Fuente: thunderousintentions.com

Las esperanzas habían renacido en Miami tras la victoria del tercer partido y, con el retorno de Bam Adebayo al quinteto titular, se auguraba una gran batalla en el partido. Y el inicio no decepcionaba. La intensidad era grande y los errores se repartían a partes iguales. Adebayo aprovechaba su frescura física para, junto con el acierto de Tyler Herro, poder seguir el ritmo de unos Lakers comandados en anotación por un acertado Ketavious Caldwell-Pope. Las diferencias eran mínimas y el partido se convertía en un duelo entre Anthony Davis y Jimmy Butler. La diferencia era que la estrella angelina tenía acompañamiento y en Los Angeles veían, con alivio, como los suyos cerraban el primer acto con una corta ventaja.

El paso al segundo cuarto traía un cambio de escenario, sin Davis el mando del juego ofensivo angelino pasaba a LeBron James. Sin embargo la estrella de la franquicia californiana se veía muy controlado y, como la puntería exterior de los Heat se había afinado, la ventaja cambiaba de bando y Frank Vogel se había obligado a frenar el partido tras encajar un parcial de once a dos. La situación llevaba los nervios al cuadro de púrpura y oro, Alex Caruso se ganaba una técnica tras protestar un clara falta y LeBron se veía obligado a reaccionar. Sin embargo Miami castigaba en la zona con un acertado Adebayo. Los minutos pasaban con una gran igualdad pero, con la aparición de la mejor versión de Rajon Rondo todo cambiaba. Su reparto de juego era aprovechado por los tiradores angelinos y, como los Lakers se mostraban más agresivos en su defensa, este periodo se cerraba con una mínima ventaja a su favor.

Fuente: lasueur.com

El intercambio de campos no variaba el escenario del partido. Los contactos eran cada vez más abundantes pero, como los Lakers usaban inteligentemente las manos, y LeBron sacaba su versión más fuerte, la ventaja angelina crecía ligeramente. En Miami todas las situaciones eran forzadas, LeBron seguía a lo suyo y, como Anthony Davis aparecía con el final del tercer periodo, las cortas diferencias angelinas se mantenían. Cinco puntos de ventaja, y la cuarta falta personal de Adebayo, dejaban un poso de tranquilidad en Los Angeles para el desenlace del partido.

El futuro de la eliminatoria se jugaba en doce minutos y era normal que los Lakers saliesen a marcar diferencias con su versión defensiva más física. Los Heat tenían dificultades para mover el balón y mantenían el ritmo con un acierto exterior inesperado. LeBron iba a por todas, se las tenía con Jae Crowder y el rebote ofensivo daba vida al cuadro angelino. Los puntos de Tyler Herro eran insuficientes porque, en los californianos, aparecía la inspiración de Caldwell-Pope. Con cinco puntos consecutivos el escolta ponía a los angelinos con siete de ventaja. Entrando en los dos minutos finales Miami no tenía recursos ofensivos para competir. Al juntar la dirección de Rondo, con un triple de Anthony Davis, los Lakers  ponían tres a uno en la serie. Invitado inesperado: Kyle Kuzma, Alex Caruso, Rajon Rondo (Lakers)