La temporada del coronavirus tuvo un sorprendente triunfador, a tenor de cómo se desarrolló la campaña hasta el obligado parón provocado por la pandemia y tras la disputa de la excepcional fase final con la que se resolvió la Liga ACB. Baskonia acabó con una década de sequía para alcanzar el trono del baloncesto español de forma inesperada, dejando atrás una actuación gris hasta el mes de marzo. El carácter competitivo, sello de identidad del equipo vitoriano y que tanto tiempo llevaba dormido, fue la clave de un final de temporada inolvidable en Vitoria y que deja un sabor amargo entre los dos grandes futboleros. Es la principal conclusión del análisis de este curso que acaba de terminar y que resume brevemente la actuación y el futuro inmediato de cada uno de los dieciocho equipos que participaron en la Liga ACB esta temporada.

Baskonia: La improvisada fase final disputada en Valencia cambió radicalmente la perspectiva de una temporada muy oscura hasta marzo. Fuera de la Copa del Rey, penando en Euroliga y luchando desesperadamente por entrar en los playoffs en Liga ACB; el triste balance hasta que llegó el parón provocado por el Estado de Alarma. Partir de cero en un formato muy especial le cambió la vida a Baskonia. La mano de Ivanovic, que llegó como sustituto del cesado Perasovic, volvió a ser fundamental para devolver al equipo vitoriano a la senda del triunfo, abandonada en la última década. Su método, basado en el carácter competitivo que distingue a Baskonia en todas sus etapas como entrenador en el club, caló en una plantilla que recuperó a los lesionados para la fase final y dio una muestra inequívoca de pelea y defensa a ultranza. Un éxito muy especial que cierra la etapa de Shengelia en Vitoria. La marcha a CSKA Moscú del gran referente del equipo durante los últimos años abre una nueva etapa en el club. Dusko Ivanovic seguirá estando al frente de un equipo que volverá a contar en los pronósticos como alternativa de poder, pero resultará complicado que repita hazaña con el regreso del formato habitual.

Fuente: basketbasko.com

Barça: La primera temporada de Mirotic en el equipo azulgrana termina con un frustrante año en blanco. Fracaso sin paliativos para la millonaria apuesta del club, que ya arrastra seis temporadas sin levantar el título de Liga ACB. Salvo Mirotic, que llevará, no obstante, la mancha de una mala final, los fichajes estelares no han estado a la altura de lo esperado esta temporada. No alcanzó un juego brillante, ni siquiera convincente durante gran parte de la temporada, y ni siquiera aprovechó una buena preparación y la suma de acontecimientos favorables en la fase final. Un fiasco que se lleva por delante a Pesic tras su primera temporada sin éxitos en las dos etapas como entrenador azulgrana. Tomic y Pau Ribas ya han comunicado su salida del club. La ansiada llegada de Jasikevicius, el gran deseado desde hace años para ocupar el banquillo, supone el inicio de un nuevo proyecto de gasto fastuoso en busca de la hegemonía perdida hace más de un lustro.

Fuente: noticiasdenavarra.com

Valencia Basket: La derrota contra Baskonia en semifinales supuso una oportunidad perdida. Llegó bien preparado a la fase final disputada en casa y ofreció una buena imagen con un juego muy ofensivo, pero volvió a sufrir su endémico problema de competitividad bajo presión y en partidos decisivos. Se le escapó la ocasión de reeditar el título de 2017 y dar color a una temporada que no pasó de discreta hasta el parón de marzo. Jaume Ponsarnau continuará en el banquillo y no se preveen muchos cambios en el equipo, excepto la marcha de Loyd (sustituido por Prepelic), salvo que se produzca alguna otra baja no deseada (Abalde está en el punto de mira del Real Madrid). Continuidad y calma en el equipo taronja, que no termina de escapar del segundo escalón en el que vive instalado.

Burgos: Nunca olvidarán esta fase final excepcional en Burgos. Se convirtió en la gran sorpresa con un estilo aguerrido y competitivo y una moral de hierro que tuvieron su punto culminante en la histórica victoria sobre el Real Madrid, clave para que el equipo de Joan Peñarroya alcanzara las semifinales. Un merecido premio para un proyecto serio y consolidado, que ya estuvo a punto de disputar por primera vez la Copa, pero encontró un éxito mayor en Valencia. El próximo paso en su crecimiento debe ser entrar en los playoffs la próxima temporada, un objetivo que no se presenta descabellado vista la evolución del club. El fichaje de Alex Renfroe sigue esa línea de refuerzos que permitan el definitivo salto de calidad.

Fuente: noticiasburgos.es

Real Madrid: El prolongado parón cambió de forma radical la vida en el Real Madrid. Hasta marzo, ya tenía dos títulos, se impuso en la Copa con una autoridad abrumadora y desconocida en la era ACB y pasaba por la cancha como una trituradora. Favorito para ganar todo hasta que llegó el Estado de Alarma. Todo cambió en la fase final, donde no llegó en un buen estado de forma y pareció un equipo envejecido y sin vigor y ni siquiera fue capaz de superar la fase de grupos. Una profunda decepción que marca el momento más bajo de la etapa de Laso, que siempre disputó la final de la Liga ACB desde que llegó al club, y cambia los planes de inmovilismo y continuidad en la planificación de la próxima temporada. Habrá más cambios de los previstos en la plantilla, que afronta el inicio de un rejuvenecimiento aplazado durante años. Llega el momento de acertar en los despachos tras el fracaso de la política de fichajes esta pasada temporada.

Fuente: madridiario.es

Basket Zaragoza: La gran sensación de la temporada hasta marzo. Sorprendió a los aficionados con un estilo fresco y descarado, basado en un juego veloz y eléctrico que le vino como anillo al dedo a una plantilla joven y con ambición. Fue capaz de plantar cara a los grandes; incluso se postuló como un candidato serio al título de Liga ACB. Sin embargo, fue uno de los más perjudicados por el parón. Las lesiones y la marcha de jugadores importantes debilitaron seriamente al equipo maño en la fase final, que bastante tuvo con mantener la dignidad con un equipo lleno de chavales, que serán parte importante la próxima temporada. Un bonito sueño que disipó la pandemia. El relevo de jugadores como Radovic y Alocén supondrá un reto en los despachos del equipo maño.

CB Canarias: Otra de las revelaciones de la temporada hasta marzo. Vidorreta conjuntó en poco tiempo un equipo prácticamente nuevo y lo situó en la parte alta de la clasificación hasta que se decretó el Estado de Alarma. Una plantilla veterana y contrastada que ofreció un gran rendimiento bajo la dirección de Marcelinho Huertas y el poderío bajo aros de Shermadini. Sin embargo, los dos referentes del equipo no llegaron en buen momento a Valencia y el rendimiento de CB Canarias se resintió en la fase final. Una relativa decepción que no debe afectar a un bloque con pocos cambios para la próxima temporada. Quizá con el regreso del formato habitual el resultado final pueda ser diferente.

Fuente: grada3.com

Bilbao Basket: El retorno de Los Hombres de Negro a la Liga ACB dio que hablar. Se convirtió en un matagigantes que sembró el terror entre los equipos que disputaron la Euroliga, sorprendidos por la velocidad y el enorme rendimiento que ofrecieron jugadores desconocidos para el gran público. Sin embargo, la marcha a Unicaja de Bouteille en marzo y las lesiones dejaron maltrecho al conjunto de Mumbrú en la fase final, donde poco pudo hacer. No obstante, el objetivo principal de conseguir la permanencia con tranquilidad se cumplió con creces y en el club pueden estar más que satisfechos con el nivel de juego y los resultados.

Andorra: Seguro que aún estarán lamentando el fatídico último cuarto contra Burgos que le apeó de unas históricas semifinales y dejó en nada el claro y rotundo triunfo que consiguió dos días antes contra el Real Madrid. Oportunidades como esta se presentan muy pocas veces. Deja un pequeño poso de amargura pese a que el rendimiento de Andorra fue más que aceptable esta temporada. El juego imprevisible y, en ocasiones, anárquico le dio muy buenos resultados, incluso con la ausencia por lesión de sus dos pivots en la fase final. Una temporada correcta aunque pudo terminar con un broche más brillante.

Fuente: eurosport.com

Unicaja: La final de Copa en el Martín Carpena supuso el hito más relevante del equipo malagueño, pese a que no tuvo opción alguna de triunfo ante un Real Madrid intratable. Lo más reseñable de una temporada marcada por la irregularidad y la plaga de lesiones que asoló a la plantilla. Una sucesión de errores y malas decisiones en el decisivo partido contra Baskonia truncó en la fase final un pase a semifinales que tuvo en su mano. Otra temporada de perfil bajo, situado en un segundo plano que ya parece el lugar de Unicaja. Pese a todo, Luis Casimiro continuará una temporada más en el banquillo con una plantilla muy similar a la actual, ya que los refuerzos llegaron a mitad de campaña para relevar a los lesionados.

Gran Canaria: No fue capaz de encontrar el rumbo en toda la temporada, marcada por un juego irregular y resultados discretos. La apuesta por una plantilla con experiencia y nombres contrastados no dio los frutos esperados pese a que sólo disputó por un partido por semana. Un tono menor que acabó convirtiendo a Gran Canaria en un equipo intrascendente con puntuales momentos que destacar. Katsikaris no continuará en el banquillo y se abre un nuevo proyecto con muchos cambios, en busca del terreno perdido en dos temporadas para olvidar. Lo hará sin Berdi Pérez en los despachos, el gran artífice de la construcción de las plantillas más exitosas de la historia del club.

Joventut: Una temporada tranquila, lo que no es decir poco en la Penya tras años tempestuosos en los que estaba amenazada su propia existencia. Encontró en Prepelic un buen sustituto para Laprovittola como faro del juego verdinegro y logró una plaza en la fase final, donde dio una buena imagen. Los jóvenes de la cantera aprovecharon su oportunidad en el tramo final de la temporada, que les debe servir como rodaje para disponer de un mayor protagonismo la próxima temporada. Ahora le queda al club acertar con el nuevo referente que los acompañe.

Fuente: encestando.es

Manresa: Pese a que las lesiones de jugadores importantes le persiguieron toda la temporada, no se encontró en apuros en momento alguno. Hasta el parón, siempre estuvo lejos de los puestos de descenso, el gran objetivo del equipo de Pedro Martínez. Incluso estuvo cerca de disputar la fase final, ya que acabó igualado a victorias con Joventut. Sólo le separaron diez puntos de ocupar el lugar de los verdinegros en Valencia. Si continúa el acierto en las contrataciones la próxima campaña y cambia la suerte con las lesiones, no sería de extrañar verle pelear por un puesto en los ocho primeros.

Obradoiro: Temporada bastante tranquila para el equipo gallego, que se mantuvo lejos de la zona peligrosa y complicó la vida a los grandes futboleros en sus visitas a Fontes do Sar, aunque no pudiera lograr el triunfo en ambas ocasiones. De nuevo, gran trabajo de la secretaría técnica, que ha dado a conocer jugadores con mucha proyección como Kravic, Magee y Daum. La próxima temporada volverá la rutina de cada año de buscar jugadores desconocidos, pero muy efectivos, para que Moncho Fernández forme un bloque destinado a conseguir la permanencia.

Betis: Durante más de media temporada, el equipo verdiblanco dejó la misma imagen de equipo deslavazado e individualismo que arrastró en su primera etapa en la Liga ACB y que le auguraba un futuro oscuro a final de temporada. Sin embargo, varios ajustes en la plantilla (como los fichajes de Jerome Jordan y Erick Green), el buen momento de AJ Slaughter y una mejor conjunción del equipo le permitieron alcanzar una buena racha antes del parón que le sacó de zona de descenso. Es el camino que debe seguir la próxima temporada para asentarse definitivamente en la máxima categoría del baloncesto español.

Fuente: gigantes.com

UCAM Murcia: El equipo de Sito Alonso se convirtió en una ruleta rusa, un conjunto consagrado al protagonismo exclusivo de Askia Booker y las rachas de acierto en el triple de Jarrell Eddie que acababa convertido en una especie de banda sin orden ni concierto en muchos partidos. La inspiración individual de las dos grandes figuras le sirvió para llegar al parón fuera de los puestos de descenso, pero tiene unos problemas de cohexión y de plan de juego muy serios que debe subsanar la próxima temporada. El regreso de Radovic, un destacado jugador de equipo, está en la línea que debe seguir el equipo murciano.

Fuenlabrada: El parón y la decisión de mantener en la categoría a todos los equipos salvó a Fuenlabrada de una situación muy delicada. No sabemos lo que hubiera ocurrido en el tiempo que ocupara el banquillo Paco García, sustituto de Jota Cuspinera tras los malos resultados, y si finalizara el partido suspendido contra Gran Canaria, pero lo que sí conocemos son los malos finales de partido que arruinaron varios encuentros que Fuenlabrada tenía en la mano. Mucho trabajo queda por delante para subsanar los problemas de solidez de un equipo demasiado blando.

Estudiantes: Una pandemia era lo que faltaba en la lista de argumentos de Estudiantes para conseguir una permanencia que no se ganó en la pista. La decisión de la ACB de no disputar una fase de descenso y mantener a los dieciocho equipos en la competición la próxima temporada evitó a los colegiales un descenso que parecía seguro debido a la falta de entidad de la plantilla, carente de jugadores fiables en ataque y aún más debilitado por el traspaso de Brizuela a Unicaja a mitad de temporada. Por tercera vez, Estudiantes tiene una oportunidad extra, pero mucho tienen que cambiar las cosas en un club con problemas de tesorería pese al patrocinio de Movistar. Al final, de tanto gritar “¡Que viene el lobo!”, acabará apareciendo para devorarlo todo.

Fuente: piratasdelbasket.net

Por último, el baloncesto español está a expensas de la decisión que se tome en LEB Oro con los posibles ascensos. Si, finalmente, llegan dos nuevos integrantes a la máxima categoría, la Liga ACB tendría veinte equipos, circunstancia inasumible con el formato actual de competición y que sería imposible de mantener con la oposición de los equipos participantes en Euroliga, ya descontentos con el sistema de Liga Regular y 18 equipos. Que a nadie le sorprenda un nuevo formato imaginativo que nos recuerde a los que tenía la Liga ACB en sus inicios, en los años 80, para reducir el número de partidos. No parece que exista otra salida que dos grupos separados en la primera fase de la competición.