Fuente: blazersedge.com
Los Lakers se presentaban en el tercer partido con la tranquilidad de haber encarrilado la eliminatoria. El poco acierto era normal y, en esas condiciones, la hiperactividad de LeBron James marcaba el destino del marcador. Con el paso de los minutos Denver, comenzaba a tomar un ritmo adecuado en su ataque, gracias a la aportación de sus jugadores franquicia, y sacando su mejor actividad defensiva, buscando el balón, los de Colorado se ponían por delante en el marcador al finalizar el primer acto; gracias al acierto de Michael Porter Jr y Nikola Jokic. Los Nuggets se presentaban al segundo cuarto revitalizados y se ponían con nueve puntos de ventaja en apenas minuto y medio. Frank Vogel quería parar el partido pero no servía de nada, Monte Morris se aliaba con Porter Jr y el parcial, de diecisiete a dos en tres minutos, ponía a los Nuggets con quince puntos de ventaja. La solución angelina venía con la aportación, desde el banquillo, de la intensidad de Dwight Howard, pero se ganaba una técnica y Monte Morris aguantaba el tirón de Anthony davis, poniendo a Denver con casi veinte puntos de ventaja. La llegada de los titulares suponía un alivio para los californianos y, con algo de acierto exterior, reducían la distancia a diez puntos al descanso pese a los esfuerzos de Jamal Murray. Se esperaba la reacción angelina tras el paso por los vestuarios e, inesperadamente, era comandada por el acierto de Kentavious Caldwell-Pope que, gracias a buenas ayudas, reducía la diferencia a la mitad en noventa segundos. el tiempo muerto de Mike Malone sacaba más intensidad defensiva de los suyos, hasta Murray se ganaba una flata flagrante por usar el codo contra el mentón de LeBron y, con un ataque más dinámico y repartido, la ventaja de los Nuggets alcanzaba los dos dígitos. Los Lakers dejaban abandonada la nave bajo el timon de su estrella y, como enfrente estaba la mejor versión de equipo de Denver, la diferencia se quedaba cerca de los veinte puntos pese a que se notaba un criterio distinto en el arbitraje para ambos equipos. Viendo la situación favorable los Lakers se ponían más agresivos en sus labores defensivas, pero los de Malone se adaptaban bien a la situación y Vogel se veía obligado a parar el partido. Un parón que bajaba la energía de los Nuggets y permitía la reacción angelina comandada por la buena actividad de manos en defensa de Rajon Rondo en la parte alta de la zona. LeBron disfrutaba corriendo para finalizar la buna labor defensiva de los suyos. El parcial era de diecinueve a dos y ponía el partido a tres puntos entrando en los cuatro minutos finales. Sin embargo Denver dejaba de perder balones, a LeBron le podían las ganas y Kyle Kuzma no acertaba con los tiros que podían igualar el partido. Resurgía entonces Murray para poner a los de Colorado con siete puntos de ventaja a falta de dos minutos para cerrar el partido.Ahora aparecían los codos de Rondo en el ataque angelino y Murray encontraba a Millsap bajo canasta para poner la diferencia en nueve puntos con más de minuto y medio por jugar. Los Lakers se empeñaban el el tiro exterior sin acierto y partido lo cerraba el base de los Nuggets con un triple lejano. Invitado inesperado: Monte Morris, Michael Porter Jr (Nuggets)
Fuente: mondialnews.com
La primera derrota angelina en la eliminatoria no debía provocar nervios en Los Angeles, sobre todo porque Frank Vogel tenía claro donde se jugaba la serie y ponía de inicio a Dwight Howard. Sin embargo los protagonistas ofensivos eran los habituales de ambos equipos, Anthony Davis y Jamal Murray intercambiaban canastas con facilidad y lo único reseñable de los primeros minutos era ver a Paul Millsap en el banquillo, con dos faltas personales, sin apenas haber arrancado los motores. Era necesario el despertar de Howard bajo canasta para conquistar segundas opciones, y el desacierto con los triples de los Nuggets, para poner a los Lakers con una cómoda ventaja al término del primer cuarto, pese a que Mike Malone y Jerami Grant habían intentado frenar la escapada. De igual manera sucedía en el despertar del segundo periodo, la presión en pirmera línea de la zona de los Lakers propiciaba balones perdidos y, como Denver se perdía en el bloqueo y continuación de LeBron James y Kyle Kuzma, la diferencia alcanzaba la docena de puntos en poco tiempor. El tiempo muerto era obligado y se veía a los de Colorado más activos. Con Michael Porter Jr aprovechando la debilidad defensiva en transición de los Lakers, y Nikola Jokic despertando su juego, el marcador volvía a estabilizarse en torno a los seis puntos de diferencia. Los errores comenzaban a abundar y el desacierto y la precipitación angelina permitía a los Nuggets llegar al descanso con cinco puntos de desventaja. Curiosamente los quince minutos de reflexión no servían de nada para Millsap que, en poco más de un minuto, cometía su cuarta falta personal. Todo se debía a una mayor intensidad de las defensas, que llevaban toda la anotación al exterior. Rajon Rondo comenzaba a marcar el ritmo del juego con buenas decisiones y Denver veía a sus secundarios demasiado fallones para poder seguir el ritmo. La ventaja angelina llegaba a las dos cifras y, pese a que Malone ajustaba el ataque para facilitar la anotación, Rondo seguía aprovechando las debilidades defensivas de Jokic. La solución para frenar al base era darle espacio y, como Porter Jr salía del banquillo muy acertado, los Nuggets cerraban el tercer acto con un nueve a dos de parcial que dejaba el partido a un acierto desde detrás de la línea de tres puntos. La esperanzas de Denver habían renacido pero, en apenas tres minutos, Mason Plumlee demostraba ser una rémora demasiado importante en su ataque y LeBron aprovechaba para hacer crecer la ventaja angelina. Era necesaria la presencia en pista del pivot serbio, pero Jokic se cargaba con quinta falta personal en apenas un minuto y, como Millsap se ganaba la quinta suya al ponerse bajo el tobillo de Davis, el juego interior de los Nuggets sufría. Murray sentía la soledad y cargaba con todo el juego ofensivo, los Lakers se aprovechaban de la permisividad arbitral y, mientras LeBron se hacía grande en ese juego, Murray se hacía pequeño. Denver se había bloqueado y mostraba cierto cansancio, los Lakers vívían de los tiros libres y Murray colocaba el partido a cinco puntos entrando en el minuto final. Kentavious Caldwell-Pope erraba el tiro abierto, Rondo capturaba el rebote ofensivo y LeBron sacaba la falta y ponía a los californianos con seis puntos de ventaja. Millsap acertaba con dos tiros libres para poner el partido a cuatro puntos, la falta a Davis era obligada y este acertaba desde la línea de personal. A los Nuggets les quedaba poco tiempo, Murray erra el triple. Los Lakers conseguían la victoria y se quedaban a un partido de llevarse la eliminatoria. Invitado inesperado: Kyle Kuzma, Rajon Rondo (Lakers)
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