Fuente: thebasketballnetwork.com
En Los Angeles esperaban poder cerrar la eliminatoria en el quinto partido. Sin embargo el inicio del partido demostraba que los Nuggets no se habían enterado de ello. Nikola Jokic quería resarcirse de la mala actuación del partido anterior. Eso despertaba a sus compañeros y la primera ventaja era para los de Colorado. Frank Vogel reaccionaba mandando a sus jugadores cargar hacia canasta y el juego interior titular de Denver se tenía que ir al banquillo porque a mitad de cuarto ya se habían cargado con dos faltas personales. Jamal Murray se quedaba solo ante los dos contra uno de la defensa angelina y los Lakers tomaban la delantera en el marcador. Los banquillos comenzaban a aportar, con Michael Porter Jr y Alex Caruso como protagonistas, y los angelinos terminaban el cuarto con una corta ventaja, de tres puntos, a su favor. El segundo acto traía de regreso a pista a la pivot estrella de los Nuggets, pero cometía su tercera falta tras dos minutos de juego y LeBron James se despertaba sabiendo que podía hacer daño. Denver se quedaba sin recursos ofensivos, Dwight Howard se hacía grande y la diferencia angelina se iba a las dos cifras. Pese a la colaboración de Mason Plumlee y PJ Dozier, y a la tercera falta de Anthony Davis, los Lakers contaban con una decena de puntos a favor para manejar en la segunda mitad. El cierre de la serie se acercaba y el paso por los vestuarios traía el desacierto exterior de los Nuggets, la diferencia se ampliaba ligeramente y Malone buscaba despertar las ayudas defensivas en su equipo. Con eso, y la inspiración de Jerami Grant, la ventaja angelina se quedaba donde estaba al inicio del tercer periodo. Howard se ponía nervioso y sacaba un codo innecesario ante Paul Millsap. La falta era flagrante y Denver despertaba su mejor juego ofensivo compartiendo el balón. La diferencia se reducía y, pese a que Jokic se ganaba su cuarta falta personal, y gracias a un triple sobre el tiempo de Davis, los Lakers contaban con sólo tres puntos de ventaja al finalizar el cuarto. Un nuevo periodo donde LeBron volvía a sacar su mejor versión. Toda la responsabilidad ofensiva era suya y era suficiente para mantener las distancias estables hasta mitad de cuarto. Entonces se sumaba Davis al juego y, con una mayor intensidad defensiva, la ventaja angelina resurgía hasta los diez puntos. Los Nuggets despertaban con la intensidad en el juego de Millsap y se ponían a cuatro puntos con cuatro minutos por jugar. Sin embargo no había inspiración ofensiva desde el exterior para Denver y, como la defensa se cerraba bien, la diferencia crecía hasta los nueve puntos. La estrella angelina volvía a notar el cosquilleo del cierre, se ponía en plan recital y cargaba con la responsabilidad de completar un parcial de doce a cuatro que aseguraba la victoria de los Lakers. Invitado inesperado: Alex Caruso, Rajon Rondo (Lakers)
Eliminatoria cerrada: Lakers ganan cuatro a uno
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