La jornada final de la primera vuelta, la que marca el corte que define los ocho participantes en la Copa del Rey, resultó la más convulsa y accidentada de una temporada atípica de por sí. Los habituales estragos del coronavirus habían forzado el aplazamiento de los partidos Real Madrid-UCAM Murcia y Fuenlabrada-Andorra días antes de comenzar la jornada, pero al triste efecto de la pandemia se unió un fenómeno muy extraño por estos lares. La borrasca Filomena, un nombre con tintes cómicos que no se corresponde con sus efectos, llegó para cubrir de frío y nieve buena parte de la geografía española. Los problemas que provocó la insólita nevada dejaron paralizada Madrid, lo que llevó a la suspensión del Estudiantes-Basket Zaragoza. Se planteó en un primer momento su disputa el martes 12, pero los problemas de movilidad en la capital no se van a resolver a corto plaza y la fecha se trasladó definitivamente al 3 de febrero. Pero la celebración de los partidos no fue lo único que se vio afectado este fin de semana. Las dificultades que trajo Filomena para los desplazamientos propició una escena surrealista en Málaga, ya que Martín Caballero, uno de los colegiados, llegó tarde al partido y no pudo realizar su labor hasta el tercer cuarto. El colofón a una jornada marcada por la COVID y Filomena, dos hechos que están marcando este inicio de año.
Bilbao Basket 73 – Valencia Basket 106: Se le planteó un partido muy cómodo en Miribilla a Valencia Basket en todo momento. Ya desde el inicio de partido movió el balón con mucha rapidez, lo que le permitió sumar en cada ataque con comodidad. Así se repitió en los primeros cuatro minutos, aunque Bilbao Basket resistía en un primer momento el alto nivel anotador que se había impuesto en la pista. Poco le duraría el aguante a Los Hombres de Negro, que veían penalizados cada uno de sus errores por un rival infalible y que sólo desperdició dos posesiones en siete minutos. No podía soportar mucho tiempo el frenético ritmo de Valencia Basket, favorecido por la ausencia de parones y personales, por mucho que Jaylon Brown y Jenkins (16 puntos) sostuvieran a los locales desde el perímetro durante el primer cuarto. Era cuestión de tiempo que el encuentro se rompiera, algo que ocurrió cuando el equipo taronja apretó en defensa y salió con facilidad en transición. En cambio, se encontraba más atascado cuando atacaba en estático, pero encontró la salida buscando a los pívots. Tobey (16 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración) y Labeyrie (15 puntos, 5 rebotes, 22 de valoración) no tuvieron problemas para sumar con demasiada facilidad. Por si fuera poco, Valencia Basket recuperó el acierto en el tiro exterior en la parte final del segundo cuarto, lo que le permitió llegar al descanso con una ventaja muy consolidada (32-47, min 20).
No le costaría al cuadro visitante mantener una renta cómoda, por encima de los diez puntos, en todo momento. Pese a que le llegaron buenos balones a Aminu (17 puntos, 2 rebotes, 18 de valoración) en la zona al comienzo del tercer periodo y Jenkins seguía anotando por fuera, lo cierto es que Valencia Basket siempre encontraba muchas facilidades para anotar por parte de una defensa muy endeble que encajó 31 puntos en el tercer cuarto. Derrick Williams anotaba cuando y como quería, aupando a su equipo en la parte final del periodo con acciones espectaculares que acabaron con la moral de Los Hombres de Negro. Un 0-9 de parcial al comienzo del último periodo hacía trizas definitivamente a un Bilbao Basket que desapareció de la pista y que bajó los brazos de forma lamentable (56-85, min 32). Sólo le faltó poner una alfombra roja a un rival que anotaba en cada ataque, que acabó el partido con un 66% de acierto en tiros de campo y conservó una diferencia superior a los treinta puntos hasta el final del encuentro. Una buena ocasión para firmar buenos números que aprovechó Jaime Pradilla (15 puntos, 3 rebotes, 24 de valoración), necesitado de unos minutos que están caros en Valencia para un jugador joven. Victoria muy contundente que le servirá a Valencia Basket para olvidar antes la derrota europea en el Palau Blaugrana.
Betis 76 – Burgos 85: Es muy habitual que Burgos recurra al tiro exterior como principal baza ofensiva, pero el acierto desmedido que tuvo en el primer cuarto pilló por sorpresa al Betis, que no supo qué hacer para acabar con la racha de su rival en la línea de tres. A mitad de primer cuarto, Burgos firmaba un 4/5 en triples que le proporcionó una ventaja suculenta cuando apenas el partido había echado a andar. No se detendría ahí el bombardeo, puesto que Burgos siguió martilleando el aro verdiblanco con mucha facilidad. Siete puntos seguidos de Rabaseda (17 puntos, 9 rebotes, 25 de valoración) aumentaban aún más brecha del conjunto de Joan Peñarroya, que estaba cerca de romper el partido en apenas diez minutos (17-32, min 9). No en vano, el 6/8 en triples en el primer cuarto había dejado hecho migas el sistema defensivo del Betis, que optó por el protagonismo individual para salir del enorme problema que tenía delante. Randle anotó diez puntos prácticamente seguidos para convertirse en el referente bético al inicio del segundo cuarto. Kay y Ndoye (16 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) le tomaron el relevo dentro de la zona en la parte final del periodo, pero todo este esfuerzo en solitario no servía para recortar diferencias a Burgos. Aunque había bajado su acierto en el triple, el cuadro visitante seguía sin afinar en defensa y el cuadro visitante conservó la renta por encima de los diez puntos hasta el descanso. El Betis necesitaba cambiar su rendimiento atrás para guardar una opción de remontada y aumentó su nivel de agresividad en el tercer cuarto. El partido entró en un tono más físico que le permitió a los de Joan Plaza adueñarse del ritmo del encuentro.
El juego de Burgos colapsó; el acierto había desaparecido y comenzó a perder balones de forma compulsiva. Hasta cinco balones perdió de forma consecutiva, lo que metió al Betis de lleno en el partido en un periodo que terminó de forma brillante y espectacular. Randle se sacó de la manga un tiro desde su propio cambio, un tributo a la mítica canasta de Llull en Valencia que le coloca en buen lugar en una nueva edición del concurso de imitadores. Un triple que entrará en todos los resúmenes de la temporada e igualaba el marcador (62-62, min 30). El choque había virado por completo, de forma irreversible en aparencia. El Betis había tomado el control del partido y sólo tenía que aprovechar los continuos errores y balones perdidos de su rival, para desconsuelo de Peñarroya que ya no sabía cómo detener la caída en picado de sus jugadores (70-66, min 33). Sin embargo, aún le quedaba una baza y tiempo para jugarla: Kravic. Redujo todo el ataque de Burgos en buscar al pívot serbio en la zona, el último argumento para escapar del desastre que estaba suponiendo la segunda mitad. Funcionó como si fuera pólvora fina. Cada balón que recibía Kravic (23 puntos, 8 rebotes, 32 de valoración) se convertían en dos puntos para Burgos, que no necesitó buscar otro recurso ofensivo. Bastaba que el balón le llegara a su hombre alto, que trasladó los estragos en la zona rival a la propia, anulando a un equipo verdiblanco perplejo por lo que estaba sucediendo en la pista. El parcial de 1-12 decidió el encuentro e hizo inútil la reacción bética en los últimos dos minutos. Estuvo cerca de meterse en un lío, pero Burgos encontró a Kravic para sumar un triunfo que aún le permitía pensar en un puesto de cabeza de serie en la Copa, a la espera de lo que ocurriera en Málaga.
Manresa 76 – Barça 99: Pese a sus numerosas bajas (Mirotic, Davies, Claver, Smits), el Barça salió intenso y sin dudas al Nou Congost, dominando desde el comienzo con una buena defensa que metió en problemas a Manresa en todo momento. Las pérdidas de balón fueron un lastre para los locales, que desperdiciaron cuatro posesiones sin siquiera lanzar en los tres primeros minutos de encuentro. Ahí no se detuvo el desastre ofensivo de Manresa, pese a que el Barça aflojó un tanto la marcha tras el 2-8 de inicio. Los de Pedro Martínez no encontraron el rumbo ni la forma de acabar con las balones perdidos. La cifra llegó a siete en apenas cinco minutos, un registro que daba miedo. Para colmo, una lesión muscular obligó a Eulis Báez a salir de la pista mediado el primer cuarto. Demasiadas malas noticias para Manresa, que sólo contaba con los momentos de inspiración de Dani Pérez y veía cada vez más lejos a los azulgranas, que sólo necesitaban los puntos de Higgins para dominar el encuentro con tranquilidad (9-22, min 9). Parece que el escolta va alcanzando el gran nivel que desarrolló en CSKA y que llevan casi año y medio esperando en Barcelona. Manresa no encontró su juego hasta la parte final del primer cuarto, cuando pudo atacar con más velocidad y Sajus aprovechó los balones que le llegaron en la zona. A Jasikevicius no le hizo ninguna gracia el parcial de 12-0, los tres minutos sin anotar y que sus jugadores empezaran a acumular balones perdidos. El Barça recuperó la compostura tras el tiempo muerto y volvió a sumar con frecuencia metiendo balones dentro, pero Manresa parecía otro equipo. Los triples le permitieron mantener un intercambio de canastas que le valió para continuar pegado en el marcador. Incluso Dani Pérez dispuso de un lanzamiento de tres para adelantar por primera vez a Manresa a mitad del segundo cuarto. No lo aprovechó y los locales no volverían a disponer de una oportunidad igual.
A la larga, el Barça salió mucho más favorecido del elevado ritmo anotador que había tomado el encuentro. Calathes encontró con frecuencia agujeros en la defensa rival, que tampoco puso coto a Kuric en los minutos finales. Los triples del tirador azulgrana sirvieron para que los culés se olvidaron de los apuros sufridos en el segundo cuarto y se marcharan a vestuarios con una renta tranquilizadora (38-49, min 20).La segunda mitad fue escenario de la indiscutible superioridad del Barça, ya instalado como dominador absoluto en el encuentro. Manresa regresó a sus miserias ofensivas, al regreso de las balones perdidos que le asolaron durante el primer periodo. Vaulet (13 puntos, 11 rebotes, 22 de valoración) era el único jugador capaz de anotar en el bando local, ya fuera peleando por el rebote ofensivo o cortando por la zona. De nada sirvió su lucha en solitario, él solo no podía frenar a un rival que había tomado velocidad de crucero bajo la batuta de Calathes (11 puntos, 10 asistencias, 6 rebotes, 4 robos, 25 de valoración). Sacó buen provecho de ello Kuric (25 puntos), el martillo pilón que golpeó a los locales durante todo el tercer cuarto, que terminó con 22 puntos. Seguramente, no corrió tanto al contraataque en otra ocasión como en este partido. No bastó más para romper en pedazos el encuentro antes de comenzar el último periodo y conventir estériles los tiros libres rivales y el acierto puntual de Janning (16 puntos) en el lanzamiento de tres. La dinámica del partido ya era irreversible y el Barça alcanzó los veinte puntos de ventaja al comenzar el cuarto final (61-82, min 32). Para colmo, Rafa Martínez terminó el partido de forma triste, expulsado tras recibir su segunda técnica. Manresa ya había asumido que su última oportunidad para disputar la Copa había escapado y que afrontaba un penoso trámite hasta el final del partido porque el Barça no aflojó la marcha ni con los jóvenes en pista. Jasikevicius le dio a Michael Caicedo la oportunidad de disputar su primeros minutos en Liga ACB. Un canterano más que debuta en el primer año del lituano en el banquillo azulgrana, del que nadie puede decir que no les da cancha.
Gran Canaria 96 – Joventut 85: De forma sorprendente para dos equipos que buscan con más ahínco el tiro exterior, el juego se desarrolló dentro de la zona durante los primeros minutos. Se encontró más cómodo Gran Canaria, que se marchaba lentamente en el marcador pese a que Brodziansky trataba de sostener a los verdinegros. Tres triples seguidos consolidaron la escapada local (22-13, min 7) y forzaron a Carles Durán a pedir tiempo muerto. El parón permitió a Joventut refrescar las ideas y conseguir un parcial de 0-7, pero el asombroso acierto en el tiro exterior le valía a Gran Canaria para mantenerse arriba sin muchos problemas. Durán colocó dos bases en pista al inicio del segundo cuarto con el fin de controlar mejor el juego, aunque le costó a la Penya unos minutos conseguirlo. En esos momentos, Slaughter capitalizaba el ataque de los locales y su aportación era suficiente para que Gran Canaria mantuviera la tranquilidad. Sin embargo, Joventut fue recortando distancia a base de meter balones dentro a los pívots. Además, las entradas a canasta de López-Aróstegui supusieron un problema para los de Porfi Fisac durante todo el segundo cuarto. Una canasta de Bassas tras un lanzamiento complicado sobre la bocina le sirvió a los verdinegros para marcharse por delante al descanso (44-45, min 20). Un espaldarazo que le permitió a Joventut dominar los primeros compases de la segunda mitad, en pleno despertar de Tomic (13 puntos, 4 rebotes, 9 faltas recibidas, 22 de valoración), aunque los triples le valieron a Gran Canaria para impedir una escapada peligrosa de la Penya.
De hecho, el tiro exterior fue la clave de la reacción local que cambió el encuentro. Okoye y Albicy (11 puntos, 8 asistencias, 19 de valoración) destrozaron una defensa verdinegra que ofreció demasiadas facilidades en el perímetro, aprovechadas por los dos jugadores más enchufados del conjunto de Porfi Fisac. Mal le iba a ir a Joventut si mantenía Gran Canaria el porcentaje en el triple por encima del 70%. Dimitrijevic tomó el protagonismo del ataque verdinegro en los instantes final del tercer periodo, pero Gran Canaria encontró la forma de neutralizar la reacción verdinegra y meter el partido en un intercambio de canastas muy favorable a sus intereses. Joventut emuló la estrategia de su rival y resistió desde la línea de tres, pero cada acercamiento se encontraba con otro triple oportuno que acababa con cualquier oportunidad de la Penya para dar la vuelta al marcador. Tanto golpe moral desde la línea de tres acabó con la estabilidad de los jugadores de Joventut, que fallaron demasiados tiros cerca del aro en los minutos finales de encuentro. La suma de errores facilitó el trabajo a Gran Canaria, que acabó con cualquier opción rival con los ocho puntos que anotó Stevic (15 puntos, 3 rebotes, 18 de valoración) en los dos últimos minutos. Dos acciones de 2+1 del pívot balcánico echaron el cierre a una victoria que mantiene al conjunto grancanario en aguas tranquilas, ya asentado el rumbo. Continúa la racha de tropiezos de Joventut, que empieza a perder terreno peligrosamente.
GBC 89 – CB Canarias 87: La baja de Jaime Echenique, fuera de combate para el resto de temporada, no fue la única para GBC; tampoco contó con su entrenador, Marcelo Nicola, positivo por coronavirus. Más problemas para un equipo en una situación muy delicada y que pronto se vio a rebufo de CB Canarias cuando el conjunto de Vidorreta superó sus problemas de acierto en los primeros minutos cuando pudo robar balones y salir al contraataque con facilidad. Por si fuera poco, los pivots visitantes camparon a sus anchas dentro de la zona. Shermadini dominó ambos tableros a placer, pero Fran Guerra y Cavanaugh (12 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 28 de valoración) tampoco encontraron resistencia cerca del aro. Con este argumento, consiguió CB Canarias una ventaja muy cómoda para afrontar el encuentro (15-28, min 10), aunque GBC tiró de orgullo para no hundirse. Tanto la mejoría de su defensa en el segundo cuarto como el acierto de Dee (20 puntos, 2 asistencias, 22 de valoración) en el tiro de tres le permitieron reducir con rapidez la desventaja, pero CB Canarias cortó el 9-0 de parcial con dos triples que le devolvieron la calma y una renta cómoda que mantuvo Shermadini, al que le surtieron de balones sus compañeros visto que el juego interior de GBC poco podía hacer ante él. Pese a todo, GBC mantuvo el tipo gracias al buen hacer de Radoncic, que sigue en la buena línea de juego de esta temporada. El guion se mantuvo tras el descanso. CB Canarias continuó jugando sin descanso para Shermadini (28 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 33 de valoración), que libró una bonita pugna con Okouo en la pintura durante todo el tercer cuarto. El descontrol que ocasionó la sucesión de balones perdidos a mitad de periodo favoreció a los visitantes, que aún disfrutaban de más de diez puntos de ventaja, pero GBC se mantuvo firme, férreo para resistir una situación complicada.
Los triples le valieron a los locales para subsistir y llegar al final del tercer cuarto con una desventaja asumible. Iñaki Martín, ayudante de Nicola y que hizo las veces de primer entrenador, ordenó una zona que le complicó la vida al conjunto lagunero al inicio del último cuarto. Mientras, el tiro exterior de GBC seguía anotando todo y puso a tiro el vuelco definitivo, que llegaría con tres tiros libres de Dee. A CB Canarias se le complicaba enormemente el partido, su único argumento era Shermadini y no servía de nada porque a su rival le salía todo. Con la moral por las nubes, el equipo donostiarra acariciaba el triunfo (86-80, min 38), pero a los locales le entró el miedo a ganar cuando el partido encaraba su recta final. Primero, unos dobles de Span y, posteriormente, dos tiros libres fallados por Oroz comprometieron un partido que parecía encarrilado poco antes. Fitipaldo sacó una personal y a CB Canarias se le presentaba la oportunidad para empatar el encuentro a unos segundos del final, pero el base uruguayo erró el segundo tiro libre. No obstante, en la pelea por el rebote el balón salió por el fondo de la pista y le varió a los visitantes, que aún tenían tres segundos para decidir el encuentro. Ni la mitad le hizo falta para que Shermadini aprovechara un grosero error defensivo para hundir con rabia el balón en el aro. Un fallo de concentración imperdonable, pero aún quedaban 1.9 segundos y GBC contaba con un tiempo muerto más. Un margen muy escaso, pero suficiente para una última acción. El balón le llegó a Carlson, sustituto de Echenique, al que apenas le llevó un instante levantarse desde la línea de tres y anotar un triple sobre la bocina que desató la euforia en las filas de GBC. Una victoria increíble sobre la bocina que le da la vida, aún hay esperanza de salvación. Para CB Canarias supuso un duro golpe porque, esta vez, la derrota no llegaba contra un ilustre, sino contra el colista. Un tropiezo inesperado que le aleja de los grandes futboleros.
Unicaja 79 – Baskonia 91: Los resultados anteriores y los encuentros aplazados de la jornada aseguraron la presencia de Unicaja en la Copa del Rey antes de jugar, pero Baskonia aún necesitaba el triunfo para asegurar su posición de cabeza de serie. Este puesto de privilegio corrió serio peligro durante el primer cuarto, que comenzó con dos de los tres árbitros y estuvo dominado de cabo a rabo por el equipo malagueño. Los de Ivanovic se vieron desbordados por el acierto de Unicaja en el tiro exterior, especialmente de Jaime Fernández y Francis Alonso. Ambos hicieron mucho daño en el perímetro, al mismo tiempo que Wacyznski (17 puntos, 2 rebotes, 19 de valoración) se mostraba efectivo en la media distancia y Gerun se imponía a los pívots visitantes. Con esta facilidad anotadora, Unicaja había puesto tierra de por medio y en Burgos veían posible acabar la primera vuelta entre los cuatro primeros con el favor que le estaba haciendo el equipo de Luis Casimiro (30-14, min 8). Sin embargo, Baskonia reaccionó cuando endureció su defensa en el segundo cuarto y su juego ofensivo encontró la velocidad que no tuvo durante los primeros diez minutos. Tardó demasiado el técnico de Unicaja en pedir tiempo muerto; cuando lo hizo, Baskonia le había endosado a su equipo un parcial de 0-13 y se metió dentro del partido en apenas tres minutos. El conjunto malagueño frenó la caída con una mejoría defensiva que provocó un bloqueo anotador en el encuentro. Sólo anotaba de tres, pero los triples le valieron para mantenerse por delante en la parte final del segundo cuarto y llegar con ventaja al intermedio, aunque un triple de Polonara la redujera en el último segundo (45-40, min 20).
Los puntos de Deon Thompson al comienzo del tercer periodo, ya con los tres árbitros tras la llegada de Martín Caballero, conservaron la renta unos minutos más, pero el ritmo anotador que había cobrado el encuentro le favoreció mucho más a Baskonia, cómodo con todos los espacios que encontraba sobre la pista. Música para los oídos de un jugador tan físico como Polonara (20 puntos, 7 rebotes, 22 de valoración) o tiradores de fina muñeca como Giedraitis (15 puntos) y Peters. Un triple de Vildoza completaba un parcial de 0-10 que cambió definitivamente el rumbo del partido (54-57, min 25). A Unicaja se le ponía cuesta arriba, que acusaba la mala dirección de Ferrari y no le resultaba sencillo superar una defensa bien armada y a duras penas logró seguir la estela del equipo vitoriano, que asestó dos duros golpes en apenas un instante. Peters anotó un triple de nueve metros sobre la bocina de final de cuarto que supuso un varapalo para la moral de los locales, aún más azotada con otro lanzamiento de tres de Henry al comienzo del último periodo (61-72, min 31). Ante tal dificultad, Unicaja lo fió todo a las acciones individuales de Brizuela (13 puntos, 3 asistencias, 18 de valoración), encantado de la vida ante la perspectiva de jugarse cada ataque del equipo malagueño, pero la reacción que provocó en un primer momento quedó en nada . Entre Peters (21 puntos, 2 rebotes, 22 de valoración) y Jekiri (11 puntos, 7 rebotes, 17 de valoración) se encargaron de tumbar definitivamente a un rival inconstante y que dependió demasiado del talento individual. No le sirvió para inquietar a Baskonia, que mantuvo la ventaja por encima de los diez puntos hasta el final del partido. Pese al complicado comienzo, el equipo vitoriano lograba su plaza de cabeza de serie.
Los partidos Real Madrid-UCAM Murcia y Fuenlabrada-Andorra fueron aplazados debido a brotes de coronavirus en los dos equipos visitantes. Por su parte, el Estudiantes-Basket Zaragoza no pudo disputarse por las condiciones climáticas en Madrid y se replanificó para el 3 de febrero.
Descansa: Obradoiro.
Pese al aplazamiento de su partido, el Real Madrid (16-1), perseguido ya en solitario por el Barça (15-3). Con una victoria menos, se encuentran CB Canarias y Baskonia, ambos igualados con 14-4. Finalmente, Unicaja cerró el corte para la Copa con 9-9. En la parte baja, ocupan la zona de descenso Bilbao Basket (4-14) y GBC (3-15).
Una vez finalizada la primera vuelta, quedan definidos los ocho participantes en la Copa del Rey que se disputará en Madrid del 11 al 14 de febrero. Los equipos que se jugarán el título en el Palacio de los Deportes son: Real Madrid, Barça, CB Canarias, Baskonia, Burgos, Valencia Basket, Joventut y Unicaja.
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