Parece que los negros presagios que se cernían sobre el Real Madrid tras la marcha de Campazzo a Denver Nuggets no estaban tan justificados después de todo. Es evidente que la pérdida de un jugador de este calibre afecta a cualquier equipo, pero el equipo blanco se ha caracterizado por superar cualquier tipo de dificultad desde que Pablo Laso ocupa su banquillo. Siempre encontró alguna solución a momentos delicados, lesiones importantes o bajas de jugadores trascendentales en su juego y, una vez más, apareció la versión más competitiva y solidaria como conjunto para salvar otra seria adversidad. Ante la falta de refuerzos que aliviaran la dolorosa marcha de Campazzo, el Madrid ha recurrido a la fortaleza defensiva, al compromiso colectivo y al paso adelante dado por jugadores como Llull o Causeur para mantener la imbatibilidad en la Liga ACB (ni Baskonia ni Burgos consiguieron frenar su marcha) y el rumbo ascendente que ya se observaba en Euroliga. Ingredientes de una exitosa receta que se puede resumir en una capacidad competitiva sin límites y que es sello inconfundible del equipo blanco. No sabemos si acabará levantando algún titulo importante otra temporada más, pero está fuera de toda duda que el Real Madrid será capaz de pelear contra cualquiera para conseguirlo.
CB Canarias 107 – Obradoiro 62: El parón de las ventanas FIBA no ha afectado en absoluto a la dinámica positiva de CB Canarias. Bajo la batuta magistral de Huertas (14 puntos, 9 asistencias, 24 de valoración), el equipo lagunero jugó con una paciencia imperturbable, consciente de que siempre aparecía un buen tiro en cada ataque. El dominio de CB Canarias en la zona fue absoluto. Tanto Shermadini como Fran Guerra (12 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) desbordaron en el juego interior a un rival desdibujado, muy alejado del carácter competitivo que ha mostrado toda la temporada (24-15, min 9). Obradoiro buscó la reacción en el segundo cuarto, que comenzó con un intercambio de canastas muy atractivo. Los triples visitantes respondían a las acciones de 2+1 que sacaba el conjunto de Vidorreta cuando metía un balón dentro de la zona. Unos buenos minutos de Enoch (15 puntos, 7 rebotes, 15 de valoración) aportaron un poco más en la pintura a Obradoiro, pero los de Moncho Fernández no pudieron mantener el ritmo anotador mucho tiempo más. La incombustible sociedad que forman Huertas y Shermadini (18 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 27 de valoración) hizo añicos la defensa rival y elevó la diferencia por encima de los diez puntos, una renta afianzada por el acierto en el tiro exterior en la parte final del segundo periodo. Los triples de Cavanaugh (15 puntos, 4 rebotes, 22 de valoración) estiraron la diferencia hasta el punto de que el partido quedó roto al descanso (55-38, min 20).
Obradoiro había sido arrastrado a una situación delicada que le llevó al derrumbe en el tercer cuarto el demoledor acierto de Salin (15 puntos con 5/6 en t3) en el tiro de tres. El tirador finés fue el principal azote de un tiro exterior que rozó la excelencia y se llevó por delante a un Obradoiro impotente y resignado a su suerte (65-42, min 23). Daum fue de lo poco salvable del conjunto gallego, desbordado por la velocidad de balón y el aplastante dominio en el rebote de CB Canarias. Por supuesto, los locales siempre contaban con el triple como arma de enorme alcance destructor. El acierto en la línea de tres siempre superó el 60%, un porcentaje que suele asegurar el triunfo. En esta ocasión, fue la garantía de un atropello sin miramientos. El recital de triples de Butterfield al inicio del último cuarto alimentó un parcial de 15-2 que convirtió el desastre en una humillación inaceptable (99-58, min 34). Así se lo tomó Moncho Fernández, que preguntó a sus jugadores en un tiempo muerto si no podían parar de hacer el ridículo. Pero nada puso freno a la caída de un equipo irreconocible y que si no sufrió un daño aún mayor fue porque su rival levantó el pie del acelerador en los últimos minutos. Cada vez quedan más lejos las buenas sensaciones de Obradoiro durante muchas jornadas, pero un naufragio semejante no formaba parte de la peor pesadilla deportiva de sus seguidores.
Andorra 72 – Betis 55: Joan Plaza comenzaba su segunda etapa en Sevilla, años después de su primer paso cuando el club aún tenía su histórica denominación de Cajasol. El nuevo técnico bético planteó un partido enfangado, de pelea, con tal de evitar que Andorra pudiera desarrollar el juego veloz que le caracteriza. No parecía importarle a los locales, que dominaron con comodidad los minutos iniciales del encuentro. El 10-2 de inicio fue más producto del desatino ofensivo del Betis, improductivo en el tiro exterior, pero los verdiblancos recobraron el pulso a mitad de cuarto, en cuanto su defensa se ajustó definitivamente y Feldeine encontró un breve instante de acierto. Ahora el planteamiento propuesto por Plaza sí incomodó a los locales y desarrolló ese partido áspero que buscaba el Betis. Andorra mantuvo una ligera ventaja gracias a las poderosas entradas a canasta de Paulí (15 puntos, 3 rebotes), brillante y efectivo en las acciones individuales, pero a los jugadores verdiblancos les bastó con ofrecer mucha pelea dentro de la zona para mantener el encuentro igualado. Faltas forzadas dentro de la pintura que les permitieron sumar desde el tiro libre e incomodar a un rival incómodo en un partido que se le hacía bola. Sin embargo, el Betis echó por tierra su trabajo en una nefasta fase de desconcierto en la recta final del segundo cuarto.
Fuente: andaluciainformacion.es
Senglin sacó mucho provecho de cuatro pérdidas seguidas del conjunto bético, ya fuera anotando o asistiendo a Olumuyiwa (6 puntos, 9 rebotes, 16 de valoración) bajo el aro. El parcial de 11-0 supuso el despegue de Andorra antes del descanso (38-28, min 20). La zona 2-3 que impuso Ibon Navarro en la reanudación maniató por completo a un rival que padeció el desacierto de sus hombres más importantes. Por el contrario, Andorra manejó su ataque con calma hasta que aparecía una buena oportunidad de anotar. Paulí y Senglin mantuvieron el buen tono de la primera parte y condujeron el encuentro a su ruptura definitiva. Además, a diferencia de su rival, el tiro exterior funcionaba de forma aceptable. Un triple de Gielo colocó la diferencia en la veintena (55-35, min 26) y dejaba el encuentro visto para sentencia, pese a que Andorra atravesó minutos de despiste cuando el Betis emuló la defensa local. No pasaría la reacción de un parcial de 0-9, puesto que la absoluta falta de acierto de los verdiblancos en el tiro de tres impidió cualquier amago de remontada. Bastó un par de lanzamientos de Sy desde el perímetro para acabar con las últimas esperanzas de un Betis que arranca errático la segunda etapa de Joan Plaza. En cambio, Andorra se posiciona como un serio candidato a terminar la primera vuelta entre los ocho primeros, más aún si resuelve favorablemente los partidos que tiene aún aplazados.
Joventut 88 – Basket Zaragoza 81: Nueva puesta en escena horrenda de Basket Zaragoza que le costó cuatro minutos de sequía hasta que dos tiros libres de Benzing estrenaron su casillero. Pudo dar gracias el equipo maño que el parcial de inicio se quedó en 7-0 debido a que Tomic comenzó desacertado y perdió tres balones en los primeros minutos. Basket Zaragoza aprovechó los errores del pívot verdinegro para reducir diferencias conforme avanzaba el primer cuarto. TJ Bray, sustituto de DJ Seeley (se marchó esta semana rumbo al Bayern), dejó buenas sensaciones desde el comienzo. No se jacta de ser un tirador, pero no le faltó acierto en la línea de tres aunque abusara demasiado del triple en ocasiones. Tampoco le fue mal en el perímetro a Barreiro, cuyos triples adelantaron por primera vez a los hombres de Sergio Hernández (20-22, min 11). Sin embargo, la respuesta de la Penya no tardó en llegar de la misma forma, desde el 6’75. Los triples de López-Arostegui rompieron la zona planteada por el equipo maño, pero no consiguieron minar la moral visitante. Bray continuaba inspirado en el tiro exterior y mantuvo el marcador ajustado hasta que la aparición de Ennis, autor de los últimos seis puntos de la primera mitad, propició que Basket Zaragoza llegara al descanso por delante y con la confianza reforzada (39-44, min 20). No se notaría en la reanudación porque Joventut volvió a aparecer mucho más intenso en la cancha en el tercer cuarto. Se repitió el desastroso comienzo para Basket Zaragoza, pero en esta ocasión el daño fue mayor, ya que Tomic sí gozó del acierto que le faltó al inicio del encuentro. Joventut sacó partido a los problemas de faltas de su rival y sumó con facilidad desde el tiro libre.
A Basket Zaragoza le tocaba levantarse de nuevo tras el 11-0 encajado de salida, pero Ennis y Benzing aparecieron a tiempo para conseguir que el marcador se mantuviera ajustado hasta el final de periodo. Aún mejor le vino que Javi García ocupara el puesto de base al inicio del último cuarto. El canterano gozará de más minutos con la lesión de San Miguel y en Badalona dejó unos cuantos retazos de talento y criterio en la dirección. Dio otro aire a un equipo que alcanzó una mayor agresividad defensiva y que puso el partido patas arriba en otro momento de inspiración de Ennis (24 puntos, 7 rebores, 25 de valoración), incontenible en unos minutos en los que Basket Zaragoza veía el camino despejado hacia un triunfo muy necesario (63-71, min 32), pero todo se fue al traste por la apoteosis del jugador del partido. López-Aróstegui (28 puntos, 9 rebotes, 3 robos, MVP de la jornada) fue el salvador de Joventut en el mejor partido de su carrera deportiva. Enjugó la desventaja en apenas minuto y medio con ocho puntos consecutivos que sirvieron de lanzadera a un parcial de 17-2 que se antojaba definitivo para la suerte del partido, pero aún faltaban páginas por escribir. Bray se encargó de recordarlo. La nueva incorporación estrechó nuevamente el marcador y Basket Zaragoza disfrutó de hasta tres tiros para recuperar el mando del encuentro. No los aprovechó; a diferencia de López-Aróstegui, que no dejó pasar la primera oportunidad de asestar un duro golpe con otro triple más en el último minuto. Tres puntos que decidieron medio partido. La otra mitad la cerró desde el tiro libre, donde sentenció un partido lleno de vaivenes, pero que cayó del lado verdinegro.
Fuenlabrada 61 – Valencia Basket 68: No se podía permitir ni un solo tropiezo más Valencia Basket si no quería que su participación en la Copa estuviera aún más en entredicho, pero su comienzo en el Fernando Martín no invitaba a albergar demasiado optimismo. La firmeza defensiva y el dominio del rebote ofensivo permitieron a Fuenlabrada dominar con cierta comodidad los primeros minutos de encuentro. El acierto inicial de Meindl (18 puntos, 5 rebotes) contrastaba con un ataque errático de Valencia Basket, que no comenzó a funcionar hasta que Derrick Williams anotó dos triples seguidos que dio la primera ventaja al conjunto taronja. La mejoría visitante coincidió con el atasco ofensivo de Fuenlabrada, que encajó un parcial de 2-11 que echó por tierra su prometedor comienzo de encuentro (16-21, min 10). No obstante, encontró un alivio a su falta de acierto en las pérdidas de balón que sufrió constantemente su rival en el segundo cuarto, un periodo lleno de errores y falta de acierto que convirtió el partido en un auténtico espanto. Vista la situación, estaba claro que sacaría mayor tajada el menos malo de los dos. Un triple de Kloof a 24 segundos del descanso permitió a los locales marcharse por delante a vestuarios (31-30, min 20) aunque una primera mitad tan floja no podía contentar a ninguno de los dos equipos. El tercer cuarto comenzó por los mismos derroteros. El acierto era tan escaso que el partido se mantenía igualado por pura acumulación de fallos. No apareció un remedio para este desaguisado hasta que se le encendieron las luces a Kalinic (12 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración).
El alero serbio se encargó de abrir lentamente una brecha en el marcador que provocó un bloqueo monumental en el juego de Fuenlabrada. Los locales pasaron un auténtico calvario en un tercer cuarto para olvidar, condenados por una falta total de fluidez en ataque y un naufragio absoluto en el tiro exterior. Fuenlabrada sólo consiguió dos puntos en nueve minutos y acabó el tercer cuarto con seis escasos puntos y un terrorífico 2/24 en triples. Así era imposible resistir a los destellos de fuerza y clase de Kalinic o la potencia física de Derrick Williams cuando aparecía por la zona. Nada le funciona a Fuenlabrada, incapaz de sumar aunque capturara el rebote ofensivo con relativa facilidad. El desastre le llevó a encajar un parcial de 2-20 que selló la suerte del encuentro (37-54, min 32). Poco podía hacer ya el conjunto de Javi Juárez para evitar la derrota. La tímida reacción, una vez desaparecido el colapso en ataque, liderada por Trimble (15 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración) quedó abortada de inmediato por tres triples consecutivos que disiparon los últimos atisbos de dudas que restaran sobre la victoria de Valencia Basket. Una vez decidido el encuentro (43-63, min 35). Jaume Ponsarnau le dio la oportunidad a los jóvenes, que acusaron su bisoñez en el tramo final del partido. Las pérdidas de balón de Pradilla y Millán Jiménez permitieron a Fuenlabrada reducir diferencias al contraataque y maquillar el resultado, pero el 11-0 logrado hasta el final del encuentro de poco más servía. Valencia Basket salió indemne de un partido con escaso brillo, pero que le mantiene cerca de esa octava plaza que se ha convertido en el objetivo a alcanzar al final de la primera vuelta.
Bilbao Basket 77 – Estudiantes 78: La ausencia de Balvin suponía un duro contratiempo para Bilbao Basket en un partido muy importante en la pelea por la permanencia. Su puesto dentro de la zona lo ocupó Dos Anjos, un pivot con rol residual que no lo hizo nada mal en los primeros minutos. Incluso se convirtió en el principal referente de los locales, ya que anotó los siete primeros de Los Hombres de Negro en el encuentro. Su aportación, no obstante, no sirvió para que su equipo se asentara en la cancha. Estudiantes tuvo una aportación mayor del colectivo en el primer cuarto y tomó una pequeña renta al final de cuarto con el acierto de Roberson, un tirador muy fiable que no recibe menos balones de los que merece. Sin embargo, Bilbao Basket encontró un revulsivo en Álex Reyes, el único jugador nacional presente en la primera plantilla. Revolucionó el encuentro desde el perímetro, con tres triples consecutivos (el último de ellos, de lo más rocambolesco y circense) que cambiaron radicalmente el desarrollo del partido. Por su parte, el juego interior de Bilbao Basket aprovechó el enorme agujero de la defensa colegial dentro de la zona. Huskic y Miniotas no encontraron oposición en los pivots de Estudiantes y se convirtieron en un recurso poderoso para abrir una ventaja seria (34-22, min 15), pero los del Ramiro reaccionaron a tiempo con una mejoría defensiva que le permitió cambiar una dinámica muy negativa. Consiguió cerrar la zona, lo que ocasionó muchos problemas a un ataque rival que se atascó por completo. Bilbao Basket sólo logró sumar un tiro libre de Zyskowski en los últimos cinco minutos del segundo cuarto, un colapso que supuso la oportunidad para dar la vuelta al marcador. Dos triples de Avramovic completaron un parcial de 1-15 que permitió a Estudiantes marcharse a vestuarios por delante en el marcador.
Bilbao Basket salió del atolladero en la segunda mitad, pero los colegiales se sintieron muy cómodos en la pista. Avramovic (26 puntos, 4 asistencias, 4 robos, 35 de valoración) rompía la defensa local cada vez que cortaba la zona y los pivots de Estudiantes fueron más productivos y certeros en el tercer cuarto. Por supuesto, Roberson siempre aparecía en un momento oportuno para ampliar la ventaja con otro triple más (54-60, min 30). La diferencia no era definitiva ni mucho menos, pero Bilbao Basket necesitaba cambiar de inmediato un rumbo que no le venía nada bien. Lo consiguió en el último cuarto, cuando Rousselle elevó su nivel y metió buenos balones a Huskic (15 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) para igualar el marcador. La remontada la completó Álex Reyes (21 puntos, 2 robos, 17 de valoración), que gozó de nuevo en el periodo final de un acierto pleno en el tiro de tres. Bilbao Basket tomaba la delantera, pero no se vino abajo Estudiantes, que centró su juego en ese peculiar sistema basado en darle el balón a Avramovic y que él se las apañe. Sabe buscarse la vida el jugador serbio, un puñal cada vez que entra hacia canasta y ataca el aro. Fundamental para contrarrestar el acierto rival y llevar el partido a un final incierto e igualado. En un desenlace interminable por la revisión de varias jugadas, parecía que la pelea de Bilbao Basket bajo tableros le daría el triunfo, pero dos tiros libres fallados por Zyskowski, un jugador con una mecánica de tiro muy extraña, le dieron una última oportunidad a Estudiantes. Como era de esperar, Avramovic buscó la canasta del triunfo. No consiguió anotar la bandeja, pero apareció providencia Arteaga (15 puntos, 8 rebotes, 22 de valoración) para palmear el balón y poner un punto arriba a los colegiales a 1.6 segundos del final. Aún tenían los locales un intento a la desesperada, pero un horrendo saque de banda dilapidó cualquier opción de canasta sobre la bocina. Un triunfo in extremis que asienta a Estudiantes en la zona tranquila de la clasificación.
Unicaja 102 – UCAM Murcia 81: La lesión de Alberto Díaz, que estará mes y medio fuera de las canchas, dejaba a Mekel (10 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 16 de valoración) como único base de Unicaja. Luis Casimiro recurrió a Pablo Sánchez como suplente del israelí, aunque el técnico usó durante muchos minutos a Francis Alonso como base improvisado. Dudas en la dirección que se hicieron patentes en el primer cuarto. UCAM Murcia aprovechó el acierto en el tiro exterior, los puntos de Frankamp (17 puntos) y el dominio del rebote ofensivo para mandar en el marcador durante los primeros diez minutos (17-23, min 8). Sin embargo, Unicaja supo capear el chaparrón volcando el juego dentro de la zona. Los puntos en el juego interior le sirvieron para mantenerse cerca hasta que el encuentro cambió en el segundo cuarto. Un 7-0 de parcial puso por delante al equipo malagueño, pero los errores en el triple evitaron que se afianzara su ventaja. La entrada a pista de Bellas revitalizó el juego de UCAM Murcia, que tomó de nuevo la delantera con siete puntos consecutivos del base. Sería la última ventaja para el equipo de Sito Alonso en el partido, ya que cuando Unicaja encontró el acierto en el tiro exterior no quedaría duda sobre el dominio local sobre la cancha.
Los triples de Carlos Suárez y Francis Alonso (18 puntos, 3 asistencias, 21 de valoración) le dieron a Unicaja una ventaja suculenta que se reforzaría cuando Waczynski (16 puntos, 2 rebotes, 2 robos, 23 de valoración) se unió a la fiesta en el tramo final del segundo cuarto. Festival en el tiro exterior que propició que Unicaja anotara nada menos que 33 puntos en el segundo periodo. Poco pudo hacer UCAM Murcia ante la avalancha triplista desatada por el conjunto malagueño (55-44, min 20). El 7-2 de inicio tras el descanso afianzó el dominio indiscutible de Unicaja y al que sólo se oponía el poderío de Lima (15 puntos, 13 rebotes, 18 de valoración) en la zona, el recurso que permitió a los visitantes albergar alguna opción de remontada. Se le unió Jordan Davis con un par de buenas acciones antes de que DiLeo despertara momentáneamente y anotara dos triples seguidos que estrecharon el marcador (66-61, min 26). Fue la última ocasión en la que UCAM Murcia enseñó los dientes. Unicaja salió pletórico del tiempo muerto solicitado por Luis Casimiro, dispuesto a asestar el golpe definitivo al encuentro. Un parcial de 9-0 tras la pausa devolvió la tranquilidad a los locales, que ya no perderían el control del encuentro. Le bastó a Unicaja con su defensa y buscar el juego interior para mantener una renta muy amplia que terminó con la resistencia mental de UCAM Murcia. Entre Francis Alonso y Suárez (13 puntos, 3 rebotes, 20 de valoración) se encargaron de redondear un triunfo que alarga el buen momento de Unicaja pese a las notables ausencias que arrastra.
Baskonia 83 – GBC 71: El 7-0 de parcial que siguió al triple de Radoncic que abrió el marcador aventuraba una rápida resolución del choque, habida cuenta que GBC no es un equipo que se caracterice por su fortaleza mental. Sin embargo, el equipo donostiarra aguantó el tipo con una buena aportación del juego interior; en especial de Okouo (16 puntos, 6 rebotes), muy productivo dentro de la zona durante el primer cuarto. Por su parte, Baskonia forzaba faltas cerca del aro con cierta facilidad, pero desperdició más tiros libres de la cuenta. Salvó la situación debido a la falta de acierto en el tiro de tres de GBC, lo que evitó que los visitantes pudieran dar la vuelta al marcador. La entrada de Jekiri supuso un alivio para Baskonia, ya que se convirtió en el referente en los instantes finales del primer cuarto, pero un nefasto inicio del segundo periodo colocó al equipo vitoriano en una situación inquietante. Francis mantuvo el marcador apretado al inicio de cuarto hasta que una fase de desconcierto llevó a los de Ivanovic hacia una espiral de balones perdidos que permitió a GBC poner la directa a golpe de contraataque (25-32, min 14). Como en cada momento de apuro, la importancia de Pierria Henry cobró especial relevancia para sacar a Baskonia del atolladero. Sin Vildoza disponible, su aportación es aún más importante. El equipo vitoriano seguía perdiendo balones, pero los puntos de Henry fue lo que necesitó para llegar al descanso con una mínima ventaja (36-34, min 20).
Tras el intermedio, la defensa local alcanzó la intensidad que necesitaba para asestar un golpe de autoridad imponente al encuentro. Baskonia cerró la zona y GBC se encontró impotente para encontrar algún resquicio en la muralla levantada por su rival. Echenique fue neutralizado por la enorme figura de Fall (12 puntos, 9 rebotes) y su equipo echó de menos su habitual aportación ofensiva. El 12-0 de salida dejó a GBC camino del derrumbe, pero el conjunto de Nicola supo reaccionar cuando peor pintaba el partido. Radoncic (17 puntos, 6 rebotes, 3 robos, 17 de valoración) sacó del atasco a su equipo, que volvió a recurrir a la anticipación para robar balones como argumento para una remontada inesperada. Otra fase de pérdidas y desatino en Baskonia que puso en peligro el triunfo (57-54, min 29), pero la solución apareció en la figura del mismo jugador que le sacó del anterior atolladero. Henry (21 puntos, 5 asistencias, 29 de valoración) acaparó todo el protagonismo en ataque y rompió la defensa donostiarra en cada entrada hacia canasta. No hubo forma de frenar la velocidad y explosividad del base de Baskonia, su principal arma para desarmar a cualquier defensor. Una vez devuelto el parcial de 0-12, a Baskonia le bastó con una dirección más calmada de Henry y los tiros libres para mantener una diferencia holgada hasta que los triples de Giedraitis (17 puntos) pusieron la sentencia. Le tocó trabajar más de la cuenta, pero Baskonia cumplió con la lógica en el derbi.
Burgos 60 – Real Madrid 74: Laso sorprendió con su decisión de no incluir en el quinteto inicial a Tavares, pieza clave y único pívot puro de la plantilla. Arriesgó con dos ‘4’ en pista, pese a que enfrente estaba un pívot de envergadura como Kravic. De hecho, el jugador serbio fue lo único positivo para Burgos en los primeros minutos. La férrea defensa del Madrid puso en muchas dificultades a los locales, que no fueron capaces de superar la intensidad madridista. Tampoco le hizo gracia a Joan Peñarroya que su equipo concediera demasiados rebotes ofensivos, lo que provocó que el técnico pidiera tiempo muerto para frenar el parcial de 0-10 y cantarle las cuarenta a sus jugadores (6-17, min 6). La regañina surtió efecto, puesto que Burgos volvió a pista con otra actitud. La entrada en el partido de Cook y McFadden provocó una reacción inmediata, que no sólo devolvió el parcial encajado, sino que lo aumentó a un 13-0 que puso por primera y única vez por delante al conjunto burgalés. El Madrid había perdido el rumbo y cometía demasiados errores absurdos, coincidiendo con la presencia en pista de Alocén. Mucha casualidad, ¿no? Laso no quiso esperar más tiempo y, además de otra bronca para su antología de Lasinas, decidió soltar a la bestia. Entró Tavares y el rumbo del partido varió por completo, ya que, como es habitual, su presencia en la pista resultó desequilibrante. Se acabó la alegría ofensiva de Burgos, que padeció la intimidación del gigante y el retorno de la intensidad defensiva del Madrid con los cambios que introdujo Laso. Tavares pasó a convertirse en la referencia ofensiva y no paró de forzar personales. Burgos, en cambio, no tenía ninguna claridad en ataque y abusó del triple hasta el hartazgo. No le dio mucho resultado este recurso, hasta el punto que demasiados jugadores acabaron con la muñeca encogida. La única noticia positiva para los locales estaba en que el Madrid perdía demasiados balones de forma infantil y la desventaja era escasa para lo que le pudo caer encima (29-34, min 20).
A pesar de todo, Burgos no había sufrido daños de consideración, pero su imagen no mejoró tras el descanso. El triple inicial de Benite fue un espejismo, una imagen errónea de la realidad de Burgos. Lo cierto es que la intensidad defensiva del Madrid redujo a la nada a un ataque inoperante que pagaba, en especial, el día aciago de Jasiel Rivero. Los robos de balón permitieron a los madridistas salir corriendo hacia el aro contrario sin mirar atrás. También le ayudó al equipo blanco que Laprovittola tomó buenas decisiones, aunque resulta imposible que no las mezcle con pérdidas absurdas. De todos modos, el parcial de 2-13 encarrilaba el partido para los de Laso (34-47, min 23), que no acusaron demasiado la fase de desconcierto en la que entró a mitad del tercer cuarto. Su rival no inquietaba, ya que nadie conseguía anotar, salvo Benite. Con el brasileño en el banquillo, el juego local desembocó en una sucesión de triples errados que agrandaba el problema surgido en el tiro exterior. Al Real Madrid le valía con anotar de tres de vez en cuando para gozar de un margen muy tranquilizador. A Peñarroya, que se llevó una técnica por quejarse de la diferencia de personales señaladas (19-8 al final del tercer cuarto), le quedaban pocos recursos por probar. Le dieron buenos resultados los cortes por la zona de Kravic, que aprovechó la ausencia de Tavares en pista para atacar el aro sin oposición. Poco duró esta situación, ya que Laso no tardó en devolver a pista al gigante de Cabo Verde. Se cortó esta vía de anotación y Burgos no sería capaz ni de aprovechar algunos triples mal seleccionados del Madrid ni el cruce de cables de Randolph, que recibió una antideportiva y una técnica en cuestión de minutos. No le vendrían mal un par de semanas de castigo a un jugador al que le pierde la actitud. El porcentaje nefasto en el tiro de tres hundió a Burgos, que dobló definitivamente la rodilla con dos triples de Rudy. Ni rastro de un equipo competitivo y que completó su peor partido de la temporada, superado por sus propios errores y un Madrid que se ha sobrepuesto a la marcha de Campazzo de forma admirable.
Barça 91 – Gran Canaria 63: Pocos minutos duró la resistencia de Gran Canaria en el Palau Blaugrana. El intercambio de golpes de los primeros compases del encuentro se truncó en cuanto la defensa del Barça activó toda la maquinaria. Todas las miserias que lleva arrastrando en ataque durante toda la temporada se le presentaron a Gran Canaria cuando ni siquiera el primer cuarto había atravesado el ecuador. Al Barça no le hizo falta actuación individual brillante alguna para despegarse con facilidad en el marcador. Sólo necesitó una buena actuación coral de todo el talento que atesora para endosar un parcial de 14-2 que le puso una alfombra roja hacia un triunfo muy sencillo (24-9, min 9). Ni necesitaba apretar el acelerador para dejar atrás a un rival lastrado por sus limitaciones y falta de carácter. Tampoco el debut de AJ Slaughter, muy gris, trajo nada bueno al juego de Gran Canaria, que se vio doblado en el marcador durante muchos momentos y sólo conseguía sumar cuando llegaba algún triple puntual. Nada que frenara la marcha imparable del conjunto azulgrana, que recurrió al acierto en el tiro de tres para noquear a los visitantes antes de la llegada del descanso (50-25, min 19). Incluso Oriola sumó dos triples en la parte final del segundo cuarto para hundir definitivamente en la miseria a los de Porfi Fisac, convertidos en un saco de arena otro partido más.
Jasikevicius ni siquiera necesitó a Brandon Davies y Hanga en la primera mitad y se limitó a darles unos minutos en el tercer cuarto. Ambos se ocuparon de castigar los desajustes defensivos en la zona de su rival, que ni se enteraba de la película cuando el alero húngaro posteaba a su defensor. Suficiente tenía Gran Canaria con tratar de bajar la desventaja de los veinte puntos, algo que no conseguiría. Alguna buena acción de Costello, algún triple aislado de Okoye, pero se trataban de retazos que poco podían inquietar a un Barça que seguía dominador aunque jugara ya con el freno de mano echado. El partido se le iba a hacer muy largo a Gran Canaria, que sólo deseaba que la tortura se acabara lo antes posible. Saras aprovechó un panorama tan plácido para dosificar los minutos de sus jugadores más importantes y obsequiar con muchos minutos a los jóvenes y un Pustovyi (10 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) que se sintió superior ante los pivots rivales. Sergi Martínez, que jugó media hora y aportó nuevamente su facilidad para capturar el rebote, y Bolmaro, autor de nueve puntos en el último cuarto, volvieron a aprovechar la generosa cantidad de minutos de rodaje que les ofreció el entrenador lituano. Una noche tranquila que le sirvió al Barça para dejar atrás los traspiés sufridos ante ASVEL Villerbaunne y Valencia Basket. No tuvo rival en Gran Canaria, acostumbrado a recibir palizas con demasiada frecuencia. Le va a resultar muy difícil encontrar soluciones a su delicada situación con la pobre imagen que está ofreciendo esta temporada.
Descansa: Manresa.
El Real Madrid (13-0) continúa como líder invicto, con los mismos perseguidores de las jornadas anteriores: CB Canarias (11-1), Barça (10-3) y Baskonia (9-4). Andorra (6-4) ocupa la octava posición y cierra el corte para la Copa en estos momentos. Dura pelea en la parte baja de la clasificación, con cuatro equipos igualados con 2-10 aunque es Gran Canaria quien ocupa la zona de descenso, acompañando al colista GBC (1-10).
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