Fuente: bucksnation.com
En Orlando había mucha ilusión por ver si su equipo podía continuar sorprendiendo en su eliminatoria contra el mejor equipo de su conferencia. Sin embargo, los primeros minutos del partido auguraban una labor complicada por delante. Nikola Vucevic se convertía en la única referencia ofensiva de su equipo y su defensa bajo canasta era muy permisiva. Bajo esas premisas parecía cuestión de tiempo que los Bucks rompiesen el partido. Poco a poco los de Wisconsin iban acelerando el ritmo, gracias a los puntos de Kris Middleton, y con la energía de sus jugadores de banquillo la diferencia superaba la decena de puntos. Steve Clifford solicitaba un parón y levantaba la intensidad defensiva de su equipo. Giannis Antetokounmpo tenía que salir al rescate de los suyos para mantener ocho puntos de ventaja de cara al segundo periodo. Sin embargo el cambio de cuarto dejaba claro que esa intensidad no servía de nada si su ataque dudaba en cada pase y perdía balones. Su debilidad bajo canasta volvía a hacerse patente y el despegue de Milwaukee, apoyándose en su estrella, se iba hasta los quince puntos. Los Magic intentaban recortar pero, entre sus graves problemas ofensivos, y la confianza cogida por Middleton todo se complicaba. La diferencia rozaba los veinte puntos y James Ennis III y Marvin Williams se enzarzaban tras un rebote. La decisión de expulsar a ambos parecía justa y no afectaba al discurrir del partido, donde los Bucks completaban un veintiuno a cuatro de parcial para llevar la diferencia cerca de los treinta puntos al descanso. Dada la situación el tercer cuarto era un todo o nada para Orlando. Y, pese a sus intentos, Milwaukee presentaba su versión defensiva más sólida y la diferencia no se reducía, al contrario, superaba las tres decenas. Todo resultaba tan sencillo que los de Mike Buldenhozer se relajaban un poco y su diferencia era de poco más de veinte puntos al encarar los doce minutos finales. Las esperanzas de remontada eran pocas, pero Clifford se la jugaba a ganar poniendo a Vucevic de inicio. Eso procuraba más espacios para sus compañeros y DJ Augustine ponía el partido a doce puntos tras menos de medio cuarto disputado. La defensa de los Bucks, y el acierto de Brook López, confirmaban la segunda derrota de los Magic. Milwaukee se ponía por delante en la serie por dos a uno. Invitado inesperado: George Hill (Bucks)
Se respiraba mucha tensión en el inicio del cuarto partido de la eliminatoria. Casi dos minutos tardaba en llegar la primera canasta del partido, era de Milwaukee. Y, pese a que los Magic aún tardarían otro par de minutos en anotar, nadie rompía el partido. La anotación era baja pese al buen movimiento de balón de ambos equipos y los Bucks manejaban una escasa ventaja gracias a la constante posibilidad de correr. La entrada de los suplentes mejoraba la defensa del equipo local, pero no su ataque, y nada cambiaba en el partido. El paso por los banquillos despertaba el acierto de Orlando, que se adelantaba en el marcador. Milwaukee respondía con Marvin Williams acertando y la igualdad era total. Eric Bledsoe volvía a la pista para romper esa dinámica, Nikola Vucevic era toda la referencia para los de Steve Clifford (para lo bueno y lo malo) y dos triples de Wesley Matthews obligaban a los Magic a recuperar seis puntos en la segunda mitad. El cuarto de hora de reposo no enfriaba al escolta, pero la precipitación llegaba a los de Wisconsin y las distancias eran mínimas. Poco a poco Giannis Antetokounmpo se iba quedando solo y los de Florida se ponían al timón del partido. Solo la aparición de los suplentes para aliviar el ataque daba a los Bucks la ventaja de cara al último acto. Un cuarto donde Kyle Korver y Kris Middleton salían inspirados, la diferencia rozaba los diez puntos y Steve Clifford para el partido. Los fallos se seguían produciendo para desesperación local, tras cuatro minutos sin anotar el partido parecía resuelto. Sin embargo Orlando se soltaba en ataque y se colocaba a siete puntos pero, para sorpresa general, Middleton seguía enrachado. La diferencia se manejaba en torno a los siete puntos y, con la estrella griega a los mandos del equipo, Milwaukee ponía el tres a uno en la serie. Invitado inesperado: Marvin Williams, Kyle Korver (Bucks)
Fuente: sportsnet.ca
Los Raptors phabían sufrido bastante durante el segundo partido de la eliminatoria y no querían correr más riesgos. Por eso salían con una buena versión de equipo en ambos lados de la pista. Las dificultades para mover el balón, y la inspiración de Fred VanVleet, obligaban a un tiempo muerto a Jacque Vaughn para evitar que la diferencia llegase a los dos dígitos. El parón enfriaba las muñecas canadienses y, pese a que Brooklyn seguía teniendo graves problemas ofensivos, Toronto cerraba el cuarto con siete puntos de ventaja. El paso por los banquillos daba un respiro a los jugadores del equipo neoyorquino pero, como su ataque continuaba siendo espeso, el acierto de Serge Ibaka doblaba la ventaja de los suyos. Los Nets se acercaban subiendo la intensidad defensiva y Pascal Siakam mostraba su polivalencia para contener la situación. Por encima VanVleet daba un duro golpe a la moral de Brooklyn con un triple desde el mediocampo sobre la bocina. Sin embargo, contrariamente a lo esperado, Vaughn recomponía a los suyos que competían en aciertos con los Raptors. Y es que, si los canadienses tenían a Siakam, los Nets contaban con un acertado Tyler Johnson. Las diferencias nunca bajaban de las dos cifras y, con la entrada de los suplentes, Toronto conseguía mantener la diferencia estable al finalizar el tercer cuarto. Para el último periodo se esperaba un último intento de Brooklyn, pero Ibaka buscaba aprovechar las debilidades de su oponente bajo canasta y, demostrando el carácter de un equipo campeón, los canadienses apretaban el acelerador para solventar el partido a mitad de cuarto. Los Raptors se situaban a una victoria de cerrar la serie. Invitado inesperado: Serge Ibaka, Terence Davis (Raptors)
El cuarto partido era un todo o nada para los Nets y era normal que Caris LeVert se mostrase dominador en el inicio marcando distancias. Sin embargo no tenían respuesta defensiva bajo canasta y el partido se convertía en un enfrentamiento entre el escolta y el equipo canadiense. El único alivio ante la apurada situación era ver como Kyle Lowry se tenía que retirar a los vestuarios lesionado. Sin embargo no servía para evitar que Toronto, aprovechando el descanso de su estrella, tuviese una cómoda ventaja para el segundo cuarto. Un periodo donde las bases del partido se repetían, LeVert estaba solo en ataque y Brooklyn sin defensa bajo los aros. Pese al acercamiento neoyorquino, liderado por Jarret Allen, la diferencia rozaba los diez puntos al sonar la bocina que anunciaba el descanso. La charla de Jacque Vaughn en el intermedio tampoco alteraba el rumbo del partido. Nadie acertaba en Brooklyn y, como Toronto aceleraba en el marcador gracias a la intensidad de Norman Powell, la diferencia se doblaba rápidamente. Y el carácter de los campeones veían como solucionar el partido rápidamente. Realizaban un parcial doce a cero en tres minutos y remataban el cuarto ccon casi treinta puntos de ventaja, tras triple a tabla desde el mediocampo de Terence Davis. Al finalizar el tercer acto, el telón del partido se bajaba y todos los aplausos eran para los Raptors. Invitado inesperado: Norman Powell (Raptors)
Eliminatoria cerrada: Raptors ganan cuatro a cero
Fuente: celticsblog.com
Tras las dos primeras derrotas en la serie las aguas bajaban turbias en Philadelphia. Por eso no sorprendía que Brett Brown deshiciese el cambio en el quinteto titular del segundo partido y optase por poner sobre la pista la experiencia de Al Horford. Enfrente los Celtics no hacían cambios en el quinteto, pero si salían con una versión más agresiva que, al unirse al desacierto de los Sixers, daban la iniciativa en el marcador a los verdes. Las soluciones ofensivas del equipo de Pennsylvania eran individuales, con Joel Embiid y Tobias Harris marcando el paso y así los errores comenzaban a llegar impidiendo el acercamiento. No sería hasta la salida de los suplentes de Boston que se podría recortar la desventaja y dejarla en apenas una canasta de cara al segundo acto. Tras el parón se observaban las mismas dinámicas en ambos equipos, los Celtics jugaban en equipo y Philadelphia se ataba a su estrella. Claro que esta comenzaba a cansarse y llegaba al punto de mostrar cierta pasividad por desesperación, Marcus Smart no desaprovechaba la ocasión y ponía la diferencia en los dos dígitos. El técnico de los Sixers optaba por dar descanso a su referencia ofensiva y el equipo lo agradecía mostrándose más suelto, especialmente Josh Richardson. Los doce minutos previos al descanso no habían afectado a las diferencias en el marcador y Embiid sonreía. Sin embargo el paso por los vestuarios no aliviaba la situación de Philadelphia, que volvía a sufrir en ataque. El rebote ofensivo y los tiros libres aliviaban la situación e impedían que el recital de Kemba Walker fuese muy dañino. Por encima los Sixers se topaban con el susto de la cuarta falta personal de Embiid. Claro que, de nuevo en ausencia de su estrella, el ataque de Philadelphia se liberaba. el siete a cero de parcial, en noventa segundos, igualaba el marcador. Eso sí, la racha no podía durar y los bases de Boston le daban cuatro puntos de ventaja a su equipo de cara al último acto. Un cuarto donde se levantaba el telón con la aparición inesperada de Alec Burks a base de fuerza, pero el escolta no era suficiente ante un equipo más equilibrado. En los Sixers todo era a la fuerza, pero la garra tenía su recompensa y se llegaba a los cuatro minutos finales con los de Brett Brown al mando en el partido. Brad Stevens daba instrucciones de plantarse en dos contra uno frente a Embiid, este repartía mal el juego y los Celtics llegaban al minuto final con cuatro puntos de ventaja. Richardson erraba un tiro abierto y en Massachusetts celebraban la tercera victoria en la serie. Invitado inesperado: Marcus Smart (Celtics)
Los Celtics habían conseguido dejar contra la pared la eliminatoria y eso obligaba a Philadelphia a salir a por todas. En cuarenta segundos Daniel Theiss se iba al banquillo con dos faltas personales pero, pese a su buen juego, los de Massachusetts encontraban el acierto exterior necesario para ponerse por delante en el marcador. Sin embargo los Sixers seguían recurriendo al juego de equipo y, jugando con inteligencia, se plantaban en el segundo cuarto con una ligera ventaja. Brad Stevens aprovechaba el parón para levantar la intensidad de su equipo y el único problema parecía ser un amago de lesión de Kemba Walker tras un bloqueo. Había muchos nervios sobre la pista y el juego interior de Philadelphia castigaba bajo canasta para llegar por delante en el marcador al descanso. El paso por los vestuarios dejaba un partido plagado de errores, el juego se aceleraba y, bajo esas circunstancias, Boston sacaba provecho para cobrar una escasa ventaja. Con el partido en el aire Tobias Harris caía mal y tenía que irse a los vestuarios tras impactar con su cara contra el suelo. Viendo la situación complicada de su oponente los verdes iban a por todas, los Sixers desaparecían mentalmente del partido y el nueve a cero encajado antes del final del tercer acto complicaba mucho el partido para los de Brett Brown. Sobre todo porque Philadlephia no encontraba acierto en ataque, hasta resolver un tres contra uno en una contra era imposible. A los Sixers les quedaba el coraje y Joel Embiid, demasiado poco para remontar la serie, por mucho que Harris volviese a la pista en buenas condiciones. Invitado inesperado: Enes Kanter (Celtics)
Eliminatoria cerrada: Celtics ganan cuatro a cero
Fuente: sportscasting.com
Nate McMillan cambiaba su quinteto titular para el tercer partido de la eliminatoria e incorporaban a Justin Holiday para marcar a Duncan Robinson cara a cara. Así la actividad de manos de la defensa de los Pacers, con un Victor Oladdipo muy activo, sorprendía a Miami. Sin embargo Erik Spoelstra no necesitaba parar el partido, su equipo encontraba tiros claros cuando movía bien el balón y Goran Dragic se mostraba muy acertado. Como Indiana no encontraba ese acierto en el tiro abierto y la defensa de los Heat les obligaba a ellos, el partido se ponía con una cómoda ventaja para los de Florida al finalizar el primer cuarto. Un segundo periodo que estaba marcado en su inicio por el acierto de Tyler Herro y el descaro de Aaron Holiday. Naturalmente el escolta novato de Miami se mostraba más regular y tenía más apoyos. La diferencia superaba los diez puntos y, gracias a la precipitación de Indiana, y al acierto de Duncan Robinson, la escapada de los Heat continuaba. Los balones perdidos por los Pacers eran la norma y Jae Crowder sacaba su mejor versión ofensiva para dejar la diferencia, al descanso, al borde de los veinte puntos. Con todo perdido Victor Oladipo sacaba energías para liderar a los suyos. Miami se quedaba sin opciones bajo canasta y, como tampoco entraban los tiros exteriores, la diferencia bajaba de los diez puntos en poco tiempo. El parcial de doce a dos, en tres minutos, era solventado a base de defensa por los de Spoelstra. Aparecía el cansancio y con ello la precipitación. Malcolm Brogdon y Aaron Holiday lideraban la reacción en ausencia del escolta y apenas dos canastas separaban a ambos equipos cuando se cerraba el tercer cuarto. Para el último acto las defensas subían su nivel pero, sin Myles Turner, la anotación de Bam Adebayo hacía mucho daño. Como además los Pacers sumaban balones perdidos la diferencia volvía a situarse en la decena de puntos. McMillan ordenaba subir la presión sobre el balón, la buena actividad de manos ponía el partido a un triple con casi cuatro minutos por jugarse. Volvía a aparecer el pivot de los Heat, pese a tener delante a Turner, y la precipitación volvía a a alejar a Indiana en el marcador. Brogdon volvía a dejar el partido a una canasta faltando dos minutos, Adebayo conquistaba un rebote ofensivo para dar cuatro puntos de ventaja a los suyos y, con una excepcional defensa de ayudas, Miami cerraba cualquier opción de remontada. Invitado inesperado: Tyler Herro (Heat)
El cuarto partido sorprendía desde el inicio, los tiradores estaban desatados y parecía que podía ser un partido de gran anotación. El espejismo duraba un minuto, las defensas se imponían y, pese a una pequeña racha de los Heat, la igualdad al finalizar el primer cuarto venía marcada por el desacierto. El segundo, sin embargo, venía marcado por el dominio en las zonas de Myles Turner pero, como sus compañeros no le acompañaban, Miami tomaba una cómoda ventaja con Kendrick Nunn dirigiendo (que debutaba ante la lesión de Jimmy Butler en el hombro) y Kelly Olynik anotando.Los Pacers sufrían en ataque porque, con el regreso de Bam Adebayo a la pista, ya no tenían superioridad bajo canasta. Además el ataque sufría por la falta de circulación de balón y de movilidad en los jugadores sin balón. Era casi milagroso que Indiana se plantase en la segunda mitad a sólo seis puntos. Un tercer periodo que traía la buena noticia de ver a Butler sobre la pista. Su regreso, y el de los triples, era lo más destacado del inicio. El partido tendía a repetir el escenario del segundo cuarto. Los Heat doblaban la ventaja y Nate McMillan aclaraba el ataque de los suyos. Con un Victor Oladipo empeñado en la labor, el partido se colocaba a cuatro puntos, pero los balones perdidos permitían respirar a Miami; contaban con ocho puntos de ventaja para cerrar el partido en el último cuarto. Además regresaban los problemas ofensivos de los Pacers, pero se tapaban las miserias con dos jugadas de cuatro puntos. Era inútil porque Tyler Herro y Goran Dragic tiraban del marcador en el bando contrario. Como en Indiana seguía enredando su ataque con el bote del balón, la serie se resolvía en favor de los Heat. Invitado inesperado: Tyler Herro, Kelly Olynik (Heat)
Eliminatoria cerrada: Heat ganan cuatro a cero
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