Fuente: silverscreenandroll.com

La final del Oeste se presentaba extraña al no ver al principal candidato al anillo al comienzo de la temporada. Eso suponía que, en Los Angeles, ya no tenían asegurado ver un finalista de la ciudad. por eso no sorprendía que los Lakers presentasen su versión más intensa desde el inicio. Además, el retorno de JaVale McGee ayudaba a controlar las zonas y las primeras ventajas eran angelinas mostrando su mejor versión de equipo en ataque. Tenía que ser durante el descanso del pivot, cuando los Nuggets comenzasen a mostrar cierta comodidad en su juego ofensivo y, con los suplentes muy activos, llegaban al segundo cuarto con una mínima ventaja a su favor. Tras el parón se veía otra versión, más desacertada y débil en  defensa, del equipo de Colorado. Y el parcial, de seis a cero en un minuto, sólo tenía la noticia positiva de ver a LeBron James quejándose de un tobillo. Un  problema menor que no le impedía seguir jugando y Mike Malone recurría a Nikola Jokic para mejorar el ataque. No servía de nada, Dwight Howard se aplicaba para evitar que entrase en el partido y el ataque de Denver se quedaba cortocircuitado. Un tiro libre de Monte Morris rompía la sequía, pero la diferencia no paraba de crecer. Provocando muchos balones perdidos por su agresividad en defensa (consiguiendo, incluso, sacar de quicio a un Jamal Murray que se ganaba una técnica), y con Markieff Morris marcando las diferencias con dos triples, se completaba un parcial de dieciséis a uno para los Lakers. Además Jokic cometía su tercera falta personal y Mason Plumlee rompía cinco minutos sin anotar en juego con un mate. Las malas noticias abundaban; el partido estaba embarrado para su ataque,  las dos otras referencias ofensivas de los Nuggets también se iban al banquillo con tres faltas y el único motivo para la esperanza era ver que, con el descanso de Howard, su ataque había podido dejar la diferencia para la segunda mitad en once puntos. Sin embargo esa visión positiva de Denver desaparecía en cuarenta segundos, al ver a su jugador franquicia cometer su cuarta falta personal al ser desquiciado por Howard. El partido era de alta intensidad pero, con Murray muy solo, en California disfrutaban viendo a su equipo con casi veinte puntos de ventaja. El juego interior angelino disfrutaba imponiendo su presencia bajo canasta, Kentavious Caldwell-Pope acertaba con sus tiros y el parcial era de once a dos en tres minutos. Jokic salía al rescate de los suyos pero, con su quinta falta, Frank Vogel optaba por dar esos minutos a sus jugadores franquicia para aumentar la ventaja. Con veinticuatro puntos de ventaja el cuarto final debía ser un trámite, sin embargo los Lakers cometía el erro r de relajarse en defensa al no encontrar ninguna referencia ofensiva clara en su adversario. La diferencia bajaba de los veinte puntos en cuatro minutos y la intensidad de Rajon Rondo era lo único positivo en el cuadro angelino. Tenía que salir la versión resolutiva de Davis para finiquitar la primera victoria en la eliminatoria. Invitado inesperado: Dwight Howard, Markieff Morris (Lakers)

Fuente: naciondeportes.com

Había aire de revancha tras la paliza del primer partido y era normal ver como las defensas se imponían a los ataques, Denver se aplicaba en las ayudas y la intimidación defensiva era la respuesta angelina. Como LeBron James estaba solo, y los Nuggets contaban con sus estrellas acertando, el marcador se ponía en contra de los de Frank Vogel, que tenía que parar el partido. La intensidad de su equipo subía, había más manos en defensa, los balones perdidos daban aire a su equipo y Anthony Davis comenzaba a acertar. El parcial, de dieciocho a tres en cuatro minutos, permitía los Lakers llevar la diferencia a los dos dígitos; aunque se quedaba en ocho de cara al segundo periodo. Unos doce minutos que se abrían con una mejor versión ofensiva de ambos equipos y, con la lección aprendida, no racaneaban en su esfuerzo. El marcador se apretaba pero, en Los Angeles, no tardaban en celebrar un nuevo tirón de su equipo. De nuevo la figura dominante de Dwight Howard volvía a ser protagonnista de la escapada y, nuevamente, era Nikola jokic su víctima. Pese a que Mike Malone paraba el parcial abierto; un catorce a uno que, pese a un par de técnicas repartidas a Howard y el banquillo angelino, permitía a los Lakers plantarse en el tercer cuarto con diez puntos de ventaja. La segunda mitad se presentaba complicada para Denver ya que, pese a al ventaja obtenida, los californianos no aflojaban en su buen trabajo defensivo. Asi Davis llevaba la diferencia cerca de los veinte puntos, Malone mejoraba la circulación de balón de su equipo y, pese a que perdía a Jerami Grant con cuatro faltas personales, la dinámica era favorable a su equipo. El marcador se apretaba, y Vogel se equivocaba porque, queriendo dar aire a su ataque, colocaba a Davis como pivot de referencia. El agujero defensivo era aprovechado por los Nuggets. Sólo la versión más agresiva en defensa de Alex Caruso permitía a los angelinos arrancar el cuarto final con cuatro puntos de ventaja. La eliminatoria estaba en juego en el periodo final y la aportación de PJ Dozier, principalmente en defensa, era fundamental para mantener el partido igualado. A los Lakers le faltaban soluciones ofensivas con Davis descansando y Denver tomaba el timón del partido. El retorno de su estrella permitía más alegría al ataque angelino y sus tiradores acertaban llevando la diferencia a los ocho puntos faltando tres minutos. LeBron estaba poco acertado y comenzaba a asumir demasiadas responsabilidades sin acierto, al otro lado Jokic no perdonaba. Completaba un parcial de siete a cero, que ponía el partido a un punto entrando en el minuto final. El triple abierto de los Lakers no entraba y el palmeo del pivot serbio, en el ataque siguiente, daba ventaja a los Nuggets. Davis respondía rápido aprovechando su velocidad y Malone paraba el partido restando medio minuto. La jugada al poste de Jokic no recibía ayudas y Vogel tenía que diseñar una jugada para la posesión final. La opción final la decidía Davis con el balón en las manos, Caruso erraba el tiro abierto y el rebote, muy peleado, era para los Lakers. Quedaban dos segundos y la defensa de Denver se perdía cambiando en los bloqueos, Davis no erraba el triple y ponía la serie con un dos a cero a favor del cuadro angelino. Invitado inesperado: Alex Caruso (Lakers)