Fuente: aol.com
En Houston buscaban ganar el tercer partido para instalar los nervios en el equipo con mejor récord durante la temporada regular en su conferencia. Sin embargo los Lakers comenzaban convirtiendo a Russell Westbrook en Luguentz Dort para su defensa. Eso provocaba ciertas dudas en el ataque tejano pero, como el acierto en el tiro era la norma en ambos equipos, nadie se distanciaba. Sobre todo porque, durante el descanso de James Harden, Westbrook tenía el acierto necesario para sostener a su equipo ante una zona. El segundo cuarto, sin embargo, presentaba un panorama distinto. Los Rockets amagaban con despegarse en el marcador y LeBron James cargaba con todo para mantener a su equipo. Durante el descanso de su jugador franquicia los angelinos tenía que recurrir a su defensa para mantenerse en el partido y, con el retorno de LeBron, las estrellas tejanas veían que su esfuerzo era inútil. Todo quedaba en el aire para la segunda mitad y, en tierras californianas, se celebraba ver una versión más intensa de su equipo. Gracias a su defensa, y al rebote ofensivo, los Lakers se ponían por delante en el marcador. Ahora era la estrella tejana la que tenía que responder y, con un Anthony Davis resolutivo para los angelinos, el drama quedaba pendiente de resolverse para el cuarto final. Unos doce minutos que se abrían sin acierto exterior en Houston. Por encima Rajon Rondo sacaba su versión más acertada u agresiva a nivel defensivo y la escapada, pese al tiempo muerto de Mike D´Antoni, era imparable. Pudiendo correr tras robo, los Lakers abusaban de su oponente. La diferencia superaba los diez puntos. Robert Convington se tenía que ir a los vestuarios tras chocar en un rebote y el partido se iba muriendo poco a poco. Los Lakers se ponían por delante en la eliminatoria, dos a uno. Invitado inesperado: Rajon Rondo, Kyle Kuzma (Lakers)
Los Rockets se presentaban al cuarto partido con la sensación de jugárselo todo. Sin embargo las novedades en el quinteto inicial eran de los Lakers, un JaVale McGee tocado dejab a su lugar a Markieff Morris, aunque no por ello los primeros minutos dejaban de ser favorables a los californianos. El juego interior angelino se iba imponiendo y su defensa a Harden, saltando al dos contra uno, les daba buenos rendimientos. la defensa tejana, y un inesperado invitado como Jeff Green, sostenían a Houston. Los golpes abundaban, el balance defensivo de su equipo desesperaba a Mike D´Antoni y los Rockets tenían que dar gracias de estar a cuatro puntos cuando finalizaba el primer cuarto porque el tiro exterior tampoco encontraba el espacio necesario para ser efectivo. Las cosas no mejoraban con el tiempo de banquillo, los errores en el tiro eran numerosos y, en esas condiciones, la superioridad interior angelina les permitía doblar la diferencia rápidamente. A los Rockets les faltaba espacio en su ataque, pese a que Russell Westbrook estaba acertado,y , como la defensa permitía demasiado (incluso segundas opciones), la ventaja no paraba de crecer. Hasta Tyler Horton-Tucker daba buenos minutos a los angelinos desde el banquillo y el regreso de LeBron James tras su descanso a mitad de cuarto, junto con el acierto de Alex Caruso, permitía a los Lakers mandar por dieciséis puntos al descanso. El empate a uno en la serie dejaba la serie en el aire. la tónica no variaba con el tiempo de reflexión, Houston tenía un agujero negro en su zona, hasta Danny Green dejaba su sello en el rebote ofensivo, y el mal balance defensivo llevaba la diferencia por encima de los veinte puntos. El descanso, largo, de LeBron James tampoco era bien aprovechado por los tejanos. Los Rockets sólo encontraban acierto desde el exterior y su jugador franquicia forzaba demasiado las situaciones; la distancia entre ambos equipos permanecía inalterable al finalizar el tercer periodo. Y el desenlace del partido se antojaba corto tras ver la jugada inicial del cuarto, LeBron recibía el saque de fondo de su compañero y arrancaba hasta dejar una bandeja bajo el aro rival. Todo parecía muy sencillo para el cuadro angelino, que realizaba un parcail de nueve a cero y disparaba la diferencia por encima de los veinte puntos a siete minutos para el final. Sin embargo Frank Vogel decidía aprovechar para hacer descansar a su estrella un poco más. El efecto sobre el equipo era inmediato pporque, además, Houston había sacado el orgullo. El jugador franquicia regresaba a la pista con un más catorce para los suyos. A ritmo lento los Lakers conseguían mantener esa diferencia entrando en los cuatro minutos finales pero, ese mismo ritmo llevaba a la relajación, en dos saques de fondo consecutivos se perdía el balón de forma absurda y, pese al tiempo muerto del técnico californiano, la buena actitud de los Rockets les dajaba a cinco puntos entrando en el minuto final. El parcial había sido de veintidos a seis, en poco más de seis minutos, pero LeBron James no se ponía nervioso; esperaba las ayudas y encontraba abierto a un Alex Caruso que no erraba el triple que sentenciaba el cuarto partido. En Los Angeles se celebraba el tres a uno, con una victoria más volverían a ser finalistas de su conferencia tras años sin poder acercarse a ello. Invitado inesperado: Alex Caruso, Rajon Rondo (Lakers)
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Denver esperaba poder repetir la sorpresa en el tercer partido de la eliminatoria pero, pese a mostrar su mejor versión de equipo desde el inicio, los Clippers encontraban el acierto necesario de sus estrellas para mantener la igualdad en el marcador. El escenario si cambiaba con el cambio de cuarto, el desacierto angelino con el tiro de tres permitía a los Nuggets llevar la diferencia por encima de la decena de puntos y Glen Rivers optaba por introducir en la cancha a sus mejores anotadores para abrir el juego. Así conseguía que el parcial se cerrase con un dieciséis a cinco y, gracias a la inspiración de Kawhi Leonard, Denver veía con preocupación el acercamiento en el marcador. El equipo de Colorado se aceleraba por los nervios, faltaba acierto y se perdían balones ante la buena actividad de manos de los californianos. El resultado, al descanso, reflejaba una mínima distancia entre ambos equipos. En Los Angeles esperaban mucho más de su equipo tras hablar en los vestuarios, pero no era así. La parada volvía a dejar la peor versión de los Clippers, se perdían balones e Ivica Zubac se llevaba una bronca por su mal balance defensivo. Los Nuggets volvían a llevar la diferencia hasta los dos dígitos. Eso sí, los gritos de Rivers conseguían despertar a su equipo. Gracias a su mejor versión defensiva todo se apretaba otra vez. Tenía que ser la salida a pista de los suplentes la que permitiese respirar a Denver, con un Michael Porter Jr muy intenso llegaban al cuarto final con cuatro puntos de ventaja. El instante para la reflexión parecía levantar el ánimo de los Nuggets que, con los suplentes y la dirección de Jamal Murray, se ponían con siete puntos de ventaja. La reacción angelina era inmediata, la defensa se cerraba más y, como los triples a ellos les entraban mientras a su oponente no, tomaban el mando en el partido. Nikola Jokic anotaba para intentar rescatar a los suyos y sacaba la sexta falta personal de Zubac. Sin embargo esa sería la última canasta en juego de su equipo en cinco minutos, desde ese momento la ventaja de los Clippers venía marcada por sus estrellas. Leonard lo mismo taponaba un mate con un dedo que acertaba con el tiro exterior y la diferencia era de seis puntos entrando en los dos minutos finales. Pese a que Jokic cerraba el círculo de los cinco minutos sin anotación, y, pese a que Murray lograba poner el partido a cuatro puntos restando menos de treinta segundos, la victoria era de los Clippers. Invitado inesperado: Montrezl Harrell, JaMychall Green, Lou Williams (Clippers)
Para los Nuggets era imprescindible mejorar la mala imagen ofensiva dada en el tercer partido de la serie y, pese a ello, los de Colorado seguían sufriendo para encontrar puntos. La circulación de balón no encontraba buenas posiciones, salvo en el exterior, y el cuadro angelino encontraba a Ivica Zubac y Marcus Morris como anotadores para marcar las primeras diferencias en el partido. Mike Malone pretendía mejorar la situación con una charla pero, ni el ataque encontraba otro acierto que el de Nikola Jokic, ni la defensa lograba frenar a Kawhi Leonard. El parcial, de once a cero, permitía a los Clippers cerrar el primer acto con catorce puntos de ventaja. Los siguientes doce minutos podían marcar el partido y los suplentes de Denver salían con un extra de energía. Sin embargo las diferencias se mantenían, incluso cuando Paul George se tenía que sentar con tres faltas personales. Sólo una pequeña racha de acierto con los triples permitía a los Nuggets dejar la diferencia por debajo de los diez puntos al descanso. La tensión era mucho y el tercer periodo se abría con bastantes faltas, George se hacía con su cuarta en menos de un minuto y Gary Harris le acompañaba tres minutos más tarde. Denver funcionaba a tirones en ataque por la falta de espacio al errar sus tiradores y los Clippers, encontrando más variedad en su ataque y pudiendo correr, hacían un parcial de diecinueve a cinco. La diferencia superaba ampliamente los diez puntos y no se veían soluciones en el ataque de los Nuggets. Un minuto final inspirado de Monte Morris, y el desacierto angelino en el tiro, dejaban la distancia en diez puntos de cara al último periodo. Unos minutos finales que se abrían con muchos contactos, pero los Clippers se encontraban muy cómodos porque encontraban puntos bajo canasta con Montrezl Harrell. La distancia volvía a ampliarse, Jokic perdía un poco los nervios y George surgía con dos triples para llevarr la diferencia hasta casi los veinte puntos. Una diferencia que los Clippers podían administrar con su buena defensa y los recursos de Leonard en ataque. Invitado inesperado: Montrezl Harrell (Clippers)
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