Seguramente, la jornada que ha puesto punto y final al fatídico año 2020 sea el mayor desmadre que recuerdo en la composición de una jornada de baloncesto y que empezó a disputarse el 1 de diciembre y terminó el día 29. Parece una broma, pero es todo realidad. La disputa de la Euroliga el 29 y 30 de diciembre, motivó que los cuatro equipos españoles que disputaban la máxima competición europea se enfrentara entre sí los dos primeros días del mes. La semana pasada, fue el turno de los equipos de la ACB que toman parte de la Eurocup, que también tuvo competición esta misma semana. Y para rematar, tres partidos más que cerraron el año en la Liga ACB, aunque para el 7 de enero aún queda otro encuentro más, Andorra-Obradoiro. En apenas unos días, se pasa de la jornada íntegra navideña en domingo, una idea muy interesante cuando puedan regresar los aficionados a las gradas, al galimatías de una jornada que dura más de un mes e imposible de seguir sin perder la cabeza. Un auténtico desmadre que no ayuda al seguimiento diario de la principal competición del baloncesto español.
Real Madrid 92 – Baskonia 83: Empezaba la vida después de Campazzo para el Real Madrid, que aún rumiaba el inverosímil 3+1 de Mike James que le costó el partido en Moscú, el primero sin el base argentino en la plantilla. El segundo le enfrentaba al actual campeón de Liga ACB, otro duelo de la máxima exigencia. Baskonia no tardó en mostrar su peligro, anulando el dominio inicial del Madrid con tres triples consecutivos que le dieron su primera ventaja. Por otro lado, Henry superaba la defensa de Deck (15 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración), el sorprendente defensor que dispuso Laso para marcar a un jugador que siempre hace mucho daño al equipo blanco. Sin embargo, el alero argentino también aprovechó su fortaleza física para responder con siete puntos seguidos. Se le unió un recurso insospechado, Garuba, que trasmutó en un tirador consagrado con ¡¡3 triples sin fallo!! Parece que Laso está consiguiendo que aprenda a lanzar desde fuera con ciertas garantías. Entre ambos llevaron gran parte del peso anotador del Real Madrid durante el primer cuarto (25-19, min 10), pero con los cambios el rendimiento local bajó de forma ostensible. Los suplentes de Baskonia se impusieron en el segundo periodo para endosar un 2-12 de inicio. Especialmente dañino fue Zoran Dragic, que anotó nueve puntos en cuatro minutos y no encontró oposición cuando entraba hacia canasta. El juego madridista se oscurecía, abusaba de malos triples que no le llevaban a ninguna parte ante una defensa muy agresiva. La dirección de Alocén fue ruinosa, incluso le superó el joven Kurucs, que ocupa un rol marginal en la rotación de Baskonia. Llull sacó del atolladero al Madrid con algunos chispazos de genialidad, pero Baskonia también respondió desde el perímetro. Además, el dominio en el rebote ofensivo, en especial de Polonara, permitía Baskonia mantener una pequeña ventaja en el marcador (40-43, min 20), aunque sobre la pista la diferencia en intensidad parecía mayor. Si el Madrid quería competir, debía igualar la agresividad del campeón.
Laso conocía la fórmula y supo transmitírsela a sus jugadores, puesto que salieron a pista con el cuchillo entre los dientes. Ivanovic no tardó en probar todo tipo de soluciones para frenar la avalancha que se le venía encima. Puso un quinteto bajito, con Polonara de ‘5’, pero no funcionó. Puso a Fall tras el tiempo muerto, pero no pudo hacer nada ante Tavares, que sembraba el pánico sobre todo el que se atreviera a acercarse al aro madridista. Sentó a Henry, algo acelerado, pero sin el lesionado Vildoza no había un sustituto que enderezara la nave. Baskonia se encontraba anulado por la presión defensiva del Madrid y zarandeado por el arma secretaba que escondía Laso: Causeur. No había disputado un solo minuto en la primera parte, aún estaba en plena recuperación de su nivel competitivo tras sufrir el coronavirus, pero tuvo un impacto enorme en el encuentro. Anotó doce puntos en el tercer cuarto y aportó mucho en una defensa que estaba borrando de la pista a un rival que tardó más de cinco minutos y medio en anotar y que se llevó un 15-0 de inicio que cambió el encuentro (55-43, min 25). Dragic se convirtió en el único recurso ofensivo de Baskonia, más cómodo cuando Tavares se fue al banquillo a tomarse un descanso, aunque Causeur seguía haciendo de las suyas. Dos triples de Peters dieron algo de aire a los de Ivanovic, pero Causeur (21 puntos, 5 rebotes, 27 de valoración) era incontenible. Ya podía ser una de sus famosas entradas con la mano izquierda o un triple, pero al escolta francés le entraba todo. El equipo vitoriano optó por el recurso de emergencia, dejar toda la responsabilidad en ataque a Pierria Henry (21 puntos, 6 asistencias, 20 de valoración). Y como suele hacer siempre que se enfrenta a los de Laso, el base estadounidense creó muchos problemas a la defensa madridista en el último cuarto. Él solo logró apretar el marcador (78-75, min 35), pero el Madrid no perdió la calma y encontró un filón atacando el aro, sobre todo porque Baskonia dejó demasiadas oportunidades para buscar la puerta atrás. Henry dio alguna esperanza al equipo vitoriano con ocho puntos seguidos, pero Llull se encargó de sentenciar entrando hacia canasta sin descanso, olvidándose de las clásicas mandarinas que no le entraban últimamente. Se le vio más rápido, más explosivo, como un recuerdo de esa versión arrolladora e incontenible que rompía cualquier defensa y que sirvió para despachar al vigente campeón. Se fue Campazzo, pero no el carácter competitivo de un equipo que mantiene la imbatibilidad.
Barça 90 – Valencia Basket 100: La tan sorprendente como rotunda derrota a domicilio contra Asvel Villerbaunne aún debía afectar en las filas del Barça, pues el equipo azulgrana salió muy despistado a la cancha. Valencia Basket, necesitado de triunfos ante la perspectiva de perder el tren de la Copa, comenzó lúcido para aprovechar cada desajuste de la defensa culé (3-10, min 2). Ni dos minutos tardó en pedir tiempo muerto Jasikevicius, cansado de la ausencia de intensidad defensiva. Calathes activó al Barça tras la soflama del entrenador lituano, que motivó que sus jugadores trataran de incomodar con una presión a toda pista, pero Valencia Basket estuvo lejos de amilanarse y respondió con un acierto desmedido en la línea de tres a la aportación de Calathes (17 puntos, 5 asistencias), que acaparaba todo el peso del ataque local. Fue increíble la efectividad del tiro exterior del equipo taronja, sobre todo de Dubljevic y Derrick Williams cuando salieron a la línea de tres para lanzar. Valencia Basket acabó el primer cuarto con un descomunal 7/10 en triples que le permitía dominar el encuentro con mucha solvencia (22-32, min 10). Sin embargo, el segundo periodo sería radicalmente distinta a lo vivido en los primeros diez minutos. La entrada a pista de Hanga supuso un revulsivo para el Barça, que metió otra marcha a su juego. Otra velocidad, otro ritmo que cambió por completo la dinámica del encuentro a partir de un 11-2 de parcial. El Barça se movía cómodo en un ritmo tan alto y encontraba con facilidad a Mirotic (20 puntos, 9 rebotes, 20 de valoración) para que anotara con facilidad bajo el aro. A Valencia Basket se le venía encima una avalancha de juego, pero tuvo la firmeza de resistir y mantenerse indemne ante un rival más vigoroso y que cargaba el rebote ofensivo con fe y acierto. Incluso Ponsarnau seguro que se marchó sorprendido al descanso de que su equipo no se marchara por detrás en el marcador al descanso (51-51, min 20).
El buen trabajo de Oriola (13 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias, 17 de valoración) en los primeros instantes del tercer cuarto pusieron por delante por primera vez al Barça. Sería la primera y la única, puesto que Valencia Basket reaccionó de inmediato moviendo el balón con velocidad y de forma impecable. De nuevo, los azulgranas se vieron en problemas. No encontraban la manera de frenar a Derrick Williams, que seguía sin fallar un solo tiro, ni de atar en corto en la zona a Dubljevic (24 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 33 de valoración). Respirarían, no obstante, cuando Dubi se marchó al banquillo a tomarse un pequeño descanso. Sin él en pista, el Barça recuperó el pulso al encuentro y logró igualarlo al final del tercer cuarto. Todo por decidir en el último periodo, aunque Valencia Basket se encargó de conseguirlo con rapidez en un inicio de cuarto fulgurante ante el que nada pudo hacer el conjunto azulgrana. Tobey se mostró más agresivo en la pintura y suplió con mayores garantías a Dubljevic que en momentos anteriores del partido. Por su parte, Derrick Williams (25 puntos, 2 rebotes, 26 de valoración) seguía a lo suyo, martirizando a la defensa con su exhibición ofensiva en su mejor encuentro desde que llegó a Valencia. En pleno recital, Valencia Basket recordó el festival de juego que ofreció dos meses antes en el Palacio de los Deportes contra el Real Madrid. Cuando quiso darse cuenta, el Barça se veía sepultado por un parcial de 2-15 que resultaría decisivo (72-85, min 34). Calathes volvió a tomar la responsabilidad del ataque azulgrana, pero a Valencia Basket le bastó con cerrar la zona y forzar personales para aguantar una diferencia cómoda sin apenas agobios. Al Barça, en cambio, le consumían las prisas y la ansiedad. Una técnica a Jasikevicius en un momento inoportuno delataba el estado de nervios en las filas culés. Valencia Basket sólo tuvo que mantener el acierto en el tiro libre de Van Rossom (13 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes, 21 de valoración) para sentenciar. Incluso Jaume Ponsarnau se permitió el capricho de dar entrada a Millán Jiménez, que debuta en Liga ACB en el Palau Blaugrana. Para el Barça, segunda derrota consecutiva y cien puntos encajados en su propia cancha; motivos de sobra para que Jasikevicius se marchara enfadado de la pista.
Unicaja 84 – Fuenlabrada 90: La alternancia en el marcador fue la nota predominante en un primer cuarto muy igualado. Empezó al mando Fuenlabrada con el acierto de Trimble, que acaparó el juego ofensivo como tiene por costumbre, pero Unicaja tomó la delantera con el dominio en el juego interior que impuso Rubén Guerrero durante los minutos iniciales del encuentro. Luis Casimiro puso por primera vez en pista a Ferrari, que se estrenaba como temporero ante la acumulación de bajas en el puesto de base. Los triples de Abrimaitis mantenían por delante a los locales, pero las pérdidas de balón impidieron que el equipo malagueño pudiera tomar una ventaja significativa. Realmente, los balones perdidos fueron un problema para ambos equipos durante toda la primera mitad, aunque afectaron en gran medida a Fuenlabrada en un segundo cuarto lleno de imprecisiones. El acierto de Meindl (17 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) y Bouteille mantuvo igualado el partido hasta la mitad de periodo, cuando los errores le pasaron factura al conjunto visitante con los tres triples consecutivos que anotó Francis Alonso. Otra racha de acierto pleno en apenas dos minutos, la seña de identidad de un tirador que se ha convertido en una de las grandes sorpresas de esta temporada. Unicaja aprovechó el vendaval para poner tierra de por medio (46-34, min 17), mientras su rival se hundía en su torpeza y acumulaba 13 pérdidas de balón al descanso. Lo raro es que siguiera con vida en el partido con un dato tan horrendo.
Fuenlabrada sólo tuvo que poner más cuidado para no perder más balones para complicar la vida a Unicaja en la segunda mitad. Volvió a activarse Trimble (27 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes, 34 de valoración) , que necesita poco para animarse a lanzar todo lo que le llega. En ocasiones, su abuso en el tiro no resulta tan conveniente. De hecho, Deon Thompson castigó dos lanzamientos mal seleccionados del base visitante y mantuvo la calma de los locales por unos instantes, pero el partido había cambiado. Kyle Alexander (12 puntos, 10 rebotes, 22 de valoración) se adueñó del rebote y todas sus capturas en ataque sirvieron para que Fuenlabrada diera la vuelta al marcador en las postrimerías del tercer cuarto (59-63, min 30). El dominio en el rebote ofensivo afianzó al conjunto de Javi Juárez, que metió el miedo en el cuerpo a un rival más desacertado que en la primera parte. Las acciones individuales de Brizuela (20 puntos) fueron el único recurso para salir del bajón en ataque, pero el Fuenla se maneja bien en un escenario de individualismo, donde las acciones de 2+1 de Meindl y el Trimble sistema funcionaron de maravilla para contrarrestar el solo de anotación que interpretaba Brizuela. Unicaja hacía la goma, pero su situación era tan delicada que cualquier golpe le podía noquear definitivamente. Una canasta con personal incluida de Trimble a un minuto del final cerró el triunfo, muy valioso para que Fuenlabrada ya vea lejanos los puestos de descenso.
Gran Canaria 78 – Betis 54: Se empeñó Gran Canaria en complicarse el partido con una puesta en escena horripilante. El triple que abrió el partido fue su única anotación en siete minutos, una cuenta raquítica a la que le abocó la falta de argumentos para superar la intensidad defensiva del Betis, que también sacó buena tajada de su dominio en el juego interior (3-14, min 7). No despertaron los locales hasta que llegó el revulsivo con la entrada a pista de TJ Slaughter, que animó el juego ofensivo de Gran Canaria con dos triples consecutivos cuando el primer cuarto llegaba a sus últimos estertores. El parcial de 12-2 devolvía al conjunto de Porfi Fisac al partido, aunque no se quedó ahí la reacción de Gran Canaria, más asentado en defensa y que podía atacar en transición con mucha más facilidad a partir del buen trabajo atrás. El parcial se elevó a 18-4 y los locales recuperaban el mando en el marcador (23-20, min 14), pero varias pérdidas de balón frenaron su empuje y el Betis encontró un respiro para llegar al descanso con empate a 32. Igualdad absoluta, pero no iba a durar demasiado en la segunda mitad.
Los verdiblancos tomaron el mando en los instantes iniciales del tercer cuarto, pero no tardarían en perderlo ante la buena defensa rival, que le obligó a lanzar lejos del aro en cada posesión. El desacierto en la línea de tres hundiría progresivamente al conjunto bético, incapaz de anotar y que perdió demasiados balones tras el descanso. En cambio, Gran Canaria estuvo más lúcido en su juego ofensivo. Dos triples de Dimsa abrieron brecha en el marcador, ampliada por el dominio inapelable de Balcerowski dentro de la zona. Los dos jóvenes fueron la solución para encarrilar el encuentro en el tercer cuarto (54-40, min 30). Ya no habría vuelta atrás, puesto que al Betis le costaba mucho anotar, incluso desde el tiro libre. El acierto de Shurna (11 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 15 de valoración) al inicio del último cuarto y la efectividad de Beirán cada vez que posteaba a su defensor abrieron la puerta al hundimiento verdiblanco, precipitado por las continuas pérdidas de balón que le abocaron al desastre (69-47, min 36). El Betis necesita con urgencia que los nuevos fichajes aporten el peso anotador que está echando en falta. En cambio, Gran Canaria encuentra definitivamente la senda del triunfo para alejarse de la zona de peligro.
Joventut 104 – UCAM Murcia 93: Dos triples de Strawberry nada más comenzar le dieron ventaja a UCAM Murcia en un inicio de encuentro frenético en el que se peleaba con dureza por cada balón dividido por la pista (4-10, min 4). Sin embargo, con el paso de los minutos el ritmo tan vivo le fue mucho mejor a Joventut, en manos de Ribas durante el tramo inicial del partido. El acierto en el triple impulsó a los verdinegros, que endosaron un duro parcial de 19-3 a un conjunto murciano que necesitaba cambiar piezas para no salir del encuentro demasiado pronto (23-13, min 7). La entrada a pista de Bellas (10 puntos, 5 asistencias, 16 de valoración) mejoró claramente el juego visitante, que apretó el marcador con el acierto de Jordan Davis y le vino bien el desacierto dentro de la zona de Tomic, superado por Lima al inicio del segundo cuarto. Un robo de balón y bandeja de Bellas volvió a adelantar a UCAM Murcia (30-31, min 13), que parecía más cómodo en el ritmo tan alto que se mantenía en la cancha. Un dominio efímero, que saltó por los aires con la explosión anotadora de Bassas, el gran protagonista en el segundo periodo. El base verdinegro tomó el peso anotador y reventó el encuentro en cada jugada individual. Aunque UCAM Murcia recuperó el acierto en el tiro exterior, ineficaz durante algunos minutos en pleno recital de Bassas, no fue capaz de poner freno al acierto de un jugador desatado y al que le salía todo. Bassas (25 puntos, 4 asistencias, 27 de valoración) terminó la primera parte con 20 puntos tras una demostración extraordinaria de acierto que puso a Joventut en la senda del triunfo (56-41, min 19).
Como en todos los momentos difíciles, Frankamp (21 puntos, 6 asistencias, 19 de valoración) acaparó el peso anotador de UCAM Murcia al comienzo del tercer cuarto, pero encontró debida respuesta en Ribas y Bassas, encargados de mantener la suculenta ventaja. Nunca perdió la Penya el control del partido, afianzado desde la línea de tiros libres y ampliado por el poderío de López-Aróstegui para romper la defensa visitante. El alero verdinegro ha explotado definitivamente esta temporada y ya es una de las armas más importantes del arsenal de Joventut. Tanto entrando hacia canasta como en la línea de tres, López-Aróstegui (25 puntos, 2 robos, 25 de valoración) estuvo infalible y sentenció definitivamente el choque (91-69, min 33). Los errores en el triple hundieron por completo a UCAM Murcia, que perdió a Sadiel Rojas en los últimos minutos debido a un fuerte golpe en las cervicales. Ya sólo le quedaba a los visitantes la ingrata labor de maquillar el resultado, algo que consiguió cuando a DiLeo le entraron los triples en el tramo final del encuentro. Sin embargo, a Carles Durán no le hizo gracia que el rival se acercara a los diez puntos y no dudó en dedicar una bronca a sus jugadores en un tiempo muerto. De todas formas, Dimitrijevic evitó cualquier tipo de apuro en los últimos dos minutos para sellar un triunfo muy cómodo de Joventut.
GBC 71 – Manresa 78: Manresa encontró un serio agujero en la zona local durante los primeros minutos de partido, lo que aprovecharon Sajus y Vaulet para poner en ventaja a su equipo durante casi todo el periodo. Sin embargo, GBC no se cortó en atacar el aro con decisión, lo que le permitió mantenerse cerca en el marcador hasta que un mate de Radoncic logró igualarlo. El equipo donostiarra comenzaría mejor el segundo cuarto de la mano de un inspirado Span, que anotó los ocho primeros puntos de GBC y provocó el enfado de Pedro Martínez con la dirección de Tabu (27-21, min 12), ineficaz ante la mejoría defensiva de los locales. El entrenador de Manresa cambió de base y pidió tiempo muerto para cambiar el mal rumbo que llevaba su equipo. El parón tuvo un efecto inmediato en las jugadores visitantes, que buscaron el tiro exterior con decisión. Dos triples de Janning iniciaron el despegue de Manresa, labrado a golpe de triple en unos minutos de acierto excelso en la línea de tres. Otros tres triples más de Dani Pérez desarbolaron a la defensa local, incapaz de poner fin al recital en el perímetro que orquestó Manresa hasta el descanso (37-44, min 20). A partir de entonces, no quedaría dudas sobre la superioridad de Manresa sobre la cancha. GBC siempre se sintió inferior al despliegue físico que imprimió Manresa en el tercer cuarto y que le permitió escaparse irremediablemente.
Eatherton (16 puntos, 7 rebotes, 21 de valoración) dominó con autoridad en el juego interior durante todo el periodo, abriendo una ventaja que afianzaría Vaulet hasta que el partido quedó completamente roto (42-64, min 27). Los visitantes ya se podían tomar el encuentro con más relajación, pero quizá se tomaron demasiada en el último cuarto, ya que los suplentes no estuvieron demasiado finos. Sobre todo Tabu, que repitió la misma dirección desconcertante que brindó en la primera mitad. Pedro Martínez volvió a sustituirle por Dani Pérez (11 puntos, 12 asistencias, 24 de valoración), pero el base titular no recuperó el buen tono que tuvo hasta que se marchó al banquillo. GBC defendía con más agresividad, pero durante muchos minutos le costó anotar dentro de la zona. Sin embargo, aprovechó la falta de acierto de su rival para acercarse peligrosamente en el tramo final de encuentro. Tanto, que un mate de Radoncic (17 puntos, 5 rebotes, 15 de valoración) puso sólo cinco abajo al equipo donostiarra a un minuto del final. Ya hacía tiempo que Pedro Martínez había dado entrada a los titulares, pero los apuros no desaparecieron hasta que Eatherton anotó una bandeja que convirtió en un imposible la remontada para GBC. Manresa pasó más problemas de los esperados de forma absurda, pero logró el triunfo que le mantiene en la pelea por disputar la Copa.
Estudiantes 64 – CB Canarias 90: A Estudiantes sólo le dio hasta la mitad del primer cuarto para aguantar el pulso a CB Canarias, que no encontró rival en cuanto pisó el acelerador a fondo. Demasiado gas para un rival que dependía en exceso de la anotación de Gentile, sobre el que los colegiales basaron todo su juego ofensivo para resistir el brillante juego colectivo del equipo lagunero. Cuando se le acabó la inspiración al jugador italiano llegaron las miserias para los colegiales, al borde del descarrilamiento tras encajar un 3-15 de parcial hasta el final del periodo (11-22, min 10). Le costó horrores a Estudiantes no perder de vista a su rival. Recurrió a la garra, a la pelea dentro de la zona, a los chispazos individuales para responder a la superioridad de CB Canarias en el juego interior. Una lucha desesperada que le permitió hacer la goma, que le mantenía con opciones ante la inmediatez del descanso, pero un triple de Sulejmanovic y otro más de Fitipaldo sobre la bocina supusieron un duro golpe que no supo encajar el conjunto del Ramiro (29-39, min 20). No le costó a los visitantes mantener la renta por encima de los diez puntos, la irregularidad de su rival le permitía conservar la calma en todo momento. Estudiantes se sentía impotente ante la velocidad de balón que desarrollaba CB Canarias y que le servía para meter con rapidez el balón dentro de la zona para que Cavanaugh (18 puntos, 7 rebotes, 22 de valoración) o Shermadini anotaran una canasta sencilla. Por contra, Estudiantes no encontraba una línea regular de juego, lastrado por el mal porcentaje de Alec Brown en el triple y la clara inferioridad dentro de la zona por mucho empeño que le puso Ángel Delgado (11 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 19 de valoración). CB Canarias jugueteaba con su rival, a la espera de asestar el golpe definitivo que decidiera el encuentro. No lo haría con un parcial demoledor, le bastó con mantener la estrategia de acoso y derribo. El poderío de Shermadini (11 puntos, 6 rebotes, 17 de valoración) en la zona y el acierto en el triple en el último cuarto derribaron a Estudiantes (58-77, min 35), que bajaría los brazos en los minutos finales y acabó arrollado por las ganas que puso Yusta, deseoso de recuperar cuanto antes todas las buenas sensaciones que atesoraba antes de su grave lesión de rodilla. No frena la marcha CB Canarias, instalado en la parte alta y al que habrá que tomar muy en serio esta temporada.
Burgos 96 – Bilbao Basket 86: Burgos se vio sorprendido en el primer cuarto por Bilbao Basket, que empezó dominando el partido con dos triples de Jaylon Brown. El acierto en el tiro exterior de Los Hombres de Negro fue la nota predominante en los primeros diez minutos. Entre Zyskowski y Jenkins construyeron una ventaja interesante que afianzó Álex Reyes en la parte final del periodo (13-22, min 8). Sin embargo, Burgos le devolvió con la misma moneda a su rival, golpeando desde la línea de tres. Cuatro triples consecutivos y un 2+1 de Horton completaron la remontada local en apenas cinco minutos (28-25, min 13), pero no se detuvo ahí la producción de la línea exterior de Burgos, que continuó bombardeando el aro de Bilbao Basket de forma inmisericorde. Benite (15 puntos, 5 asistencias, 4 rebotes, 19 de valoración) y Horton (18 puntos) estaban con la muñeca caliente e hicieron inútil el intercambio de canastas que propuso el conjunto de Mumbrú. Parecía complicado que los visitantes pudieran resistir el acierto desmesurado de Burgos en el tiro de tres, pero Bilbao Basket logró aguantar el chaparrón contra todo pronóstico. Se agarró a Rousselle, que nunca elude la responsabilidad cuando las cosas se le ponen feas al conjunto bilbaíno, e igualó el encuentro con seis puntos consecutivos.
Parecía que los de Mumbrú iban a llegar indemnes al descanso, pero todo el trabajo se fue al garete con un horrendo final de cuarto. Dos pérdidas de balón provocaron que entre Kravic y McFadden endosaran un parcial de 9-0 hasta el descanso (51-42, min 20). Desde luego, encajando 35 puntos en un cuarto lo iba a tener imposible Bilbao Basket para salir victorioso del Coliseum. Varió el rumbo tras el descanso, apostando por un juego más guerrero y balones a los pívots. El éxito de este nuevo planteamiento se plasmó en un 2-9 de inicio que volvió a apretar el marcador, pero Burgos truncó el acercamiento de inmediato. Metió balones a Rivero (17 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración), que atraviesa un momento dulce que le ha convertido en una pieza clave en los esquemas de Peñarroya. Por otro lado, dos triples de Cook (9 puntos, 10 asistencias, 16 de valoración) pusieron nuevamente una renta tranquilizadora por los locales, por mucho que Miniotas y Kljajic se afanaran por mantener a Bilbao Basket metido en el encuentro. Una resistencia empecinada que duró hasta que un parcial de 7-0 elevó la ventaja por encima de la decena de puntos al comienzo del último cuarto (77-64, min 33). La montaña ya se le hizo demasiado empinada a Los Hombres de Negro, que poco pudo hacer ante otra racha de su rival en el tiro de tres como rotunda respuesta a los destellos individuales de Rousselle y Brown. Burgos ya acaricia con los dedos su primera participación en la Copa.
El partido Andorra-Obradoiro se disputará el 7 de enero de 2021.
Descansa: Basket Zaragoza.
El Real Madrid (14-1) lidera la clasificación, aunque ya igualado a triunfos por CB Canarias (14-2). Le siguen Barça (13-3) y Baskonia (12-4), mientras que Unicaja (9-7) cierra el corte de la Copa del Rey. En la parte baja, Bilbao Basket (3-13) y GBC (2-14) ocupan las plazas de descenso.
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