En otra jornada salpicada por los aplazamientos de partidos debido al coronavirus (con Real Madrid y Barça implicados en los encuentros suspendidos), la noticia más importante para el baloncesto español fue el título logrado por Burgos en la FIBA Champions League. El conjunto entrenado por Joan Peñarroya disputó por primera vez una competición europea la pasada temporada aunque los avatares surgidos de la pandemia provocaron que el desenlace no llegara hasta ya iniciado el curso 2020-21 con una final a ocho en Atenas diseñada por FIBA como plan de emergencia. En el OAKA, el mundo del baloncesto asistió a la consolidación de un proyecto serio y con visos de continuar su evolución. Aunque se trata de la tercera competición continental en importancia, el primer título de Burgos supone el premio a un trabajo bien hecho. Ya avisó el club burgalés con las semifinales en la pasada Liga ACB. Entonces, supuso toda una sorpresa, el sueño de Cenicienta hecho realidad; sin embargo, este triunfo ante AEK Atenas convierte a Burgos en una realidad, en un equipo formado para avanzar y consolidarse entre los ocho primeros de la Liga ACB. Conviene tomar en serio a un club que vivió en la capital griega su día de mayor gloria.

FINAL FIBA CHAMPIONS LEAGUE:

Burgos 85 – AEK Atenas 74: Burgos se citaba con la historia en Atenas. Su primera oportunidad de conseguir un título continental en un escenario impresionante como el OAKA, rebautizado como Nikos Gallis, la gran leyenda del baloncesto griego. Un buen lugar para estrenar el palmarés aunque las gradas estuvieran vacías. Sin embargo, la falta de experiencia en este tipo de citas se notó en los primeros minutos. Burgos comenzó errático, sin acierto en el tiro e incapaz de sacar partido a todos los rebotes ofensivos que capturaba en la zona rival. Apenas logró tres puntos en los primeros cinco minutos y Langford ya amenazaba con endosar una diferencia de consideración bien temprano (3-9, min 5). Se repetía el inicio del martirio que sufrió Basket Zaragoza en semifinales ante AEK, pero Benite acudió oportuno al rescate para apretar el marcador. Resuelto el primer problema aunque no tardarían en llegar más cuando Papatheodorou movió el banquillo ateniense. Rice, Slaughter, Maciulis, Lojeski. Nombres ilustres que, en la mayoría de los casos, ya dejaron atrás su mejor momento, pero que forman una unidad de repuesto que ansiaría cualquier equipo con aspiraciones en la Eurocup, cuanto menos. Rice (17 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración) adquirió todo el protagonismo, como tanto le gusta. Emuló aquellos minutos que destrozaron definitivamente la semifinal dos días antes, liderando un parcial de 0-9 que colocaba a Burgos en una situación aún más delicada que en los compases iniciales del encuentro (14-24, min 10). AEK Atenas repetía el guion de la semifinal, pero no contaba con la moral de hierro que es parte de la identidad de Burgos. Fue otro equipo en el segundo cuarto, liberado ya de los nervios y la tensión. Encontró el acierto exterior con la entrada a pista de Cook (15 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración), todo un veterano que vivió uno de sus partidos más memorables de su carrera. Dos triples del base y otro de Salvó (12 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) al inicio de periodo forzaron el tiempo muerto rival, pero ninguna indicación pudo frenar el avance de un equipo desatado. Bajo la batuta de Cook, Burgos encontró la velocidad de su juego. McFadden y Horton no les dieron ni la posibilidad de situarse a la defensa de AEK, descolocada por la movilidad y acierto de los dos anotadores sin descanso. Atrás, Salvó cerró la zona y no concedió una sola oportunidad a un rival aturdido, al que Burgos le estaba sacando del partido a toque de corneta. El parcial de 21-5 hasta el descanso reflejó la avalancha de juego que desató el conjunto burgalés sobre la pista. Un recital que le situaba en el camino a la gloria (49-36, min 20).

Fuente: diariodeburgos.es

No dejó espacio el conjunto de Joan Peñarroya a la relajación y la euforia tras el descanso. No era momento para bajar los brazos en defensa, bien entendieron los jugadores de Burgos, sin experiencia en estas lides pero llenos de determinación. La zona continuaba como terreno vedado para AEK, incómodo y desubicado ante el derroche físico en defensa de su rival. En cambio, Burgos sí tenía claro por dónde debía atacar. Los triples seguían llegando con buena frecuencia hasta dejar el encuentro prácticamente encarrilado (59-41, min 24). Ante la falta de un plan para superar el gran trabajo defensivo de Burgos, AEK se entregó a las aventuras individuales. Langford, un jugador con nivel sobrado para destacar en Euroliga, reclamó los galones para liderar el ataque heleno, pero delante estaba otro anotador en estado de gracia. A cada acierto, contestaba McFadden, que convirtió su juego alocado en una combinación de velocidad y acierto, fruto de un juego con mayor mesura. Acabó desesperado AEK, a cada intento de reacción llegaba otro acierto de McFadden (18 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, 22 de valoración) que golpeaba la moral del conjunto griego. Otro triple del escolta al inicio del último cuarto rompía la barrera de los veinte puntos (73-52, min 31). Se aventuraba un final plácido dedicado al disfrute de un momento para el recuerdo, pero aún quedaba completar el trabajo. Tres triples de Lojeski provocaron que Joan Peñarroya parara el encuentro y recordara a sus jugadores que el partido no se había terminado y no era momento de conceder la mínima oportunidad. Podía contar con la sobriedad de Cook, que no falló cuando la ocasión lo requería. El quinto triple del base enfrió definitivamente los ánimos. Los viejos rockeros nunca mueren. Burgos sólo tuvo que jugar con cabeza, alargando las posesiones y durmiendo los minutos finales hasta que el sonido de la bocina señaló que el sueño se había cumplido. El primer título europeo ya tenía sitio reservado en las vitrinas del club, el premio a un proyecto serio con unos cimientos firmes. Honor y gloria para Burgos.

Fuente: burgosnoticias.com

JORNADA DE LA LIGA ACB:

Bilbao Basket 99 – Obradoiro 81: El ritmo vivo impuesto desde el comienzo llevó a un juego alegre de los dos equipos que mantuvo el marcador igualado hasta la mitad del primer cuarto, cuando la salida a pista de Enoch cambió el guion del encuentro momentáneamente. Buenos minutos del pivot nigeriano en la zona que implicaron un breve instante de dominio de Obradoiro (12-18, min 6), pero el acierto en el tiro de tres permitió a Los Hombres de Negro mantenerse cerca en el marcador. Mumbrú cambió la línea de juego de Bilbao Basket a partir del segundo cuarto, apostando con más insistencia por el juego interior. Llegaron buenos balones cerca de canasta que le dieron la oportunidad a los locales de tomar el mando del encuentro. A su vez, Bilbao Basket cerró bien la zona y complicó la vida a un rival que ya no atacaba con la comodidad que disfrutó en los primeros diez minutos. La efectividad en la pintura, no obstante, no significó que abandonara el tiro exterior. De hecho, seguía funcionando a buen nivel. El porcentaje en el triple superaba el 50% y ello le valió para abrir brecha de forma gradual. No conseguía Obradoiro parar el avance local. No gozaba de tiros cómodos y Birutis no era el de los partidos anteriores. Se veía arrastrado por la imparable marcha de Bilbao Basket (47-34, min 20), dispuesto a romper el partido definitivamente y cuanto antes.

Fuente: grada3.com

Cinco puntos seguidos de Balvin (13 puntos, 7 rebotes, 23 de valoración) al inicio del tercer cuarto le situaron ante su primer oportunidad de lograrlo, pero Obradoiro reaccionó de la mano de Robertson (17 puntos), que consiguió activar el juego exterior de su equipo con su estilo eléctrico. Durante unos minutos, los de Moncho Fernández anotaron lanzamientos de difícil factura. Pozas se sacó de la manga un triple de casi ocho metros sobre la bocina de posesión. Czerapowicz, por su parte, redujo aún más la diferencia con un 3+1. A golpe de triple, Obradoiro asomaba de nuevo la cabeza (60-54, min 27), pero no perdió la suya el cuadro local, que recurrió al mismo arma para evitar cualquier apuro. Nunca dejó de funcionar el perímetro de Bilbao Basket, hasta el punto que terminó desesperando a Moncho Fernández. Una vez cortado el intento de reacción, los de Mumbrú se emplearon para resolver el encuentro de una vez por todas. Hakanson (12 puntos, 10 asistencias, 4 rebotes, 24 de valoración), muy inspirado en la dirección, se hinchó a repartir asistencias en el tramo inicial del último cuarto. La defensa local subió el nivel de agresividad y las pérdidas hundían irremediablemente a Obradoiro (83-65, min 34). Por si fuera poco, apareció Rousselle (16 puntos, 5 asistencias, 4 rebotes, 18 de valoración) en los minutos finales para poner la sentencia con su facilidad para convertir acciones individuales de lo más complejo. Demasiado para Moncho Fernández, que se llevó una técnica cuando todo estaba resuelto. Bilbao Basket recuperó las señas de identidad de la temporada pasada para estrenar su casillero de victorias y poner freno al gran arranque de temporada de Obradoiro.

Andorra 87 – Joventut 89: El predominio del juego exterior fue la tónica dominante en los minutos iniciales del encuentro. Tres triples le sirvieron a Joventut para disfrutar de una ligera ventaja, enjugada rápidamente por Tyson Pérez, que firmó un comienzo de partido muy bueno. Su acierto en el tiro de tres en este inicio de temporada supone un gran paso en la evolución del ala-pivot hispano-dominicano. La defensa de Andorra ganó en intensidad defensiva con el paso de los minutos y pudo robar y correr, establecer ese juego frenético con el que disfruta sobre la cancha. La Penya cambió de registro para frenar el parcial de 9-0 encajado y pasó a buscar más a menudo el juego interior. Los pivots verdinegros consiguieron que la diferencia se manejara en un margen corto durante muchos minutos, pero toda la primera mitad resultó un ejercicio de paciencia para evitar la desesperación que suponía que Andorra siempre contestara a cada acercamiento de la Penya en el marcador. Dos tiros libres de Birgander, que tuvo un papel importante durante el segundo cuarto, logró igualar a mitad de periodo (37-37, min 17), pero siempre llegaba el golpe andorrano que evitaba un cambio en el mando del encuentro. Ya fuera Paulí o Senglin, los locales anotaban cada vez que Joventut ponía las tablas en el electrónico. Demasiados triples oportunos que podían dañar la moral verdinegra, pero no se desesperaron los hombres de Carles Durán. Joventut no se incomodó cuando el partido adquirió un tinte más físico tras el descanso. Continuó con su plan, metiendo balones dentro para seguir al acecho, a la espera de la ocasión para tomar ventaja y que se le negó tantas veces en la primera mitad.

Fuente: diariodeburgos.es

A Tomic (19 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 30 de valoración) le llegaron muchos de ellos para convertirse en la referencia ofensiva, lo que se espera de él tras su llegada a Badalona. Un 2+1 del pivot croata le dio la anhelada ventaja a la Penya, que salía reforzada de la lucha instaurada en la zona y que no le sentó nada bien a Andorra, desdibujado y perdido en ataques demasiado forzados que no llevaban a nada. Ante la falta de ideas, Senglin (19 puntos, 2 asistencias, 19 de valoración) recurrió a las jugadas individuales para evitar que los locales se despeñaran, pero la respuesta llegó de Ventura, que disfrutó de unos minutos con mucho acierto que mantuvieron por delante a los verdinegros (61-67, min 31). Le hacía falta a los de Ibon Navarro un cambio que revolucionara el partido, un revulsivo que llegó con la energía que siempre derrocha Tyson Pérez (16 puntos, 6 rebotes, 3 robos, 25 de valoración). Aportó una voracidad reboteadora y el acierto necesario para dar la vuelta al marcador. Su progresión es vertiginosa esta campaña y quién sabe si podría entrar en los planes de Scariolo si no pudiera contar con los jugadores de la NBA en los próximos Juegos Olímpicos. Sin embargo, el tiempo muerto solicitado por Carles Durán enfrió por completo la reacción rival. Los triples de Bassas descompusieron a un rival que se pasó de revoluciones. Desde luego, con el porcentaje de Joventut en el tiro exterior, superior al 60%, es casi imposible que se escape un partido. El acierto desde el perímetro fue clave para un parcial de 2-12 que colocaba a los verdinegros en el camino del triunfo (72-81, min 37), pero no fue definitivo. Hannah (17 puntos), que no estaba disputando un buen partido, apareció en el momento justo para tirar de galones y ocho puntos consecutivos. Ni siquiera un 2+1 y una asistencia a Tomic de Dimitrijevic (12 puntos, 7 asistencias, 15 de valoración) frenaron la carga final de Hannah. Otro triple del base de Andorra puso el 84-86 a medio minuto del final. A los locales le quedaba una oportunidad tras errar Ribas un tiro libre, pero se obsesionó con buscar un triple que empatara el encuentro en lugar de buscar otras opciones válidas de remontada. Al final, Jelinek lanzó un triple incómodo que no fue a ninguna parte. Dos tiros libres de Bassas no dejaron ya ninguna opción a Andorra, que suma su cuarta derrota consecutiva en partido oficial. No marchan bien las cosas en este inicio de temporada.

Unicaja 86 – Manresa 90: Continúa la mala costumbre de Unicaja de firmar partidos irregulares, sin consistencia en muchos momentos. Lo volvió a plasmar con un inicio de encuentro tan negativo como la semana anterior en Andorra. Sin ideas ni acierto, el equipo malagueño anotaba a cuentagotas mientras sufría sus problemas habituales en su propia zona. Eatherton sacó mucho provecho en los primeros minutos a la endeblez de Unicaja en el juego interior, un mal que ya sufría la temporada pasada. Brizuela estaba demasiado solo, pero se bastó para que los locales no vieran de lejos a su rival durante casi todo el primer cuarto. Sin embargo, el acierto de Mason en el tramo final le valió a Manresa para tomar una renta suculenta al final de periodo que metía en un brete a Unicaja (15-25, min 10). Otra vez les tocaba a los de Luis Casimiro levantar una situación comprometida por su frío comienzo de encuentro, pero seguro que no esperaban que la reacción fuera tan inmediata y efectiva. Unicaja apretó en defensa, pudo correr y en apenas dos minutos endosó un 10-0 de inicio que obligó a Pedro Martínez a parar el partido. En un breve instante había conseguido solucionar lo que provocó la galbana del primer cuarto, pero esta reacción fue un espejismo. Regresaron la sequía anotadora y los problemas en el rebote para dejar la remontada en una anécdota. Hasta cuatro minutos estuvo sin anotar el equipo malagueño, sólo el jovencísimo Nzosa logró sacar algo positivo en la fase de zozobra en la que entró su equipo. Por otro lado, Manresa recuperó el control del partido, como si lo ocurrido en los dos primeros minutos no hubiera sucedido. Dani Pérez (13 puntos, 8 asistencias, 23 de valoración) dirigió con criterio y logró que los visitantes tomaran un margen cómodo que se ampliaría con la entrada de Tabu.

Fuente: merchanendirecto.es

El cambio de base añadió mayor poder anotador, pues el jugador belga estuvo brillante durante la recta final del segundo cuarto. Todo el ataque pasó por sus manos y con motivos sobrados. De la mano de Tabu (17 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración), Manresa se marchaba al descanso con una renta más que tranquilizadora (34-48, min 20). Unicaja, en cambio, se encontraba tocado y no mejoró tras el intermedio. Se entregó al individualismo, a la búsqueda de la solución en las acciones personales de sus anotadores mientras en su propia zona Eatherton (16 puntos, 4 rebotes) seguía haciendo un destrozo a los pivots locales y los bases de Manresa campaban a sus anchas por la pista. No le costó nada al conjunto del Bages mantener la diferencia por encima de los diez puntos en todo momento. Unicaja parecía un equipo roto, sin rumbo, a merced de un rival que se marchaba en el marcador de forma irremediable (48-66, min 27). Daba igual que Manresa bajara su acierto en el último cuarto. Unicaja jugaba a ráfagas y siempre podía contar con alguna aparición de Tabu. Con la diferencia establecida por encima de los quince puntos, todo parecía resuelto en el Martín Carpena, pero el choque cambió de forma sorprendente en los últimos cinco minutos. Nzosa adquirió una importancia capital en el juego de Unicaja. Logró frenar a Eatherton y en ataque complicó la vida en todo momento al juego interior visitante. Al final, tenía que ser un chaval de 16 años quien sacara al conjunto malagueño del pozo. Los triples empezaron a entrarle a Unicaja y la diferencia bajó de los diez puntos. A Pedro Martínez se le descomponía la cara con el paso de los minutos y no era para menos porque a sus jugadores les había entrado el canguelo y ni siquiera anotaban los tiros libres. Abromaitis (15 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) puso el 81-84 a falta de minuto y medio, la remontada era posible. Podía repetirse lo sucedido en Murcia una semana después, pero Unicaja se quedó en la orilla. Los triples dejaron de entrar en el último minuto y a Manresa le bastó con recuperar el acierto en el tiro libre para respirar profundamente. La victoria ya no se podía escapar pese al susto en los minutos finales.

Fuenlabrada 81 – Estudiantes 82: El derbi pobre de Madrid se presentaba más famélico y comprometedor que nunca para dos equipos en lo más bajo de la tabla y que vivieron tiempos mucho mejores. La victoria se antojaba fundamental para ambos, no van a sumar muchos triunfos esta temporada. Como no podía ser de otra forma en un duelo de tanta necesidad, el partido discurría trabado y sin brillo. Arteaga se convirtió en el único recurso anotador de los colegiales, el argumento para no dejar escapar a un Fuenlabrada que disfrutó de una discreta ventaja hasta que Javi Zamora movió el banquillo. Entró Gentile, que regresa al Ramiro como sustituto del lesionado Edwin Jackson, y su aportación colaboró en la reacción iniciada después de la bronca monumental que dirigió el técnico colegial a sus jugadores en el primer tiempo muerto del encuentro, disgustado por la facilidad que encontraba Trimble para anotar. El parcial de 0-9 puso en ventaja a Estudiantes (14-18, min 9), pero la reacción no tardó en difuminarse. Volvió la igualdad a partir del juego espeso y la guerra de trincheras. Melo Trimble (28 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, 37 de valoración) se ocupaba de llevar el protagonismo en Fuenlabrada hasta que el tiro exterior decantó el segundo cuarto para el cuadro local. Tres triples seguidos fundamentales para cambiar el ritmo y el Fuenla se marchara al descanso con relativa tranquilidad (38-30, min 20). La segunda mitad comenzó en los mismos términos para Estudiantes que el arranque del encuentro. Balones para Arteaga (16 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración), de nuevo muy efectivo cerca de canasta hasta que cometió la tercera falta y Javi Zamora le envió al banquillo para evitar riesgos. Sin el pivot en la pista, Estudiantes volvió a encontrar demasiados problemas en ataque. Delgado no ofrecía el mismo rendimiento en la zona y nadie más daba un paso adelante en ausencia de Arteaga. A los locales le bastaba con el acierto de un inspirado Emegano para mantener las distancias sin demasiados apuros.

Fuente: soy-de.com

Necesitaba cambiar de argumentos Estudiantes, que depositó sus opciones en las manos de Avramovic (20 puntos), ya dispuesto a liderar el ataque colegial por su cuenta y riesgo. Se prodigó en entradas hacia canasta para forzar las personales de la defensa local. A Eyenga le creó numerosos problemas en cada arrancada hacia el aro. Desde el tiro libre, el Estu consiguió apretar el marcador de forma muy notoria (54-53, min 28). Regresaba la igualdad al marcador, algo que no desaparecería hasta el final del encuentro. El último cuarto fue una desesperada y estéril lucha por controlar el partido. Ninguno de los dos equipos fue capaz de conseguirlo, atrapados en una espiral de alternativas en el marcador que no iba a desaparecer. Era inevitable un desenlace lleno de dramatismo. Avramovic anotó un triple que situaba el marcador en 76-79 a falta de minuto y medio. Un golpe psicológico en un partido tan equilibrado, pero respondido por la calidad individual de Melo Trimble, que respondió con otro triple al anterior de Avramovic y sentó en el suelo a su defensor para anotar una bandeja con toda sencillez. A Estudiantes le restaba un ataque para evitar otro tropiezo en Fuenlabrada, una plaza que lleva 13 años sin asaltar. Le quedaban diez segundos después que Fuenlabrada agotara las dos personales que le restaban para entrar en bonus. Movió con paciencia y criterio hasta que le llegó el balón a Giedratis en la esquina. Meindl trató de evitar el triple, pero cayó encima del jugador colegial, que disponía de tres tiros libres para decidir el partido. Un joven con poca experiencia en ACB, pero con determinación de veterano para anotar sin problemas los tres lanzamientos. Sangre fría para conseguir la victoria, ya que el tiro de Upshaw sobre la bocina se quedó demasiado corto. Estudiantes celebró con rabia su primer triunfo, un paso importante en la desesperada lucha que le aguarda para conseguir la permanencia.

Baskonia 75 – UCAM Murcia 83: Baskonia saltaba a la pista con la moral por las nubes tras su triunfo en el debut europeo contra el Real Madrid, que supuso el regreso de algunos aficionados en las gradas del Buesa Arena, pero pronto se dio cuenta que no tendría una plácida tarde de domingo. No comenzó bien en ataque, donde repitió los problemas y la falta de acierto que tuvo el viernes en Euroliga durante tres cuartos. En cambio, UCAM Murcia se encontraba cómodo y podía imprimir el ritmo trepidante que le gusta. El golpe sufrido en la traumática derrota contra CB Canarias la semana anterior parecía superado. Su dinamismo era suficiente para dominar en el marcador a un rival al que le faltaba una marcha más. Llegó en el segundo cuarto, cuando Ivanovic contó con un quinteto más físico y preparado para guerrear. Diop le dio más consistencia al juego interior vitoriano y la defensa consiguió dejar seco a UCAM Murcia durante cuatro minutos y medio en los que no consiguió anotar nada. Con más pelea y dureza que otra cosa, Baskonia dio la vuelta al encuentro con un parcial de 9-0 (29-25, min 16). El mismo planteamiento con el que logró llevar el partido a su terreno dos días antes, pero esta vez sólo tuvo un efecto momentáneo. UCAM Murcia encontró la solución a los problemas ofensivos que arrastró en el tercer cuarto en la figura de DiLeo, que desenfundó el fusil para acribillar el aro local desde la línea de tres. Aparición fulgurante con cuatro triples consecutivos en un visto y no visto que suponían un golpe que no esperaba Baskonia. Aunque trató de mantener el tipo intercambiando canasta, no consiguió seguir el desenfrenado ritmo ofensivo de UCAM Murcia en la recta final del segundo cuarto. El apoteosis anotador de DiLeo le permitió al conjunto murciano marcharse al descanso aún más fortalecido (35-42, min 20) y aumentaba la exigencia sobre un rival que no terminaba de encontrar un rumbo regular de juego.

Fuente: grada3.com

Buena parte de culpa en la falta de consistencia local la tuvo la mala tarde de los bases. Ni Vildoza ni Henry tenían un día inspirado y no pararon de acumular errores que se acrecentaron en el tercer cuarto. Los dos no encontraron su sitio en la pista, inmersos en una espiral de pérdidas de balón que conducían al desastre a Baskonia, que tuvo suerte que UCAM Murcia no aprovechara la situación para hacer daño de verdad. De todas formas, al conjunto de Sito Alonso le valía con el rebote ofensivo y las puntuales apariciones de Rafa Luz Freire y Cate -que se comió con patatas a Jekiri en la zona- para mantener la tranquilidad. De nuevo, Baskonia tenía que recurrir al vigor y el ímpetu para salir del atolladero aunque el primer paso era acabar con las pérdidas de balón, trece al final del tercer cuarto. Consiguió variar el rumbo con mayor brega en ambas zonas. Entre Peters y Polonara (12 puntos, 7 rebotes, 18 de valoración) transmitieron el acierto y la energía necesaria para igualar el marcador (62-62, min 35). Pese a todos los vaivenes, Baskonia podría afrontar el final de encuentro en una situación más favorable. Además, a UCAM Murcia volvía a entrarle el tembleque y desperdició demasiados tiros libres. Sin embargo, como ocurriera con DiLeo  en el segundo cuarto, apareció otro actor imprevisto. Strawberry, que aún no había anotado, logró siete puntos consecutivos que devolvieron la ansiedad al juego local. Un triple de DiLeo (22 puntos con 6/8 en t3), el sexto en su cuenta, a 1:10 puso seis arriba a UCAM Murcia para pasmo de un rival entregado ya al protagonismo absoluto de Henry. Sin embargo, el arma definitiva ante el Real Madrid no funcionó, no encontró el acierto que necesitaba un Baskonia al que no le bastaba con los puntos de Peters (15 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración). Pudo disfrutar de un final tranquilo el equipo murciano, que lograba un triunfo inesperado y de envergadura en Vitoria. Sin duda, el estreno en Euroliga dejó una costosa resaca para Baskonia.

Betis 95 – Valencia Basket 85: El coste del debut europeo contra Villerbaunne lo pagó Valencia Basket con la lesión de Sastre y un cansancio acumulado que se hizo patente contra el Betis. Frenó el buen arranque verdiblanco con un 0-7 de parcial, pero le faltó continuidad al conjunto de Jaume Ponsarnau. Entre Feldeine y Almazán se ocuparon de que los locales disfrutaran de una ligera ventaja durante todo el primer cuarto. Además, al Betis no le costó entrar en un intercambio de triples con su rival para conservar su renta (33-26, min 13). Valencia Basket dependía del tiro exterior y de aprovechar las pérdidas rivales; no eran suficiente para voltear el marcador por mucho que Labeyrie (13 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) sostuviera al conjunto valenciano, que en defensa tenía serios problemas para contener a Feldeine (26 puntos, 3 asistencias, 30 de valoración), pletórico en ataque durante la primera mitad. No supo en ningún momento cómo poner freno a las penetraciones del dominicano, que se marchó al descanso con 18 puntos. Con su gran aportación le bastaba al Betis para mantener la raya a un rival que suficiente tenía con seguir a corta distancia a los verdiblancos (47-42, min 20). Necesitaba una marcha más Valencia Basket, cuyos problemas se agudizaron con otro buen arranque local que colocaba al Betis a un paso de superar la barrera de los diez puntos de ventaja nada más iniciarse el tercer cuarto.

Fuente: piratasdelbasket.net

Sin embargo, Valencia Basket no encontraba el rumbo, como tampoco consiguió evitar que su rival se impusiera paulatinamente dentro de la zona. De todos modos, no estaba lejos en el marcador y cuando llegaba un pequeño momento de despiste del Betis pudo acercarse peligrosamente. Un mate espectacular a una mano de Derrick Williams, tras asistencia de Dubljevic (14 puntos, 9 rebotes, 18 de valoración), puso la igualada en el encuentro (56-56, min 26). Pese a los apuros y la falta de una línea regular de juego, Valencia Basket conservaba intactas todas sus opciones de victoria, pero la situación se le volvió a descontrolar en la parte final del tercer cuarto. Niang (13 puntos, 8 rebotes, 16 de valoración) sacó partido a las concesiones que se presentaban en la zona visitante, donde los rebotes ofensivos del Betis se sucedieron con mucha facilidad. Con tal agujero en la pintura se le presentaba un panorama complicado al equipo taronja aunque aún mantuviera la desventaja en un margen asumible, a la espera que llegara un bajón del Betis que le permitiera asaltar el mando del encuentro. Pero no llegó ese momento. Primero, dos triples de Enechonya abortaron el asalto rival a mitad del último periodo. Posteriormente, un 3+1 de Feldeine colocó a Valencia Basket en una situación muy delicada de la que no pudo salir. El parcial de 10-2 resultaría decisivo en el devenir del partido (83-73, min 36) aunque Dubljevic tratara de evitar la derrota en los minutos finales. Una canasta de Niang, en una jugada que se inició con un rebote ofensivo del propio pivot, certificó la sorpresa. La dureza del estreno en Euroliga le costó un disgusto a Valencia Basket en el pabellón San Pablo. La Euroliga es dura, pero en tiempos de pandemia aún más.

Descansa: CB Canarias.

Vayamos al capítulo de encuentros suspendidos. Al partido entre Basket Zaragoza y Burgos, previsto para el jueves 8 por la disputa de la final a ocho de la FIBA Champions League, se le unieron el Barça-GBC, por los positivos por coronavirus de Jasikevicius y su segundo, Maskoliunas, y el Gran Canaria-Real Madrid por otro más en la plantilla del conjunto canario. Ya han sido reubicados estos dos partidos, pero conforme avance la temporada será complicado completar el puzzle. La Euroliga no dejará muchos huecos libres para arreglar tantos imprevistos.

Pese a no disputar esta jornada, Real Madrid, Barça y CB Canarias se mantienen en los primeros puestos y como únicos equipos invictos con 3-0. Baskonia, Obradoiro y Joventut se sitúan por detrás, con 3-1. En la zona de descenso, los dos únicos equipos que aún no han conseguido una victoria: GBC (0-2) y Fuenlabrada (0-3).

Resultados y clasificación