Siempre es la misma función, el mismo espectador, el mismo teatro, en el que tantas veces actuó. Así reza el estribillo del tema La herida del grupo Héroes del silencio y bien se puede aplicar al balance de 2019 en las principales competiciones de motor. Lo mismo de siempre. Los grandes dominadores, Marc Márquez y Lewis Hamilton, se dieron otro paseo triunfal, revalidando el título un año más con suficiencia y sin rival que les importunara. Una historia que se repite una y otra vez, el eterno día de la marmota. Y considerando el potencial de ambos pilotos y comparando con el del resto de la parrilla es muy probable que no sea la última ocasión que la escuchemos de nuevo.

El equipo Repsol Honda montó un dúo de ensueño con el fichaje de Jorge Lorenzo. Un piloto con un palmarés brillante y talento innegable para competir con Marc Márquez, un rival a su altura con la misma moto y estructura. Pero la competencia no fue tal. La HRC oficial está pensada para el particular estilo de pilotaje de Márquez. Una bestia indomable salvo para el talento del piloto de Cervera, acostumbrado a una máquina de reacciones salvajes y explosivas. Él puede vivir al filo del asfalto, de salvar caídas inevitables por costumbre. Sólo él puede. Lorenzo jamás se acopló a una moto muy alejada de su forma de pilotar. Firmó resultados muy discretos hasta que una brutal caída en Assen le dejó maltrecho y forzó una decisión que fue alimentando en su mente en los últimos meses de competición. Lorenzo no fue rival pero realmente nadie lo fue para Marc Márquez. Dovizioso, el eterno aspirante, sólo albergó esperanzas tras su habitual triunfo en Qatar y la caída de Marc Márquez en Austin. A partir de entonces no pudo seguir el irresistible ritmo del campeón. Márquez sólo bajó del segundo puesto en Austin, donde no terminó. Acumuló victoria tras victoria para dejar en evidencia la enorme distancia con el resto. Sólo encontró resistencia en pruebas puntuales. Rins, vencedor en la prueba texana, no renunciaba al título tras un esperanzador comienzo pero pasó a un segundo plano el resto de la temporada. Viñales nunca se entendió con la Yamaha de 2019, le faltaron prestaciones para pelear con asiduidad por el podio. Sus victorias en Assen y Malasia llegaron cuando Márquez no quiso forzar y se conformó con la segunda plaza. Quien más guerra le dio fue Fabio Quartararo, una joven promesa que no explotó hasta llegar a MotoGP. Pese a formar de un equipo satélite de Yamaha demostró que cuenta con un enorme talento para afrontar grandes empresas pero este año le faltó regularidad y siempre cedió en el cuerpo a cuerpo con Márquez. En un duelo apasionante en Thailandia, el campeón le volvió a ganar por la mano en la última curva para asegurar el título con cuatro carreras de antelación. Aún no ha conseguido su primera victoria pero el piloto francés apunta a asentarse en la parte noble de la parrilla. Con todo el pescado vendido, la gran noticia llegó antes de la última prueba en Cheste. Jorge Lorenzo, derrotado por los problemas físicos y la falta de adaptación a la Honda, anuncia su retirada. Ponía fin a su carrera uno de los grandes pilotos españoles de todos los tiempos. Quizá sólo Ángel Nieto y Marc Márquez le superan en trascendencia y palmarés. Se le echará en falta.

Fuente: soymotero.net

En Moto2, los aficionados españoles estaban expectantes por comprobar si 2019 sería al fin el año en el que Álex Márquez encontrara la madurez en su pilotaje para pelear en serio por el título. El inicio de temporada volvió a ser descorazonador. Sólo un podio en las cuatro primeras carreras. La caída en Jerez le alejaba peligrosamente del líder, Baldasarri, vencedor en tres de las cuatro primeras pruebas. Pero el italiano se vino abajo y no volvió a pisar el podio. Los triunfos en Le Mans, Mugello y Montmeló apuraron al menor de los Márquez a lo más alto. El rival parecía Luthi, el eterno segundón. Piloto correcto pero anodino, falto de agresividad. Su frialdad le hizo perder terreno hasta bajar los brazos. Jorge Navarro y Augusto Fernández dieron un salto de calidad este año pero les faltó regularidad y un punto de talento para pensar en serio en el Mundial. Binder, que acabó el año como un tiro, se convirtió finalmente en el rival más cualificado pero su reacción llegó tarde. De nada le sirvió vencer en las tres últimas pruebas. Álex Márquez llevaba diferencia suficiente para jugar con la calculadora. Un segundo puesto en Malasia, penúltima prueba, le dio el ansiado título en la segunda categoría. En su mente estaba defender el título en 2020 pero la retirada de Lorenzo dejó un asiento libre en Repsol Honda. Álex fue elegido para formar equipo junto a su hermano en la escudería más poderosa de MotoGP. Un hito inédito en el Mundial. En cuanto a Moto3, durante muchos meses se albergó la esperanza de un título que completara el triplete español. Arón Canet dirimió una cerrada lucha con Lorenzo Dalla Porta hasta la victoria del primero en Alcañiz. A partir de entonces Canet no dio pie con bola. El italiano aprovechó los errores de Canet para sumar victoria tras victoria en las últimas pruebas hasta lograr el título en Australia.

Fuente: motorbikemag.es

La Fórmula 1 quedó muy pronto encarrilada por el poderío irresistible de los Mercedes un año más. La victoria de Bottas en la primera prueba, en Australia, despertó las expectativas de algunos medios sobre si en esta ocasión Hamilton encontraría el rival en casa, como ocurrió con Rosberg en 2016. Un deseo muy ingenuo esperar que un buen piloto fuera capaz de superar a un auténtico depredador. Hamilton no tardó en imponer su ley mientras se sucedían dobletes de Mercedes en cada prueba. Salvo en Mónaco, las dos primeras plazas en cada Gran Premio quedaban reservadas para los pilotos de la escudería alemana. En el GP de Estados Unidos, a dos pruebas del final, certificó su sexto título. Hasta once triunfos logró esta temporada. No había rival. Vettel ya estaba sobrepasado por la abrumadora superioridad de los Mercedes pero eso no fue lo peor para el tetracampeón mundial, que se vio superado por la pujanza de Leclerc, la joven promesa monegasca que llegó en 2019 como nuevo compañero en Ferrari. Un talento llamado a hacer grandes cosas. Rápido en la búsqueda de la pole y muy fiable en la pista. Sus victorias en Spa y Monza le convirtieron en el nuevo referente para los ferraristas, relegando a un denostado Vettel que sólo venció en Singapur y porque así lo decidió su equipo, como reconocieron finalizada la temporada. Su etapa en Maranello va llegando a su fin. Aquellas palabras de Alonso, en las que afirmó que Ferrari competía contra Newey en pleno apogeo de Vettel, empiezan a créeselas más de uno en la Scuderia.

Fuente: 20minutos.es

Pero ninguno de los pilotos de Ferrari acabó en tercera posición, detrás de los inevitables Mercedes. Ese lugar quedó para Verstappen, que dio un importante paso en su evolución. No comenzó bien el año. Le costaba competir por el podio e incluso algún medio filtró una cláusula de su contrato que permitía a Red Bull rescindirlo a final de año si no alcanzaba un triunfo o unos objetivos mínimos aunque nadie tenía en mente esa posibilidad. Cualquier rumor se disipó con una brillante victoria en Austria, en casa de Red Bull. A partir de entonces se convirtió en un generador de espectáculo en la pista. Su pilotaje evolucionó de la locura sin control que le abocaba a cometer muchos errores al riesgo calculado y efectivo que se tradujo en maniobras maravillosas y buenos resultados. Su estilo se va depurando, dando pasos hacia la madurez. En cuanto a Carlos Sainz, su progresión avanza de forma muy satisfactoria. Su fichaje por McLaren no generaba esperanzas pero la escudería británica alcanzó una moderada mejora en 2019. El cuarto puesto por escuderías le permite salir de los años de oscuridad que ha atravesado. Sainz fue uno de los grandes responsables. Su rendimiento estuvo por encima del monoplaza, peleando por costumbre por la quinta o sexta plaza desde mitad de temporada. En Brasil, en una carrera loca como las que se suelen producir habitualmente en Interlagos, acabó en cuarta posición, su mejor puesto, pero una sanción a Hamilton le permitió pisar por primera vez el podio. Es el cuarto piloto español que lo consigue tras el Marqués de Portago, Fernando Alonso y Pedro Martínez De la Rosa. Carlos Sainz se ha ganado el respeto dentro del paddock y de los aficionados, que le consideraron uno de los mejores pilotos del año por su rendimiento en la pista.

Fuente: cuatro.com

¿Y Fernando Alonso? Sigue con retos fuera de la Fórmula 1, en la búsqueda de los triunfos que le conviertan en un piloto completo y versátil para la posteridad. Afrontó completa la temporada del Mundial de Resistencia, logrando el título con el equipo que formaba con Buemi y Nakajima. La guinda la puso su segundo triunfo en las 24 horas de Le Mans. Un pinchazo de Pechito López en la última hora, cuando el otro Toyota tenía el triunfo en su mano, propició la segunda victoria consecutiva en la mítica prueba. El lado oscuro, por otra parte, estuvo en el segundo intento de abordar las 500 millas de Indianapolis. Las bajas prestaciones del monoplaza, suministrado por McLaren, le impidieron siquiera pasar el corte de clasificación en los entrenamientos. Un bochorno más en su tempestuosa relación con su último equipo en la Fórmula 1. Para 2020 se presenta un desafío mayúsculo: el Dakar. Una posibilidad barajada a mitad de año que parecía salida de la fantasía e irrealidad de mentes aburridas se convirtió en un hecho. Alonso contará con Marc Coma de copiloto para afrontar la aventura de la primera edición que se disputará en Arabia Saudí, en un terreno y condiciones que nada tienen que ver con los circuitos en los que ha fraguado toda su carrera. ¿El regreso a la Fórmula 1? Se deja querer. En 2021 llegan cambios importantes en el reglamento y evolución de los monoplazas que abre nuevas oportunidades. En Liberty ansían su vuelta y Alonso lo contempla como una opción para 2021.

Fuente: periodismodelmotor.com

Donde sí se ha producido un relevo importante en el poder fue en el Mundial de Rallies. A Sebastien Ogier ya le costó sudores y esfuerzo mantenerse en el trono del WRC en 2018. Su buen inicio, con victorias en Mónaco y México, fue un espejismo. Ya no estaba en condiciones de seguir en lo más alto y sólo consiguió sumar una victoria más, en Turquía. Parecía que llegaba el ansiado momento para Thierry Neuville, el eterno aspirante, pero no pudo quitarse la etiqueta de perdedor por la aparición del estonio Ott Tanak, que amasó una victoria tras otra desde el Rally de Chile con su Toyota Yaris. La falta de regularidad y resistencia a la presión de Neuville y la decadencia de Ogier le permitieron dominar con puño de hierro la segunda mitad del Mundial hasta proclamarse campeón en el Rally de Gran Bretaña. Ponía fin al reinado de la dinastía de los Seb (Loeb y Ogier), los amos y señores del WRC en el XXI. El próximo año, Tanak será compañero en Hyundai de Dani Sordo, que otro año más realizó buena parte de la temporada aunque no completa. Su triunfo en el Rally de Italia supuso el tercero de su carrera en el Mundial de Rallies.

Fuente: viajesycarreras.com

El Dakar, reducido ya exclusivamente a un recorrido por Perú, disputó su última edición en Sudamérica. Las opciones de triunfo españolas se difuminaron rápidamente. Carlos Sainz sufrió una importante avería en la segunda etapa que eliminó todas las posibilidades de defender la victoria lograda en 2018. Al día siguiente se truncó la carrera para Joan Barreda. Una caída le mandaba a casa cuando marchaba líder. La suerte no le acompaña a Barreda en el Dakar. La mejor actuación fue de Nani Roma en coches, que acabó segundo tras una trayectoria de menos a más en la prueba. No tuvo opciones de pelear el triunfo, el qatarí Al-Attiyah fue inalcanzable para todos. En motos, el título del australiano Toby Price tuvo un punto de épica. Con la mano derecha dañada tuvo que defenderse de las acometidas del chileno Pablo Quintanilla hasta la última etapa. La caída de Quintanilla, arriesgando al máximo en busca de la victoria el último día, permitió que Price lograra su segundo triunfo en la general del Dakar. Sin Barreda, para los españoles quedó el aliciente de la progresión de los jóvenes (Oriol Mena acabó 10º) y disfrutar de la actuación de Laia Sanz, duodécima en la general pese a llegar al inicio de la prueba corta de forma tras sufrir una lesión importante unos meses antes del Dakar. Acabar entre los diez primeros es un sueño al alcance de Laia Sanz. Quizá lo consiga en 2020 en el estreno del Dakar en Arabia Saudí.

Fuente: todocircuito.com

Durante buena parte de la temporada de Superbikes los aficionados españoles soñaron con el título de Álvaro Bautista en su año de estreno. Entró en la competición de forma arrolladora, venciendo con suficiencia en todas las mangas disputadas en las cuatro primeras pruebas. Jonathan Rea, el gran dominador de los últimos años, demasiado tenía con acabar segundo detrás del piloto de Talavera de la Reina y tener bajo control los nervios y la preocupación que generaban una situación desconocida para él. Pero la decisión de limitar la potencia de la Ducati de Bautista obligó al piloto español a tomar más riesgos para pelear con Rea. Llegaron las caídas y el británico tomó el liderato de la clasificación. Bautista forzó aún más y los errores continuaron. Tampoco ayudó su decisión de anunciar a mitad de año su marcha de Ducati para fichar por Honda en 2020. Ya mermado su estado físico debido a los golpes, dos caídas consecutivas en Laguna Seca le descolgaron definitivamente. Jonathan Rea acabó paseándose en el tramo final de la temporada, como lleva haciendo durante cinco años en Superbikes. Bautista tuvo que conformarse con el subcampeonato y en pensar en un nuevo asalto al poder establecido la próxima temporada.

Fuente: amaxofilia.com

En la Copa Mundial de Turismos, el húngaro Norbert Michelisz logró su primer título tras varios años quedándose cerca. Salvo en Marruecos, primera prueba de la temporada, logró subir al podio en cada Gran Premio al menos en una manga, algo que no pudieron hacer el anterior campeón, Esteban Guerreri, o el gran Yvan Muller. En 2019 el campeonato volvió a contar con la participación de un piloto español, Mikel Azcona, que venció en la segunda manga de Portugal y logró cuatro podios más. Buen resultado en su debut. En la DTM, victoria inapelable del alemán René Rast, que recupera el título logrado en 2017. Y donde no han llegado ni se esperaban cambios fue en el trial. La misma historia que se escribe desde 2007. Toni Bou volvió a arrasar en el Mundial, tanto en indoor como outdoor. Ya van trece títulos consecutivos en ambas competiciones, inalcanzable para sus rivales que ni se acercan al piloto más laureado de la historia. Como era de esperar, España triunfo en el Trial de las Naciones celebrado en Ibiza. El trío formado por Toni Bou, Adam Raga y Jeroni Fajardo no encontró oposición para sumar un título más, que también se conseguiría en categoría femenina.

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