El año 2021 comenzaba con un plato fuerte en la Liga ACB, un duelo entre CB Canarias y Real Madrid con el liderato en juego. Un partido de envergadura que no decepcionó y en el que el equipo lagunero demostró que su gran temporada no es una simple racha, aunque el triunfo cayó en manos del Real Madrid. Los de Laso conservaron la primera plaza en un choque de alta intensidad y ritmo vivo en el que se sobrepusieron a las lesiones, la agresividad rival, a la tensión que desembocó en polémica en los últimos compases con un tiempo muerto absurdo de Laso y unas declaraciones sin sentido de Vidorreta. Sigue en lo más alto gracias, en buena medida, a su torre, al gigante Tavares. Si ya era importante en el Real Madrid con Campazzo en la plantilla, tras la marcha del base argentino su trascendencia ha alcanzado la máxima altura. No se podía esperar menos del pívot más desequilibrante de Europa, un jugador capaz de influir decisivamente en un encuentro con su sola presencia. Volvió a ser determinante en los minutos finales, marcados por el protagonismo absoluto del coloso, el baluarte sobre el que el Real Madrid se mantiene aferrado a lo más alto de la clasificación.
Bilbao Basket 81 – GBC 80: El derbi no sólo era un enfrentamiento de rivalidad, aunque fuera a pequeña escala, sino que suponía un duelo directo entre dos equipos agobiados por las urgencias de la clasificación, hundidos en la parte baja de la tabla. Una situación tensa que se reflejó en las pérdidas de balón, demasiadas en los primeros minutos. Por otro lado, el buen porcentaje en el tiro exterior compensó un tanto y mantuvo el marcador igualado durante el cuarto inicial. GBC acudía al triple y las acciones dentro de la zona de Echenique (13 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) para no perder de vista a los locales, que ya mandaban en el marcador en el segundo cuarto gracias a las acciones personales de Jaylon Brown (16 puntos, 5 rebotes, 3 robos), pero el mayor talento individual de Bilbao Basket comenzaba a pesar mucho. Dos triples seguidos de Kulboka (16 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración), que anotó 14 puntos en la primera mitad, colocaba la primera diferencia de consideración en el encuentro (32-24, min 17), pero GBC tuvo de nuevo al tiro de tres como aliado para no perder de vista a Los Hombres de Negro. No cambiaría el escenario tras el descanso. Los triples mantenían en pie al equipo donostiarra, dependiente de su acierto en el perímetro para que no escapara Bilbao Basket. Era el único sustento, pero le valía a GBC. Un triple más de Dee (24 puntos, 3 rebotes), una pesadilla en el tiro exterior, acabó con la ligera ventaja que mantuvieron los locales durante buena parte del tercer cuarto (45-45, min 25). Sin embargo, con el marcador igualado, emergió la figura de Rousselle (17 puntos, 10 asistencias, 27 de valoración), siempre dispuesto cuando se trata de revolucionar el partido con sus acciones individuales. Sacó mucho rédito a los problemas de faltas de GBC, que sólo conseguía parar al base francés con personal. Los tiros libres que anotaba Rousselle bastaron para abrir brecha de nuevo, consolidada por los espacios que encontró para conectar con los pívots (58-48, min 28), pero GBC supo mantener el tipo hasta el final del tercer cuarto.
El cuadro dirigido por Nicola había evitado el derrumbe en una situación delicada, algo que le ha ocurrido demasiadas veces esta temporada. También se sobrepuso a los triples rivales al comienzo del último periodo. Buena parte de responsabilidad en la resistencia visitante la tuvo Radoncic, que realizó un partido muy completo. Vital tanto por sus puntos como por su capacidad reboteadora y una visión de juego en la que no suele destacar. Por momentos, incluso ejerció de segundo base en pista. Parece que ha explotado definitivamente en su paso por GBC. Radoncic (13 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias, 23 de valoración) fue el responsable de la reacción del conjunto donostiarra, que se metió de lleno en el partido con un parcial de 0-8. Un 2+1 de Echenique completó la remontada, aunque Jenkins respondió de inmediato subiendo la apuesta con un 3+1 que obligaba a los visitantes a recuperar, con el agravante de que a Bilbao Basket le empezaban a entrar tiros casi inverosímiles. Ni por esas se desanimó GBC, agarrado siempre al partido. Su resistencia tenaz estuvo cerca de encontrar el premio, pese a que Echenique se fue lesionado en la rodilla tras una caída muy fea a dos minutos del final. Se marchó llorando y en camilla, no tiene buena pinta para el pívot colombiano. Un triple de Pere Tomàs adelantaba al equipo donostiarra (78-80, min 38), que entraría en la recta final por delante en el marcador. Volvió a jugarse todo Rousselle, muy hábil para forzar las personales. Pese a que no estuvo del todo fino y desperdició la mitad de los tiros libres, adelantó a Bilbao Basket a 27 segundos del final. Las pérdidas de balón habían malogrado la ligera ventaja, pero GBC aún tenía una última oportunidad. Realmente fueron tres. Ni Dee ni Span consiguieron anotar de tres, pero Radoncic capturó un rebote ofensivo más que le permitió lanzar desde cuatro metros, aunque con el defensor encima. Un tiro complicado que tampoco tuvo fortuna. A GBC se le escapaba el triunfo, uno de los últimos trenes para un equipo al que le cuesta mucho ganar. También a Bilbao Basket, pero el sufrimiento le valió para no alejarse de sus directos rivales por la permanencia.
CB Canarias 85 – Real Madrid 92: Las lesiones de Llull y Deck en la victoria contra Efes Pilsen reducían a once el número de jugadores con los que podía contar Laso en la pelea por el liderato en el Santiago Martín. CB Canarias ha demostrado ser un rival de cuidado toda la temporada y no tardó ni dos minutos en enseñar todo su peligro al Real Madrid. Sólo sumó de tres en esos dos primeros minutos, pero no fallaba nada en un inicio de encuentro impecable del equipo lagunero. Shermadini dominaba el rebote en ambas zonas, pero Garuba se fajó bien con el pívot georgiano, que falló un par de tiros cómodos cerca del aro mientras le defendió el canterano del Madrid. No fue un problema, ya que los locales seguían infalibles en el tiro de tres y anotó los cinco primeros triples lanzados. Un duro bombardeo desde el perímetro que, sin embargo, no amilanó al Real Madrid. Causeur mantuvo cerca a los de Laso, a la espera de que aflojara el acierto rival en el tiro exterior. Dos robos de balón pusieron con ventaja a los madridistas (22-25, min 8), pero CB Canarias reaccionó de inmediato con la entrada a pista de Fitipaldo y Fran Guerra. Ambos aprovecharon que su rival estuvo cinco minutos sin anotar, sobre todo porque perdió más balones de la cuenta y Taylor estuvo demasiado fallón, pero el 8-0 de parcial que lograron los locales fue devuelto de inmediato por el juego exterior del Madrid. La alternancia en el marcador fue constante durante todo el segundo cuarto, pese a que el Madrid flojeó en la defensa sobre Huertas y el acierto de CB Canarias en la línea de tres no cesaba (8/12 en t3 en la primera parte). Todo por decidir para la segunda mitad tras unos primeros veinte minutos muy entretenidos y de un ritmo alto y vivo (45-44, min 20). Como de costumbre, Laso contó con Carroll tras el descanso. Desde el primer balón que tocó iba a dejar claro que tenía inspirada la tarde, un peligro enorme para cualquier rival. Pero la ventaja que logró el Real Madrid al inicio del tercer cuarto se fue al garete con sus pérdidas de balón; sobre todo de Alocén, que perdió cuatro balones en cinco minutos y dio pie a que CB Canarias volviera a tomar ventaja metiendo balones a Shermadini (18 puntos, 8 rebotes, 25 de valoración). Laso no cambió ni echó una sonora bronca al joven base maño; de hecho, estuvo didáctico con él en el tiempo muerto solicitado por el técnico.
Sin embargo, a CB Canarias se le veía muy cómodo sobre la pista. La permisividad arbitral con su defensa agresiva le vino bien para marcar el ritmo que le interesaba; el balón ya circulaba a esa velocidad que desborda cada defensa rival esta temporada. Además, los triples seguían cayendo sobre el aro rival. El 11/17 en triples encajado a mitad del tercer cuarto colocaba al Real Madrid en una situación delicada (66-56, min 26), pero no cedió a la tentación de derrumbarse ante la avalancha que estaba sufriendo. Es más, salió del chaparrón indemne, anotando en cada jugada y manteniendo el pulso en el ritmo tan alto que se establecía en la pista. El Madrid encontraba con comodidad a Tavares (12 puntos, 13 rebotes, 3 asistencias, 29 de valoración), imparable cuando atacaba el aro local, y siempre podía contar con Carroll (18 puntos, 1 asistencia, 19 de valoración), autor de doce puntos en el tercer cuarto. No frenó la marcha el equipo blanco en el último periodo, aupado por los puntos de Carroll (¿seguro que alguien piensa que se debe retirar? ¿no hace otro año más?) y la dinamita que puso en la pista Garuba (12 puntos, 9 rebotes, 4 robos, 19 de valoración). Los minutos que le ha dejado la grave lesión de Randolph los está aprovechando convenientemente con una mayor presencia ofensiva, al menos en Liga ACB. Pese a jugar con dos bases, CB Canarias había perdido el control, aunque los triples mantenían intactas todas sus opciones de triunfo. Ya no le servirían en los últimos cinco minutos. La defensa del Madrid alcanzó su máximo nivel de intensidad, impulsada por la frenética actividad de Taylor y Rudy. Ambos negaron cualquier tiro cómodo desde la línea de tres y acudieron prestos a cada ayuda cuando la circulación de balón descolocaba a Tavares. Los locales no pudieron con la defensa ni con el protagonismo que cobró en la recta final del encuentro el gigante, convertido en el faro del juego ofensivo del equipo blanco. El parcial de 1-11 acabó con CB Canarias, sometido cuando los triples dejaron de entrar. Todo resuelto en un minuto final que terminó en charlotada. El tiempo muerto de Laso a dos segundos del final (se presume que por el basket-average, pero Carroll ni lanzó) y las inexplicables declaraciones de Vidorreta al final del partido con excusas peregrinas (“son treinta y la madre y todo lo retransmiten” refiriéndose al banquillo del Real Madrid se convierte en una frase más de la antología del disparate del baloncesto español) no hacen justicia a un gran partido que afianza el liderato del conjunto madridista, de nuevo por encima de las bajas y el cansancio.
Baskonia 84 – Andorra 67: El desconcierto inicial (cuatro balones perdidos entre ambos equipos en los dos primeros minutos) le duró más de la cuenta a Baskonia, empeñado en regalar balones con demasiada facilidad y que ponía todo de su parte para meterse en un buen lío demasiado pronto. Los bases de Andorra aprovecharon el desaguisado para hacer daño, sobre todo desde la línea de tres. El parcial de 0-15 logrado por los visitantes marcaba una diferencia inquietante para Ivanovic (10-20, min 6). La entrada a pista de Fall supuso un cambio muy importante para Baskonia, ya que Andorra no contaba con un pívot semejante para defenderle y sufrió mucho cuando el gigante aparecía cerca del aro. Dos triples de Sergi García mantuvieron por delante a los de Ibon Navarro hasta el inicio del segundo cuarto, pero la tendencia del partido había cambiado. Lo corroboró Henry, que hizo cuanto quiso hasta el descanso. Protagonismo absoluto del base estadounidense, que le ganó la partida tanto a Hannah como a Senglin, incapaces de seguir la explosividad de Henry ni detener su efectiva parada y tiro. Un buen final de cuarto de Sedekerskis, que anotó los siete últimos puntos de su equipo en la primera mitad, le sirvieron a Baskonia para marcharse a vestuarios con ventaja y cierta tranquilidad (42-37, min 20). La dinámica le seguía favoreciendo tras el descanso. Andorra suficiente tenía con no marcharse del partido, con no permitir que la desventaja se fuera más allá de los diez puntos.
Los visitantes tuvieron la fortuna de que el tiro exterior de Baskonia no funcionaba y pudo hacer la goma en el marcador. La misión era sobrevivir a esos momentos complicados, al dominio que ejercía Henry sobre el partido, a la intimidación de Fall, a la defensa que le impedía encontrar tiros cómodos, al acierto de Giedraitis y Polonara que amenazaba con romper el choque en cualquier momento (59-48, min 27). Aún tendría opciones al comienzo del último cuarto, lleno de errores en el tiro y que tardó dos minutos y medio en ver cómo se movía el marcador. No las tenía todas consigo Ivanovic, que recibió una técnica (¡¡¡Paren las rotativas!!!), pero a Andorra le faltaba continuidad para ser una amenaza. El acierto puntual de Senglin (20 puntos, 2 rebotes, 23 de valoración) representaba una resistencia demasiado endeble como para complicar el partido a Baskonia, que siempre podía contar con la presencia de Fall (17 puntos, 14 rebotes, 4 tapones, 38 de valoración) en la zona para sacar algo de provecho. Parece que no sólo se ha hecho con un hueco en la rotación de Ivanovic, sino que su aportación es sustanciosa en los últimos partidos. Giedraitis (16 puntos, 2 rebotes, 18 de valoración) volvió a aparecer en los últimos para tumbar definitivamente al conjunto andorrano (79-64, min 37), hundido y derrumbado en los minutos finales. Incluso Peters recuperó el acierto en el triple en los instantes finales para poner la guinda al triunfo. Lentamente, se le escapan a Andorra las esperanzas puestas en disputar la Copa. Si cae el lunes contra el Real Madrid, estará virtualmente fuera de toda opción.
Valencia Basket 101 – Gran Canaria 85: El acierto en el tiro de tres de Slaughter y Kilkpatrick (16 puntos) le sirvió a Gran Canaria para dominar el marcador en los primeros minutos del encuentro, pero no se puso nervioso Valencia Basket por los triples del conjunto de Porfi Fisac. Aunque fuera sumando de dos, el equipo taronja seguía el ritmo anotador de su rival con los puntos de Kalinic (15 puntos, 4 rebotes, 21 de valoración), muy activo en los instantes iniciales del partido. Cuando terminó la racha en el tiro exterior de Gran Canaria, a los locales no le costó tomar el mando. Van Rossom (10 puntos, 10 asistencias, 23 de valoración) se adueñó del encuentro y no se cansó de repartir asistencias que supusieron canastas fáciles. Parcial de 13-0 y Valencia Basket se apoderó del mando en el marcador para no soltarlo (25-12, min 8). Gran Canaria recuperó el acierto en la parte final del primer cuarto, con la entrada de Stevic a pista, y volvieron los triples en el siguiente periodo. Entre Albicy y Clark se encargaron que el cuadro visitante recuperara terreno, de nuevo con el tiro exterior como principal arma y sustento, pero Gran Canaria concedía demasiado atrás. El intercambio de canastas le servía de poco, daba igual que los triples siguieran entrando. Valencia Basket estaba muy cómodo con un marcador alto, no le venía nada mal con todo el talento ofensivo que atesora. Hermansson mantuvo a raya a Gran Canaria en plena racha en el perímetro de su rival; lo mismo que haría Tobey (11 puntos, 8 rebotes, 18 de vaoración), superior a los pivots visitantes en todo momento.
El regreso de Van Rossom devolvió el control a Valencia Basket, que marcó el paso en el intercambio de canastas impuesto en la pista. Tres triples en los últimos dos minutos otorgaron una ventaja muy suculenta a los locales al descanso (56-45, min 20). Con esta defensa, lo tenía imposible el equipo grancanario. Mejoró en este aspecto tras el intermedio, pero no inquietó en ningún momento a Valencia Basket, que siempre mantuvo una diferencia cómoda en el marcador. Sobre todo porque Gran Canaria también bajó su rendimiento anotador, ya no anotaba con tanta frecuencia desde el perímetro y sólo sumaba desde fuera cuando Okoye encontraba un buen tiro desde la esquina. Por contra, a los locales no les costaba anotar de tres cada vez que su rival lograba bajar la desventaja de los diez puntos. Gran Canaria no podría aguantar el ritmo anotador impuesto por Hermansson y Labeyrie en el último cuarto, ya no le daba para contestar al potencial ofensivo de Valencia Basket (83-66, min 32), que no tuvo problemas para controlar a un rival entregado y resignado a su inferioridad en la cancha por mucho que AJ Slaughter (17 puntos, 4 asistencias) se dedicara a aderezar sus números. Triunfo que refrenda la mejoría del equipo de Jaume Ponsarnau en la competición liguera y le clasifica matemáticamente para la Copa. No es poco con los apuros sufridos durante gran parte de la primera vuelta.
Basket Zaragoza 96 – Betis 95 (tras prórroga): Otro duelo entre dos implicados en la pelea por la permanencia, que se presenta durísima por el número de equipos implicados. De la importancia del encuentro quedó como muestra la lucha entablada entre Jason Thompson y Ndoye dentro de la zona. Ambos se zurraron de lo lindo en los los primeros minutos y los árbitros tuvieron que intervenir mediado el primer cuarto puesto que el pique amagaba en degenerar en un altercado serio. La técnica señalada a Thompson tras colocarle una zancadilla al pívot verdiblanco zanjó la pugna, de la que salió más favorecido el Betis. Basket Zaragoza, por su parte, se nutría en exclusiva de los puntos de Benzing y Ennis; sobre todo del jugador canadiense, que se las apañó solito para enjugar la diferencia del Betis. Sin embargo, al derroche anotador de Ennis le sucedió en el bando contrario la racha de Feldeine, suficiente para que los visitantes dominaran la recta final del primer cuarto (17-23, min 10). De todos modos, no había manera de que algún equipo conservara una diferencia relativamente cómoda durante demasiado tiempo. Basket Zaragoza sumó de tres en cada jugada al comienzo del segundo cuarto para echar de nuevo el guante a los verdiblancos. Sobresalió el enorme acierto de Benzing (18 puntos, 4 rebotes), que dio la vuelta al marcador con tres triples en apenas cuatro minutos. Como hiciera Ennis en el primer periodo, el alero alemán se convirtió en la referencia ofensiva de Basket Zaragoza, un puntal de aportación inestimable que se marchó al descanso con quince puntos en su haber. Los locales se colocaban con ventaja, pero poco le duró la alegría. El Betis aguantó el chaparrón metiendo balones dentro a Jerome Jordan, un buen recurso hasta que regresó el acierto de Feldeine en el perímetro para adelantar a los de Joan Plaza. Al final, el intercambio anotador y la eficacia de las entradas a canasta de Barreiro (16 puntos, 6 rebotes, 20 de valoración) dejaron el encuentro en tablas al llegar el descanso (46-46, min 20). Igualdad absoluta que reflejaba lo visto en la cancha durante la primera mitad.
El equipo maño amagó con marcar diferencias al comienzo del tercer cuarto. Ennis continuaba de dulce y el juego de Basket Zaragoza alcanzó una velocidad que le permitió anotar con frecuencia. Joan Plaza no tardó más de dos minutos en pedir tiempo muerto para frenar una dinámica de partido que no le convenía al equipo bético. Sin embargo, los verdiblancos habían perdido acierto y entraron en bonus demasiado pronto. Para colmo, no había forma de frenar a Ennis (24 puntos, 7 asistencias), que rompía la defensa rival cada vez que cortaba por la zona. El partido estaba donde le interesaba a Basket Zaragoza (63-53, min 26), pero el Betis encontró una solución en el juego interior. Ndoye se convirtió en la tabla de salvación de los verdiblancos, que lograron estrechar el marcador en la parte final del tercer cuarto. Aparte, la defensa visitante consiguió cerrar el aro y complicar las cosas a Basket Zaragoza, que perdió facilidad anotadora cuando Ennis no estuvo en pista. Una canasta tras rebote ofensivo de Ouattara (12 puntos, 11 rebotes, 19 de valoración), que adquirió protagonismo en esos minutos, completó la remontada (69-70, min 32) y Sergio Hernández tuvo que recurrir a Ennis sin esperar más tiempo. Pero esta vez el canadiense encontró muchos más problemas con la defensa rival y le costó hallar el camino al aro. El partido adquiría un tinte más físico, más defensivo. Un escenario en el que se mueve mejor el Betis, pero el equipo maño se fajó bien para encaminar el choque hacia un final muy igualado. Los errores de Feldeine evitaron que los verdiblancos pudieran disfrutar de una ventaja que diera algo de calma y Ennis puso el 81-80 dentro del último minuto. Feldeine (32 puntos, 4 rebotes, 26 de valoración), sin embargo, se resarció de los fallos anteriores para adelantar a los verdiblancos, canasta contestada de nuevo por Ennis a once segundos del final. Al Betis le quedaba una última oportunidad y estuvo muy cerca de sellar el triunfo. Estuvo en manos de Kay, que dispuso de dos tiros libres a dos segundos del final tras sufrir una falta de Benzing cuando trataba de colocarle un tapón por detrás, pero falló el primer tiro libre y el partido quedaba abocado a la prórroga.
El tiempo extra transcurrió por los mismos cauces, con un marcador igualado que se mantuvo hasta el desenlace, ya que Campbell contrarrestó la efectividad de Basket Zaragoza a la hora de cortar por la zona. El propio base anotó el 92-93 a 44 segundos del final en la cara de Barreiro. Los tiros libres anotados por Jason Thompson (12 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) y Feldeine dejaron las cosas como estaban, a la espera de la última posesión de Basket Zaragoza. Como era de imaginar, Ennis no iba a dejaría pasar la ocasión de jugarse el último tiro. Se lanzó hacia el aro con decisión y encontró la falta personal de Ouattara, que trató de pararle con excesivo ímpetu. No le tembló la muñeca a Ennis, que dejaba cinco segundos al Betis para evitar la derrota. Feldeine se precipitó y lanzó un triple lejano que no contó con la ayuda de la fortuna. El rebote ofensivo de Ouattara le daba una última oportunidad al Betis, pero recibió un tapón de Ennis que impidió su tiro. Una jugada dudosa y discutible en la que los verdiblancos reclamaron falta, pero el triunfo se quedaba en Zaragoza.
Burgos 95 – Unicaja 83 (tras prórroga): Ya había hecho historia Burgos antes del comienzo del partido. El aplazamiento sin fecha del UCAM Murcia-Manresa le clasificaba automáticamente por primera vez para la Copa. Quizá este hito le despistara un tanto en los primeros minutos, jugados con atropello por el conjunto burgalés. Sólo Renfroe y Benite anotaban en un comienzo desconcertante que permitió a Unicaja dominar ligeramente sin hacer nada del otro mundo. Burgos no encontró un rumbo firme hasta que conectó con Kravic dentro de la zona y empezó a funcionar su tiro exterior. Un 9-2 de salida en el segundo cuarto le puso por delante con una renta cómoda (28-19, min 13) sobre un rival que penaba con su nulo acierto en el tiro de tres. Unicaja optó por enfangar el partido, convertirlo en un choque más físico. Su defensa frenó el avance local, el primer paso para una reacción que continuó con acciones individuales. Las entradas hacia canasta de los exteriores del equipo malagueño forzaron personales que supusieron puntos fáciles. Pese a que Burgos encontró el remedio a su atasco con el regreso de Kravic (20 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración), los puntos de Deon Thompson pusieron de nuevo por delante a los de Luis Casimiro (37-39, min 19). Su dominio se extendió en el tercer cuarto, marcado por una defensa que forzó las pérdidas de balón de Burgos y la velocidad que imprimió Jaime Fernández (14 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 22 de valoración) al ataque de Unicaja. Buenos balones a Rubén Guerrero que el pívot aprovechó para anotar cerca del aro. El parcial de 3-16 acercaba a los visitantes a esa victoria que necesitaban para asegurar su plaza en la Copa (46-58, min 28), tenían controlado a un rival que sólo sumaba con triples esporádicos.
Sin embargo, ocho puntos consecutivos de Cook (15 puntos, 5 asistencias) al inicio del último cuarto acabaron de un plumazo con la tranquilidad de Unicaja, al que ya no le sirvió seguir buscando a Guerrero (16 puntos, 8 rebotes, 23 de valoración) para mantener su dominio en el marcador. Tres triples seguidos de Burgos dieron la vuelta al electrónico, el juego exterior había cambiado por completo el partido. Benite había acudido en el momento justo para colocar a su equipo por delante en el tramo decisivo del encuentro (74-79, min 37). Unicaja seguía penando con su falta de acierto en el perímetro, pero fue, curiosamente, un triple de Brizuela lo que colocó el empate a 79 a falta de un minuto. Benite se paró en la línea de tiros libres para poner dos arriba a Burgos, pero Unicaja respondió con una buena asistencia de Jaime Fernández a Guerrero, que puso el empate 81 a 24 segundos del final. Burgos tenía una posesión completa, pero la planteó de forma errónea. Apenas movió el balón y Benite acabó jugándose un triple forzado que no fue a ninguna parte. A los locales se les escapó esa oportunidad de cerrar el triunfo, pero no ocurriría así en la prórroga. El dominio aplastante en el rebote ofensivo le permitió sumar una valiosa ventaja que sembró los nervios y la ansiedad en las filas de Unicaja. Una antideportiva de Brizuela sobre Kravic le dio a Burgos la renta suficiente para controlar sin agobios el último minuto. Unicaja desperdició la ocasión para cerrar su presencia en la Copa y se la jugará la próxima semana contra Baskonia. No es el mejor rival para un compromiso semejante.
Fuenlabrada 67 – Barça 83: La primera mitad en el Fernando Martín invitó a cualquier cosa menos a ver este partido. Juego muy espeso, ritmo lento, defensa basada en la pelea cuerpo a cuerpo. El rebote ofensivo cobraba mucha importancia en un escenario de combate con el cuchillo entre los dientes. Fuenlabrada había conseguido colapsar su zona y dificultó el juego ofensivo del Barça, pero le costaba mucho anotar y desperdició demasiados tiros libres (un defecto que le acompaña toda la temporada). Sin hacer apenas nada, los azulgranas controlaban el marcador, pero la falta de juego provocó que los locales se les subieran a la chepa cuando su defensa forzó muchas pérdidas de balón. El juego ofensivo del Barça acusaba seriamente las bajas (Mirotic, Kuric, Davis, Claver), no tenía alegría y no conseguía anotar bajo el aro. Jasikevicius estaba frustrado por lo que veía y trató de reactivar a sus jugadores forzando una técnica, pero no había manera de poner más mordiente en un equipo demasiado atascado. No pudo quitarse de encima a otro rival romo, pero que no le dejaba jugar con comodidad. Al juego gris, se unió la falta de aportación del juego exterior en la primera mitad. Sólo un triple, convertido por Trimble a los dieciséis minutos de encuentro, se anotó en los dos primeros cuartos. Las defensas se imponían en un choque duro de digerir, que se le hacía bola a cualquier aficionado (27-30, min 20). Sin embargo, el cambio que experimentó en el tercer cuarto fue radical. Calathes (15 puntos, 6 asistencias, 5 rebotes, 18 de valoración) tomó la batuta y los galones para cargar con todo el juego del Barça, un rol que ha desempeñado en bastantes partidos en el último mes y medio y que supuso un punto de inflexión en Fuenlabrada.
Calathes anotó, aceleró el juego, encontró espacios para que llegaran canastas fáciles de Higgins (19 puntos, 6 rebotes, 3 robos, 33 de valoración). Además, empezaban a entrar los triples que no llegaron en la primera mitad. El Fuenla no pudo asumir el cambio de escenario y se hundió con rapidez. Se veía superado cuando metía balones dentro, no era capaz de anotar cerca del aro. Tampoco funcionó el recurso de acudir a Trimble, el base no tuvo el día y ni siquiera estuvo certero en el tiro libre. Se derrumbó ante un rival desatado que, al fin, encontró la velocidad de crucero que necesitaba para romper el partido. Un parcial de 1-13 lo dejó visto para sentencia (42-62, min 27). El Barça sólo había necesitado un cuarto para liquidar el choque, no hizo falta más. Había anotado 33 puntos en el tercer cuarto, más que en toda la primera parte. La situación era irreversible, pero Fuenlabrada encontró una salida en Eyenga (17 puntos, 3 rebotes), el único recurso ofensivo que le funcionó en todo el partido. Durante minutos, el encuentro se convirtió en un monólogo del alero, una pelea en solitario contra todo el quinteto azulgrana. Jasikevicius, de todos modos, no vio peligro alguno y apostó por un quinteto repleto de jóvenes. Pista para los Bolmaro, Sergi Martínez, Badio. Incluso Badji tuvo sus minutos en la recta final. No le perdieron la cara al partido y mantuvieron el intercambio de canastas hasta acabar desesperando a Eyenga, expulsado tras recibir una técnica segundos después de que los colegiados le pitaran una antideportiva. El remate a un partido, a un marcador abultado que maquilló suavemente Urtasun en los dos últimos minutos. Un triunfo para olvidar el revolcón en Munich y alcanzar la segunda plaza.
Los partidos UCAM Murcia-Manresa y Obradoiro-Estudiantes quedaron aplazados debido a diversos positivos por coronavirus en algunos equipos en liza.
Descansa: Joventut.
El Real Madrid (15-1) conserva el liderato, pero no así CB Canarias, que cambia su posición con el Barça aunque ambos tienen una marca de 14-3. Se mantiene en la cuarta plaza Baskonia (13-4) y Unicaja (9-8) cierra el corte de la Copa, que se definirá finalmente la próxima jornada. Los puestos de descenso, una semana más, son para Bilbao Basket (4-13), aunque está igualado con el Betis, y GBC (2-15).
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