La victoria en el espectacular partido contra Valencia Basket resultó una inútil casualidad para el Real Madrid tras caer de forma rotunda contra Andorra. Otro traspiés inesperado ante un rival inferior sobre el papel, pero que no lo fue en absoluto por lo demostrado en la cancha. Quizá estemos ante una de las derrotas más duras que ha sufrido el equipo blanco con Pablo Laso en el banquillo. Por actitud, mucho menos centrado y ambicioso que un rival lleno de confianza en sus posibilidades; por el rival, Andorra, que no es uno de sus teóricos rivales próximos; por la situación, una derrota abultada en la fase decisiva de la temporada; y por el juego, deslavazado, sin ideas y envuelto en pura frustración. Un severo golpe que duele y convierte la clasificación para semifinales en una opción remota. Aunque esta fase final sea una competición particular e improvisada por la situación creada por el coronavirus, puede que nos encontremos con uno de los momentos más bajos de la etapa de Laso. Caer en el grupo supondrá un varapalo muy amargo.
GRUPO A:
Baskonia 87 – Unicaja 86 (tras prórroga): El primer partido de la cuarta jornada destilaba trascendencia por los cuatro costados. El vencedor tendría prácticamente asegurado el pase a las semifinales, no había vuelta de hoja. Unicaja dominó los primeros minutos al imponerse en la pelea librada en la zona. Buena circulación de balón del equipo malagueño, que tomó distancia con dos triples (5-12, min 4). Otro partido más, Baskonia comenzaba con dudas y a remolque, la tónica de costumbre en esta final de temporada con el quinteto inicial. Y, como también está ocurriendo por costumbre, volvió a reaccionar con los hombres de banquillo. La entrada de Granger cambió radicalmente el juego ofensivo. Shields empezó a anotar y dio comienzo a una remontada fulgurante del equipo vitoriano. Mayor agresividad atrás que le permitió salir al contraataque y dar la vuelta al encuentro con rapidez. Dos triples de Pollonara (9 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración) pusieron por delante al inicio del segundo cuarto a Baskonia, que dominó con rotundidad durante todo el periodo. Unicaja se vio desbordado por el poderío en el rebote y la asombrosa efectividad en el triple que su rival tuvo en el segundo cuarto. Amenaza de derrumbe, puesto que el equipo malagueño se encontraba hundido, sin forma de acabar con las numerosas pérdidas de balón que sufría. La misma situación que en la derrota contra el Barça y que le encaminaba hacia otro golpe que sería definitivo (39-24, min 17). Sin embargo, el tiro de tres redujo daños y evitó que se desespeñara antes del descanso. Le vino bien el intermedio para refrescar la mente, puesto que salió de vestuarios como un tiro. Recreó el comienzo de encuentro con unos minutos de buena movilidad de balón que le permitió desbordar a un rival que volvió a pista con problemas en ataque. La falta de acierto de Shengelia, extrañamente negado en el tiro, colapsó el ataque del equipo vitoriano. Sin los puntos del georgiano, Baskonia deambuló perdido por la pista y cayó en la precipitación y el individualismo. En cambio, Unicaja no paraba de crecer. El 0-15 de parcial diseñó un partido nuevo y abierto (44-48, min 24). Baskonia tardó cuatro minutos y medio en anotar en el tercer cuarto y no salió de su bloqueo hasta que Shengelia despertó. Sus primeras acciones positivas del encuentro sacaron a su equipo del bache, pero Unicaja contó con el acierto de Alberto Díaz (17 puntos, 3 rebotes) para no perder todo lo conseguido en el tercer cuarto.
El base malagueño se convirtió en un referente ofensivo insospechado, pero muy efectivo. No consiguió frenarle Baskonia en toda las segunda mitad, estaba en todas partes. Fue el propio Alberto Díaz quien cortó un parcial de 7-0 que había adelantado de nuevo a los de Ivanovic. No había freno a las alternativas, ninguno de los dos equipos tenía el control, pero Unicaja amagó con escaparse en los minutos finales gracias al juego interior (70-75, min 39). Ejim falló un mate en el último minuto que podía haber resuelto el partido. Un error que costaría caro, más si cabe cuando el propio Ejim erró otros dos tiros libres muy importantes. Para colmo, en la pelea por el rebote, Gerun cometía personal sobre Zoran Dragic, que no falló desde el tiro libre y puso el 74-75 en el marcador. La angustia se agravaría con otro lanzamiento más fallado desde el 4’60, esta vez por parte de Mekel. Entre tantos errores, a Baskonia se le presentaba una oportunidad para forzar la prórroga. Lo consiguió con un buen balón a Pollonara, que anotó pese al intento desesperado de dos defensores por cerrar el aro. No pudo evitar el tiempo extra Alberto Díaz, taponado por Shengelia cuando intentaba un tiro forzado. Esperaban otros cinco minutos más de nervios. Baskonia disfrutó de una ligera ventaja, pero Bouteille (16 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración) se encargó de que la diferencia no escapara de un margen controlable. Los triples de Brizuela y Bouteille devolvieron el mando a Unicaja (83-86, min 44), pero Henry (14 puntos, 4 robos, 3 asistencias, 21 de valoración) contestó con otro más para igualar. Restaban dos posesiones aunque pudo ser sólo una tras atrapar Alberto Díaz el rebote a un triple fallado por Bouteille. Unicaja podía agotar la posesión y dejar apenas tres segundos a Baskonia, pero Bouteille lanzó demasiado pronto. Un triple que se quedó cortó y dejó tiempo de sobra a Baskonia para salir al contraataque. Pollonara se disponía a sentenciar con una bandeja, evitada por una personal a un segundo del final. Las malas decisiones de Unicaja habían tirado el partido, pero aún debía anotar Pollonara. No lo hizo a la primera y toda la presión recaía en su segundo tiro libre. Llorando, con suspense, pero logró el punto que necesitaba su equipo. Aunque Luis Casimiro solicitó tiempo muerto, Unicaja ni siquiera logró lanzar un último tiro. Tuvo el partido en su mano en dos ocasiones, pero sus errores le condenan a una eliminación segura. Un desenlace cruel.
Bilbao Basket 73 – Barça 85: Con la clasificación para semifinales encarrilada, Pesic dio descanso a Mirotic para que se restableciera de las molestias que sufrió en el partido contra Baskonia. Tampoco parecía muy necesario su concurso ante un rival mermado por las lesiones y con ínfimas opciones de pasar de fase. Tras los dos duelos tan duros contra Unicaja y Baskonia, este encuentro suponía una bajada de tensión. Se notó en el ánimo de los azulgranas, que comenzaron a medio gas y dieron vidilla a un rival que cargó bien el rebote ofensivo en los primeros minutos. Bilbao Basket buscó una zona 2-3 para ahorrar esfuerzos, pero el Barça la rompió con comodidad encontrando a Tomic (13 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración), bien situado entre los resquicios que aparecían en la pintura. Además, Bilbao Basket perdía balones con relativa facilidad, así que al Barça le bastaba con defender para llevar la delantera sin hacer nada extraordinario. Tanta placidez acabó desembocando en una excesiva relajación en el segundo cuarto. Bilbao Basket insistió con la zona 2-3 y a los hombres de banquillo del Barça no se les ocurrió otra cosa que abusar del triple hasta el hartazgo, con el agravante que no entraba ni uno. Pesic concedió minutos muy necesarios a Heurtel, pero es evidente que el base francés está falto de ritmo, ya que no añadió claridad a un juego demasiado previsible. Vista la pájara rival, Bilbao Basket estaba dispuesto a dar un sobresalto tras adelantarse con dos triples espectaculares de Rousselle. Endosó un parcial de 14-0 que no le gustó nada a Pesic (30-21, min 15). El técnico no esperó más en poner en pista a Tomic para disponer de un referente en la zona que cambiara el juego de su equipo. Le fue mejor al Barça cuando varió el rumbo y volvió a buscar al pivot croata. No necesitó nada más para estrechar el marcador. Dos tiros libres de Higgins propiciaron que los azulgranas se marcharan al descanso por delante (33-34, min 20).
El Barça no necesitaba mucho, simplemente buscar a los pivots, para marcar diferencias, pero la pereza aún le pudo al Barça en la reanudación. Oriola (23 puntos, 9 rebotes, 29 de valoración) era el único que se lo tomaba en serio y mantenía a su equipo por delante, pero faltaba esfuerzo para descolgar a un rival voluntarioso aunque limitado. Llegó la ocasión de abrir distancia en unos instantes de recital de pito. Mumbrú se quejó de una antideportiva señalada a Rousselle sobre Oriola y una técnica a Balvin por fingir en apenas unos segundos. Recibió como contestación otra técnica que acrecentó su enfado. El carrusel de tiros libres permitió al Barça abrir brecha (41-49, min 25), pero Rousselle no se dio por vencido y se encargó de volver a recortar diferencias. No había forma de romper el encuentro aunque los tiros libres mantuvieran por delante a los azulgranas. No llegó el golpe definitivo hasta el último cuarto. Davies y Oriola se encargaron de cortar la reacción rival e impusieron su ley en el juego interior. Ahora sí que daba la sensación que a Bilbao Basket se le acababa la gasolina, que perdía la fe de la misma forma que entregaba balones en las manos de los defensores del Barça. La recta final se convertía en un tranquilo paseo y el partido parecía encaminado hacia una diferencia que no reflejaba la realidad del encuentro (61-77, min 34), pero Bilbao Basket echó orgullo para evitar un duro varapalo. Sergio Rodríguez le echó valor para iniciar un parcial de 11-2 que añadía una pizca de picante a los últimos dos minutos. Nada más que eso, puesto que los robos de balón de los jugadores del Barça cortaron la racha a tiempo, evitando otra complicación final como ocurrió contra Joventut. Sin forzar demasiado la máquina, certificó el primer puesto del grupo y ya puede pensar en las semifinales del domingo.
CB Canarias 82 – Joventut 80: Como CB Canarias ya no tenía opciones de avanzar, Vidorreta decidió que era momento de dar vacaciones a Marcelinho Huertas. Minutos de sobra para Álex López, que impuso un ritmo frenético sobre la pista. CB Canarias no dedicó mucho tiempo a pensar sus ataques, ya que lanzaba de tres a la mínima ocasión que disponía. Se le notaba liberado de presión aunque tampoco su estrategia fue de lo más eficiente, ya que no disfrutaba de un acierto en exceso en el tiro exterior. De todos modos, le valió para mandar en el marcador debido a que Joventut se encontraba muy agarrotado. Los verdinegros no encontraban el rumbo, apenas elaboraban los ataques y la locura en la pista le llevó a una precipitación que no le convenía. La entrada a pista de Prepelic tampoco solucionó nada a la Penya, que apenas anotaba un punto por minuto (21-12, min 11). Hasta que los de Carles Durán no se pusieron serios en defensa no llegó una mejoría evidente en el juego verdinegro, que consiguió reaccionar a partir del trabajo atrás. CB Canarias se bloqueó y entre Dimitrijevic y Morgan (8 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) se las apañaron para propiciar la remontada (29-35, min 20). Por unos minutos se notó que Joventut era quien se jugaba algo, pese a que sus opciones de clasificación en un triple empate son remotas. La sucesión de tiros libres al inicio del tercer cuarto mantuvieron las diferencias hasta que los triples de Zeislfoft y Lundberg igualaron el marcador en un visto y no visto. Joventut amagó con escaparse de nuevo con un parcial de 0-7, pero Lundberg calentó la muñeca para enjugar la ventaja rival con rapidez. A buenas horas aparece la versión que ofreció en Manresa, apenas se ha visto esta temporada. El acierto de Lundberg (20 puntos, 2 asistencias, 22 de valoración) arrancó el mejor momento de CB Canarias en el partido, coincidiendo con otro bloqueo anotador de la Penya, causado por la total falta de acierto en el triple.
Los de Vidorreta no dejaron pasar la ocasión de hacer sangre y pusieron la directa con un parcial de 18-4 (57-50, min 31). Joventut no recobró el rumbo hasta que López-Arostegui tomó las riendas del juego ofensivo verdinegro. Sus acciones individuales sacaron a la Penya del bache y le permitieron regresar al partido. Un rebote ofensivo de Omic completó un 2-9 que volvió a empatar el encuentro. Al fin y al cabo, pese a tanto vaivén, nos íbamos a encontrar un final de partido emocionante, pero lo que no se podía imaginar fue el desenlace tan accidentado que aconteció. El acierto de Dani Díez (15 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) le dio una pequeña ventaja a CB Canarias en los últimos minutos, pero no sería el alero de Vallecas el protagonista de una recta final de encuentro que se convirtió en interminable a causa de las decisiones de unos árbitros que tenían ganas de hacerse notar. A López-Arostegui y Prepelic le cayeron sendas técnicas con unos pocos segundos de diferencia, lo que calentó a un Joventut al que se le escapaba el partido. A 44 segundos del final, le cayó la segunda a López-Aróstegui por simular y el enfado de Carles Durán no se hizo esperar. Evidentemente, le llegó otra más de obsequio al técnico verdinegro. Con tanto tiro libre, CB Canarias pudo encarrilar el encuentro en un minuto final que se hizo eterno. De nada sirvieron los puntos de Prepelic (18 puntos) en los últimos segundos, Joventut se despedía definitivamente de sus opciones de clasificación, a la vez que Carles Durán se mordía la lengua cuando le preguntaron por la actuación arbitral en los dos últimos minutos.
Clasificación: 1º Barça (4-0), 2º Baskonia (3-1), 3º Unicaja (2-2), 4º Joventut (1-3) , 5º Bilbao Basket (1-3) , 6º CB Canarias (1-3).
Próxima jornada: Joventut-Baskonia, Unicaja-Bilbao Basket, Barça-CB Canarias.
GRUPO B:
Basket Zaragoza 85 – Gran Canaria 76: Porfi Fisac comentó antes del partido, medio en broma, que quizá defendiera todo el partido en zona ante las bajas que presentaba en el juego interior. Lo cierto es que Basket Zaragoza comenzó con una defensa zonal que no evitó que Gran Canaria empezara mandando en el encuentro. Curiosamente, sería un pivot quien atajara la primera ventaja rival. El joven Pradilla aprovechó bajo el aro todos los balones que le llegaban aunque su aportación sirvió como alivio sólo durante unos instantes, ya que entre Harper y Okoye destrozaron la zona del equipo maño desde el perímetro (12-20, min 8). Especialmente doloroso era el caso de Okoye (17 puntos, 5 rebotes), estrella la temporada pasada en Zaragoza y que ha pasado esta campaña de puntillas por Las Palmas. Ante su antiguo equipo cuajó una de las mejores actuaciones del curso, muy eficaz desde la línea de tres. En los primeros siete minutos atesoraba once puntos y 3/4 en triples. Basket Zaragoza no se amilanó y recortó con dos triples, pero recibió otros dos como respuesta en el último minuto del primer cuarto. No fue motivo, no obstante, para que los de Porfi Fisac se descentraran. Empezaron fuerte el segundo cuarto, con un 7-2 de inicio gracias a lo fructíferos que resultaban sus cortes por la zona, pero Gran Canaria consiguió retener el mando en el marcador con los puntos de Burjanadze en los primeros minutos del segundo cuarto. Siempre tuvo respuesta el conjunto de Katsikaris para cada reacción rival, siempre llegaba un triple oportuno para cortar la remontada y llegar al descanso por delante (45-49, min 20).
El tercer cuarto comenzó con un punto de locura que convirtió los primeros minutos en una locura. Cuando Cook puso algo de pausa, Gran Canaria dio un nuevo arreón que le permitió superar los diez puntos de ventaja (48-59, min 23). Parecía el momento propicio para romper el partido, pero el tiempo muerto de Fisac activó a su equipo de inmediato. En apenas un minuto logró un 8-0 de parcial que forzó a Katsikaris a parar el partido. Sin embargo, sus instrucciones no funcionaron tan bien como le ocurrió a Fisac. Gran Canaria no se encontraba en la pista y Brussino (20 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias, 34 de valoración) puso por delante a Basket Zaragoza. Gran Canaria empezó a acusar la presión, superado por los acontecimientos. En la primera parte ya tuvo problemas con las pérdidas de balón, pero la situación se agravó en los momentos de zozobra. El parcial alcanzó un 18-2 que colocó al equipo canario entre las cuerdas (75-66, min 31). Logró reaccionar con el recurso de los cortes por la zona. Le sirvió para estrechar el marcador, para llevar el encuentro a un final igualado, pero no aprovechó el dominio en el rebote ofensivo para dar la vuelta al marcador. Acabó pagando tanta oportunidad desperdiciada. Seis puntos seguidos de Pradilla (14 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 23 de valoración), que estuvo muy cómodo dentro de la zona, como si fuera un veterano, apuntaló el triunfo de Basket Zaragoza, cerrado por un triple de Brussino en el último minuto. Serio tropiezo de Gran Canaria, derrotado por un rival que no se jugaba nada y sólo piensa en rodar a los jóvenes. No fue capaz de asumir la presión.
Andorra 91 – Real Madrid 75: La baja de Todorovic complicaba los planes de un Andorra que ya arrastraba las importantes bajas de Diagne y Musli. Un pieza menos en juego de la que se debía preocupar el Real Madrid, que tras toda la tensión acumulada en el encuentro contra Valencia Basket saltó a pista demasiado relajado. Jugó sin ritmo, con las pulsaciones bajas. Campazzo no empezó fino y el Madrid se notaba agarrotado, a rebufo de un Andorra que salió a cancha más centrado. El equipo blanco no conseguía incomodar a la defensa rival y arrastró un porcentaje muy bajo de acierto. Laso cambió de base y confió en Laprovittola como revulsivo para activar el juego madridista. Sin embargo, nada cambió. Laprovittola volvió a dejar una actuación nefasta, puesto que añadió aún más confusión y fue superado por todos los bases de Andorra. El Madrid estaba irreconocible. Se suponía superior en el juego interior y no anotó ni un punto en la zona en todo el primer cuarto. Un dato que asusta. Andorra, que se encontraba muy cómodo, se dio cuenta del percal después de completar un parcial de 10-0 (19-10, min 8). El Real Madrid no tenía la mente en el partido y los de Ibon Navarro eran conscientes que estaban ante una gran oportunidad de llevarse el triunfo. Se lo creyó muy pronto, en especial Hannah que hizo lo que le vino en gana con la defensa contraria. Por sorprendente que fuera, el Madrid era incapaz de despertar, no había una sola muestra de talento y velocidad, ahogado en la zona 2-3 plantada por su rival. Todas sus cualidades las ponía ahora Andorra, claro dominador en el rebote y muy fino en el tiro de tres. Llegó a acumular un 7/12 en triples que le permitió abrir una brecha enorme (39-23, min 17). El Madrid sólo pudo respirar cuando bajó el acierto de Andorra en la parte final del segundo cuarto. Entre Deck y Thompkins lograron reducir diferencias aunque la desventaja al descanso era lo suficientemente seria como para que plantearse la segunda parte de otra manera (42-30, min 20).
El Madrid buscó los cortes por la zona en la reanudación como alternativa en ataque. No se le dio mal, sobre todo a un Causeur que hizo daño entrando hacia canasta, pero topó con un rival que no bajaba su nivel de acierto. Jelinek cortó con rapidez la mejoría del equipo blanco y elevó ligeramente la diferencia. El único punto negro para Andorra es que entró en bonus de manera temprana. Los jugadores del Madrid lo aprovecharon para forzar personales con asiduidad, pero ni desde el tiro libre lograba reducir porque no había forma de frenar a Hannah (23 puntos, 2 asistencias, 20 de valoración). Por momentos, no se podía saber si era él o Shane Larkin disfrazado porque le salía absolutamente todo para cortar cada intento de reacción. Los hombres de Laso se desesperaban, no podían salir del intercambio de canastas que mantenía la diferencia alrededor de la decena. Una canasta contra tabla de Walker en el último segundo del tercer cuarto supuso otro golpe severo. Andorra no sólo resistía el ritmo anotador sino que también se llevaba el parcial de este periodo. El Madrid probó con una presión a toda pista en el último cuarto, pero Andorra supo sortearla con mucha habilidad. Le salía todo, no había forma de parar el caudal ofensivo de un equipo lleno de fe y que peleaba por cada balón con toda la confianza en llevárselo. Siempre fue superior al Madrid en actitud, como la de un Tyson Pérez (8 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) inmenso bajo tableros que dejó en ridículo a un timorato Thompkins. Los hombres de Laso estaban hundidos, arrollados por el acierto en cada ataque de un rival incontenible y que hacía trizas el partido para asombro de todos (83-63, min 34). Campazzo (18 puntos, 6 asistencias, 4 robos, 26 de valoración) trató de sacar del hoyo al equipo blanco en solitario, pues nadie más le acompañaba. El base fue lo único a la altura de lo que se puede esperar del Real Madrid. La presión del Madrid enloqueció el encuentro, pero no llegó a asustar ni un ápice a Andorra. Siempre podía confiar en una aparición fulgurante de Hannah y tampoco disponía su rival de argumentos para inquietar. Triples y más triples a la desesperada, sin orden ni concierto. El Madrid dio una imagen de una banda desarmada, impropia de lo que se puede esperar del equipo dominador del baloncesto español en la etapa de Laso. Una dura derrota en imagen y resultado que le enseña la puerta de salida. Por contra, Andorra firmó un partido perfecto que deja en sus propias manos las opciones de pasar a semifinales. Inimaginable tras las derrotas en los dos primeros encuentros, pero muy real.
Valencia Basket 94 – Burgos 90: No tardó mucho Burgos en disipar las dudas sobre si le afectó la oportunidad perdida contra Gran Canaria dos días antes. Salió agresivo, decidido, sin especular. Pilló a contrapié a Valencia Basket, que encajó un 2-9 de inicio antes de darse cuenta. A los de Jaume Ponsarnau les faltó acierto desde la línea de tres, el que le sobraba a Fitipaldo en los primeros minutos de encuentro. Sin embargo, Valencia Basket fue recomponiéndose lentamente en cuanto pudo dar velocidad a su juego. Tres tiros libres de Colom igualaron el marcador (16-16, min 7) y la situación parecía reconducida para el equipo taronja. Nada de eso, Burgos continuó con su actitud descarada, sin amilanarse. Los hombres de banquillo mantuvieron el buen rendimiento del quinteto inicial. Salvó respondió a las canastas rivales con cinco puntos nada más salir. Bassas (9 puntos, 9 asistencias, 16 de valoración) aportó dos triples más para elevar la renta. Valencia Basket empezaba a ser consciente de la dureza del rival y que iba a tener una noche complicada, sobre todo porque el segundo cuarto pintaría un panorama preocupante. Lima se convirtió en un constante dolor de cabeza bajo tableros, defendiendo con mucha intensidad el aro propio y aportando con soltura en la pintura rival. En cambio, Valencia Basket acusaba una falta total de acierto en el perímetro que le hundía irremisiblemente en el fango (22-35, min 14) y el tiro libre suponía el único consuelo. Lo peor para el teórico anfitrión es la caída no había terminado. Los triples de Pablo Aguilar (12 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración), uno de ellos contra tabla con mucha fortuna, evitaron que pudieran reducir diferencias. En general, el acierto de Burgos en el tiro de tres estaba a un nivel sensacional, con un porcentaje superior al 60%. Dos triples más de Benite, el que falta por aparecer, dejó a Valencia Basket al borde del abismo (29-47, min 16). La fiabilidad en el tiro libre le permitió encontrar un respiro y la situación tan complicada se aliviara ligeramente al descanso, pero a Valencia Basket le quedaba mucho trabajo por delante para dar la vuelta al encuentro. Salió más agresivo en la segunda mitad, pero aún no fue capaz de solucionar sus problemas en el tiro exterior ni tampoco frenar la producción de su rival en este apartado. Tuvo que dar un paso adelante Tobey (21 puntos, 13 rebotes, 28 de valoración) para que se vislumbrara un atisbo de reacción. El pivot aportó de todo y su presencia se notaba en todas partes. Estuvo eficaz en el rebote, productivo en la zona, anotó dos triples seguidos. Su aportación sirvió para bajar la diferencia de los diez puntos, pero Valencia Basket aún tenía que lidiar con el acierto de Benite, que sigue a un nivel asombroso y espectacular en esta fase final.
Necesitaba más el conjunto de Jaume Ponsarnau, así que Abalde recurrió a sus poderosas entradas a canasta como nueva alternativa ofensiva. Un recurso efectivo (56-62, min 26), pero Valencia Basket no dejaba de penar con su bajo porcentaje en el tiro de tres. Tanto triple fallado le permitía a Burgos mantener la calma con un par de acciones positivas. Necesitaba mejorar Valencia Basket su lanzamiento exterior con urgencia, la diferencia estaba instalada alrededor de los diez puntos, y lo consiguió en el momento adecuado. El último cuarto no tuvo nada que ver en este apartado. Los triples empezaban a entrar, pero Burgos no se amilanó y respondió de la misma manera. No había forma de quebrar la moral de hierro de un rival pleno de confianza (68-78, min 34), pero insistió con la misma fórmula. El plan acabó funcionando, bien ayudado por un dominio abrumador en el rebote ofensivo que le concedía tiros extra. Ahora Valencia Basket no iba a perdonar una segunda oportunidad para lanzar. Sin embargo, ahí seguía Burgos, erre que erre. Fitipaldo anotó dos triples seguidos para mantener arriba a su equipo, pero Valencia Basket ya estaba desatado en ataque y salía vencedor del intercambio de canastas. Un palmeo de Tobey, quien si no, completaba la remontada (85-84, min 38). A Burgos se le escapaba otra victoria entre los dedos, pero se negó a asumir ese destino. Un 3+1 de Fitipaldo (17 puntos, 3 rebotes, 17 de valoración) dejó claro que no se iba a venir abajo, que tendría que ser Valencia Basket quien le derrotara por atesorar más méritos. Así tuvo que ser. Doornekamp, que ya llevaba dos triples seguidos, anotó un tercero para poner el 91-90. En cambio, Apic no fue capaz de aprovechar un buen pase de Fitipaldo y Burgos dependía de un fallo rival para disponer de una última oportunidad. Loyd, que no tenía el día, no soltó el balón tras recibirlo. Esperó, dejó correr el tiempo y lanzó de tres al límite de la posesión. Fue el octavo triple anotado por Valencia Basket en el último cuarto, el definitivo lograr el triunfo. Necesitó 36 puntos y ocho triples en el último cuarto para derrotar a un rival de granito, que no dio su brazo a torcer, pero al que se le vuelve a escapar un partido que tuvo en su mano.
Clasificación: 1º Valencia Basket (3-1), 2º Andorra (2-2), 3º Real Madrid (2-2), 4º Burgos (2-2) , 5º Gran Canaria (2-2) , 6º Basket Zaragoza (1-3).
Próxima jornada: Burgos-Andorra, Gran Canaria-Valencia Basket, Real Madrid-Basket Zaragoza.
Y DIGO YO…:
- Mickey, fuera de la convocatoria como extracomunitario descartado; Mejri, lesionado pero no ha contado en toda la temporada; Laprovittola, el único convocado de los tres fichajes, dio otra muestra más de su falta de adaptación a un equipo en el que es uno más. No hay duda que la política de fichajes del Real Madrid esta temporada ha resultado un fiasco absoluto. El primer borrón en los despachos en la etapa de Laso. Aunque no está planeado variar el rumbo pasara lo que pasara en Valencia, la realidad demuestra que sería razonable revisar alguna decisión y abordar más cambios de los esperados.
- Echemos un vistazo a la faceta reboteadora del Real Madrid: contra Gran Canaria, 33-31; Burgos, 33-41; Valencia Basket, 32-35; Andorra, 33-38. Sólo se impuso, y ligeramente, en este apartado en el debut. Equipos mermados en la zona, como Burgos o Andorra, le hicieron un traje en el rebote ofensivo. Habla mucho del mal momento de los pivots del Madrid en la fase final, la pelea por el rebote se ha convertido en un agujero negro.
- Valencia Basket se ha caracterizado en esta fase final por acabar los partidos como un tiro. Contra Burgos nos dejó el mejor ejemplo, sumando 36 puntos en el último cuarto y anotando ocho triples que hicieron olvidar los problemas en el tiro exterior en los tres periodos anteriores. Cuando una preparación es la adecuada se nota en detalles como este.
- Burgos es una de las sensaciones de esta fase final por juego y carácter, pero se jugará la clasificación en la última jornada cuando ya podía tenerla amarrada. Contra Gran Canaria se le escapó el partido en la prórroga pese a vencer por dos puntos a falta de 20 segundos y disponer del último tiro en el tiempo reglamentario. Contra Valencia Basket, se le escaparon 18 puntos de ventaja y acabó doblando la rodilla víctima del rebote ofensivo y el acierto rival en el triple en los últimos diez minutos. Aún tiene una última oportunidad contra Andorra, pero puede costar caro dejar pasar ocasiones así.
- Otro que pagó con creces los detalles en contra fue Unicaja. Pudo sentenciar el partido con un mate de Ejim en el último minuto, pero el error del alero inició la remontada de Baskonia que forzó la prórroga. En el tiempo extra, dispuso de dos triples para llevarse el encuentro. El último pudo lanzar con el tiempo casi cumplido, pero Bouteille se precipitó y dejó tiempo de sobra para un contraataque letal y decisivo. Detalles que establecieron la diferencia entre la clasificación y la eliminación.
Leave a Reply
3 Comments on "LIGA ACB 2019-20: Fase final. Jornada 4. El varapalo más amargo"
You must be logged in to post a comment.
You must be logged in to post a comment.
Con permiso de la ironía, esto sí que es un campo atrás en toda regla
Gran crónica Perdi, Enhorabuena por el trabajo y gracias por contárnoslo
Gracias por tus crónicas…. tremendo trabajo.