que sólo consiguió dos puntos en los seis minutos restantes de la primera mitad.
Tampoco brilló en exceso CB Canarias hasta el final del periodo, pero le bastó con una nueva apuesta hacia el poderío de Shermadini (19 puntos, 5 rebotes, 25 de valoración) cerca del aro para dejar el marcador prácticamente igualado (39-38, min 20). La historia sería muy diferente en la segunda mitad, controlada claramente por un equipo aurinegro que ya había impuesto su dominio en el desarrollo del partido. Ya no le funcionaba el tiro exterior a Obradoiro y ello le facilitó el trabajo a un rival que había pasado a controlar el ritmo con dos bases en cancha. Huertas (22 puntos, 6 asistencias, 20 de valoración) y Fitipaldo campaban a sus anchas por la pista y ponían todo el juego necesario para que la ventaja visitante fuera aumentado lentamente hasta el final del tercer cuarto. Obradoiro ya iba con el gancho, pero se derrumbó con estrépito cuando CB Canarias encontró el acierto en la línea de tres en los últimos diez minutos. Los triples de Yusta y Butterfield hicieron trizas el aro local y acabaron con la moral de Obradoiro, que bajó los brazos cuando la diferencia ya había superado los veinte puntos (60-81, min 34). La defensa de brazos caídos provocó que acabara encajando 36 puntos en el último cuarto y recibiera un severo correctivo de un rival que no levantó el pie del acelerador y volvió a justificar por qué es el equipo con mejor porcentaje en el triple de la Liga ACB. Unos minutos de acierto pleno en el tiro exterior le bastó para noquear a un Obradoiro que se acerca peligrosamente a los puestos de abajo.
Betis 82 – Basket Zaragoza 85: Jakob Wiley, que debutaba en las filas de Basket Zaragoza, se hizo notar dentro de la zona en los primeros minutos. Junto a algún detalle de Ennis (16 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración), el nuevo fichaje del equipo maño proporcionaba a los visitantes una renta discreta, pero las malas decisiones frenaron su marcha y permitieron al Betis mantener el tipo con un par de triples, pese a que su porcentaje en el tiro de tres no era bueno. La entrada a pista de Ndoye (21 puntos, 5 rebotes, 29 de valoración) afianzó el juego verdiblanco, inconstante hasta la aparición del pívot. Empezó a producir en la zona y logró estrechar la desventaja en el tramo final del primer cuarto, pero su aportación fue la única de la que disfrutaron los locales durante varios minutos. Las buenas acciones de Javi García y Harris volvieron a estirar la diferencia al comienzo del segundo cuarto, a la vez que Brussino castigaba los balones perdidos del Betis para elevar la ventaja por encima de los diez puntos (18-29, min 14). Por otra parte, Basket Zaragoza dominaba el rebote ofensivo con mucha claridad, lo que convirtió en insuficientes las acciones individuales de Ouattara (19 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración), aunque las prestaciones del alero arrojaban más sombras que luces en ese momento. El intercambio de canastas al comienzo del tercer cuarto mantuvo la calma en Basket Zaragoza, pero pasados los primeros minutos llegó una sequía anotadora en el conjunto de Sergio Hernández que coincidió en el tiempo con el despertar de Feldeine (18 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración).
Fuente: andaluciainformacion.es
El alero dominicano se convirtió en el motor de la reacción que provocó que el Betis se metiera de lleno en el encuentro (51-52, min 27). A los visitantes les costaba horrores sumar y sólo Elias Harris (18 puntos, 2 rebotes, 20 de valoración) creaba algún peligro a la defensa rival. Sin embargo, los tiros libres mantuvieron al equipo maño por delante en pleno apagón ofensivo. Fue la tabla de salvación en los peores momentos, el recurso que le permitió aguantar hasta que volvió a conseguir una renta relativamente tranquilizadora al inicio del último cuarto tras anotar cinco puntos después de una antideportiva cometida por Randle (57-67, min 30), pero poco le duró la calma, puesto que el Betis reaccionó en el momento justo. Javi García acusó su bisoñez y no consiguió transmitir la seguridad que necesitaba Basket Zaragoza para gestionar el periodo final. Betis aprovechó los balones perdidos y los errores en el perímetro para demostrar que seguía muy vivo. Dos tiros libres de Ndoye igualaron el marcador (72-72, min 34), que pudo tornar a favor de los béticos si hubieran aprovechado dos tiros tras un robo del propio de Ndoye. Dejó pasar la ocasión, algo que no haría Brussino (20 puntos, 11 rebotes, 29 de valoración) en el tramo decisivo del encuentro. Siete puntos consecutivos del argentino en el momento más candente supusieron el punto clave en la resolución del partido. Wiley puso en el broche en el último minuto a un triunfo que acerca a Basket Zaragoza a los puestos de playoffs. Quien lo hubiera imaginado cuando comenzó el año y estaba inmerso en la pelea por la permanencia.
Joventut 62 – Barça 80: No tardó nada el Barça en demostrar que la derrota contra Villerbaunne no le afectaba lo más mínimo. Sólo necesitó a dos jugadores para desarmar por completo a Joventut, que fue la antítesis del vigor físico y la intensidad extrema del verdugo francés. Calathes anotó siete de los primeros nueve puntos del Barça en el encuentro y dotó a los azulgranas de una velocidad de circulación de balón que le vino de perlas a Mirotic, gran protagonista ofensivo durante el primer cuarto. Durante buena parte del primer acto, ambos fueron los únicos anotadores del Barça, pero no necesitaba mucho más para poner tierra de por medio sobre un rival negado en el tiro exterior y que sólo contaba con Tomic (9 puntos, 8 rebotes, 16 de valoración) como recurso fiable en ataque. La marcha al banquillo del pívot croata dejó al descubierto todas las miserias del conjunto verdinegro, que ni siquiera lograba sacar partido a la gran cantidad de rebotes ofensivos que capturaba. La Penya era un equipo tierno y falto de agresividad, golpeado por los trece puntos que logró Mirotic en el primer cuarto con toda comodidad. El Barça encontró muchas facilidades en la defensa verdinegra y gozó de un alto porcentaje de acierto en el tiro. Incluso Bolmaro se permitió una jugada de artesanía en una acción de uno contra una, plena de habilidad y potencia física. Todo marchaba a pedir de boca (18-36, min 15) y Jasikevicius pudo dar entrada a Claver, que regresaba a las canchas después de tres meses lesionado. Hasta la mitad del segundo cuarto no imprimió Joventut la intensidad necesaria en defensa, lo que le permitió robar balones y salir en transición. La mejoría atrás coincidió con el regreso de Tomic, el único generador efectivo de juego en la Penya. Los puntos de Bassas (15 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración) en el tramo final sirvieron para que Joventut recortara diferencias al descanso (32-45, min 20).
Jovetut no había salido tan mal librado para el castigo que se le venía encima ante la enorme diferencia sobre la cancha, pero la segunda mitad no trajo mejores noticias para el equipo verdinegro. Todo lo contrario, puesto que los hombres de Carles Durán cayeron en un profundo agujero tras el intermedio. La agresividad defensiva del Barça obligó a que su rival se jugara malos tiros una vez tras otra. Se sucedían los minutos sin anotar, agrandando el bache en el que se sumió Joventut. Mientras tanto, el Barça manejaba el encuentro a placer y encontraba con facilidad a Mirotic (21 puntos, 4 rebotes, 27 de valoración), que seguía destrozando el aro local como si nada. Ni siquiera se molestaba ya el técnico verdinegro en pedir tiempo muerto, ya había arrojado la toalla ante el derrumbe de su equipo. Joventut estaba fuera del partido, nulo en intensidad y errático hasta el punto de regalar balones absurdos. Tardó más de siete minutos en anotar sus primeros puntos en el tercer cuarto, un periodo fatídico en el que sólo anotaría tres más. Un desastre absoluto que le abocaba a otra derrota humillante en un derbi (32-62, min 27). Tampoco estaba dispuesto Jasikevicius en ofrecer cuartel, como quedó claro cuando pidió tiempo muerto tras dos triples seguidos de Bassas al comienzo del último cuarto. Sólo con la nueva arenga de su entrenador, la defensa volvió a activarse para devolver el parcial encajado. Sólo encontraron alivio los locales en los últimos minutos, ya con los menos habituales del Barça en pista. Una fase en la que Claver sumó minutos para su rodaje, en busca de su mejor forma antes de que llegue el tramo decisivo de la temporada. Otro triunfo plácido para el Barça en un derbi catalán, una constante con pocas excepciones desde hace muchos años.
Baskonia 90 – Fuenlabrada 74: Marcado carácter ofensivo en unos primeros minutos de un ritmo muy vivo y de gran acierto en el tiro. Fuenlabrada resistió bien el empuje de un rival con un enorme arsenal, tanto en lo físico como en talento, y respondió al acierto inicial de Baskonia con el buen comienzo de Trimble (20 puntos, 2 robos, 20 de valoración) en el perímetro y el trabajo de Kyle Alexander cerca del aro. Las dos zonas se habían convertido en terreno minado, ya que aparecían manos por todas partes que complicaba circular por la pintura. De todos modos, Baskonia sacó partido del rebote ofensivo y circuló bien el balón para anotar con comodidad desde las esquinas al inicio del segundo cuarto. El parcial de 11-0 allanaba el terreno para un encuentro cómodo para los de Ivanovic (31-20, min 11), pero encandenaron una serie de pérdidas de balón que devolvieron al encuentro a Fuenlabrada. Meindl (15 puntos, 5 rebotes) se encargó de que los visitantes devolvieran el golpe en plena fase de desconcierto de Baskonia, que no recuperó el tono al encuentro hasta que puso fin a la sangría que suponía tanta posesión desperdiciada de forma gratuita. En cuanto pudo lanzar a canasta, el equipo vitoriano volvió a anotar con facilidades desde la línea de tres para poner tierra de por medio al descanso (48-41, min 20).
Sin embargo, Fuenlabrada aún se mantuvo en pie durante buena parte del tercer cuarto. Las acciones individuales le permitieron hacer la goma durante unos minutos en los que pudo correr y consiguió meter en bonus a Baskonia en pocos minutos. Los de Javi Juárez se mantenían dentro del partido, pero no pudieron resistir indefinidamente el poderío físico de su rival. En ello se basaron los locales para rebañar cada balón suelto dentro de la zona. Allí siempre aparecía Polonara (15 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 27 de valoración) para hacer gala de su potencia y enorme valía para pelear cada rebote. Por su parte, Fall impuso su ley cerca del aro, la que aplica su enorme envergadura ante equipos que cojean en el juego interior. Paulatinamente, el Fuenla se hundía, impotente ante una defensa bien plantada y que cerraba cualquier opción de sorpresa de las acciones individuales de los visitantes. Faltó juego colectivo y búsqueda del tiro exterior como alternativa para abrir un entramado defensivo bien formado. Baskonia dominaba el encuentro por simple inercia, aplicando la superioridad de su plantilla. No en vano, siete jugadores anotaron al menos diez puntos. Aunque a veces se lió con alguna jugada individual absurda y precipitada, siempre le quedó tiempo a Henry para lucirse en el último cuarto y sellar un triunfo cómodo que mantiene al conjunto de Ivanovic en la tercera plaza.
Descansa: Gran Canaria.
Sin cambios en los cuatro primeros puestos en el regreso de la competición a la Liga ACB, liderada una semana más por el Real Madrid (21-1), que marcha por delante de Barça (19-3), Baskonia y CB Canarias (ambos con 18-5). Manresa, igualado con Unicaja, cierra la zona de playoffs con 11-12. En la zona de descenso siguen instalados GBC (5-17), igualado con Betis, y Bilbao Basket (5-18) como colista.
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