Fuente: strettoweb.com
Para el sexto partido se anunciaban novedades en ambos equipos; por un lado, se veía a Goran Dragic como activo en el banquillo de Miami, al otro lado el que estaba en el banquillo era Dwight Howard porque Frank Vogel había optado por revitalizar la defensa con Alex Caruso. Desde el inicio se notaba esa decisión como acertada, los Lakers se mostraban más físicos, robaban balones, podían correr (con LeBron James como referente) y a los de Florida les costaba seguir el ritmo. Los Heat capeaban el temporal con acierto exterior y mucha paciencia en sus ataques, pero no era suficiente porque la estrella angelina encontraba la compañía de Kentavious Caldwell-Pope. Erik Spoelstra intentaba reordenar a su equipo pero, con la aparición de Rajon Rondo y su conexión con Anthony Davis, todo se complicaba. Ni el regreso de Dragic evitaba que los californianos llegasen al segundo cuarto con ocho puntos de ventaja.
Fuente: flipboard.com
Se antojaba imprescindible una rápida reacción de Miami para evitar el despegue angelino durante el segundo cuarto y, tan evidente era, que no tardaba en verse esa necesidad reflejada sobre la pista. Rondo seguía tomando buenas decisiones y, con la defensa de los Lakers a buen nivel, la diferencia superaba los diez puntos. Spoelstra intentaba reaccionar pero, como se permitían más contactos, las dificultades de los Heat se hacían evidentes fallando desde tiros libres hasta bandejas. Además su defensa tampoc se veía capaz de contener lo que llegaba bajo su aro. Los Lakers subían el ritmo del partido y se mostraban implacables en su búsqueda de la canasta rival. La ventaja angelina rozaba los veinte puntos y, de nuevo con la versión más intensa y acertada de Davis y Caldwell- Pope, la diferencia superaba los veinte puntos. El segundo cuarto había sido un desastre para los Heat y en Los Angeles se preparaba una fiesta; la distancia entre ambos se asomaba a los treinta puntos.
Fuente: fadeawayworld.net
El partido parecía sentenciado y Miami arrancaba la segunda mitad con muchas dudas ofensivamente. La desconfianza, y la precipitación, traían una mal selección de tiro y mucho desacierto. LeBron notaba los nervios y no dudaba en aprovechar la situación, la diferencia superaba la tres decenas de puntos y Bam Adebayo era la única solución ofensiva de los Heat. La relajación angelina traía errores al realizar tiros innecesarios, pero su defensa controlaba el partido. Pese a que Dragic aportaba más cordura al ataque de los suyos, la diferencia estaba en veintinueve puntos cuando se cerraba el tercer periodo. El último cuarto sobraba, bastaba la defensa, y la aportación de sus estrellas, para que en Los Angeles se pudiese celebrar otro título. Invitado inesperado: Rajon Rondo, Frank Vogel (Lakers)
Eliminatoria cerrada: Lakers ganan cuatro a dos
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